—Vamos Darrelle ¿qué ocurre? ¿Por qué no me atacas? —Pregunto la joven rubia en tono burlón y altanero.
Tras transcurrir más de 50 años en plena batalla, Darrelle se hallaba agotado y herido, no movía ni un musculo o la más mínima escama, deteriorado y con la respiración entrecortada y agitaba miraba de reojo a la joven rubia, la mirada vacía y apagada con la vista en cada rincón de la piel blanca de la rubia, el pánico y el miedo lo habían dominado sin embargo no a gran escala, solo para tener en cuenta que deseaba terminar con la tortura subyugada que la joven bruja tenía sobre él, era lo que deseaba, los deseos por aquel elixir se habían disipado con los sentimientos de frustración que paso a una compleja castración psicológica, como si el objeto que ideo como suyo nunca lo fuera, la madurez en aquel modo de pensar de daba las armas para solo divertirse con la batalla y dejar de lado el líquido intangible.
—Estoy agotado niña, ya no me queda magia y no puedo continuar con esta batalla en este estado—Contesto él.
Frunció el ceño no muy segura de sus palabras— ¿Lo dices en serio?
El dragón no respondió limitándose a gruñir y desvió la mirada con algunos rasgos de vergüenza reflejadas en sus facciones, inferior a la pequeña figura de la rubia, quien además de mirarla sonreír con autenticidad y diversión, le fascino que no fuera él quien sonriera de esa manera ahora mismo, creyó que todo era predecible en la batalla, confiando demasiado en sus poderes oscuros, que a su vez su sueño anterior y derrotado, jamás obtuvo aquel elixir disminuyendo su sed codiciosa a la nada. Ahora esa fantasía se había apartado de sus pensamientos remplazándola por algo más notable como su conversación y mirar a la joven detenidamente, como un libro abierto a las ideas innovadoras que traería a la creación del nuevo universo.
—Niña ese elixir que tienes en manos ¿Te será de utilidad para algo en concreto?
—Sí, pero no te lo diré, jamás he confiado en ti y esta ocasión tampoco lo haré—Se puso a la defensiva mirando al dragón con desconfianza y duda.
Comprendiendo la situación, Darrelle miro al vacío en estado cabizbajo y aturdido, antes de terminar con todo deseaba saber más, tener conocimiento y un profundo concepto de sus deseos, se lo debía después de muchos años perdidos en batalla, lo sabía, sobre esta pelea que para nada fue agradable en la joven bruja desde un principio, la hacía perder su tiempo a propósito al fin de tener una observación más detallada de ella, a pesar de obtener aquel elixir que al principio codicio, se convenció de cumplir con el trato que acordaron, pero antes de llevarlo a cabo quería seguir luchando, no fue fácil pero el tiempo en meditarlo acrecentó la idea de cumplir con sus exigencias, solo deseaba pelear y conversar, como si una extraña atracción no destructiva se hubiera desarrollado en él.
—Tranquilízate, no tengo intenciones de hacer una mala jugada, estoy debilitado y a tu merced en este momento—Contesto Darrelle con calma.
— ¿Por qué deseas saberlo?, no lo obtendrás de todas formas—Se encogió de hombros con una sutil indiferencia.
—Así es, quizás tengas razón y no obtenga esa cosa en mis manos, oh tal vez sí, pero será inútil tenerlo y no usarlo para destruir, esa cosa gano mente propia y ahora que lo asimile con más detenimiento — Sus ojos se enfocaron en aquel liquido — Eso busca un equilibrio entre la oscuridad y la luz.
— ¿Cómo puedes estar seguro? —Pregunto en tono inquisitiva.
—Porque nuestra sangre se fusiono, tú eres luz y yo oscuridad, si provienes del futuro puedes estar segura como concluirá esta batalla.
—Puede ser—Trago saliva.
Diana sabía cómo concluirá esta pelea, Darrelle obtendría el elixir y ella volvería al futuro con la intención de ir tras Merlín, confundida desconocía por qué aquel dragón no se lo había arrebatado tan fácilmente, ¿era acaso que no se confiaba demasiado? o quizás fuera una razón oculta.
—Te veo llena de dudas, ¿Qué pasa Winkell? ¿Por qué dudas? —Pregunto con una sonrisa malévola extendida en su cara.
—No es nada—Contesto en un intento de recuperar la compostura.
—Por unos instantes observe dudas en ti, dime ¿Qué pasara conmigo?
—Morirás—Contesto la rubia con la frialdad en su mirada.
— ¿En tus manos? —Pregunto directamente mirándola a los ojos, deseaba cerciorarse que fuera honesta.
—Sí—Mintió muy en sus adentros, aunque por fuera se mantuviera firme y calmada.
—Ya veo—Sonrió por unos instantes y luego cambiando sus gestos a una seriedad severa—Si muero en las manos de otro que no seas tú, me sentiré decepcionado y me enojare demasiado.
