Obsoleto - El Orden Natural D...

נכתב על ידי True-Doragonkingu

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Harry Potter tuvo una infancia miserable por culpa de sus tíos y ahora esta roto, pero gracias a un simple mo... עוד

Cuerpo Encadenado, Mente Libre
Un Mundo Lleno de Oportunidades
La Justicia de Atenea
La Chica de Los Ojos Azules
El Precio de Lo Que Decidimos Ser
El Dúo de Oro
A Quién Más Odiamos
Los Deseos de Un Corazón Roto
Juntos, Siempre Y Hasta El Final
Desde las cenizas
El Peso de Nuestra Conciencia
La Voluntad Para Hacer Lo Correcto
Las Dos Caras de Selene
El Único Deseo Es Aprender
Psicología de Masas
(No) Estas Solo
(No) Podes Avanzar
Serás lo que debas ser
Teoría del Gran Impacto
El Precio de Nuestras Decisiones
Daphne Greengrass
Tiempos de Odio - Parte I
Bases Para El Futuro
Somos Aquello que Vivimos
El Dolor de Un Pasado Todavía Presente
Una Historia Verdadera
El Poder de Amarte - Parte I
Heridas de Magia Negra
La Voz de La Razón
El Reflejo de Nuestro Corazón
Errores del Pasado
Una Dolorosa Verdad
El Poder de Amarte - Parte II
Tiempos de Odio - Parte II
El Llanto de la Serpiente
Un Nuevo Comienzo
Sueños, Pesadillas y Realidades
El Torneo de Los Tres Magos
Las Maldiciones Imperdonables
Fuerza de Voluntad
El Circulo Que Nunca Se Rompe
Vacíos Legales
Nada Es Verdad, Todo Está Permitido
El Cuarto Poder
Aquello Que Más Valoramos
El Preludio de La Locura
La Sombra
Bautismo de Fuego
El Ultimo Deseo - Parte I
Un Nuevo Año
El Caballo de Troya
La Santa Inquisición
Lucha de Poderes
El Ejército de Hogwarts
Una Muerte En La Familia
Unas Grises Navidades
La Sombra Que Nos Acecha
La Estrella Que Brilla En La Oscuridad
La Fuerza de Coerción
Compresión Empática
Transformaciones, Recuerdos y Secretos
Al Borde de La Desesperación
Carrera Contra El Tiempo
El Muchacho Que Odia...
El Muchacho Que Ama...
El Ultimo Deseo - Parte II
Nobles y Ancestrales Tradiciones
Las Alas de La Libertad
Las Nobles y Ancestrales Familias
La Mano Negra de La Muerte
Protegiendo Lo Que Es Nuestro
Lealtades y Pensamientos
Historias Pasadas - Parte I
Historias Pasadas - Parte II
El Valor de La Información
Historias Pasadas - Parte III
Argumentum Ad Consequentiam
Una Fría Navidad
Historias Pasadas - Parte IV
Una Segunda Resolución
Historias Pasadas - Parte V
Las Consecuencias del Pasado
El Principio del Fin
El Corazón de Luna
Preparaciones Para El Final
Cicatrices Que Continúan
Un Mundo Que Se Acaba
El Mensajero del Fin del Mundo
El Monstruo Que Gritó "Amor" En El Corazón Del Mundo
Cuando Algo Termina, Algo Comienza

Una Noche de Ensueño

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Disclaimer: Nada de Harry Potter es de mi propiedad, los personajes y todo lo relacionado a la historia canon que pueda aparecer, a excepción de lo creado y modificado por mi persona, pertenecen a J.K. Rowling.

Summary: Harry Potter, un muchacho consciente de la magia, con una gran inteligencia, pero roto por culpa del maltrato de sus parientes. Hasta que por azar del destino, su vida va a cambiar completamente y ya nada va a volver a ser igual.

El Orden Natural de Las Cosas.

Año IV

Capítulo XLV

"Una Noche de Ensueño"

~0~0~

—DIALOGO NORMAL—

—(PENSAMIENTO)—

—"PARSEL"—

~0~0~

Daphne salió de la ducha, de la habitación que compartía con Tracey Davis, Millicent Bulstrode y Pansy Parkinson, con una toalla envolviéndole el cuerpo. Suspiró fuertemente, la gran noche comenzaba.

