[Narra Omnisciente]
—Y eso fue lo que sucedió—terminó de relatar Pisis.
Hace algunas horas Cetus y Ofiuco habían hecho acto de presencia, para darles algunas indicaciones a los nuevos huéspedes de la casa, pero no contaron con encontrarse a algunos signos lesionados y otros en estado de inconsciencia. Pensaron que había sido alguna discusión que se había salido de control... como de costumbre. Al final terminaron por escuchar todo el relato de lo sucedido.
—Eso quiere decir que los han encontrado—susurró Cetus casi inaudible, pero logrando captar la atención de algunos signos.
—Entiendo, tendremos que crear alguna protección en toda la extensión del lugar. Por lo pronto descansen un poco, yo haré el almuerzo—le respondió Ofiuco levantándose del sofá individual en el que había estado escuchando lo sucedido unas horas antes.
—No me moveré de este lugar, hasta que nos expliques quienes eran ellos y que es lo que querían—se atrevió a decir con suma molestia el signo de la cabra, alternando su mirada verdosa entre Ofiuco y Cetus.
—Se los explicaremos, pero como puedes ver, no todos están en buenas condiciones. Nesecitan descansar y tú también, así que sube y descansa un poco, la charla que tendremos será muy larga—le ordenó Cetus. Con un semblante más serio de lo habitual, dando crédito a sus palabras. Recibiendo un suspiro de frustración y pesadez por parte del signo.
—Si es así, Géminis y yo llevaremos a Sagi a su cuarto—.
Acuario se iso notar, dirigiendo una mirada sutil a su compañero de elemento.
—Me llaman cuando este la comida—habló esta vez el de ojos heterocromicos, siguiendo de cerca a su amigo, quien subía de a poco las escaleras, llevando en brazos al pequeño signo del arquero.
Todos los signos se retiraron a sus respectivos cuartos, algunos con una mueca de cansancio y otros comentando y haciendo teorías raras de lo que trataría su "charla".
[...]
—Acuario...-.
—Descuida Gem, la historia no se volverá a repetir—le cortó de inmediato el acuariano. Reconstando al pequeño pelirrojo, en su respectiva cama.
—¿Quieres quedarte un rato más?—le preguntó con una media sonrisa el de ojos heterocromicos, viendo como su amigo y compañero de elemento se sentaba a su lado. Quedando los dos semire-cargados el uno con el otro, mirando a la nada—. ¿Lograste averiguar algo?... —rompió el silencio que se había creado.
—No...—respondió con simplesa, soltando un largo suspiro de cansancio.
~☆~
[Libra]
《La situación en la que estamos parece ser... difícil》
Estaba recostado en mi cama, no tenia sueño o cansancio, era muy temprano para dormir. Lo único que podía hacer era reflexionar sobre lo que nos estaba pasando.
Pero todo me llevaba a una sola respuesta que me respondería las demás.
Ofiuco y Cetus...
Ofi sabía lo que pasaba, de eso estaba completamente seguro. Tal vez esa era la razón, por la que me permitió estar aquí con ellos.
Cetus me había hablado sobre el tema de los signos hace muchos años, pero nunca me permitieron estar con ellos hasta poder controlar mis poderes, si bien aún no sé como usarlos del todo, ahora por lo menos puedo controlar mis desequilibrios. Ya que una balanza sin equilibrio, es simplemente... inservible.
Dejando de lado mis reflexiones. Me a gustado mucho el compartir casa con ellos, apesar de que apenas a sido solo una semana, e aprendido mucho de todos.
—Libra, ¿Te has dormido?—escuché la voz de Aries.
Él si se había dormido en cuanto llegamos y al parecer a despertado. Aún se me sige olvidando que comparto habitación con él.
—Eh, no, sólo estoy recostado, ¿Nesecitas algo?—pregunté sentandome al borde de mi cama para poder verlo.
—Tú, ¿Qué crees que nos digan... Sobre esas personas?—preguntó. Dirigiendo sus orbes carmesí hacía mi personas.
Se veía algo inquieto, tal vez Hasta nervioso. No lo culpo yo estaría igual o peor si estuviera en su posición. Por lo que tengo entendido él perdió la memoria, y aquel hombre malo parecía conocerlo. Demasiado inquietante a mi parecer.
—Yo, no lo sé. Pero estoy seguro que es algo importante. Que nos incluye a todos—le respondí, mirando por la ventana que ahí se encontraba, podía ver el cielo cubierto por nubes grises. 《Calma, frustrarse no resolverá nada... lo destruirá todo》
~☆~
[Virgo]
"Todo en este mundo, tiene un porqué"
Esa frase que algún día me dijeron, divaga por mis pensamientos. Respondiendo en ocaciones variadas mis problemas existenciales.
