IF NOT WITH ME│YOONTAE。o○.。o○.

Bởi noestoyebria

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"Supe que eras especial desde el momento en que te vi" Xem Thêm

1.- No puedes estar aquí
2.- ¿Estudiante promedio?
3.- Ella siempre es así
4.- ¿Cómo escapo?
5.- Entender todo a medias
6.- Avisos
7.- Idiota
8.- Tiempo libre
9.- Lo detesto
10.- Esclavo
11.- Demasiado obvio
12.- ¿Disimular?
13.- Sus vidas no coinciden
14.- Enredar sus vidas
15.- Ser tú
16.- Confía en mí
17.- ¿Quieres del mío?
18.- Culpa
19.- Trampas
20.- Mal humor
21.- En silencio
22.- Arrebatar
23.- ¿Fantasía?
24.- Sexto secreto
25.- Rompecabezas
26.- Olvidar todo
27.- Hablamos mañana
28.- Nada
29.- ¿Venganza?
30.- ¿Nada más?
31.- La forma en que te necesito
32.- Habitación vacía
34.- Lo voy a pensar
35.- 3 PM
36.- Celos
37.- Trampa
38.- Sin querer
39.- Ignorar
40.- Infierno
41.- Todavía
42.- Secreto
43.- Propósito
44.- Evidente
45.- Control
46.- ¿Crees que te mentiría?
47.- Pánico
48.- Recuerdos

33.- Primera vez

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Bởi noestoyebria

Como si fuese un veneno, TaeHyung bebe de él a pesar de que conoce las consecuencias, pues se convence de que si no lo quemase por dentro no sería amor. Por ello, en esa entrega al placer, al calor de su cuerpo, TaeHyung reconoce la locura que implica temblar entre sus brazos, la locura que implica desear con toda su alma que la ropa no estorbe en ese recorrido que realiza por su cuerpo aun cuando puede que al llegar el nuevo día se arrepienta. De igual modo, puede que el miedo a ser descubiertos lo haga flaquear, sin embargo, TaeHyung recuerda ese susurrado "déjame ser tuyo esta noche" que lo hizo temblar de pies a cabeza y está seguro, cien por ciento seguro, de que lo desea tanto como su cuerpo necesita respirar.

Entonces, en vez de continuar en aquella vacía habitación, TaeHyung se decide a tomarlo de la mano y lo guía hacia la habitación de invitados que días antes utilizó en la casa de JungKook. Ahí, entre las pocas pertenencias que aguardan por su regreso, TaeHyung se asegura de cerrar la puerta con llave antes de volver a caer en sus brazos, donde las preguntas quedan de lado debido a que tienen tiempo, aún lo tienen hasta el punto en que TaeHyung sabrá esperar el momento indicado para preguntar cómo llegó a lo de JungKook, cómo lo hizo para entrar sin ser descubierto y, más aún, cómo la fiebre quedó en el olvido y ahora su cuerpo sólo desprende calor producto del placer que significa sentir sus cuerpos tan apegados el uno al otro.

— Es... estoy nervioso —confiesa TaeHyung en medio de una sonrisa que deja ver su estado y, apenas YoonGi acaricia su mejilla y lo mira con cariño, el castaño lo abraza con la suficiente fuerza en un intento por recobrar los sentidos.

— Tae..., me detendré apenas me lo pidas, no quiero hacer nada que no quieras.

— Suga... —respira sobre su cuello y ahora es YoonGi el que parece temblar ante ese cuerpo que es más alto que el suyo, más aún cuando TaeHyung lo comienza a despojar con lentitud de la chaqueta y sudadera que trae puestas.

Y luego, cuando las palabras quedan de lado y es TaeHyung quien se quita la parte superior de sus ropas para quedar en las mismas condiciones que el de pálida piel, ambos contemplan sus cuerpos semi desnudos mientras se dan un minuto antes de asumir lo que están prontos a hacer.




A lo lejos, se escuchan risas y el retumbar de la música, pero pronto el ruido de sus respiraciones se interpone a todo y a medida que retroceden hasta la cama, ese juego de esquivar los labios del otro logra desesperar al castaño y acaba por tomar el rostro de YoonGi sin delicadeza alguna con tal de besarlo, de jugar con su lengua y jadear dentro del beso, de respirar en su boca y dejarse llevar hasta el punto en que no sabe cómo ahora está sentado sobre sus caderas, moviéndolas para sentir el exquisito roce de sus miembros que se van endureciendo, tanto que TaeHyung necesita sentirlo aún más, necesita sentir esa desconocida sensación que lo está volviendo loco.