A pesar de la enorme cantidad de deberes que les habían puesto a todos los de cuarto para Navidad, tanto Harry como Daphne se buscaron su tiempo en terminar rápidamente con todas las tareas y, de esta forma, poder disfrutar del receso de invierno. La segunda prueba se acercaba rápidamente y con la misma velocidad de poder descifrar el mensaje del Huevo de Oro.

Con los regalos recibidos por todos, durante el desayuno Harry se dedicó a mirar fijamente y de forma pensativa a Daphne. Ella no se había olvidado de las cosas que él le había dicho, y aunque la hacían sentir bien consigo misma, se sentía extrañamente nerviosa al lado del muchacho. Luna los miró a ambos de forma inquisidora, Harry miraba fija e intensamente a Daphne y ella esforzándose por parecer normal mantenía los ojos cerrados forzando sus labios hasta formar una mueca graciosa. Era gracioso, al menos para la Ravenclaw, ver como su amiga había entrado en una especie de limbo mental y como el día después de las declaraciones de Harry, ella, mientras tenían su usual charla de chicas, daba vueltas al asunto una y otra vez.

Por muy sangrepura y Slytherin orgullosa que era, no dejaba de ser una adolescente con las típicas inseguridades de una adolescente. Luna, tomó un poco más de té y siguió observándolos en silencio. Daphne parecía que estuviera a punto de explotar, al menos a la vista de Luna, la fuerza de voluntad de su amiga se estaba acabando.

—mmm. —murmuró Harry pensativo.

—¿P-pa-pasa algo Harry? —preguntó Daphne abriendo los ojos y sin darse cuenta que un notable rubor cruzaba sus pómulos.

—Si... —contestó Harry tomando un poco de té.

—¿Y qué es lo que pasa? —preguntó Daphne, con nerviosismo.

Harry suspiró.

—Me rindo, no puedo deducir que tipo de vestido o maquillaje vas a usar —exclamó Harry resignado. Daphne parpadeó un par de veces sin entender lo que estaba pasando mientras que Luna se rio por lo bajo —. Desde agosto, que seguís sin decirme cómo vas a ir al baile, y que es una sorpresa, pero es injusto que vos si sepas como me voy a vestir y yo no. Yo también quería verte de gala. —agregó Harry con una mueca de falsa molestia.

Daphne miró sin saber que decir, pero una sonrisa se fue formando en sus labios que se convirtió rápidamente en una risa que acompañaba a la de Luna. Harry era impredecible. Harry era Harry.

Daphne había pasado un largo rato en la ducha y mucho tiempo dedicándose a que no hubiera un solo pelo de más. Su cabello, que había sido lavado con un champú especial había dejado su largo cabello dorado completamente brillante, como si tuviera luz propia. Se había pasado cerca de una hora en el baño, exfoliando y masajeando su piel. Quizá estaba siendo demasiado exigente, y hubo un momento que hasta se sintió algo idiota por el solo hecho de hacer esto por Harry, pero su fuerza y amor por Harry la hizo persistir.

Con Pansy Parkinson habían llegado a una tregua en usar dos habitaciones diferentes y de esta manera poder tener la privacidad en arreglarse, podían no llevarse muy bien, pero ambas eran sangrepuras y mujeres coquetas, y si una tregua aseguraba que ambas pudieran dedicarse a ellas mismas como ellas querían, así se iba a hacer.

La toalla, callo a un lado, Daphne se puso su ropa interior de color negra de algodón y sin brasier se miró en un espejo de cuerpo completó que había en la habitación. Hizo un pequeño movimiento ascendente y descendente con él pecho y se miró con una mueca de molestia. A diferencia de otras alumnas, las cuales tenían pechos con los cuales destacar, como Pansy Parkinson, ella tenía poco pecho. Se tocó con las manos los pechos y lo movió como si estuviera intentando darle un mayor tamaño, pero resignó el trabajo, con un suspiró. Su vista bajó a la parte baja de su cuerpo. Con las manos se contorneo la cintura y hasta llegar a las piernas. Su cintura y sus piernas, una sonrisa apareció en sus labios recordando lo que había dicho Harry. Sus piernas eran lindas, al igual que su cadera y su cintura. Con una sonrisa de satisfacción se puso de perfil y se miró, su vientre, gracias a las subidas y bajadas constantes de escaleras le habían hecho que, al igual que sus piernas como su trasero estuvieran firmes, saludables y lindos.

