He estado sentado en mi auto, en el estacionamiento de la escuela, solo pensando. Estoy tratando de encontrar algún tipo de razonamiento lógico detrás de toda esta locura.
¿Estoy maldito?
Bajé la visera y abrí el espejo, mirando mi ojo recién ennegrecido, tocándolo para ver cuánto me dolía. Esa es otra cosa por la que estoy confundido; ¿Por qué no duele cuando los tengo?
Vuelvo a girar la visera y enciendo el motor, con ganas de irme a casa.
Justo cuando llego al camino de entrada, mi teléfono suena. Lo puse en altavoz y hago clic en el botón "responder", "¿Hola?"
"¡Frank! ¿Quieres venir?" Es Mikey, que suena muy emocionado. Quiero decir que no, pero cuando Mikey está emocionado, debe haber una buena razón detrás de esto.
"Sí, claro", suspiro, "Estaré allí en unos minutos".
Después de colgar, tiro mi teléfono en el asiento del pasajero y pongo el auto en reversa, retrocediendo lentamente.
Cuando llego a la casa de Mikey, veo el auto de Ray, el auto de Donna y un auto desconocido. Fruncí las cejas y salí, sin dejar de mirar el automóvil. Quizás es por eso que Mikey está emocionado; ¿Donna le consiguió un auto?.
Llamo un par de veces a la puerta y espero. Después de unos minutos, me encojo de hombros y abro la puerta, no es que a Mikey le importe. Entro a la casa y encuentro a Mikey hablando con Ray y un hombre que nunca había visto antes. ¿O tal vez está entusiasmado con el extraño y ese auto es realmente el del extraño?.
"Hola, Mikey. Hola, Ray", los saludo, principalmente diciéndolo para llamar su atención.
"Hola, Fran... ¡mierda! ¿Qué le pasó a tu cara?" Ray dice, obviamente hablando de mi ojo.
"Yo, um, no sé", murmuro, avergonzado. Quiero decir, ¿quién diablos no sabe qué le pasó a mi ojo?
"¿Qué quieres decir?" Mikey pregunta, confundido. Yo también lo estaría "¿Recibiste un puñetazo? ¿O hiciste un truco loco que solo tuviste en la cabezota y te pegaste en la cara?"
Me río y con lo último, pensando en algunas cosas que hice que terminaron en que me lastimara. "Sí, un poco de estupidez lo hizo".
Asienten con la cabeza y miran al extraño. Me está mirando fijamente, hay ojos parpadeando desde mi ojo hasta mi brazo. Me siento un poco incómodo bajo su mirada, así que cruzo los brazos y miro hacia otro lado, viendo que mi cabello es demasiado corto para moverlo frente a mi ojo.
"Gerard?" Mikey dice: "¿Algo está mal?"
"Um, no. Solo estoy pensando", responde, sacudiendo la cabeza un poco.
"¡Gerard!" Donna llama, "Gerard, ¿puedes venir aquí y ayudarme con algo?"
"Sí, mamá", responde, "Estaré allí en un minuto". Él mira hacia abajo algo, algo que no puedo ver porque todavía estoy al otro lado del sofá. Sus ojos se vuelven hacia mí una vez más y luego mira hacia otro lado y se dirige a la cocina.
"Ese es Gerard, él es mi hermano", dice Mikey. Creo que es un poco tarde. Pero, ¿desde cuándo tenía un hermano? Todo el tiempo que he sido su mejor amigo, nunca he supe que tuviera un hermano.
"¿Cómo es que nunca supe sobre él?"
"En realidad, nunca hablé de él. Antes de mudarme, mamá y papá se divorciaron y aceptaron que papá mantendría a Gerard y que mamá me mantendría", explica. Asiento, un poco molesto porque Mikey nunca me dijo que tenía un hermano.
Todos nos sentamos y guardamos silencio. Puedo escuchar a Donna hablando con Gerard, pero no puedo molestarme en averiguar de qué están hablando.
El silencio es interrumpido por un riff de guitarra, mi tono de llamada. Lo saco del bolsillo y miro a la persona que llama y presiono el botón de respuesta. "¿Hola?"
"Frank, ¿puedes venir a casa?" Mamá pregunta, sonando cansada.
"Sí, estaré en casa en unos minutos", le digo, terminando la breve conversación. Después de colgar, me levanto y me despido de todos. Supongo que de alguna manera desperdicié mi gasolina al venir aquí ya que no estuve aquí todo ese tiempo.
"¿Estarás aquí mañana?" Mikey grita antes de cerrar la puerta de entrada. Dudo antes de gritar 'sí' de vuelta respondiendo.
