Capítulo 9: A preguntas incómodas, respuestas mucho peores.
—De verdad, de verdad necesito hablar contigo. —supliqué, tirando del brazo de mi rubia amiga mientras trataba de meterse en la cabina.
—¡Un minuto! —gritó Wesley Allen, avisándonos que tomemos posiciones.
—¿Qué pasa, por el amor de Dios? —clamó Summer, plantándose delante de mí.
—Sé la razón por la cual Patrick no pudo entrar a la habitación el sábado por la noche.
—Ha dicho que fue por que Johnny llevó a una chica a la habitación. —repitió confundida, frunciendo el ceño.
—¡Exacto! Se quien es esa chica, y tienes que ponerme mucha atención por que lo que voy a decirt...
—¡40 segundos!
Summer me miró exasperada y dio un paso para atrás, adentrándose un poco a la cabina. La había estado buscando el resto de la mañana luego de que hablé con el rubio, pero no le volví a ver hasta ahora, y ni siquiera me daba tiempo para contarle a medias.
—Cuando estaba afuera con Fred... hablando, vi a Johnny salir con...
—¡30 segundos!
—¡Oh, por favor! Dennos un minuto solamente, un minuto.
—Dejen de chismear y vengan de una vez, cotorras. —gritó mi queridísimo Johnny desde dentro. Si supieras que todo esto es por tu culpa, pedazo de alcornoque.
—Scarlett. —advirtió la rubia, alargando las últimas tres letras mientras taconeaba el suelo.
—Lo que trato de decir es que es Ch...
—¡10 segundos! —me interrumpió Wesley.
—¡Scarlett! —bufó ella, pisando el suelo— Después lo hablamos, no es momento.
Me hizo una mueca, torciendo extrañamente su boca, y desapareció pronto de mi rango de visión. Pesadamente moví mi trasero dentro de esa cabina, sobre esa silla, y me puse esos auriculares. Wes hacía el countdown con sus dedos ahora: 5, 4, 3, 2, 1. El cartel que decía On Air se volvió rojo y todas las preocupaciones sobre la rubia porrista y mi idiota mejor amigo se esfumaron tan pronto como el sonriente rostro de Heather nos devolvió la mirada del otro lado del cristal, con ambos pulgares en alto.
—¡Hola, mi queridísima gente de Ridgewell! —comenzó Patrick— En The Lunch Break Club queremos oírlos, por eso hemos abierto la sección de comentarios ilimitadamente por la próxima hora para todo aquel que desee hacernos preguntas.
—Desde luego, podrán hacerse anónimas si así se desea —explicó Fred, tomando la tablet blanca entre sus manos—, pero estaremos enviando saludos o cualquier cosa que se les ocurra.
—¡Háganlo llover! —canturreó Summer, aplaudiendo repetidamente.
Le hice una seña para llamar su atención y le murmuré "después seguiremos hablando", lo que sorprendentemente entendió, así que me asintió con la cabeza en aprobación.
—Aquí tenemos el primer comentario —dijo Fred, leyendo entre los comentarios—. Madison de segundo quiere que le deseemos un feliz cumpleaños a su amiga Stephanie que esta cumpliendo 15 años el día de hoy. ¡Feliz cumpleaños, Stephanie!
—Feliz cumpleaños, Madison. —dijo Johnny, haciendo que Patrick le pegara levemente en la cabeza.
—Hermano, se que eres rubio y todo, pero no abuses.
Mientras ellos se pegaban como chimpancés agresivos, aproveché para sacarle el aparato de Fred de las manos.
—Aquí hay una pregunta para Patrick —comenté, y Pat dejó de golpear el brazo del rubio para mirarme con renovado interés—. Kevin pregunta si es cierto que una vez le pegaste tan fuerte a un muchacho que se tragó su propia lengua.
Hice una mueca de asco y él simplemente comenzó a reír, negando con la cabeza.
—Por supuesto —inquirió—. Después de eso el chico no tuvo otra opción más que volverse mimo. —Comentó con pesar, haciendo que volaran varios golpes en su dirección.
—¡Aquí hay otra! —y el aparato voló de mi mano a la de Summer— Chelsea le pregunta a Johnny si es cierto que vio a la profesora Malone besándose con el profesor Fitzpatrick el año pasado.
—Lo siento, Chels. Me han hecho firmar una política de privacidad que me impide afirmarte que los vi besarse y fue simplemente grotesco.
Heather golpeo el vidrio hacia Johnny en señal de reprimenda, pero el elevó los hombros y le musitó "no te entiendo", entre risas.
—¡Uh, uno para mi! —chilló ella, provocando que arrugue la nariz— Steve me pregunta por qué demonios jamás logra comprender mis pinturas... ¡Oye, niño! ¡Es arte, se supone que es abstracto! —bufó, cruzándose de brazos, ganándose de que Johnny le robe la tablet.
—No se supone que lo debas comprender. —aventuró Patrick en voz baja, pero fue completamente audible.
Simplemente voy a decir que ver a la rubia pegarle al bravucón del grupo era algo surreal.