Daphne se miró nuevamente en el espejo de frente con una sonrisa, a pesar de que renegara por el tamaño de sus pechos, su cuerpo con una forma a semejable al de una pera estilizada le gustaba y más si Harry se lo decía. Si, definitivamente le gustaba más su cuerpo que antes.

Se puso el brasier sin tirantes que iba a usar junto con el vestido y comenzó a pasarse crema hidratante con aroma a rosas que le había regalado Harry por navidad. Cuando terminó, viendo con ojo crítico que ninguna parte de su cuerpo tuviera alguna imperfección comenzó a ponerse su vestido de gala.

Un golpe en la puerta resonó en la habitación.

—¿Quién es? —preguntó Daphne agarrando su varita.

—Astoria. —dijo desde detrás de la puerta.

—Podes pasar. —respondió Daphne relajándose, una nunca podía estar demasiado segura.

Astoria pasó cerrando la puerta tras de sí y con un pequeño gemido ahogado miró a su hermana que estaba hermosamente vestida.

—Te ves tan hermosa, Daphne. A Harry le va a encantar. —exclamó con una sonrisa maliciosa pensando en las reacciones de su hermana.

—Es esperó. —contestó Daphne sentándose enfrente de un espejo y comenzando a maquillarse.

—¿Queres que te haga una trenza? —preguntó Astoria mirando el largo pelo de su hermana.

Daphne asintió y Astoria parándose detrás de ella y comenzando a hacer complejos movimientos con el pelo de su hermana.

Harry salió de la ducha con su usual pijama puesto, todos los demás, que estaban preparados, lo vieron en silencio. Hasta un extravagante Ron Weasley, que su túnica rosada que parecía haber sido cercenada en las mangas y el cuello quitando las extrañas puntillas lo miraban. Harry no dijo nada, se arremangó la se ajustó el porta varita al antebrazo que siempre llevaba vendado. Neville estaba por decir algo, pero en medio del silencio el pijama de Harry cambio a una hermosa y muy elegante túnica de gala completamente negra con el escudo de la Familia Potter destacando por sobre lo demás. Internamente tenia camisa blanca, una corbata negra, zapatos negros perfectamente lustrados. Harry caminó hasta el espejo y se miró buscando alguna imperfección, pero todo estaba en su lugar.

—Linda túnica Nev. —dijo Harry mientras caminaba a la puerta.

—Gracias Harry, la tuya también. —respondió Neville con una sonrisa.

—Gracias.

La sala común estaba completamente repleta de gente. Harry paso entre la multitud y salió por el hueco del retrató. Bajando las escaleras llegó hasta las mazmorras y se quedó esperando en la entrada de la casa de Slytherin. No tuvo que esperar mucho tiempo la gran serpiente que adornaba la entrada se movió y de la pared salió Malfoy que iba al frente con una túnica negra de terciopelo con cuello alzado, acompañado por Pansy Parkinson que llevaba una túnica de color rosa pálido con muchos volantes. Detrás de ellos Crabbe y Goyle iban vestidos de verde que extrañamente parecían musgo de pantano.

Malfoy se acercó a Harry y le tendió la mano para saludarlo. Harry aceptó y ambos se saludaron. Draco no tardó en sentir algo metálico contra sus dedos y bajando la vista, vio el anillo de Jefe de la Casa Potter. Los ojos del Slytherin se abrieron en sorpresa. Ambos dejaron de saludarse y en completó silencio el cuarteto se fue sin decir nada.

Harry esperó un par de minutos más y entonces la vio salir. Los ojos de Harry se abrieron completamente y un rostro completamente sorprendido miró a su pareja de pies a cabeza. Daphne, vestida con un hermoso vestido negro de fiesta estilo evasé en tul mórbido plisado entallado en la parte de la cintura. Desde la cintura hasta el pecho, el vestido, estaba embellecido con flores bordadas en hilo multicolor y aplicaciones de pedrería que ascendían por el cuerpo y la espalda, creando un escote ilusión de efecto, como si fuera una segunda piel. Las manos adornadas únicamente por la característica pulsera de dijes que Harry le había regalado hacía ya unos años combinaba perfectamente con las uñas pintadas color piel que brillaban sutilmente. Cuando Harry subió la mirada se encontró con el rostro de Daphne. Sus labios estaban pintados en un color rojo fuerte que le daban un toque sensualidad y destacaban sobre la piel blanca de la muchacha. Las pestañas resaltadas por rímel negro sobre una ligera y sutil sombra negra que hacía que se destacaran los azulados ojos de la muchacha. Finalmente, el pelo estaba peinado con una traza diadema de costado con un rodete detrás de la cabeza, adornado con la peineta de plata que Harry le había regalado, mientras que adelante el flequillo estaba sujetado y adornado por la característica horquilla de plata con un tulipán representado con pétalos de oro y pequeños jades que simulaban al tallo de la flor, que Harry también había regalado en su cumpleaños número 12. Mientras que sus pies estaban calzados por unos zapatos negros aterciopelados de tacón de 5 centímetros.