Entre el vaivén de sus caderas, los movimientos rítmicos que simulan penetraciones consiguen que TaeHyung se incline sobre YoonGi y termine jadeando junto a su oído, jadeos que aumentan una vez que YoonGi le desabrocha el pantalón y termina por sacar su pene con tal de comenzar a masturbarlo. No es la primera vez que lo hace, pero aun así TaeHyung se avergüenza y con ello consigue que YoonGi sonría ante el sonrojo que adorna su rostro. Y pronto, en la lucha por ocultarse en el cuello del de pálida piel, TaeHyung se decide a besarlo, a lamer cada tramo de piel y succionar, besar y a ratos morder, pues al calor de las sensaciones que recorren su cuerpo, no puede hacer más que retribuir el placer de algún modo. Incluso, jugando con uno de los pezones del más bajo, TaeHyung sonríe triunfante cuando son ambos los que sueltan un gemido lo suficientemente alto como para dar a entender que lo están disfrutando, que cada acción mezclada en nerviosismo los está llevando a lugares inexplorados, a sensaciones que sin lugar a duda se transformarán en adicción.

— Tae... —tomándolo del rostro, YoonGi lo aparta por un segundo—, deberíamos...

— Lo sé —asiente TaeHyung en un susurro y por más que continúe con un nudo de nervios en el estómago, el castaño se levanta con decisión y comienza a quitarse lo que resta de ropa. En cambio, YoonGi se apoya en los codos, lo contempla y lujurioso se pasa la lengua por los labios para luego tragar saliva al ver al castaño completamente desnudo ante él. Después, se tiene que morder el labio inferior cuando TaeHyung se decide a quitarle el pantalón y la ropa interior, donde no sabe cómo ni en qué segundo su miembro acaba en la boca del castaño, en succiones que lo obligan a echar la cabeza hacia atrás y a enredar sus dedos entre ese suave cabello.

La forma en que TaeHyung lo está haciendo, decidido a no fallar y encontrar la manera de continuar escuchando los gemidos del más bajo, escapan al sonrojo de sus mejillas y se entrega a sus instintos, sorprendido de sí mismo por estar haciendo algo que jamás imaginó, que nunca pensó realizar con otro hombre. Atrás queda su inexperiencia y, los cuestionamientos que a ratos lo asaltan pasan a ser parte del olvido ante los tirones de cabello que son acompañados por gemidos, por cómo YoonGi alza las caderas y pide más, que no se detenga.

Se ha entregado, YoonGi se ha entregado al placer y, apoyándose en los codos, busca la mirada de TaeHyung y apenas éstas se encuentran, no saben cómo todo lo que ocurre alrededor desaparece. Entonces, el castaño deja una última lamida y se complace al ver en el estado en que YoonGi se encuentra; con los latidos acelerados, con la respiración jadeante y temblando, temblando de pies a cabeza ante los escalofríos que recorren su cuerpo.

Y ahora, donde YoonGi lo toma del mentón y lo insta a unir sus labios, el castaño se pone nervioso al sentir que la mano libre de YoonGi baja por su espalda hasta llegar a su trasero, así es que simplemente gime dentro del beso y pronto suelta un jadeo más alto cuando uno de los dedos de YoonGi presiona su entrada.

— Hazlo de nuevo —pide mientras se aferra a sus hombros, a lo que YoonGi sonríe complacido y repite la acción no sin antes lamer el dedo que pretende introducir en él.





Esta noche, en que ambos se han vuelto uno, no queda más que mirarse a los ojos y sonreír entre cada lenta embestida, demostrar sin miedo que los nervios quedan a un lado y permitir que la lujuria que los embarga sea demostrada entre gemidos. Si continúan así, jamás querrán volver a casa y no importa, en verdad no importa, menos cuando en medio de las penetraciones, YoonGi toma el miembro de TaeHyung que segundos antes chocaba con su vientre y lo masajea, lo masturba hasta que el castaño pierde la razón y no hace más que soltar gritos de placer.

Minutos después, cuando no lo puede soportar más, TaeHyung empuja a YoonGi con fuerza y lo hace chocar con el colchón, hunde sus dedos en los hombros del más bajo y arquea la espalda al sentir los espasmos ocasionados por el orgasmo y se corre, eyacula sobre el vientre pálido de YoonGi y, durante algunos segundos, ambos se quedan quietos a la espera de que el castaño vuelva del mareo ocasionado por el placer.

— Suga, si... sigue —dice con la garganta apretada y YoonGi retoma las embestidas de un modo lento, casi desquiciante al hundirse en lo más profundo, rozando sin piedad la próstata del castaño, quien se estremece a medida que el ritmo aumenta y que YoonGi aprieta sus piernas y cadera, sobre todo ante el hecho de que está pronto a llegar a su límite.

Por la mañana, será seguro que ambos despertarán con algún hematoma en sus cuerpos, pero eso importa en lo más mínimo mientras jadean entre sus bocas, compartiendo el aire y saliva, sintiendo el sabor salado de sus cuerpos al ir besando cada tramo de piel, también mordiendo y lamiendo a ratos.

Entre nuevas sensaciones que se han vuelto adicción, YoonGi da una última embestida que estremece a TaeHyung, pues en una sensación nunca vivida, tiembla producto del choque del miembro de YoonGi con su próstata y ambos eyaculan al mismo tiempo, entre gritos ahogados que dañan sus gargantas.

— Suga... —sobre él, TaeHyung lo observa con cariño y sonríe apenas YoonGi acaricia su mejilla.

— ¿Estás bien? —pregunta con la voz ronca, a lo que el castaño asiente y pronto suelta un gemido cuando YoonGi sale de su interior.

