— ¿Qu qu qué? —Las mejillas de Akko se ruborizaron acompañada de su respiración entre cortada y carraspeos nerviosos en su voz.
El comentario tuvo doble sentido para la pequeña castaña, no sabía por cual lado tomarlo, más aún cuando hallo una sonrisa cómplice en la cara de la rubia, sospecho que tal vez su reacción fuera divertida, "Yo y mis malos pensares" se replicó Akko para sí, la última cosa que deseaba era sonrojase en esa situación, su novia estaba en peligro y no pudo evitar suavizar sus gestos a pesar de la situación, resignada a sus contrariedades de recuperar su lado serio, solo suspiro y extendió una sonrisa llena de satisfacción, por una vez dejo que su nerviosismo continuara, si con eso causaba la felicidad y le regalaba un momento de paz y tranquilidad a la rubia, claro que estaría bien.
—No me digas que ahora estas nerviosa por mi comentario ¿He? ¿Atsuko Kagari? —Musito de una forma arrogante y a la vez juguetona.
Eso la tomo desprevenida, ¿Cuándo fue la última vez que la llamo por su nombre completo?, rebobino el momento justo, fue la primera que ambas se conocieron, no fue la mejor de las presentaciones ya que había un ambiente lleno de tensión y desacuerdos, sin embargo había algo que siempre capto su atención cuando la miro por primera vez, justamente esos fueron sus ojos azules fijos y sin enmonar brillo alguno, distantes y a la vez penetrantes, luego la simplicidad con la que comunicaba sus argumentos en contra de Shainy Chariot su ídola y modelo a seguir, al principio le pareció una chica odiosa, presumida, egocéntrica, creída, detestable e inaguantable. La diana de hoy mostraba los ojos llenos de vida y brillo, su personalidad conservaba algo de lo viejo y también algunos rasgos nuevos, la madurez y el trato condescendiente con sus estudiantes, la creación de la nueva academia en el paraíso celestial, el entrenamiento que llevo a cabo con Merlín y las nuevas habilidades que adquirió, hubo más ambición y deseo desencarnado en cumplir lo que se propuso con la promesa, ¿Quién en su sano juicio haría lo que ella hizo? , se preguntó Akko de una manera positiva, era tan alentador ver a su nueva heroína despreocupada y concentrada en lo suyo, tanto que una pequeña oleada de celos la invadió, la Diana de ahora es distinta e inalcanzable, quizás la muerte de Akko la ayudo a salir adelante con la creación de su nuevo imperio, ese pensamiento solo desilusiono a la castaña por unos instantes y surgió una nueva pregunta en sus pensamientos ¿Qué pasaría con ellas después de cumplir su promesa?
El ambiente silencioso no pasó desapercibido por la ojiazul, el momento la intranquilizo un poco y preocupada entrecerró los ojos — ¿Qué sucede Akko?, estás muy callada.
Despertando Akko de sus pensamientos la observo detenidamente y sonrió—No pasa nada, es solo que eres sorprendente.
— ¿Por qué lo dices? —Abrió más los parpados y frunció el entrecejo.
—Eres fuerte, no sé por qué, pero—Se rasco la cabeza con nerviosismo y sonrió—Ahora te admiro más, al principio cuando nos conocimos jamás te lo dije porque no quería dejarme impresionar por ti, eras mi rival y halagarte como las demás estudiantes solo mostrarían mi debilidad, no porque tuviera algo en tu contra, solo quería tener tu atención y demostrarte que también yo puedo romper esas barreras, claro que fue inmaduro de mi parte no hacer mucho por mejorar las cosas entre nosotras, al principio eran peleas y discusiones absurdas, era de risa como actuaba contigo, ahora me doy cuenta que no puedo creer que sea novia de Diana Cavendish, la más aclamada y poderosa bruja en todas las academias existentes, eres inalcanzable y visible, les das una mano a todos y te ganas su admiración, lo mismo pasa conmigo pero más que admiración también siento amor, te amo Diana y sea la locura que vayas hacer espero que sea la solución para que regreses aquí y dejes de meterte en situaciones peligrosas.