Harry tragó y tratando de volver a la realidad abrió y cerró la boca un par de veces. Daphne, que lo miraba expectante, se comenzó a poner nerviosa.

—Estas hermosa Daph... —exclamó Harry caminando hasta donde estaba su novia. Daphne suspiró relajándose y sonrió. Harry caminó alrededor de ella —...muy hermosa.

Cuando Harry terminó de mirarla le ofreció el brazo a una ruborizada Daphne y dijo.

—Hermosa dama, ¿Vamos? —preguntó con una sonrisa.

—Por supuesto caballero. —contestó Daphne tomando el brazo de Harry y ambos comenzando a caminar.

—Estas demasiado lindo, creo que voy a tener que tener cuidado que ninguna tonta se te quede viendo por mucho tiempo. —dijo Daphne al aire mientras subían las escaleras. Esta vez fue el turno de Harry de que apareciera un ligero rubor en sus mejillas.

~0~0~

Todos estaban ahí, Daphne y Harry llegaron al vestíbulo y muchos se giraron a mirarlos. Mientras que de un costado aparecían los alumnos de Durmstrang con Karkarov. Krum iba al frente del grupo, acompañado con una muchacha que Harry reconoció de Ravenclaw. Harry que estaba juntó con Daphne escuchó la voz de la Profesora McGonagall.

—¡Los campeones por acá, por favor!

Sonriendo, Daphne respiró hondo y sin soltar el brazo de Harry avanzaron. Sin dejar de hablar, la multitud se apartó para dejarlos pasar. Minerva les sonrió y les guiño el ojo cuando los vio, ella llevaba una túnica de lea escocesa roja y se había puesto una corona de cardos alrededor del sombrero. Cuando los cuatro campeones con sus parejas estuvieron con la Profesora, ella les pidió que esperaran a un lado de la puerta mientras pasaban todos los demás. Ellos iban a entrar en procesión en el Gran Comedor cuando el resto de los alumnos estuviera sentado. Fleur Delacour y Roger Davies, se pusieron al lado de las puertas. Cedric Diggory y Cho Chang estaban junto a Harry y Daphne, que no los miraban para no tener que hablar con ellos. Krum, algo indeciso, con la muchacha de Ravenclaw se acercaron a ellos.

Cuando todos se acomodaron en el Gran Comedor, la Profesora McGonagall les dijo que entraran detrás de ella, una pareja tras otra. Lo hicieron así, y todos cuando estaban en el Gran Comedor los aplaudieron mientras cruzaban la entrada y se dirigían a una amplia mesa redonda que estaba ubicada en un extremo del salón, en donde, ya sentados estaban los miembros del tribunal.

Habían recubierto los muros del Gran Comedor de escarcha con destellos de plata, y cientos de guirnaldas de muerda y hiedra cruzaban el techo negro lleno de estrellas. En lugar de las mesas de las casas, había un centenar de mesas más pequeñas, alumbradas con farolitos, cada una con capacidad para doce personas.

Harry con una ligera sonrisa caminaba con Daphne que llevaba su habitual cara aristocrática que le daba un aire de elegancia único que solo, ella, como toda señora sangrepura podía llevar. Dumbledore les sonrió a los campeones cuando se acercaron a la mesa principal. La expresión de Karkarov, en cambio, parecía más bien de fastidio. Harry vio, que además de Ludo Bagman y Madame Maxime estaba Percy Weasley en el lugar donde debería estar Crouch.

Cuando los campeones y sus parejas llegaron a la mesa, Percy retiró un poco la silla vacía que estaba a su lado, mirando a Harry. Daphne y él entendieron la indirecta y fueron hasta donde estaba.

—Soy el ayudante personal del señor Crouch, y vine en representación suya.