"¿¡Por qué soy así!? ¿Alcazo no soy normal? ¿Algún día dejaré de hacerle daño a todos? ¿¡no puedo ser feliz!? ¿¡Quién soy!?"
Preguntas que no tenían respuesta.
hasta ahora...
Voy saber el por que de la maldición que me persigue.
—Tú núnca serás libre...-.
—Basta...-.
《no los escuches》 pienso. Mirando por la ventana.
Simpre me persiguen...
—Nunca podrás deshacerte de nosotros...—.
—Basta...-.
Sin descanso...
—Vivirás por siempre con esta carga...—.
—¡Basta!-grité.
《Harto, estoy totalmente harto. Odio, odio tener que soportar》
Volteé en dirección a esas voces ya tan conocidas para mi. Encontrándome con miradas vacías, aquellos ojos sin brillo, sin vida.
Pude escuchar como la puerta se habría, y una cabellera marrón se asomaba por esta. Pronto divisé la mirada miel y cansada de mi compañero de cuarto.
—¿Te sientes mejor?—pregunté. Viendo como se adentraba a la habitación.
Ignorando aquellas miradas y esas voses que aún estaban ahí.
—Si, gracias por preguntar. Ofiuco a eliminado todo rastro de veneno en mi sistema—me respondió. Ladeando una sonrisa, permitiendome apreciar su blanca dentadura—. Ah, por cierto, venía a avisarte que ya está el almuerzo. Así que baja ya—avisó, antes de tomar una polera de su guarda ropa y salir de nueva cuenta de la habitación.
[Narra Omnisciente]
[...]
Casi todos los habitantes de la casa estaban en el comedor. exceptuando a cuatro de estos, tres de ellos venían luchando por convencer a un pequeño de ojos color zafiro, que intentaba de igual manera convencerlos de que su actitud sobre protectora no era necesaria.
Cuando Sagitario despertó, pudo notar que ya no tenía ni rastro de alguna herida o hematomas, incluso se sentía relajado. Pero en el instante en que hizo el amago de levantarse, ya tenía a los dos signos de aire encima de él.
Impidiéndole moverse de la cama, diciéndole que tenía que descansar, que ellos se harían cargo de traerle la comida. No le permitían hacer nada.
Pero estamos hablando de Sagitario. En el momento en el que se separaron de él, dirigiendose a hacer lo dicho. Emprendió carrera hasta la salida, pero no contaba con que el signo de la virgen se atravesara en su camino, Provocando que chocaran.
—Auch, ¿Pero que...? Ah, virgen disculpa ¿Te encuentras bien?—dijo un poco adolorido, incorporándose de inmediato para luego tenderle la mano con intención de ayudarle a levantarse.
—Sagitario, ya te dije que no me gusta que me digan... ¿Sagitario? ¡Sagi! ¿Estas bien? ¿Te lastime? ¿Te has hecho daño? Lo siento venía un poco distraído?—le contestó de manera rápida y casi inentendible, Inspeccionandolo de arriba a abajo.
—¡Sagitario!, ¡No puedes estar corriendo por la casa!, no después de haber estado quien-sabe-Zeus cuantas horas inconsciente—le regañó Acuario quién salía junto a Géminis de la habitación de este último.
—Oh, hola virgen—saludaron al unísono los dos signos de aire.
—¡Que no me gusta que me digan así!—respondió él.
—¡Chicos ya bajen a comer!—gritó Libra desde la planta baja.
—Ya escucharon, vamos abajo—dijo Sagitario. Ignorando a los signos que intentaban regresarlo a su habitación.
[...]
El almuerzo había terminado, y todos decidieron ir a la sala para 'charlar' sobre lo sucedido esa mañana. Estaban en silencio, esperando que alguien se atreviera a hablar, mirando expectantes a sus dos tutores.
—¡Hablen ya!, joder me ponen más nervioso—rompió el silencio el signo de escorpion. Probocando que los demás dieran un pequeño respingo por el susto.
Los mayores sólo suspiraron con pesadez.
Tener que explicarles todo sería un verdadero problema, tomando en cuenta de que algunos tendrán más preguntas que respuestas. Respuestas que tal vez ellos no tenían.
Pero no había vuelta atrás, ellos tenían que saber lo que eran, cual era el peligro al que se exponían.
Tenían que saber la verdad.
—Todo esto empezó hase muchos siglos, cuando los dioses perdieron el poder de gobernar estas tierras.
《En esos tiempos habían empezado muchas guerras entre los humanos. Ya no creían en los dioses, en milagros, se habían vuelto codiciosos.