El halago y a la vez una crítica constructiva de su novia acelero el corazón de Diana, no esperaba que fuera honesta y tan directa, no de esa manera al menos, las emociones se mezclaron en su conciencia, entre el enojo, tristeza, felicidad y gozo, indecisa a cual mostrar primero, solo la imagino sentada en algún lugar del paraíso celestial, envuelta entre los girasoles y las praderas, el viento intranquilo que rodeaba el lugar moviendo la vegetación de un lado a otro, ahí donde Akko la miraba a través de una pantalla, sin escuchar las voces de las alumnas más que la suya, supuso que estaba sola en ese paraje tan hermoso y exótico. Rebobino su pasado con la primera impresión en la castaña, tampoco fue muy agradable, no entendía porque alguien como ella era tan inmadura y añoraba tanto la figura de Shainy Chariot, al principio eran los celos que la dominaban ya que también la admiraba, su principal heroína quien la ayudo avanzar y superar la muerte de su madre, un último regalo con tal de continuar su camino y seguir con el linaje familiar, fue algo directo y abstracto continuar sin la determinación y misma pasión, después que sucedió la tragedia con su madre ya nada fue igual, los hechizos y los intentos de recuperar su magia fue solo un deseo pequeño y aunque lo sea no perdía nada en intentarlo, eso la mantuvo ocupada de los pensamientos deprimentes, jamás volver a tener esos trágicos recuerdos y seguir adelante. De una forma errónea siguió, errónea por aquellos sentimientos amargos que se mantuvieron en su conciencia, hasta el día que la conoció, quizás con sus intentos de molestar a la castaña aliviaba algo de su oscuridad interna, mirarla sonriente y apasionada a pesar de los tropiezos, las burlas de sus compañeras y la manera en como Akko se lo tomaba ganaban los celos de la propia Diana, los malos momentos y el recupero automático de las emociones en la castaña gano su atención, era tal su curiosidad que la miraba de reojo evitando que Akko se diera cuenta, ya encontraría una manera de verla caer fue lo que antes pensaba, sin embargo ese momento no llegaba, con el tiempo sus deseos destructivos fueron desvaneciéndose, las capacidades notorias de Akko fueron las responsables de cambiar su pensar, trato de ser indiferente a las distintas emociones y quizás lograba ser sutil en ese aspecto, pero ella misma sabía que la castaña era un trozo de carbón que escondía su brillo, uno sin igual cuando este era estimulado por las llamas y el calor, la apariencia cambiaba a un diamante lleno de luz y esperanza, no se mostraba a las estudiantes como tal pero si a sus ojos.
—Y tú eres una tonta—Suspiro con pesadez para luego sonreír—Haré de cuenta que no escuche esa tontería de lo inalcanzable que soy para ti.
Akko asustada abrió más los ojos, sus nervios querían aproximarla para responder ante tal provocación, pero calló una vez que los labios de su novia se abrieron para continuar.
Tomo un respiro y frunció el entrecejo con gesto serio— ¿Crees que tu necedad no hizo algo para que captaras mi atención? ¿Qué dices cuando entrenabas y te matabas altas horas del día?, o cuando estuviste a mi lado ese día que me marche de Luna nova, tu terquedad me hizo volver y recuperar la pasión que creí perdida. Cuando hicimos equipo juntas para detener aquel misil, tú hiciste cosas inimaginables y no cualquiera se ofrecería como sacrificio para salvar el mundo, haz hecho cosas mucho más valiosas y lo sigues haciendo hasta ahora.
—Eso no es la mitad de lo que tú has realizado, apenas y puedo creer lo que hice—Su risa era más de tristeza que la plenitud de sus acciones.
— ¿Y eso qué? —Se encogió de hombros eliminando importancia a lo que escucho—Desde mi punto de vista pienso que tus acciones y las mías son totalmente iguales, ¿Acaso te preocupa que esto sea una competencia?
—Claro que no—Replico Akko algo enfadada y a la vez preocupada—Solo pienso que quiero ayudarte, quiero estar contigo ahora mismo, me frustra no poder ayudarte y ver que estás atrapada.
