—No te molestaría ser un poco más amable? —Preguntó Germán a su hija Calle mientras entraban a su lujoso penthouse en Bogotá
—De hecho, si —Respondió la chica antes de dirigirse a la cocina por algo de comer —Melissa quiero un smoothie vegetariano -Dijo Calle a la cocinera personal de su papá
—Él ha sido amigo de la familia incluso antes de que tú nacieras Daniela —Respondió Germán a su hija quien seguía ignorándolo desde que llegaron del campo margarita —Has sido amiga de Poché desde siempre —Yo nunca he sido amiga de María José Garzón, sorry —Respondió Calle con el tono de voz más irritante que pudiera existir.
Calle era una chica rica de la ciudad de Bogotá, su padre era el presidente de la federación de golf en el país y en America latina, desde que Calle era pequeña vive con su padre Germán, ya que sus padres se divorciaron desde que Daniela era una pequeña niña, desde ese momento su padre ha intentado darle todo lo que pueda en la vida, desde cumplir cada uno de sus caprichos, matricularla en las escuelas más caras para danza, canto y arte hasta llevarla a recorrer todo el mundo. Calle pasaba todo el año con su padre, solo en pocas ocasiones visitaba a su madre, mucho de eso se debía a que su mamá vivía a miles de kilómetros de Bogotá, con su nuevo marido. En realidad Calle siempre ha sentido su vida un poco incompleta a pesar de que lo tiene todo: Es popular en cada sitio que vaya, tiene a todos los chicos a sus pies, es muy alta y preciosa, tiene dinero para tirar para arriba, canta, baila, actúa, es experta en el golf, maquilla Perfecto, conduce desde los 13 años, posee 3 títulos de habla inglesa, practica equitación, tiene cinco títulos en arte contemporáneo y todas las chicas quieren ser como ella. Calle nunca ha entendido a que se debe ese vacío que aveces siente, sin embargo sabe que con algún capricho cumplido tal vez se le pase; lo que no sabe Calle es que ese vacío no es de nada que se pueda comprar con la tarjeta negra de su papi.
—Daniela, te estoy hablando mi amor —Repitió Germán a su hija la cual seguía mirando el celular e ignorándolo
—Traté de ser amable, en serio —Después de unos minutos Daniela se dignó a dirigirle la palabra a su padre —Incluso fui a hablar con María José como me lo pediste—
—Lo único que pretendía era que Poché tuviera un momento agradable —Dijo Germán a su hija que de nuevo seguía hablándole a su teléfono— Daniela—Dijo su padre con tono autoritario esta vez
—Tu sabes que a mi no me gusta llevarme con las personas, papá —Respondió Calle con honestidad y un tono presumido —Además la chica está muy grandecita para que empiece a socializar —
—Calle, ella ha pasado por mucho estos últimos año-—Dijo su padre mientras se sentaba junto a su hija
—Y a mi que? —Respondió Daniela con indiferencia
—Invítala a salir —Propuso su padre con ánimos pero era obvio que Calle no quería hablar más del tema
—No thanks —Respondió Calle
—Aquí tiene su smoothie señorita —Interrumpió Melissa, su chef mientras le daba el smoothie a la más joven
—Hazla integrarse al grupo —Insistió Germán a su hija que poco escuchaba —Tu tienes mucho poder en esta ciudad, hazlo —
—Perdón Pa, pero Poché no me cae bien —Dijo Daniela mientras se levantaba de donde estaba, y se dirigía a su habitación escaleras arriba pero justo antes de que llegara al Segundo piso su padre la detuvo
—Hagamos un trato —Dijo su padre mirando a su hija de forma fija —Tu que dices que tanto quieres un auto —Añadió Germán y los ojos de Calle se iluminaron —Haz algo lindo por ella, invítala a salir, inclúyela en tu grupo de amigos que se yo.... y te compro el auto que tanto quieres —
—Ayyy Pa —Dijo Daniela sin ganas —No me hagas esto —
—Trato? —Pregunto su padre y Calle lo pensó por varios segundos hasta que al fin habló
—Mmmm... no —Dijo segura —Paula me recoge todos los días, no importa —Dijo antes de irse a su habitación, Germán se vio sorprendido por la arrogancia de Calle y su falta de humildad, se puso a cuestionar todas las enseñanzas que ha tratado de inculcarle, sin embargo no tenia ni idea en que había fallado, sabía muy bien que muchas veces le daba a Calle todo lo que pedía, materialmente siempre lo ha tenido todo; con solo ver el lugar donde vivían ya todo se explicaba, es decir, vivían en uno de los penthouses más lujosos y grandes de todo Bogota, con una vista perfecta de toda la ciudad, una alberca gigantesca y una sala enorme donde Calle normalmente hacia las fiestas, no había nada que Daniela no tuviera. Germán se dirigió al piso de abajo donde estaba Ivan, su asistente personal
—Qué he hecho mal con Daniela? —Pregunto Germán a Ivan de una manera triste
—Mirá a tu alrededor, eso es una pista —Respondió Ivan con sinceridad —Deja de ser así con ella por unos días y verás el cambio de actitud —
—Desearía que fuera así de fácil -Respondió Germán antes de suspirar —Es que Daniela Calle es única, espero que algún día alguien se de cuenta de eso —