-¡Adam, no te lo repetiré mas veces! ¡Recoge tu ropa del suelo!-gritó Eleanor ya cansada.
-Mama, ahora lo hago-dijo el muchacho de quince años sin despegar la vista de la pantalla de su teléfono.
Su madre, harta ya, fue hacia el y le arrebató el teléfono.
-¡Mama!
-No me gusta ponerme así contigo. Pero como no recogas tu ropa del suelo ya, no verás el teléfono, la laptop y la tablet en un mes.
Adam, al ver la cara seria de su madre, suspiró.
-Esta bien, ahora la recogo. ¿Me lo devuelves?-dijo intentando coger su teléfono y Eleanor se lo guardó en el bolsillo.
-Hasta que la ropa esté recogida.
Dió media vuelta y salió de la habitación de su hijo. Cerró la puerta y suspiró de cansancio.
-Deberías castigarlo directamente.
Se sobresaltó al oír la voz de su hija Kaitlyn a sus espaldas. Eleanor rió un poco.
Louis y Eleanor tuvieron a Kaitlyn tres años después de tener a Adam.
-Cielo, es complicado.
-No lo es, mama, Adam se merece que lo castiguen de verdad-se cruzó de brazos.
-¿Como es posible que con solo doce años sepas mas de como ser madre que yo?-se cruzó de brazos divertida.
-Mami, te veo todos los dias y lo único que veo es que te relajas con Adam.
Eleanor puso los ojos en blanco y negó con la cabeza.
-Anda, vete abajo a poner la mesa que ahora te alcanzó.
Kaitlyn asintió y se fue escaleras abajo.
-A veces me da miedo esta niña-dijo para si misma.
Eleanor bajó al salón y sirvió la comida mientras que su hija ponía los platos y cubiertos. Al rato Adam bajó y se sentó en su sitio.
-¿Recogiste toda tu ropa?-dijo Eleanor sirviendole la comida.
-Toda, lo prometo. Ahora, ¿me devuelves el teléfono?-dijo con cara de suplicante.
Eleanor suspiró rodando los ojos y se lo dió sin mas.
-No me hagas castigarte sin el durante un mes la próxima vez-lo miró con una ceja alzada.
-Lo prometo-rodó los ojos.
Eleanor odiaba enojarse con Adam. Pero al fin y al cabo entendía que Adam era un adolescente y que eran habituales estas cosas. O eso era lo que le decía su esposo.
Justo cuando Eleanor terminó de servir la comida, la puerta se abrió mostrando a Louis con la mochila de su hijo William y este a su lado.
William vino dos años después de tener a Kaitlyn.
-Hola, familia-dijo Louis dejando la mochila de su hijo a un lado y llendo hacia la mesa-Hola, amor-le dió un beso en los labios a Eleanor.
-Ugh, que asco-dijo Adam haciendo una mueca.
-Como si tu nunca hubieras besado a tu novia-dijo Kaitlyn con una ceja levantada.
-¿Novia?-dijeron sus padres a la vez sorprendidos.
-Muchas gracias, hermanita-le dedicó una sonrisa falsa.
-De nada, hermanito.-le sonrió y William rió.
-¿Desde cuando tienes novia?-le dijo su madre sentándose y Louis a su lado.
-Dos meses-dijo mirando su plato.
-¿Y por que no dijiste nada?-dijo su padre-Queremos conocerla.
-Porque no papa.
-Ya hablaremos de eso mas adelante-dijo Eleanor-Will, ¿que tal tus practicas de fútbol?
-Bien, el entrenador me puso como capitán del equipo-dijo emocionado.
-¡Eso es estupendo cariño!-dijo su madre orgullosa.
-Todo gracias a papa.
-Aprendiste del mejor-dijo con aires de superioridad y todos rieron.
(...)
-No me creo que no nos quiera presentar a su novia-dijo Eleanor tumbándose en la cama.
-Ya sabes como es-dijo Louis desde el baño-Ya verás que se lo pensará y nos la presentará pronto.
Louis salió del baño con un pantalón de pijama solamente y se acostó junto a su mujer.
-Estuve pensando, y quiero tener otro hijo.
Eleanor abrió los ojos como platos.
-Acordamos tener solamente tres.
-Ya pero, ¿no tienes ganas de otro?
-Mi amor, ya estamos mayores como para tener otro hijo-se rió.
-¿Treinta y ocho es una edad grande? Vamos, ¿no te apetece volver a sentir esa sensación de tener un bebe tuyo en brazos?
Eleanro sonrió.
-La verdad es que si. Se siente genial.
-¿Entonces?
Ella suspiró.
-Me lo pensaré-dió media vuelta -Ahora a dormir que es tarde-apagó la luz.
-¿Que? Oh, vamos quiero saberlo-se quejó.
-Louis, mañana hablamos del tema.
Louis bufó.
-Esta bien.
Se acercó a ella y la abrazó dándole un beso en la frente.
-Esta vez quiero una niña y puede llamarse...
-Como no te calles te vas al sofá.
-Esta bien, me callo. Buenas noches, amor.
-Descansa-le acarició la mano.
Diez minutos después Louis ya estaba completamente dormido. Eleanor, que aun seguía despierta, se giró y miró a su marido que dormía como un angelito. Sonrió y se acercó a su oído.
-Vamos a tener otro bebe.
Le dió un beso en los labios y se acurrucó junto a el y durmió.
Fin.