Harry asintió y corrió la silla para que Daphne se pudiera sentar a su derecha, ella le agradeció con una sonrisa y un guiño en el ojo y se sentó. Harry sonrió y también se sentó. Ambos se sumergieron en su propio mundo, cuando escucharon como Karkarov y Dumbledore se peleaban por algo relacionado a secretos de las instituciones, Fleur Delacour se quejaba a un completamente embobado Roger Davies sobre Hogwarts y Viktor Krum trataba de hablar con su pareja.

Cuando pidieron la comida, la cual se pedía ordenando de un menú, ambos comenzaron a comer, Daphne miraba con una sonrisa triunfante a Harry que había seguido todo el protocolo para comer como todo un Jefe de una Noble y Ancestral Casa.

—Quiero que sepas que es un fastidio hacer todo esto. —le susurró Harry al ver la mirada triunfante de su novia.

—No importa. Lo importante es que lo estás haciendo excelentemente bien. —contestó Daphne.

Harry bufo haciendo que Daphne se riera por lo bajo.

—¿Te puedo hacer una pregunta? —preguntó Harry a Daphne intrigado a mitad de la cena.

—Claro.

—¿Dónde guardas tu varita?, porque no tenes el porta varita en el antebrazo y no creo que hayas salido sin ella ¿No? —preguntó Harry nuevamente mirando a Daphne a los ojos.

Daphne se rio.

—Harry, hay secretos que los magos no tiene que saber sobre las brujas... —dijo Daphne en forma seductora guiñándole el ojo

—Ya entiendo... —contestó Harry entrecerrando los ojos de forma pensativa.

Cuando la cena se terminó, Dumbledore se levantó y pidió a los alumnos que hicieran lo mismo. Entonces, a un movimiento suyo de varita, las mesas se retiraron y alinearon junto a los muros, dejando el suelo completamente despejado, y luego transformo todas las mesas en un escenario en donde aparecieron una batería, varias guitarras, un laúd, un violonchelo y algunas gaitas.

Las brujas de Macbeth subieron al escenario entre aplausos de los alumnos. Todas tenían largos cabellos muy espesos como el de Hermione, e iban vestidas de forma... moderna si se podría decir, con túnicas negras llenas de desgarrones y aberturas. Agarraron los instrumentos, las luces de las mesas que quedaban se apagaron completamente y velas encima de lo que parecía ser ahora una pista de baile, se iluminaron junto con la banda.

—¿Te gustaría bailar, dulce y hermosa dama? —preguntó Harry, ligeramente ruborizado, pero con una gran sonrisa a Daphne mientras le ofrecía la mano.

Ella se ruborizo también y le sonrió.

—Por supuesto, noble caballero. —contestó Daphne tomando la mano de Harry.

Harry y Daphne junto con los otros campeones fueron al centro de la pista de baile. Harry acaricio, de forma descendente, el brazo derecho de Daphne hasta que llegó a su mano y la tomo extendiéndola ligeramente hacia un lateral. Harry rodeó el cuerpo de Daphne con su brazo a la altura de la cintura, ella su hombro, y tocando ligeramente con la nariz y los labios la cien de su novia, comenzaron a bailar al son de una lenta y hasta se podría decir triste melodía. Parecía ser que el Vals había sido descartado a último momento o al menos eso decía la molesta mirada de Minerva hacia la banda.

Lentamente comenzaron a bailar, Daphne, cerró los ojos y sintiendo la mano de Harry en su espalda descubierta, al igual que la respiración y los labios casi en su rostro, se dejó llevar. Harry con un largo paso derecho y un movimiento circular hizo que el cuerpo de Daphne girara haciendo que ella sonriera. Ignorante de que todos a su alrededor se habían quedado mirándolos, ambos continuaron bailando. Daphne, movió ligeramente su cabeza, mientras que bailaba con Harry, haciendo que parte de su rostro rozara con el de Harry. Ambos sonrieron.

Harry mientras hacía girar nuevamente a Daphne, haciendo que la cola de su vestido girara grácilmente con ella, rozo su mejilla con la frente de ella. Daphne sonrió cuando sintió como Harry dejaba apoyada su mejilla. Él hacía rato que había cerrado los ojos, ignorando a las demás parejas que bailaban y simplemente se dejó llevar.

Daphne sintió como un agradable calor envolvía todo su cuerpo sacándole una dulce sonrisa, estaba por preguntar y abrir los ojos para ver lo que era hasta que escuchó una ronca voz que decía.

