Miguelangel estaba furioso, invocó sus alas y cargó contra Sony. Este no se había percatado de la presencia de Miguelangel, pero al escuchar su grito se dio la vuelta y vio como el chico alado se le acercaba a gran velocidad. En principio, Sony no entendía lo que estaba pasando, dirigió su mirada a Lyte, la cual le dijo con señas que la persona a quién había atacado era el hermano perdido del comandante, el otro puso una cara de horror al darse cuenta lo que había hecho, tanto así que decidió no pelear, solo se puso a correr, muy rápido por cierto, pero no lo suficiente. Miguelangel lo alcanza y lo rodea, colocándose frente a este, mandando un tajo con Úlgur. Sony conocía de primera mano las habilidades de quien lo atacaba, así que convoca otra cuchilla y se defiende. Miguelangel convoca una granada de luz con la izquierda y la hace explotar, Sony logra cerrar los ojos a tiempo, pero no puede impedir que el otro lo ataque, levantándolo en el aire muy alto.
- ¡Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento, lo siento! – Gritaba el portador, pero el chico alado hacía caso omiso a sus palabras.
Desde arriba giró en el aire y mandó a Sony hacia el piso, se pone a Úlgur en la espalda y grita:
- ¡Heiligen: Gewitter! - (Consagración: Tormenta)
Un círculo de luz comenzó a girar alrededor de la mano del chico, este hizo como si agarrase algo y un arco de luz se materializó. Acto seguido comenzó a estirar la cuerda luminiscente del arco, produciéndose una flecha, se veía como unos hilos de luz se juntaban en esta, pareciera que Miguelangel la estuviese cargando, y al momento de soltarla grita:
- ¡Lux Regen! - (Lluvia de luz)
Y una inmensa e incontable cantidad de flechas fueron disparadas, literalmente parecía un aguacero de flechas de luz, y al fondo del torrente luminoso estaba Sony recibiendo todos los impactos, cada uno como si le cayera un yunque encima. Miguelangel volvió a sacar otra flecha y a volverla a cargar, pero esta vez era diferente, en vez de ser hilos de luz los que cargaban la flecha, eran relámpagos de un color amarillo pastel claro, Miguelangel aún estaba furioso.
- ¡Gnadenschuss! - (Tiro de gracia)
Y al soltar la flecha, un proyectil que parecía estar cargado eléctricamente es disparado del arco, Sony logra a duras penas ponerse de pié, y al momento de que la flecha iba a impactarlo, este pone su mano y la detiene, provocando que esta explote al instante, pero este no se inmuta. Miguelangel tampoco se impresiona por lo que había visto. Teniendo a Heiligen Gewitter en la mano izquierda, tomó a Úlgur con la derecha y lo puso en el arco, usándolo como flecha, apuntó a la cabeza de Sony, el cual solo estaba parado mirándose la mano, o lo que quedaba de ella. Debatía mentalmente si acabar con él, pero su atención es retomada cuando ve que a Sony se le regeneraba rápidamente la mano, luego alza su mirada hacia Miguelangel, lo saluda con su nueva mano y saca una especie de esfera negra y morada de su mochila, se la queda mirando un rato y desaparece, Miguelangel se impresiona ligeramente y se pone a buscarlo, pero entonces Sony aparece rápidamente enfrente de este.
- ¿Me permites corromper al tipo de allá abajo? – Decía con un tono de lunático.
- ¡Ten cuidado con lo que dices, Sony, que seas amigo de Lyte no te da permiso a hablarme de esta forma! - respondía Miguelangel tomando a Úlgur y dándole un tajo a Sony.