—Tonta—Sonrió de una forma burlona.
—Me llamaste tonta otra vez—Se quejó como niña pequeña.
—Me gustaría mirar las expresiones que haces ahora mismo—Se mofo y la imagino con la indignación en toda su cara, luego solo se limitó a sonreír con el brillo intenso en su mirada—Akko.
La castaña se detuvo con las quejas y sus gestos se tornaron inexpresivos— ¿Sí?
—Haz hecho suficiente, te sobre esforzaste y salvaste a todos sacrificando tu propia vida—Un nudo en su garganta se creó mientras en sus recuerdos rebobino la muerte y las palabras últimas palabras pronunciadas de la castaña—Si eso no es hacer algo grande y noble ¿Entonces que es para ti? —Cerró los parpados con fuerza y sus lágrimas se asomaron.
Los gestos en Akko se suavizaron y al mismo tiempo con asombro observo el sollozo cristalino en las facciones en la rubia. Arrepentida de su comportamiento se riño a si misma por hacerla llorar. Tuvo que tomarse unos segundos y con cuidado busco las palabras adecuadas para comunicar su disculpa.
—Lo siento Diana, he sido una tonta, mejor dicho una idiota porque ya me llamaste tonta dos veces—Tomo un respiro y luego continuo—Admito que tengo miedo.
La rubia abrió los ojos y se relajó suavizando sus facciones a unas más comprensivas— ¿Qué es lo que te asusta?
—Lo que suceda después de que me resucites—Carraspeo y con el nerviosismo a flor de piel continuo— ¿Me seguirás tratando igual que antes cuando eso suceda?
En un abrir y cerrar de ojos, las risas llenas de la rubia llenaron todo el lugar signo de ironía y la vez de alegría —Así que eso es lo que te preocupa, no te tratare como lo esperas, siento mucho decepcionarte pero tendrás que ir olvidando esa idea—Se encogió de hombros.
—Ya veo—Contesto a secas con algo de desilusión.
—Pero, te tratare muchísimo mejor, eres mi novia ahora ¿Recuerdas? —Sonrió entre dientes acompañado del entrecierre de sus parpados.
—Diana—Escucharla solo aproximo a quedarse con la boca cerrada, esas palabras que tan inesperadas fueron la aturdieron al punto de volver loco y con latidos frenéticos su propio corazón, si me viera ahora me avergonzaría pensó Akko para sí mientras sus mejillas se cubrían de rubor.
— ¿Te comió la lengua el ratón? —Cerró los ojos y se imaginó el estado ruborizado de la castaña, ya tenía una idea de su reacción y emitió una leve ricita al descubrirlo.
— ¡Claro que no! —Exclamo Akko con una fingida indignación—Yo en cambio te tratare como mi novia y una digna rival—Sonrió con muchas energías—Me gusta competir contigo y no me cansare de hacerlo, sería totalmente aburrido si dejara de ocurrir.
—Estoy de acuerdo, ahora no eres tan tonta como antes, sin embargo algo de tu torpeza sigue en esa cabeza dura.
Lo presentía, Diana sabía lo que pasaba por la conciencia de la castaña, considerando el momento menos oportuno para discutirlo prosiguió con fijar su vista al vórtice oscuro, además de sufrir con su muerte también le dolía ver la poca visión que tenía Akko sobre sí misma, pasaba desapercibidas sus acciones como si fueran nada, eran esfuerzos sin creer en lo que había hecho. La rubia quería que Akko reconociera lo extraordinaria que es, al comienzo fue un total desastre y ahora era mundialmente reconocida por vencer a Darrelle con su propia vida ¿Y se consideraba tan poca cosa? Se preguntó a si misma llena de una inmensa desilusión. Deseaba que la castaña comprendiera y hacérselo ver era cuestión difícil, la conocía con esa sonrisa y entusiasmo camuflajeando su oscuridad autentica.
— ¿Qué harás para salir de ese lugar? —Pregunto la castaña en un intento de cambiar de tema.