—Potter, ya te dije que no puedo ver a través de la ropa y no soy un pervertido. —exclamo molestó Alastor Moody que bailaba con una temerosa Aurora Sinistra.

—No esta demás la precaución. —respondió susurrante sin despegar su rostro del de Daphne.

Daphne se rio, cada vez que estaban cerca del Profesor Moody siempre hacia lo mismo, inundar su cuerpo con magia.

—¿Celoso? —preguntó Daphne divertida con un tono casi susurrante.

—Si estuvieras en mi posición lo entenderías. No me gusta que miren a mi linda novia en su lindo vestido. —contestó Harry haciendo reír a Daphne.

Harry le dio un suave beso a Daphne en la frente y mientras bailaban dieron un nuevo giro, una media vuelta y ambos lentamente continuaron bailando. La melodía se hizo más lenta y triste, Daphne movió ligeramente el brazo apoyando su mejilla en el en el hombro de Harry y acercaba su rostro al cuello de él.

Las gaitas dieron un último sonido grave y dio por terminada la canción. Las Brujas de Macbeth dejaron de tocar, los aplausos volvieron a retumbar en el Gran Comedor, Harry se despegó ligeramente del cuerpo de ambos y se miraron con una sonrisa.

—¿Te gustaría seguir bailando o queres que salgamos afuera? —preguntó Harry mientras una melodía más rápida comenzaba a sonar.

—Bailemos un rato más. —contestó Daphne con una dulce sonrisa.

Harry soltó su cintura y le hizo dar una vuelta sobre si misma haciendo que se riera y ambos comenzaron a bailar de forma más entusiasta. Harry y Daphne enfrentados y con los dedos entrelazados se alejaron ligeramente estirando sus brazos hacia adelante y volvieron a acercarse cuando sus cuerpos estaban a punto de encontrarse Harry dio un paso al costado y sin soltar el agarré abrazo a Daphne por la espalda aprisionándola entre sus brazos y dándole un dulce beso en la mejilla.

—¿Y eso donde lo aprendiste? —preguntó Daphne divertida.

—Se lo acabo de ver hacer a Fred. —contestó riéndose soltando liberando a Daphne, pero sin soltar sus manos y volviendo a bailar con ella.

Daphne se rio y ambos continuaron bailando dos canciones más y cuando la tercera melodía terminó, ella mirándolo con una sonrisa dijo.

—Salgamos afuera a tomar un poco de aire.

Harry asintió y ambos tomados de las manos, con los dedos entrelazados, salieron del Gran Comedor. Mientras bajaban las escalinatas de piedra del vestíbulo, distinguieron el centelleo de las luces que alumbraban el patio central del castillo. Una vez abajo, caminaron por uno de los pasillos hasta que encontraron un lugar un poco más privado. Harry se quitó el sacó y se lo puso a Daphne cuando se dio cuenta que el vestido no llevaba un hechizo calentador y ambos se sentaron en un asiento de piedra a mirar las estrellas.

Daphne puso su cabeza en el cuello de Harry cuando esté, la rodeo con el brazo por el hombro.

—¿Daph?

—¿Si, Harry?

—Un par de veces me contaste que tu padre era un maldito y que lo odiabas, ¿Él sabe lo nuestro? —preguntó Harry con ligera duda.

—Él... en este punto y por las cosas que dijo Rita Skeeter seguramente ya está enterado, durante la navidad cuando estábamos en segundo, a Astoria se le escapo que éramos amigos... en ese momento se lo tomo bien, porque como eras el heredero de uno de los 10 lo debe haber visto como una chance de ligar a la Familia Greengrass con una Noble y Ancestral Familia —Daphne suspiró con amargura —. Mamá tapo todos los rastros desde que nos volvimos novios... pero ahora es inevitable que no sepa lo nuestro...

—¿Qué te preocupa? —preguntó Harry abrazándola con más fuerza.

—A mi padre no le importa con quien este, ni que haga, mientras que entre dentro de sus maravillosos planes, si él no me envió una lechuza todavía significa que debe pensar que te seduje de alguna manera y logre que fuéramos pareja y que ahora tiene una oportunidad verdadera de ligar nuestras familias...

Harry soltó a Daphne y con sus manos en las mejillas de ella dijo.

—Te prometo que en cuanto seas considerada adulta lo primero que voy a hacer es sacarte de las garras de ese hombre y si es posible a Astoria también —dijo Harry, Daphne sonrió y llevó su frente al pecho del muchacho —. Te lo prometo Daphne. —repitió Harry de forma susurrante.