Pero falla, ya que Sony se movió unos metros más atrás, con un impulso de viento lanzó la esfera a donde estaba Ethan, esta se hacía más grande a medida que avanzaba, Miguelangel se percató de eso y des-invocó a Gewitter y a Úlgur, bajando en picada a toda velocidad. La esfera era casi tan rápida como él. Pero cuando estaba a 20 metros de Ethan, recordó el Corpus Leve, lo invocó al máximo que pudo en ese momento y aceleró lo suficientemente rápido como para apenas llegar a donde estaba Ethan antes de que la esfera lo hiciera. Pero en lugar de golpear a Ethan, terminó impactándolo a él. Sus pupilas se contrajeron, calló de rodillas y con las manos en el suelo, al instante, toda su imponente armadura dorada se rompe como si fuese de cristal, la túnica que tenía por debajo también desaparece, solo quedando con un traje negro sin mangas pegado al cuerpo y unos guantes negros, sus alas también desaparecen.
Ethan se da cuenta que su hermano lo protege y trata de despertarlo, pero no reacciona, vuelve a intentarlo sin resultados, sigue intentándolo por un rato.
Mientras tanto, Lyte, quien estaba viendo la acción, se da cuenta de lo que ha hecho su amigo, va caminando lentamente a donde estaba, con la cabeza baja, y cuando llega donde está, lo toma del traje y se lo acerca al rostro
- ¡¿En qué estás pensando?! ¡Sabes muy bien que este es el comandante, NUESTRO JEFE! – Le gritaba Lyte con lagrimas e ira en los ojos.
La ira de la chica se detiene de golpe cuando ve que la esclerótica de su compañero estaba completamente negra, y sus iris eran de un color verde intenso, y terminaban en una blanca pupila, Lyte parece saber que es lo que está pasando.
- El orbe de corrupción... Se suponía que lo tenías bajo control... y ahora te ha corrompido a ti también...– Susurra Lyte.
Entonces Miguelangel despierta de golpe, chocando su frente con Ethan quien estaba intentando despertarlo, Ethan se alegra y lo abraza con su único brazo. El menor de los Azureblade observa el lugar en donde antes estaba el brazo de su hermano, hace su mejor esfuerzo para sentarse, Ethan trata de detenerlo, pero Miguelangel insiste. El chico comienza a susurrar unas palabras, mientras varios destellos se reúnen en su mano, saca una piedra blanca con una runa dorada en el medio, concentra su luz en esta y luego toca el pecho de Ethan, al instante la luz comienza a juntarse en el brazo del ojiazul, formando un nuevo brazo y regenerando el propio. Ethan agradece con una sonrisa vacía.
- Posiblemente haya sido mi culpa, el Lux Regen debió romper el contenedor en el que se encontraba el orbe – Le decía a Lyte.
- ¿Crees que puedas hacer algo? – Pregunta Lyte sollozando.
- Claro, solo... sostenlo
Lyte agarra a Sony de las manos, este la mira con cara de preocupación.
- ¿Que haces, Lyte?– Pregunta con tono de niño pequeño.
- Devolviéndote a la normalidad – Responde la otra con decisión.
El chico alado estira la mano hacia el frente, torrentes de energía sagrada salían de todas partes y llegaban a parar a su agarre, eran como ríos dorados con chispas blancas que destellaban fuertemente. Poco a poco se formó un círculo rúnico en su palma, en este se juntó la energía y tomó la figura de una esfera, una que podría tener la capacidad suficiente de destruir cierta cantidad de corrupción. Él acerca la esfera hacia el pecho de Sony, el portador parecía muy tranquilo y a la vez distraído, una ráfaga de viento azotó a Miguelangel y lo envió varios metros atrás, él supo inmediatamente lo que pasaba.
- Fujin, no pienso dañarte – Dice Miguelangel, acercándose a Sony nuevamente–. Es por tu bien y el de Sony, tú me conoces, sabes que nunca haría algo para perjudicar a nadie.
- Eso dijo Sony cuando tomó el orbe de la corrupción – Dice una voz dentro de Sony–. Le advertí de toda manera posible que no lo hiciera, pero simplemente no me hizo caso, por eso es que detesto el amor en los humanos.
