(Zodiaco Yaoi)Tu Perdición/Tu Salvación

capítulo 5: ¿Somos signos? ¿Zodiaco? (2 parte)

[Narra omnisciente]

—Chicos, no se muevan—susurró el peli-naranja, poniéndose en guardia.

—Pero que tenemos aquí, nada más y nada menos que los signos del zodiaco-.

Se escuchó una voz firme, pero con un deje de burla. Acompañada de unas carcajadas, el dueño de esta. Aparentaba los 20 años, ya que se veía joven; con unos ojos almendrados, cabellera Azul oscuro, al parecer de la misma estatura que Aries.

A simple vista se podía notar su cuerpo bien trabajado, también se podían notar unos tatuajes en su cuerpo, ya que su ropa estaba un poco rasgada.

—¿Buscaban esto?—habló una mujer, su voz sonó altanera y con una inocencia fingida.

Ésta sostenía con la mano derecha el cabello de Sagitario, que parecía demacrado y estaba inconsciente. 

La mujer era poseedora de unos ojos verdosos que extrañamente contenían un brillo, como si de los ojos de una serpiente se tratara. Su piel pálida hacía notar un moretón un poco visible en su mejilla izquierda esta también contaba con un tatuaje; en la mano derecha tenia una serpiente que asía parecer que bajaba enredada desde su cuello hasta su muñeca.

—¿Quiénes son ustedes y que quieren?—cuestionó claramente molesto el leonino.

—Calma mi león, sólo vinimos por algo que nos pertenece—respondió la extraña mujer avanzando con pasos pausados y firmes hacía ellos, soltando al pequeño signo del arquero en el trayecto—. Ahora me toca divertirme. Son un exquisito manjar, lastima que no me los puedo comer—se atrevió a decir en un tono de lastima fingida.

Inmediatamente se pusieron todos en guardia, para responder cualquier movimiento de parte de la rubia mujer.

En ese instante algo extraño empezó a suceder en el cuerpo de la extraña mujer, esta empezó a deformarse obteniendo al final una forma un tanto... perturbadora; su cabello se torno en un verde oscuro, su piel obtuvo un color entre un gris verdoso, los dedos de sus manos eran más largos, con las uñas de igual manera como si fueran garras, su sonrisa era más siniestra y retorcida mostrando unos filosos dientes y grandes colmillos. No siendo suficiente de la cintura para abajo se había transformado en serpiente teniendo al final de la cola un cascabel. Tomando la forma de una bestia gigante. Y lo único que los signos podían pensar era; 《¿Qué rayos es esa mujer?》

Tomando ventaja de la distracción, con un movimiento de su cola arrojó al signo del León al otro extremo del terreno.

—No se distraigan pequeños, si no quieren morir—dijo la mujer con voz rasposa, clavando su mirada en los signos.

—No nos subestimes—respondió el taurino. Su voz sonó ronca, fuerte, feroz. Logrando que los demás dieran un paso atrás—Vas a lamentar haberlo hecho—rectificó entre dientes y su mandíbula se tensó.

Y en un abrir y serrar de ojos se transformó en un gran y fuerte minotauro, sus ojos antes color miel poseían un hermoso color cobre brillante de la furia que albergaba en esos instantes el taurino.

Corrió en dirección a la ahora híbrida mujer, y de una embestida la lanzó. Haciéndola llegar hasta dónde se ubicaba su acompañante.

—¿Qué te dije Masumi?, que no los subestimaras. Viendo lo que me sucedió a mi por hacer tal cosa—recriminó el de ojos almendrados con un deje de burla, y con la mirada posada en el signo del carnero.

—Lo mataré, uno menos que más da—respondió esta con total enojo.

Con furia, se reincorporó y lanzándose de lleno hacía el taurino clavó sus colmillos en el antebrazo de éste. Recibiendo un fuerte golpe en el estomago, obligandola a soltarlo por la repentina falta de aire, pero sin rendirse y recuperándose de manera inmediata, volvió a atacar a Tauro. Quien ahora parecía aturdido y sin moverse de su lugar.