Se siente extraño, confiesa luego, mientras apoya la cabeza sobre el pecho del de pálida piel, se siente extraño porque su cuerpo continúa sintiéndolo dentro, continúa con la sensación extraña de verse expuesto al sexo por primera vez.

— También me siento extraño —susurra YoonGi.

— Espero..., es decir... —pronuncia TaeHyung al levantar la cabeza para poder verlo a la cara—, para ser mi primera vez, espero haber estado al nivel de... de las otras personas con las que te hayas acostado...

— ¿Qué dices? —ríe YoonGi y se enternece al ver lo sonrojado que está el castaño.

— Es que... no sé, imagino, yo... no soy un experto en esto y en cambio tú...

TaeHyung se detiene y no sabe si enojarse o sentirse aún más avergonzado, pues YoonGi ríe a carcajadas y no para de negar con la cabeza.

— Yah..., no te burles... —dice en voz baja y trata de buscar algo con lo que pueda limpiar los rastros de semen que aún manchan parte de sus cuerpos.

— Tae, ven... —lo atrae YoonGi cuando el más alto está pronto a abandonar la cama— Tu eres mi primera vez, TaeHyung —tomándolo del rostro, exclama al unir sus frentes—. Nunca había estado con otra persona y si alguna vez me la chupó esa mujer que viste el otro día en la disco de SeJin, pues... fue sólo eso, nada más.

— Suga... —es la simple réplica de TaeHyung y lo besa hasta sentir que sus lenguas se vuelven a unir, lo acaricia hasta que su mano atrapa a la ajena y entrelazan sus dedos al igual que entrelazan sus piernas.

Y si minutos antes TaeHyung quería limpiar sus cuerpos, ahora da lo mismo porque su lengua se pasea por cada rincón de piel de YoonGi y por primera vez cae en la cuenta de que están compartiendo mucho más que saliva y entonces ríe, ríe con ganas cuando comparte aquel pensamiento con YoonGi y pronto reclama sentirlo dentro suyo otra vez.





~ ~





Por la mañana, los restos de semen pegados a las sábanas lo sonrojan y no sabe cómo hará para adentrarse al cuarto de lavado sin que un empleado de la casa lo encuentre primero. YoonGi, mientras se seca el cabello, le dice que no se preocupe, que lo más seguro es que no sean las únicas sábanas con la misma suciedad. Sin embargo, TaeHyung continúa preocupado y trata de armar mil planes que lo ayuden a salir de la situación embarazosa en la que se encuentra. Aunque, a decir verdad, sus planes deberían estar orientados a sacar a YoonGi sin que nadie lo vea, sobre todo cuando siente que alguien golpea a la puerta mientras el de pálida piel continúa ahí, relajado frente al espejo con el pelo húmedo.

— Tae, ¿estás despierto? Vamos a desayunar.

La voz de JungKook lo estremece y tartamudea al responder que irá pronto.

— No tardes, pues Hobi hyung ha dicho que se tiene que ir pronto.

— ¿Hobi sigue aquí? —se asusta aún más.

— ¿Qué has dicho? —pregunta JungKook y pega la oreja a la puerta— No te escuché bien.

— Na-nada... Digo... ¡voy enseguida!

— Bien, ¡no tardes!

— ¡Ok!





YoonGi lo aconseja con que se tome las cosas con calma, que no se dará ni cuenta del momento en que abandone la casa con tal de regresar a su hogar, recuperado de la fiebre y con el ánimo por las nubes. TaeHyung no sabe qué estrategias utiliza YoonGi para calmarlo, debido a que sólo se deja llevar y el beso de despedida lo deja embobado, deseoso de que aquella unión de sus labios dure una eternidad. No obstante, YoonGi se aparta y lo insta a salir de la habitación antes de que JungKook regrese a buscarlo.

— ¿Suga, me llamarás cuando llegues a casa?

— Lo haré.

— Espera... —lo detiene antes de que YoonGi se aparte para salir por la ventana de la habitación.

— ¿Qué pasa?

TaeHyung no responde, solo lo abraza con fuerza y deja que los brazos de YoonGi lo envuelvan con cariño. Desea tanto decir que lo ama, que tiene miedo de asustar al de pálida piel si confiesa algo como aquello. Por lo tanto, sólo lo abraza y luego lo besa por última vez antes de salir corriendo de la habitación, temeroso de no controlar sus sentimientos y exponerse hasta el punto de salir lastimado, de ser descubierto con tan sólo observar cómo se sonroja al estar frente a YoonGi. Si el día de mañana regresa al colegio y ve a su compañero de puesto, TaeHyung teme que no podrá disimular, que no soportará los impulsos de abalanzarse sobre él y probar esos labios que lo vuelven loco. Está locamente enamorado, piensa absorto en la taza humeante de té y sólo cuando alguien pregunta qué le ocurre, cae en la cuenta de que ha estado sentado sin decir nada, perdido en el recuerdo de YoonGi, perdido en esa extraña sensación donde continúa sintiendo que el de pálida piel sigue dentro suyo.

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