- Por favor, necesitamos hacer esto, si no lo hacemos Sony quedaría completamente a la merced del orbe de la corrupción, tenemos que detenerlo ahora que aún no está completamente liberado – Decía Miguelangel con un poco de preocupación, el orbe sagrado no duraría mucho tiempo y le estaba costando un caudal de energía mantenerlo–. ¡Te prometo por Lemy que mis intenciones no son malas!
- Argh, ¿Por qué los portadores de Lemy siempre usan su nombre para prometer?– Protesta el Avatar–. Está bien, está bien, pero más te vale que no ensucies su nombre.
Con el permiso del avatar, Miguelangel procedió a introducir la esfera de luz en el pecho de Sony, rayos de luz eran despedidos desde sus ojos mientras que relámpagos sagrados salían de la esfera lumínica y atizaban el suelo con fuerza implacable, el cielo se oscurecía alrededor de ellos y las criaturas salvajes que por allí andaban corrieron despavoridas. El sello rúnico que tenía Miguelangel en la mano se pasó al suelo debajo de Sony, de este se elevó un potente pilar de luz que disipó las negras nubes de la bóveda celestial, las escleróticas de Sony volvieron a la normalidad y sus ojos se tornaron de un color verde más oscuro. Poco a poco, los relámpagos sagrados cesaron su aparición, el pilar de luz desapareció en un instante y todo volvió a la calma.
- ¿Qué rayos... pasó? – Preguntaba el tipo el tipo aturdido.
- Te dejaste absorber por el orbe de corrupción... de hecho, ¿Qué hacías con algo así? – Pregunta Miguelangel–. Se supone que nadie debería tocarlo, las personas que lo hacen no vuelven a ser las mismas.
- Me lo encontré hace como una semana mientras investigábamos por qué todos los científicos que se enviaban a verificar el estado de este pantano desaparecían – Dice Sony limpiándose–. Drono dijo que tal vez podría saber qué era eso, así que Agamenón envió a Lyte, y por extensión, a mí. Me quedé con el orbe porque pensé que al ser portador podría resistir su corrupción...que mal estaba.
- Suerte que ya desapareció – Dice Lyte–. Además, creo que le debes una disculpa a alguien, Sony.
- Ah, cierto– Se acerca a Ethan, se percata de que tiene su brazo de regreso y respira hondo–. Escucha, Azureblade, lamento haberte cercenado el brazo, fue un poco extremo de mi parte, lo siento.
Ethan no le respondió, se quedó mirando hacia el horizonte, luego saca de su mochila otro set de ropa y se cambia rápidamente. Él iba vestido con un abrigo de tela de color negro que le llegaba hasta las rodillas, esta tenía una cerradura de plata en el medio, la cual estaba abierta de la cintura para abajo. Este abrigo no tenía mangas, y debajo de este se llegaba a ver una camiseta de color azul eléctrico que cubría un poco más de los hombros del chico. Tenía un cinturón negro caído con el símbolo mana hunter en la cintura, una luna menguante. Llevaba pantalones azul oscuro y botas hasta las rodillas de color negro cuyas suelas eran plateadas. Portaba también una bufanda azul.
- Por cierto, Migue, ¿Cómo sobreviviste a ese orbe?, he escuchado que nadie puede contra su corrupción – Pregunta Red despertándose.
- No fui yo, fue mi armadura, Lemy me la hizo hace unos cuantos años, se supone que me protegería de lo que sea, pero si la fuerza era suficientemente maligna o devastadora, esta desaparecería – Explica el otro verificando sus alas.
Todos se reúnen, los dos portadores en frente del resto del grupo.
- Supongo que nos presentaré formalmente– Dice el chico alado–. Ella es Lyte Yatogame, portadora de Drono de las sombras y maga de fuego. El otro es Sony Ventostriker, portador de Fujin del viento y mago del mismo elemento.
Entonces Ethan salta en la escena y se acerca a Lyte, tomándola de los hombros y mirándola fijamente, la chica de blancos cabellos estaba un poco sorprendida de la acción del ojiazul.