—Entrare a ese portal—Contesto Diana apoyando la idea de abandonar la discusión.
— ¡¿Qué?! —Se exalto desesperadamente—No puedes hacer eso, morirás si te arriesgas de esa manera.
—No moriré si me auxilio con la magia, de todas maneras esa cosa se vuelve cada vez más grande si utilizo mis energías—Contesto con calma y serenidad sin inmutarse ante el sobresalto de la castaña.
—Pero...—Bajo la mirada con sus rasgos inexpresivos.
—No tienes que preocuparte, sea lo que este en ese lugar me está llamando, tengo que ir y ver lo que está pasando.
— ¿Cómo lo sabes? —Elevo su mirada y con incredulidad siguió observando cada detalle del portal.
—Una corazonada, sé que esto puede sonar difícil y poco increíble pero siento que debo de hacerlo, de esa manera escapare y me reuniré con Merlín.
— ¿Cómo puedes estar segura?
—Solo confía en mí, eso es único que te pido, tú querías que hallara una solución y la única que se me vino a la mente fue esta.
No quería admitir su preocupación ante ella pero Akko no tenía opciones y solo confiaría en que saliera con vida, si la Diana del futuro pudo hacerlo, entonces ella podría lograrlo, aunque le doliera despedirse de nuevo, tenía que dejarla ir. Antes de hablar cerro los ojos y tomo una bocanada de aire para calmarse.
—De acuerdo Diana, confió en ti y sé que regresaras, prométeme que tendrás cuidado.
—Lo prometo—Diana dio un suspiro y sonrió llena de alivio—Después de todo soy una Cavendish, mi apellido tiene un significado y tú ya lo has dicho antes, yo puedo hacerlo.
—Así se habla—Musito Akko con euforia y entusiasmo, la confianza de Diana le dio las energías para deshacer sus inquietudes.
Una capa de luz rodeo el cuerpo de Diana cubriéndola de pies a cabeza, posteriormente el portal creció de una manera descomunal tan solo unos segundos, la fuerza que ejercía era inmensa y proporcional a un tornado hambriento de llevarse lo que había a su paso.
—Será mejor que me vaya ahora, en cuanto termine con esto regresare a ti Akko—Mostro una sonrisa entre dientes.
—Yo quiero que regreses sana y salva, me revivas y así pueda abrazarte y...—Se ruborizo sintiendo una calentura corporal en su cuerpo—Besarte.
La rubia también se sonrojo, echaba de menos los brazos de Akko sobre ella y más que nada deseaba tenerla con ella—También yo y créeme que te sorprenderá que no me quiera despegar de ti cuando lo haga.
Eso encendió más a la castaña, de los abrazos, besos y lo que sigue después, fue más evidente su sonrojo excesivo en su piel.
—Ya vete, estoy desesperada a que me traigas de vuelta—Replico la castaña con nerviosismo y el rubor que no abandonaba su cuerpo.
Diana rio con picardía cuando la escucho, que satisfacción sentía con los deseos de su novia—De acuerdo, nos veremos pronto Akko.
—Nos veremos pronto Diana—Akko sonrió recuperando la tranquilidad.
La mano que sostuvo la parte baja del pie de la rubia se retiró entrando al portal, Diana tomo un respiro una vez más y avanzo al portal siendo absorbida, la capa de luz mágica que se formó a su alrededor la protegía de cualquier calamidad que estuviera ocurriendo, sin cambio alguno se fue introduciendo hasta que su cuerpo se desvaneció.
Akko quien seguía observando la situación respiro aliviada, la idea de su novia funciono a la perfección sin percance alguno, luego sus ojos se abrieron con asombro cuando el portal volvía a un tamaño normal, esperaba a que todo estuviera bien del otro lado y la pantalla donde ella miraba los sucesos se desvaneció dejando a la castaña sin noticias de la ojiazul, deseo con todo su corazón que estuviera bien donde sea que Diana estuviera.
Continuara.
Hola a todos aquí yo, bueno espero que les guste el cap.
Si les gusto una estrellita y gracias por seguir este fic.