Daphne sonrió tristemente contra el pecho de Harry. Su mente estaba en conflicto... él ya era un Lord, ya era considerado un adulto en todas sus facultades, solo tenía que presentarse ante su padre y comprarla, era un sencillo tramite nada más. Pero sabía que Harry era demasiado honorable como para hacer eso, él la amaba demasiado como para rebajarla a simple objeto.

Los brazos de Harry rodearon a Daphne y la atrajeron más a su cuerpo haciendo que su cabeza subiera hasta que su mejilla quedo recostada contra cuello de él. Harry era Harry... Harry era especial... Daphne sonrió, todavía había tiempo, mientras su padre pensara que ella estaba seduciendo a Harry para que en un futuro estuvieran casado y trajera honor y ascenso a su familia él no la iba a molestar.

—Te amo tanto, Harry... —susurró Daphne con una sonrisa.

—Yo también te amo, Daph. —contestó Harry dándole un beso en la cabeza.

Daphne levantó la cabeza y miró fijamente los labios de Harry casi con deseo y desesperación. Lentamente fue acercando sus rojizos labios a los de Harry, pero cuando estaban por unirse ambos un par de voces la sorprendió.

—... no veo a qué viene tanto escandaló Igor. —dijo Snape caminando desde la derecha de donde ellos estaban.

—¡No podés negar lo que está pasando, Severus! —la voz de Karkarov resonó nerviosa, Harry y Daphne se miraron y se quedaron completamente inmóviles y en silencio —. Empezó a ser cada vez más evidente durante los últimos meses, y estoy preocupado de verdad, no lo puedo negar...

—Entonces, escapa —dijo la voz de Snape —. Escapa, vas a tener que disculparme. Pero yo me quedo en Hogwarts.

Snape y Karkarov doblaron la esquina y los vieron a ambos.

—Señor Potter, Señorita Greengrass... —exclamó Snape, Karkarov, en cuanto noto a Harry, pareció extremadamente asustado y se llevó nerviosamente la mano a la barbilla y empezó a ensortijarse el pelo de la barba con un dedo —. ¿No deberían estar en el baile? —preguntó Snape.

Daphne que tenía el rostro en el hombro de Harry, se levantó ligeramente, miró a su jefe de casa y dijo.

—Estábamos tomando un poco de aire, Profesor Snape.

—Ya veo... —contestó Snape siguiendo su camino junto con Karkarov.

Daphne, al igual que Harry, los siguió con la mirada y cuando desaparecieron dijo.

—¿Notaste como estaba Karkarov? —preguntó Harry con voz baja —. Algo tiene que estar pasando con Voldemort...

—Si... vamos a tener que tener extremó cuidado y prestar más atención, Sirius ya lo dijo, si que hacerte participar en el Torneo es un plan de Voldemort no podemos dejar de prestar atención. —contestó Daphne seria.

Pasaron un rato simplemente abrazados mirando las estrellas hasta que escucharon como los aplausos resonaron desde el Gran Comedor. Las Brujas de Macbeth habían tocado su última canción. Harry y Daphne caminaron abrazados hasta las mazmorras. Cuando llegaron a la entrada de la sala común de Slytherin, Daphne acercó sus labios a los de Harry y rodeándolo con los brazos por el cuello y él por la cintura, ambos se besaron tiernamente durante un buen rato.

—Te amo tanto Harry —dijo Daphne dándole un último beso a su novio.

—Yo también Daph. —contestó Harry con una sonrisa.

Ambos se sonrieron y Daphne deseándole buenas noches a Harry, ella entró en la sala común de Slytherin. Harry comenzó a caminar con una gran sonrisa hacia la Torre de Gryffindor. Daphne sonrió cuando se encontró a su hermana esperándola en uno de los sofás negros de la sala común, sin lugar a duda la iba a atacar a preguntas.

~0~0~

Al día siguiente Harry y Luna, jugaban tirándose bolas de nieve mutuamente. Todo había empezado mientras Harry las esperaba a ambas, Luna de la nada apareció con una bola de nieve en las manos y se la estampo justo en la cabeza, desde entonces una poderosa guerra se estaba llevando acabo mientras que ambos, en donde, después de un tiempo, habían comenzado a usar magia, protegiéndose y lanzando nieve con un poder destacable.