Las reacciones faciales en Diana no tardaron en cambiar, la respuesta del dragón la dejo desprevenida, un error como ese cambio con brusquedad sus gestos entre lo desconcertante y lo sorpresivo dejo en evidencia la clara mentira, al percatarse Darrelle gruño ferozmente con alaridos de rencor en todo el vacío, ecos en su voz se extendían en el universo, un sentimiento semejante a la impotencia se apodero de él.
— ¿Quién me matara? —Pregunto furioso y lleno de odio.
—Yo lo haré—Frunció el ceño y tensé la mandíbula.
— ¡Mientes! —Grito histérico y escupió fuego negro de su boca en dirección a la joven bruja.
—Protecto ahoris—Recito Diana rápidamente para extender un campo de fuerza lo suficientemente poderoso para protegerse de las llamas oscuras.
Aprovechando esa distracción Darrelle expulso las pocas fuerzas que le quedaban y fue tras la joven bruja, a una velocidad llego a espaldas de ella, Diana desprevenida bajo la guardia sin previo aviso y fue envuelta entre los dedos enormes de la creatura, las llamas negras se disiparon con la carne de Darrelle protegiendo a la joven bruja de posibles quemaduras.
— ¡Suéltame! —Grito la rubia mientras ejercía un esfuerzo para deshacerse del agarre que tenía Darrelle sobre ella.
— Te lo volveré a preguntar ¿Quién me matara? —Pregunto Darrelle muy enojado.
—Yo lo haré ¿Acaso tengo que repetírtelo? —Tenso la mandíbula mientras ejercía presión en sus dientes.
La fuerza demandante aprisionaba a la joven bruja con el dolor intenso de sus huesos, como si de un constrictor se tratara con la presión de los dedos puestos de la enorme bestia. Nunca se imaginó que Darrelle reaccionase de esa manera en su estado debilitado, el coraje, odio y resentimiento dominaron su esencia explayando la fuerza escondida, la rubia ya sabía cómo terminaría esto, por confiarse a las debilidades del ente oscuro no pudo más que llenar sus frustraciones con los quejidos de dolor.
—Niña estúpida—Darrelle sonrió recuperando su confianza—Si me hubieras matado en el mismo instante que me debilite todo sería más fácil para ti.
—Quizás tengas razón, pero aun no te confíes, tengo este elixir conmigo y no dudare en usarlo si no me sueltas—Contesto en tono amenazador girando la cabeza en dirección a la creatura.
—Hay algo de lo que no te has percatado, míralo por ti misma—Dijo irónico y tono burlesco.
El líquido intangible que se hallaba en las manos de Diana comenzó a proyectar una luz propia, ella quien no lo podía creer se estaba debilitando tanto en su fuerza mágica como en lo físico, los años luchando contra el dragón mientras poseía el elixir no la agotaban demasiado, sin embargo ahora las consecuencias llegaron a su cuerpo cuando la luz de elixir se desvanecía y poco a poco el líquido se alejaba de ella.
— ¡No! —Grito Diana mientras extendía una mano con esfuerzo, en un intento de alcanzar aquel elixir que se alejaba de ella.
— ¡SÍ! —Sonrió con aire egocéntrico y triunfante—Lamentaras no haberme destruido cuando antes pudiste hacerlo.
La presión en sus manos se hizo más fuerte causando los gritos agónicos en la rubia, ella quien no lo podía creer solo intentaba deshacerse del agarre, a consecuencia de los intentos inútiles, sangre salió expulsada de su boca, volviendo apretar la mandíbula miraba con ferocidad los ojos amarillos del dragón, pero en ellos no hallo encontró alfo diferente de la perversidad o burla, sin esperarlo siguió observándolo fijamente, notando el enojo, decepción y vacío en sus pupilas oscuras. La sonrisa de Darrelle se desvaneció por completo remplazándola por una mostrando los finos y afilados colmillos, con disgusto cruzo la mirada con la de la joven rubia. El silencio se apodero del lugar y como no había restos de sufrimiento en el rostro de su adversaria, siguió ejerciendo fuerza, de nuevo los gritos agónicos fueron música para sus oídos, pero ¿Se supone que esto es divertido? Se preguntó pensativo muy a sus adentros, el sentimiento no era el mismo que alguna vez experimento antes, el sufrimiento y el dolor en su mueca dejaron de causarle gracia, ¿Por qué experimentaba esto ahora?, ¿Qué era lo que la frenaba de matarla?, aburrido de la situación dejo de ejercer presión en el pequeño cuerpo de la joven.
El dragón gruño—Esto se está volviendo aburrido.
Los huesos en las costillas de Diana se habían roto con la presión sin pasar a lo grave, debilitada y sin posibilidades miro al dragón confundida, agotada y con las respiración agitada, temía que se cerraba los ojos morirá en ese instante, intentando sopesarlo y con su exhausto cuerpo aguanto sus pesadas pupilas.
— ¿Por qué te detuviste? —Apenas pudo preguntar la joven bruja, su boca incluso estaba rodeada de músculos en su mandíbula, hizo un enorme esfuerzo para intentar articular palabras—Di-me.