Pero la bondad y esperanza que tenían los dioses con los humanos aún estaba presente, se alejarían, si, pero no los dejarían solos.
En ese momento fue que decidieron crear 'El zodiaco'; doce constelaciones, doce signos. Ellos conformaban el zodiaco, se encargarían de proteger y ayudar a los humanos.
Todo estaba resuelto, cada uno de los dioses regiría en un signo elegido, siendo su mentor para enseñarle lo necesario.
Pero unos siglos después se desató un conflicto entre los dioses mismos, querían separar a los signos y gobernar solos con su signo elegido.
Este conflicto creó una guerra, guerra que duró por mucho tiempo.
La guerra terminó hasta la muerte de los doce signos, los dioses sintiendo la culpa de haber destruido aquella majestuosa creación, tomaron la decisión de darles sus almas, para que así los doce signos renacieran en la tierra. Siendo libres de tomar sus propias decisiones.
Antes crearon otras dos constelaciones más, estas se encargarían de guiarlos en su camino, para que no crearan un caos en la tierra. Pero estas tenían prohibido interferir en las decisiones de los signos. Nadie podría apresarlos de nuevo》—terminó de relatar Cetus, con mirada seria y semblante apacible.
—Nosotros somos la reencarnación de los signos, ¿cierto?—preguntó Escorpio, más como una afirmación que una pregunta.
—Así es—reafirmó Ofiuco. Posando su mirada grisácea en los rostros de los jóvenes, algunos sorprendidos, otros pensativos y algunos sin expresión alguna.
—¿Y qué con las personas que nos atacaron?—cuestionó esta vez Leo. Mientras que los demás asentían, esperando la respuesta de tal pregunta.
—Hace algunos años, una asociación fue creada para capturarlos. Dicha asociación está conformada por individuos poderosos creados por la misma asociación...-.
—Entonces son experimentos— Ofiuco fue interrumpido por un curioso signo de ojos purpura.
—Eso es lo que pensamos Cancer, Masumi era una de ellos al igual que Riuu, mientras ella tenía lahabilidad de la bioquinesis, veneno y el zoomorfismo. Él tiene las habilidades de la Piroquinesis, la regeneración, la teletransportación y..., No comprendemos como es que esta vivo, por lo que sabíamos él había muerto mucho tiempo antes de que esa asociación fuera creada. También tenía el poder de la inmortalidad, pero ese poder se le fue sellado gracias a 'La daga sagrada'. Esta daga estaba bendecida por los dioses, por lo que podía hasta matar a un dios, y deven saber que los dioses también eran inmortales. Por eso no comprendemos por que sige vivo—dijo ofiuco con el ceño fruncido, mirando un punto fijo en el suelo. Intentando descifrar esa incógnita.
—Ok, somos signos, eso explica lo de los poderes y hay una rara asociación que nos está dando caza, también explica lo de las personas locas que nos querían matar. Y todo esto también explica el por que me obligaban a levantarme temprano para entrenar todas las mañanas, ¿Estoy en lo correcto?—se atrevió a hablar Pisis. Dejando a todos pasmados por tal respuesta ante todo lo explicado.
—Eh, si, así es Pisis...—respondió Ofiuco un poco confundido. Pensando seriamente si el signo de los peses se había tomado en serio su tan magnífica explicación o solamente estaba intentando relajar el ambiente.
—Si dices que ellos son fuertes y que somos lo que quieren, tenemos que proteger la casa y nosotros mismos—comentó Capricornio, posando su mirada en todos los presentes.
—Capricornio tiene razón, pero la pregunta es... ¿Cómo?—preguntó esta vez Libra, recibiendo las afirmaciones de los demás signos.
—Nosotros nos encargaremos de eso, no se preocupen. Ademas no mudaremos en dos semanas—respondió tranquilo Cetus.
—¡¿Qué?!—gritaron todos al unísono, inclusive Ofiuco que lo miró confundido.
—Lo que oyeron, no quiero protestas, es por su bien. Nos quedaremos con ustedes por ahora y les ayudaremos personalmente a controlar mejor todas sus habilidades... Y por cierto, ya se les está haciendo hora de comprar más víveres, se les están agotando—informó Cetus, cruzándose de brazos.
—¡Genial!, ¡por que queríamos una casa con piscina y donde si llegara el repartidor de pizza sin perderse!— exclamaron con alegría los seis signos menores. Claro, ellos habían disfrutado mejor esos placeres.
No puedo creer estoy super emocionado >u<... llegamos a... 1, 18 K
Los quiero mucho ♡u♡...muchas gracias por leer mi historia. De verdad gracias.
Bueno nos leemos pronto los saluda demy~♡