—Mira Harry ahí viene Daphne. —exclamó Luna señalando con el dedo.

Harry se dio vuelta, efectivamente venia Daphne, pero las intenciones de Luna eran otras. Con un poderoso derechazo, Luna lanzo una bola de nieve justo en la cabeza de Harry haciéndolo trastabillar y haciendo que callera al suelo. Daphne, que con ojos cansados los miraba mientras caminaba por el pasillo, juntó con Luna se rieron de un derrotado Harry. Harry acostado en la nieve, abrió los ojos y vio a las dos rubias que lo miraban divertidas.

Unos sonrientes Harry y Luna junto con una cansada Daphne, que había sido asaltada por su hermana Astoria a preguntas después de que ella volviera del baile durante tres horas, caminaban, después del desayuno, con dirección a una de las orillas más alejadas del Lago Negro.

Con un movimiento de varita, Harry, transformo un grupo de rocas en un pequeño pedestal en donde agachándose coloco el Huevo de Oro. Harry las miró y ellas asintieron sacando sus varitas. Harry, Daphne y Lun, parados uno al lado del otro se pusieron en posición apuntaron al Huevo Dorado y concentrándose dijeron.

—¡Incendio! —tres poderosas llamas salieron de la punta de sus varitas.

El Huevo de Oro recibió el fuego de llenó, lentamente se comenzó a tornar en un color rojizo, significando que el huevo se estaba calentando a una temperatura muy alta. Los tres continuaron por un buen rato. Pasados diez minutos, Luna fue la primera en dejar de lanzar el hechizo y comenzó a jadear en el lugar, Daphne fue la siguiente. Harry se concentró un poco más y comenzó a concentrar una cantidad mayor de magia. Ambas lo miraron sorprendidas.

Harry levantó la varita y de un movimiento de esta hizo abrir el huevo. Un estruendoso chillido como si de una banshee se tratara resonó por todo el lugar. Luna, miró el Huevo, pero su visión duró poco.

—¡Aqua Volatem! —conjuró Harry apuntando su varita al lago.

El agua tomando forma de un cilindro serpenteante impacto al huevo rodeándolo de agua mientras que Harry, algo molesto porque el plan no funcionara lo hacía levitar ligeramente. Luna miró asombrada la esfera de agua, el chillido se había apagado. Luna se concentró en el huevo abierto que estaba en el interior y casi como si fuera un susurro, escuchó un pequeño cantico.

—Harry, ¡Alto! —exclamó Luna.

Harry perdió la concentración de la esfera y esta se desarmó haciendo que el huevo callera y volviera a escucharse el poderoso chillido. Luna tomó el huevo y lo cerró y con los ojos brillando y una gran sonrisa.

—Transforma un par de rocas en una fuente de este tamaño, que se ancha. —dijo Luna haciendo señas con las manos indicándole el tamaño.

Harry sin decir nada, asintió y la fuente se formó.

—Aquamenti —dijo Luna apuntando su varita a la fuente que ahora se llenaba de un agua completamente cristalina —. Lo escuche recién.

—¿Eh, que cosa? —preguntó Daphne.

—Un cantico, cuando estaba dentro del agua.

Luna entusiasmada se sacó la típica túnica que llevaba, el chaleco que iba con el uniforme, se arremangó las mangas y metió el huevo dentro del agua. Ella los miró a ambos e hicieron lo mismo. Luna metió la cabeza dentro del agua y con una mirada extasiada y una gran sonrisa, cuando sus compañeros metieron la cabeza también en el agua, abrió el huevo. Un dulce y hermoso cantico se escuchó.

Donde nuestras voces suenan, ven a buscarnos,

que sobre la tierra no se escuchan nuestros cantos.

Y estas palabras medita mientras tanto,

pues son importantes, ¡no sabes cuánto!:

Nos hemos llevado lo que más valoras,

y para encontrarlo tienes una hora.

Pasado este tiempo ¡negras perspectivas!

demasiado tarde, ya no habrá salida.

Ya ha pasado media hora, así que más vale que te apresures

porque lo que se queda aquí siempre se pudre.

Cuando el cantico volvió a empezar sacaron la cabeza del agua. Luna los miraba con una gran sonrisa, Daphne estaba pensativa, mientras que Harry miraba serio. Era momento de volver a organizarse para una nueva prueba...

El próximo capítulo esta titulado: "Aquello Que Más Valoramos"

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