Lucía Rodríguez.
La casa está vacía en cuanto llego, Nick está con Benja en su departamento, ya que el insistió en retirarlo del colegio y pasar el día con él.
Aunque todavía nos queda poco para mudarnos a una casa más grande, en mi apartamento solo me quedan las cosas de la cocina, el resto ya está todo instalado.
Nick quiso que contratará una decoradora para la habitación de mi niño, pero le dije que los ahorros estaban medios apretados este mew, así que por regalo, la contrato el.
Mañana vienen a pasar el fin de semana los padres de mi novio y aunque ya nos conocemos, siempre voy a tener ese poquito de nervios encima mío.
La felicidad que tiene Benja al verlos es increíble. Aunque al principio no sabía que responder ante sus preguntas si podíamos adoptar a esas dos personas como abuelos, Nick y sus padres se encargaron de que no respondiera yo por ellos. Entonces le dijeron que estaban más que encantados de que les dijera abuelos a ellos.
Nick está loco. Loco por Benja, loco por ponerle el pecho a las balas.
Y eso hace que lo ame más.
Me doy una ducha rápidamente y me cambio para luego cerrar bien la casa con llave.
Subo al auto, lo enciendo y encaro la carretera para ir a lo de Nick. Por suerte no está tan lejos, pero no tengo ganas de caminar. El trabajo fue mucho por hoy y estoy realmente cansada.
Aunque...
Tengo una sorpresa para el... Una que no sé si se lo va a tomar bien o mal.
Una que nos va a cambiar la vida.