Su mirada no tenía un punto fijo en el horizonte, no es como que fuera que estuviera pendiente de las nubes en el cielo, ni las grandes formas de hierro que se imponían, edificios y rascacielos que hacían de la ciudad un bosque de metal, y el, él era el responsable de muchos de ellos.
Recordaba que de allí había surgido su apodo, su familia había organizado un imperio de armamento, haciendo de la guerra un negocio que expandió su nombre como el listado de personas que caían por sus creaciones, hasta que fue una de ellas que le hizo casi perder la vida, cuando su corazón se astillo y permaneció al límite de la muerte. Su vida había dado un gran cambio, tenía una oportunidad en sus manos que la modifico como el hierro caliente y la moldeo a su nueva visión: ser un nuevo Stark, el recordado hombre de hierro que haría de su vida, una gran historia.
Se enfocó en que sus industrias pasaran de la guerra a la medicina, la ciencia seria su nueva arma nuclear: instauro institutos, se apodero de un nuevo punto para la ciencia y en ese transcurso había conocido a personas increíbles que hasta el día de hoy podía llamar sin problema como sus amigos, también se había unico a un grupo selecto de hombres y mujeres que protegían a la nación con sus habilidades, personas que se habían hecho de un nombre fantástico para poder dar su vida por la nación si fuera necesario.... Y lo conoció a él.
-Maldición...-Reclino el asiento y se recostó ahora enfocando su mirada en el techo del auto, su antebrazo cubrió parcialmente su vista mientras su mente le armaba la ruta de una vida que paso por su punto más alto en la felicidad para generar una posterior caída libre al caos.
Se llamaba Steve Rogers, había sido un ex soldado que ahora, tras mucho entrenamiento y el voluntariado de ser prueba del gobierno, podía defender al país de grandes ataques y del caos. Recordaba que era un patriota amante del orden y las reglas, cosas que Tony Stark le encantaban romper. Se dieron en conflicto desde el principio, pero tras el paso del tiempo comprendió que no había más que tensión sexual... tensión sentimental... un amor tenso pero que decidieron darle la oportunidad.
El matrimonio había sido en secreto por petición de Steve, publico por error de Tony pero matrimonio al fin y al cabo.
La adopción de Peter había ocurrido 10 meses después.
-Miel sobre hojuelas he...-suspiro... aun su mente podía recordar la última mirada del soldado americano. Podía recordar como lo había golpeado cuando en desesperación, Tony había querido lanzarse a golpear al agente Barner, principal culpable de los primeros Stark, los padres del hombre de hierro. Tony pudo ver con asombro como su marido, el hombre que amaba, el que le había prometido estar a su lado en la salud y en la enfermedad, lo miraba con rabia alzando los puños que habían acabado con delincuentes y que se ponían al frente como si él fuera una amenaza....-Steve...-apretó los puños, se sintió más pequeño en ese lujoso auto, se sintió inferior a todo lo que podía rosar el piso, sintió que nuevamente ser de hierro le estaba apretando tanto el corazón que el metal frio lo besaba...-Ste...
-¿Tony?-Rápidamente abrió los ojos y se sentó, con los ojos rojos pero aun con las lágrimas contenidas, pudo ver por el vidrio a aquel que apareció en su vida hacia años, y que en los últimos meses, se había vuelto una persona demasiado necesaria para él.
-Stephen...-sonrio y reclino el asiento, se limpió con la manga de la chaqueta el rostro y bajo el vidrio – hombre por dios que susto... eres neurocirujano no cardiólogo – bromeo para sacar el seguro y bajar de su vehículo, fue sorprendente como siempre ver al otro con sus guantes que personalmente no le gustaba que cubriera, mas no tenía ánimos de comenzar con esa discusión – me despertaste... dios si no llegas, paso la tarde en mi auto durmiendo...-Sonrio y observo al otro quien tenía el ceño levemente fruncido... si... era su mentira más clásica y aquel hombre la había escuchado no solamente 1, sino varias veces en el último tiempo - ¿llegaste hace mucho?, ¿Los demás ya están acá? – Stephen asintió, lo que le hizo sonreír al ver que el otro no estaba en plan de cuestionamiento – genial, entonces vayamos avanzando de una vez, ¿no crees?
Sonrio esperando una respuesta de su buen amigo, más Stephen solo lo observaba con determinación y su silencio propio de una masa de pensamientos bombardeando las paredes de su cerebro. Tony sabía que mentirle al otro era un caso perdido pero el hombre de Hierro era terquedad pura. Mantuvo la sonrisa aunque no sabía por cuanto Stephen estaría en plan de pensador - ¿Stephen?
Pero la respuesta vino de una forma difícil.
Los brazos de Stephen lo rodearon, sus ojos marrones se abrieron con fuerza al sentir como el neurocirujano lo estrechaba y como parecía que la caricia tanto en su cabello como en su cintura en forma de abrazo buscaba decir con claridad, que sabía que no era por una etapa de sueño la que había estado pasando.
Se sintió flaquear, se sintió que se volvía pequeño nuevamente, pero que por cada segundo que caía, que su hierro se quebraba, unos brazos lo sostenían impidiendo que el piso fuera su último Lugar. Se sintió después de mucho tiempo como si pudiera al fin no importarle la fuerza del mundo. La caricia en su cabello era aniquiladora, la forma en como lo sostenían de la cintura era aún peor, le recordaba la sensación de sentirse querido, de sentirse protegido, de sentir que alguien estaría allí cuando te fueras a hacer mil pedazos para comprimir todo, y asegurarse que no te quebraras. La sensación de sentir que alguien estaría allí para, sin palabras y con actos, impidiera que el mundo te tragara. Le pesaron tantos los brazos para responder, como la lengua para preguntar, como los ojos para llorar solo sabía que la caricia en sus hebras castañas eran suaves. Podía sentir el cuero de esos guantes en su cabello, incluso noto que el leve temblor en los dedos de Stephen paulatinamente se iba esfumando, comprendiendo con ello que el medico se relajaba también al notar que no habría rechazo.