—Para Alfred ahora —leyó el rubio—. Drake de tercero dice que eres el tipo más genial de Ridgewell. ¡Mira, Freddie! ¡Tus amigos del club de ciencias nos escuchan! —acotó soñadoramente— ¿Es que no me conoces, querido Drake? Soy por mucho el tipo más genial, mínimo, del mundo.
—Oh, si, y el más humilde también.
—Jennifer le pregunta a Scarlett cual va a ser la obra escolar de este año.
—Tal como dije la primera transmisión el viernes, aún no se define. Pero todo aquel que este pensando en anotarse, bienvenido sea, les prometo que será absolutamente increíble.
Heather me sonrió del otro lado, asintiendo hacia mi dirección.
—Jennifer dice, también, que tienes la mejor voz del instituto y que eres la Rachel Berry de Ridgewell. —leyó ahora Summer, e instantáneamente se me formó una sonrisa soñadora en el rostro. Que no duró mucho.
—¿Por qué son igualmente enanas, molestas y judías?
Yo no soy judía pensé. Y menos, enana. Molesta, tal vez...
—¡Y ese es Patrick Wilson admitiendo que ve Glee, señoras y señores! —exclamó Freddie, y el susodicho se cruzó de brazos y dijo "yo así ya no juego". Muy maduro, Patrick. Muy maduro.
—Oh, esta es jugosa —y elevó las cejas sugestivamente—. Un anónimo pregunta si es cierto que Freddie esta de novio con una chica del club de Drama.
Entonces todas las miradas pasaron intermitentemente a mí y luego a él. Fred simplemente me miró con la cabeza gacha y una sonrisa, y pude observar el calor subir de golpe a mis mejillas.
—El nerd está tomado, chicas —contestó Summer—, y por nada más y nada menos que nuestra queridísima Scarlett, así que tengan cuidado.
—Nadie quiere meterse con esta fiera pelirroja —pinchó Patrick—. Sino, pregúntenle a Chanel Larrose...
—¡Oh, por favor! —bufé yo, ahora poniéndome colorada por la furia. Juro por todos los Dioses que al terminar esto iba a golpearlo, o hacerle comer pasto al menos.
—Pero no lloren, nenas —habló Johnny seductoramente, rompiendo la tensión—, que este sexy jugador de fútbol americano rubio esta disponible.
—¡Payaso!
—¡Idiota!
—Rubio teñido —exclamó Heather, entrando a la cabina para decir eso y volver detrás del vidrio. La mujer sabía como pincharlo, y que ponga en duda su rubio natural era algo que lo sacaba de quicio. Era tan metrosexual.
La página estaba abarrotada por mensajes, tanto anónimos como con nombre y apellido, y nos dedicamos a contestar los más jugosos o lo más graciosos.
—Lizzie acaba de romper con su novio y quiere que las chicas les den consejos sobre que hacer. —leyó Freddie, mirándome directamente a mi, poniéndome nerviosa.
—¡Escucha a Taylor Swift, chica! ¡Y come mucho helado de chocolate! —rió Summer a mi lado, provocándome una sonrisa— Eso ni siquiera se discute.
—Anónimo nos pregunta a todos que, si tuviésemos que elegir una sola serie para ver por el resto de nuestras vidas, cuál sería.
—Friends —repetimos todos en unísono.
De pronto, Johnny elevó las manos al aire, llamando nuestra atención.
—Esta es la madre de las preguntas —dijo solemnemente— ¿Quién es el chico más candente de Ridgewell?
—Nick Rogers. —se me escapó involuntariamente, y todos me miraron sorprendidos.
—Ryan Dupont. —murmuró Summer, a la par mía.
—Rogers, sin duda —contestó soñadoramente Patrick.
—El profesor Fitzpatrick —dijo Freddie entre sonrisas.
—¿Es enserio? ¡Johnny Becker, señores! —exclamó él mismo. Justo cuando uno creería que había superado su complejo narcisista, él venía y hacia esos comentarios de "soy—lo—más—hermoso—que—alguna—vez—existió—en—la—tierra" y logra que empecemos a dudar de su salud mental. Tanto amor propio no es sano, lo digo enserio.
La mayoría de esas preguntas confirmaban lo que yo creía: toda la escuela conocía nuestros nombres, pero no nuestras historias, por eso nos inventaban unas a su antojo. Había tantos rumores como puedan imaginar, algunos dignos de una telenovela.
—¿Es verdad que Summer tuvo un amorío con Johnny Becker? —y ambos sacaron la lengua en señal de asco.
—¿Es cierto que Patrick es homosexual?
—¿Heather Richards es en realidad la madre de Scarlett?
—¿Freddie es en realidad un policía infiltrado del FBI con la misión de proteger a una hija no reconocida del presidente Obama?
Llevábamos aproximadamente media hora en este juego de preguntas y respuestas y cada vez había más y más, lo que nos hizo considerar volver a repetirlo. Era como si ellos nos entrevistaran a nosotros, lo que era bastante genial.
—Ridgewell, es hora de que terminemos el programa por hoy, pero no sin antes leer una pregunta más, la que más ha llamado mi atención —dijo Patrick, llamando así la atención de todos—. De Heather Richards para Johnny, quiere saber cuánto hace que te tiñes el cabello para que la tintura, y cito, "haya penetrado y matado tus neuronas con tal eficacia".