- ¡¿Portadora de Drono, dices?!– Espeta el chico, zarandeando a Lyte–. ¿Hay alguna forma de que pueda hablarle?
- No de esta forma, obviamente– Empuja al chico, se coloca una mano en el pecho y susurra unas palabras–. Muy bien, ahora deberían de poder escucharle.
- ¿Ahora qué?– Exclama el avatar con notable molestia–. Creí que ya podríamos retirarnos.
- Drono, ¿Es cierto que Imbo es el avatar del vacío?– Pregunta Ethan.
El avatar no respondió, solo se quedó en un silencio monstruoso, tanto así que impresionó a Lyte, la cual pensaba que había hecho algo mal para efectuar la comunicación.
- ¿Drono, te pasa algo?– Pregunta la chica.
- I-Imbo... ¿Aún seguía vivo? – Espeta el Avatar–. Dejando eso de lado, ¿Por qué razón yo debería responderte?
- ¡Más te vale que respondas por las buenas o vaciaré a tu querida portadora hasta que se quede seca!– Exclama el ojiazul convocando la Combustión del Vacío, el ataque que usó contra Red.
- ¿Oh, entonces debería tomar eso como una amenaza?– Dice la chica de cabellos blancos–. Estoy dispuesta a defenderme en caso de que sea necesario.
Ambos se miraban con hostilidad, parecía que podrían explotar en cualquier momento y ponerse a pelear, pero Miguelangel se paró en la mitad y los tranquilizó, prohibiéndoles estrictamente que pelearan. Drono terminó aceptando que Imbo era el avatar del vacío, pero se negó a dar más detalle de él. Ethan no se sentía decepcionado de su amigo ni nada por el estilo, aunque Imbo en sí se sentía traicionado por sí mismo. Ethan canceló la Combustión del Vacío y se alejó un poco del grupo.
- Entonces, ¿Se dirigen a la capital?– Pregunta Lyte–. No sé qué tan buena idea sea llevar al vengador de ojos azules a Celestia.
- Tranquila, Ethan ya no es mana hunter– Responde el chico alado–. Dudo que le gusten los magos, pero por lo menos ya no está tan resentido como antes, ¿Cierto, Ethan?
- Claro, claro, ¿Podemos irnos de una buena vez?
Miguelangel se despide de Lyte y de Sony, convoca sus alas y le pone un Corpus Leve a Ethan, para hacerlo más ligero y que no le moleste al volar. Sam hace lo mismo y toma a Red, los cuatro avanzan hacia Celestia.
Tres días después, arriban en la capital, estaban a unos cuantos metros de las imponentes puertas del Sacro Imperio de Celestia: Estas eran inmensas, pintadas de color azul pastel, enmarcadas por las grandes paredes que rodeaban el reino, posiblemente podían llegar a medir cuarenta metros de altura, estas estaban pintadas de blanco y tenían la bandera celestina colgando. Su estandarte era un ave blanca con las alas extendidas, posada sobre una luna menguante y un fondo azul.
Miguelangel detuvo al resto del grupo antes de entrar, puesto que aún seguía con aquel traje negro pegado al cuerpo, y un comandante no podía entrar de esa manera a la ciudad. Le pidió a Sam que dibujara un sello de luz sencillo en el piso, luego se paró en este y, después de susurrar unas palabras, mucha luz salió de este.
- ¡Regenmantel!– Espetó.
La luz comenzó a tejer un traje alrededor de él, era un abrigo largo de mangas largas color amarillo pastel con bordes de un amarillo más oscuro, entonces dos hombreras aparecieron, la derecha tenía una cruz de plata encima, la izquierda carecía de esta, tenían varias runas sobre sí. También se crearon un par de botas de placas de color blanco y unos guanteletes del mismo color con cruces de plata por igual. Una vez vestido, se dispusieron a entrar a Celestia.