-Sabes que a mí no me puedes mentir, Tony...-el mencionado alzo sus brazos y rodeo la espalda del más alto.
Definitivamente a Stephen, últimamente no le podía mentir.
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-ya hemos tenido esta conversación varias veces y creo que siempre llegamos al mismo punto.-La mirada de la castaña sobre el parecía una mescla de confusión y molestia – No debemos tomar otras acciones, aun no es prudente.
-Sabes Cap, normalmente no diría esto, pero si ya mandamos a la mierda a todo un gobierno, mandarte a la mierda a ti no sería muy difícil – Las palabras de Clint parecieron captar la atención del hombre de América y de su amiga, ahora rubia, que lo miraba – Nuestras fuentes dicen que los acuerdos son un lio, tenemos familias allá, asuntos importantes y la verdad si no quieres decirnos que más hay detrás de eso de los acuerdos, entonces no tienes con que detenernos.
-Si vamos hasta América, nos arrestaran y deberás dar tus datos, Clint – la agente Romanoff permanecía plena y tranquila, conocía al chico arquero como muy pocas personas en este mundo lo hacían, incluso amenazaba con conocerlo más de lo que la esposa de este podía decir – Si llegas, entregaras tu información y el gobierno sabrá todo sobre ti y pondrás a tu familia en un papel... y tú y yo sabemos que para ese país, no existe información confidencial, y sé qué para ti la seguridad de Laura es lo primero.
Fue cosa de segundos para que el arquero extendiera una flecha apuntando con arco en mano a la que nunca amenazaría con una – No me hagas creer que me amenazas, Natalia
-Calma Calma...-Sam, quien hasta el minuto había permanecido en silencio en la presente situación, camino hasta quedar en medio de ambos agentes – somos un equipo, y los compañeros no pelean entre sí.
-Ayudaste a partirle la espalda a Rhodes, tu compañero... por si se te olvido yo te puedo refrescar la memoria, Sam...
-¡Ya basta!-el hombre de América se puso de pie, observo a todos los presentes – Aun no, aun no regresaremos hasta que no tenga la seguridad de que nadie lastimara a James ni a ninguno de los miembros de este equipo – Las miradas se posicionaron sobre el hombre con la estrella en su pecho – Cuando tengamos esa seguridad, volveremos... ¿Entendido Clint? – El mencionado no bajo su flecha, siempre apuntando a la agente Romanoff – Clint....-
-Espero que para cuando eso pase, no sea demasiado tarde Capitán...-el arquero bajo el arma despacio, sin ver a su mayor, solo observando a la que consideraba su amiga – Y que nos hayas contado la verdad de James...-esta vez su mirada fue directa a Steve – porque soy rubio, pero no idiota y acá hay gato encerrado. –dio por terminada la conversación, caminando para salir de aquella habitación no importando quien le siguiera.
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Había visto desde la ventana de su habitación, como era que su padre era abrazado por ese extraño que cada día parecía caerle peor. ¿Qué podía hacer?, ¿Pararse frente a su padre y pedirle que recapacitara, que se contactara con Steve y podía ser todo como antes?
-Si como no...-Suspiro y se encamino hasta su computadora, reviso la bandeja de entrada esperando que su padre le hubiera contestado alguno de los mails que le había enviado tras los hechos de los acuerdos civiles, mails que envió pidiéndole que regresara, que entendía que su padre Tony estaba en un error y le perdonara...
Ningún mail tenía respuesta.
Su celular vibro ante un contacto:
"¿Parker estas bien?"
"Si, castigado pero bien, ¿a ti te dijeron algo?"
"Nada, ¿Cómo que castigado? Dime a quien mierda le tengo que patear las bolas"
"a nadie, estos días no iré a la escuela aunque mi padre no lo sabe. El director me puso un castigo de suspensión pero mi tía Virginia me cubrirá, no le dirá a mi papa"
"...oye Baby Boy... lamento el problema en que te metí"
"No me metiste en ningún problema Wade,
fue injusto y lo haría las veces que fuera necesario"
"Bueno, al menos tu amigo ese que vino no te hecho al agua, ya me cayó bien"
"Strange no es mi amigo, es un error más en la vida de mi padre"
"¿He?, ¿Por qué?"
"¿Nos podemos juntar mañana? Quisiera hablar contigo y contarte bien... necesito sacar a Strange de la vida de mi papa"
Peter envió ese último mensaje, sintiendo un nudo en la garganta. Los minutos pasaban y estaba seguro que era la mejor idea para arreglar todo el desastre que tenía en su vida, más pronto la respuesta llego a sus ojos.
"No Baby Boy... El papel de hijo malo a ti no te queda "
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Bueno, gracias por las estrellas, las lecturas, por quienes se tomaron el tiempo de leer y por quienes dieron con esto por casualidad.
Agradezco de verdad su presencia y a pesar de que aun muevo poco a Strange, ira tomando fuerza con el avance...
asi que teman almas en desgracia, temas malditas almas corrompidas D:<
:) en fin, miles de gracias... infinitas guantetes gracias.