Wesley Allen y Heather se descostillaban de la risa del otro lado del vidrio, y el resto de nosotros nos conteníamos para que el rubio no vaya a perder los estribos y dejarnos antes de terminar el programa por hacer una escena. Lo ha hecho antes y no es lindo, los simples mortales no se atreven a meterse con el cabello de Johnny por que era demasiado perfecto, demasiado inmaculado para él, pero Heather no era un simple mortal, era una profesora de artes dramáticas, y le había iniciado una batalla al rubio que era por demás hilarante.
—Como en este programa no hemos hablado sobre un tema en específico en el que podamos desembocar con la canción del día, simplemente hemos elegido una canción que resume un poco, para nosotros, lo que fue el baile de bienvenida —explicó Freddie a la audiencia, y yo noté que no había participado en la elección de ninguna canción.
—Todos aquellos que estuvieron presentes el sábado por la noche, o al menos lo que no estaban al borde del coma alcohólico, recordaran a una de nuestras conductoras cantando esta canción —sonrió Johnny, mirándome directamente a mi. Uh oh—. Pónganse de pie, sin importar lo que estén haciendo, y bailen al ritmo de Sorry Not Sorry de Demi Lovato.
—Esto es por ti, Scarlett —Chilló Summer levantando su vaso en mi dirección.
Now I'm out here looking like revenge, feelin' like a ten, the best I've ever been. And yeah, I know, how bad it must hurt to see me like this but it gets worse...
Absolutamente todos estaban de pie bailando, a excepción de Summer que además la cantaba a todo pulmón. Se acercó a mi, gritando el coro, y me tomó de las manos haciendo que baile, que gire, como si fuese su pequeña muñeca de trapo. Se acercó esa parte específica y ella me estaba suplicando, rogando que lo diga.
¿Y ya les dije que no se puede negar a la cara de cachorrito que pone cuando quiere algo? Por que la maldita rubia lo había logrado de nuevo.
—Better walk, better walk that walk, baby. If you talk, if you talk that talk, baby. Better walk, better walk that walk, baby. ¡Ohhh, yeah!
Y ahora los cuatro payasos me estaban literalmente alabando, haciendo reverencias a mi desde el suelo en rodillas. Afortunadamente la canción dejó de sonar, y Wesley nos hizo una seña con la mano. El pequeño cartel que decia On Air volvió a encenderse, y esta vez le tocaba a Summer.
—Ustedes nos ven como quieren vernos —comenzó la rubia, formando así la cadena en la que nos tomábamos todos por las manos en un círculo—. En términos sencillos, con una conveniente definición, hemos descubierto que cada uno de nosotros es...
—Un cerebro, Fred Robinson.
—Un atleta, Johnny Becher.
—Un caso clínico, Summer Hamilton.
—Una princesa, Scarlett Evergreen.
—Y un criminal, Patrick Wilson.
—¿Eso responde a su pregunta? —finalizó Johnny, todos nos soltamos nuestras manos—. Sinceramente suyos, el club de los cinco.
Don't you (Forget About Me) sonó de fondo, tal como al final de cada encuentro, y todos elevamos nuestros puños al aire, completando así nuestra especie de ritual.
—Ahora si necesito hablar contigo —dije apretando a Summer del brazo en el momento en el que el resto se acercaba a la salida—. Pero no aquí adentro, es un peligro.
—Scarlett, me asustas. ¿Estás embarazada? —aventuró tapándose la boca con las manos.
—Si, Summer, del espíritu santo. Soy la virgen María del siglo XXI.
—Buen punto —e hizo una mueca—. ¿Entonces de que se trata?
La arrastré al baño de mujeres que estaba relativamente cerca, estaba harta de tener esto guardado y tenía que... escupir la sopa. No literalmente, claro. No me gustaba la sopa.
—Sé quien es la chica con la que se acostó Johnny.
—Eso esta bien, supongo...
—Summer, no entiendes, esto es enorme.
—¡Entonces dime de una maldita vez! —chilló, haciendo que ruede los ojos.
—Lo vi salir del baile con una chica disfrazada de gitana, y el me lo ha confirmado —tragué saliva—. Dice que estaba asquerosamente ebrio y que sobrio jamás haría algo como es...
—¡Scarlett! —gruñó la rubia.
Cerré los ojos y aspiré profundo. No era tan fácil como creía.
—Es como si Robin se hubiese acostado con el Guasón y Batman los descubriera, ¿incomodo, verdad?
—¿Johnny es Robin? ¿Tuvo sexo con un tipo? —preguntó anonadada, y yo negué enérgicamente con la cabeza. Estaba enredando más las cosas.
—Mucho peor —suspiré—. Se acostó con Chanel Larrose.
N/A: Hola, queridos lectores. Como siempre, espero que disfruten de la novela.
Capítulo dedicado a michy_1220az que siempre está ahí, apoyando y comentando. Gracias ♥
Sin mucho más que decir. Sinceramente suya, Lu.