-¡LOUIS, POR DIOS, DETENTE!
-¡AMIGO, YA BASTA!
Los gritos de mis amigos no cedían mientras que yo no paraba de romper todo lo que había en mi casa. Esto no estaba pasando. No estaba pasando.
-¡LOUIS, YA ES SUFICIENTE!
Sentí los brazos de Harry sujetandome para que agarrara mas cosas para romper.
-¡HARRY, SUÉLTAME!-dije intentando zafarme de su agarre.
-¡NO HASTA QUE TE CALMES!
Sentí mas brazos sujetándome y, a tropezones me llevaron al sofa pero sin dejar de agarrarme.
-¡Estoy calmado!
-Si, se nota-dijo Perrie sarcástica.
-Bro, mira lo que hiciste, acabas de romper casi todo de tu casa por los nervios-dijo Zayn preocupado.
-¡¿PERO ES QUE NADIE LO ENTIENDE?!-dije de nuevo gritando-¡ELEANOR ACABA DE RECORDARLO TODO! ¡TODO MENOS YO! ¡EL HOMBRE QUE SIEMPRE ESTUVO A SU LADO, EL QUE LA CUIDÓ, EL QUE LA AMÓ! ¡¿Y NO ME RECUERDA?! ¡¿QUE PASA?! ¡¿TANTO ME ODIA LA VIDA PARA QUE ME PASE ESTO?!
-Amigo sabemos como te sientes pero...
-¡No, Liam, nadie lo sabe! ¿Como te sentirías si Sophia le pasara lo mismo y fueras el unico al que no recordara?
El se quedó callado.
-¿Como te sentirías tu, Zayn? ¿Estarías con la conciencia tranquila?
El tampoco dijo nada.
-¿Que me dices tu, Harry?
El tambien se calló.
-Nadie sabe como siento-susurré.
Miré a todos que me miraban apenados.
-Todos teneis suerte al saber que Eleanor nunca os olvodó. Lástima que eso no me pase a mi.
Me levanté del sofa y cogí mis llaves.
-Louis, ¿a donde vas?-dijo Liam.
-A cualquier sitio donde pueda estar solo-dije y abrí la puerta para después cerrarla de un portazo.
(...)
No se por cuantas estuve conduciendo pero solo se que estaba fuera de Londres. Mis manos conducían por si solas hasta que me llevaron a un sitio especial para mi. Mi casa en Doncaster. La casa donde me crié. Cuando tenia tres años mi padre, Mark, obtuvo un trabajo en Londres y nos tuvimos que mudar. Luego el y mi mama se divorciaron y luego volvió a Doncaster por otro trabajo. No volví a Doncaster desde quemi abueo falleció. No podia volver.
Llegué a la casa y toqué el timbre. Estar aquí de nuevo me traía muchas emociones.
-¿Louis?-dijo al abrir la puerta.
No habia cambiado mucho. Solo tiene algunas canas y pocas arrugas.
-Hola, papa-dije y su sonrisa se ensanchó.
-¡Dios mio, estas aquí!-dijo y me abrazo.
-Te extrañaba mucho-dije al separarme.
-No mas que yo, hijo-dijo con lágrimas en los ojos-pero no te quedes aqui fuera, pasa.
Se hizo a un lado y pasé. Miré la casa, no habia cambiado nada.
-La casa sigue siendo igual-dije mirandola.
-No seria justo cambiar las cosas-dijo apoyando una mano en mi hombro-¿esta bien? Te noto algo raro.
Lo miré y suspiré.
-¿Tanto se me nota?
-Bueno, tienes los ojos muy rojos y lágrimas secas en el rostro. ¿Ha pasado algo?-dijo preocupado.
-Han pasado muchas cosas-dije y me senté en el sofá.
-¿Es sobre Eleanor? ¿Ha pasado algo entre vosotros?
Asentí y una lágrima salió de mis ojos.
-¿Habeis roto?
Negué con la cabeza.
-¿Entonces?
Suspiré y le conté todo, de principio a fin. El me escuchó atentamente durante toda la narración y luego se quedó mirando a la nada meditando todo.
-¿Sabes, hijo? Yo creo que en el fondo ella te recuerda.
-¿Que?
-A veces nuestra mente juega con nosotros. Tu eres algo muy importante en su vida. Ella tiene la mente bloqueda, nada mas. Lo unico que necesita es un empujón, nada mas.
-Papa, me he estado esforzando muchísimo este tiempo para que lo recuerde todo. Ha recordado a sus amigos, su trabajo, su familia, todo. Menos a mi. Yo ya me rindo. Ya no se me ocurre nada mas-dije bajando la mirada.
-¿Vas a rendirte asi de facil?-dijo serio-creia que amabas a Eleanor. ¿Te acuerdas cuantas veces me hablabas de ella diciendo lo maravillosa y perfecta que era? Jamas te habia visto asi de feliz con ella. No puedes rendirte tan facilmente.
-¿Y que hago?
-Ayudarla. Ella ahora te necesita mas que nunca. Debes confiar en que todo volverá a ser como antes. Confia en que esa boda que tanto esperabas con ella se celebre. Confia en que pronto vais a formar una familia maravillosa. Ahora todo esta en tus manos. No dejes que esto afecte a vuestra felicidad. Yo confio en que lo vas a conseguir-me sonrió.
Yo le sonreí a medias.
-¿Puedo quedarem aqui esta noche?
El se rió.
-Hijo, esta aun sigue siendo tu casa. Tu habitación sigue como siempre-se levantó del sofa-se te nota que no has comido nada desde que hace horas. Iré a prepararte algo de comer-y entró en la cocina.
Suspiré y saqué mi telefono de mi bolsillo. Me quedé mirando la foto que habia de fondo. Eleanor y yo. Eramos tan felices en esos momentos. Ahora todo se volvió oscuro en mi vida. A saber cuando acabará todo esto.