Tomo el largo camino a casa, que está a pocas calles más para atravesar, pero aún hay más tiempo para mí de lo normal. Pienso en lo ... extraño que era Gerard. Él estaba mirando mi ojo y mi brazo. Sé que estaba mirando el ojo morado, pero ¿por qué mi brazo? ¿Había algo en mi chaqueta? Él no puede saber sobre los cortes, Mikey y Ray ni siquiera lo saben, así que no podrían haberlo dicho. También me parece raro que tuviera la mitad de la cara cubierta por el pelo.
Niego con la cabeza antes de entrar al camino de entrada y apagar el motor. Agarro mi mochila escolar y me dirijo a la casa.
Cuando abro la puerta, mamá y papá están sentados en el sofá, hablando.
"Oye, cariño", mamá me saluda, dándome una cálida sonrisa. "¿Qué quieres para cenar?"
"No me importa, solo quiero cambiarme la ropa", le respondí mientras me dirigía hacia las escaleras.
Cuando entro en mi habitación, voy hacia mi tocador, que tiene toda la ropa que no es mi uniforme escolar. Escojo una camiseta de Misfits de manga larga y un par de jeans. Me pongo la camisa y tiro de la otra en la cama para poder tirarla más tarde, no hay manera de que le quite toda la sangre. Puse mi chaqueta en la cesta y me puse la camiseta. Después de quitarme mis pantalones de mezclilla y ponerme mis pantalones vaqueros, bajé las escaleras y me puse mi Converse desgastado.
"¿Listo?" Mamá pregunta detrás de mí.
"Sí, ¿a dónde vamos?"
"China Buffet", responde ella. No tengo ningún problema con eso, tienen comida sin carne y realmente sabe bien, así que sonrío y la sigo hasta el auto.
* ~ *
Después de comer toda mi comida y postre, descanso mi cabeza contra la palma de mi mano mientras mamá y papá terminan. Mientras se sientan allí discutiendo sus trabajos, empleados y otras cosas, me quedo en mis propios pensamientos.
"¿Estás listo para irte, Frank?" Mamá pregunta, agarrando el boleto de la mesa.
"Sí, solo necesito usar el baño muy rápido". Salgo de mi silla y lo empujo antes de dirigirme al baño. Entro en el baño más cercano y orino, apurándome para no hacerlos esperar demasiado.
Camino hacia el fregadero y me abrocho las mangas, abriendo el fregadero. "¡Mierda!" Yo solo grito. Siento un horrible dolor punzante, ardiente, en realidad. Enrollo la manga y la miro. Una gran quemadura roja ocupa la sección media de mi brazo.
"¿Por qué CARAJOSS?" Pregunto. Mientras lo estudio, el dolor se vuelve un millón de veces peor y no puedo evitar sentir un gran silbido por la cantidad de dolor que me está causando.
Me lavo las manos apresuradamente y las seco sobre mis jeans. Después de correr de regreso a mis padres, les digo que estoy listo y camino hacia el automóvil mientras pagan.
En el camino a casa, las lágrimas comienzan a crecer y amenazan con atropellar. El dolor es casi insoportable, estoy bastante seguro de que hay más quemaduras y la tela de mi camisa se frota contra ellos cada vez que golpeamos un bache o hacemos un giro.
Ojalá hubiera una manera de decirle a alguien. Desearía poder explicar todo esto y no parecer que pertenezco a algún lugar psiquiátrico.
En el momento en que entramos en el camino de entrada, salgo del automóvil y corro hacia la puerta de entrada, sacando ya mi llave para abrirla.
Corrí escaleras arriba y entré directamente a mi baño. Rebusco en el armario, buscando la crema para quemar que compré la primera vez que apareció una quemadura. No sucede tan a menudo, pero prefiero estar preparado. Después de encontrarlo, cuidadosamente enrollo mi manga y desenrosco la tapa. Aprieto un poco sobre mi dedo tembloroso y lo froto suavemente sobre las manchas rojas.
"¿Frank?" Mamá llama y llama a la puerta. "Frank, ¿qué pasa?"
"Mamá, saldré en un minuto", le devuelvo la llamada.
Los golpes se detienen y la escucho suspirar. Después de extender la crema sobre las heridas, puse algunas vendas sobre ellas. Suspiro y tiro la basura.
Abro la puerta y salgo, uniéndome a mi madre. "¿Qué pasa?"
"Solo quiero ver si estás bien, simplemente corres dentro". Ella envuelve sus brazos alrededor de mi cintura y me acerca. Empiezo a sentirme un poco incómodo y no estoy de humor para estar tan cerca de alguien, así que la alejo suavemente, "Estoy realmente cansado, creo que me voy a ir a la cama".
"Buenas noches, Frank". Asiento con la cabeza en respuesta y entro a mi habitación, tomo la camiseta ensangrentada de la escuela y la arrojo a la esquina para tirarla mañana.