—No lo sé—Gruño frustrado—Ahora mismo te odio y por este sentimiento no puedo eliminarte.
Diana auriculo una leve risita— ¿Acaso te has vuelto loco? —Tosió sangre y apretó sus parpados, el dolor en sus huesos rotos era insoportable— ¿Te estas escuchando? —Volvió abrirlos incrédula de sus palabra.
—Es extraño, para ser alguien que está debilitada y agonizante no veo el miedo en tus ojos—Ignoro los comentarios sarcásticos.
Claro que este pequeño desliz no la apago, el miedo no era un sentimiento que la ayudara en esta situación, su dignidad se perdería si dejaba que una vez más aquel habitante de la oscuro notara su desesperación, siendo el ratón atrapada en la jaula tenía más la determinación en énfasis con sus emociones, saldría ilesa sin conocer bajo qué circunstancias, Akko era quien tenía que acabar con él, ese fue el destino marcado en su camino.
— ¿No me digas que ahora me has tomado afecto? —Interrogo sarcástica en muestra de una mueca divertida.
La pregunta desorbito las pupilas del dragón tomándolo totalmente desprevenido, tan elocuente y precisa fue su interrogativo que previno cualquier seguimiento con la destrucción, Darrelle reflexiono con preguntas hechas en sus pensamientos, ¿Por qué no se enfadó? ¿Por qué sigue escuchando sus burlas? ¿Acaso era cierto que le tomo algo de empatía?
En silencio la joven bruja observo al dragón ensimismado en sus pensamientos, ¿Será que su pregunta lo dejo pensando? ¿Qué tal si era real lo que Darrelle pensaba?, en una lucha interna con su aparato psíquico e igualmente en sus discusiones internas se negaba a la posibilidad, todo tenía un pero, atrapada en la negación, se realizó las preguntas que deseaba no admitir ¿Será cierto que alguien como él pueda tener empatía o sentimientos positivos? ¿Sera que me deja con vida por ese pensamiento?
—Niña—Interrumpió el dragón lleno de ferocidad—No tengo idea de que ideas te formules en tu mente diminuta, pero esto no cambia con el deseo de eliminarte—Rugió y alargo su hocico escupiendo las flamas en sus dedos donde aún tenía cautiva a la joven bruja.
Presintiendo que llegaría su hora Diana cerro los ojos, las llamas oscuras comenzaron a envolverla en todo su cuerpo, pero el efecto de ellas no la destruía, ni si quiera rostizaban su piel, los efectos fueron adversos, desprovisto de lo que ocurriría y sin predecirlo por ella misma abrió los ojos, las flamantes llamas oscuras se volvían cálidas rodeando su cuerpo, las heridas dejadas en batalla en sus extremidades y cara sanaron, las costillas se restauraron causando una mueca de dolor en Diana por el método de cura tan poco ortodoxo y por último el desvanecimiento de estas.
— ¿Qué significa esto? —Pregunto Diana cautelosa que a su vez tenía dudas.
—Te dejare con vida, quiero tener otra batalla contigo y presiento que será muy pronto, mientras sigas debilitada no tiene caso que continúe con esto—Sostuvo el elixir con su pata que tenía libre.
— ¡No! —Grito Diana rechinando los dientes.
—Me quedare con esto mientras espero tu regreso, quiero que te recuperes y vuelvas a luchar conmigo con toda tu fuerza mágica—Extendió una sonrisa malévola.
— ¡¿Por qué?! —Intento liberarse fulminando con dolor y enojo al dragón— ¡¿Por qué haces esto?!
—Porque sé que necesitas esto, ya no deseo utilizar esta cosa para destruir, pero yo sé que tú lo necesitas y eso hará que luches conmigo cuando nos volvamos a ver las caras—Se burló.
El elixir líquido y gris fue perdiendo su brillo cálido y luminoso cambiándose a uno oscuro y en esencia negativo, este por voluntad propia se introdujo en el cuerpo del enorme dragón albergándose en su corazón.
— ¡¿Qué!? ¡¿Por qué el elixir se está funcionando contigo!? —Cuestiono la joven bruja desconcertada.
La apariencia de Darrelle fue disminuyendo de tamaño y al mismo tiempo volviéndose más poderoso, incrédula a los eventos Diana observo con desconcierto el cambio, una vez que el tamaño de la creatura oscura disminuyo este fijo sus ojos de una forma perversa en su prisionera.
—Obtenerlo pero jamás utilizarlo, eso fue exactamente lo que aproximo esa cosa en alojarse en mi corazón, me siento extasiado de la siguiente pelea, no importa cuántos años espere, quiero que te prepares porque es algo que también este elixir desea, sé que si muero en tus manos mi deseo se habrá cumplido y si tu llegas a cumplirlo te otorgare un nuevo poder, uno que jamás imaginaste tener, la magia de la necromancia.
—Yo no deseo tus poderes oscuros—Contesto la joven bruja molesta.
—Tal vez tu no pero si este elixir, puedo escucharlo tan claramente en mis pensamientos, me susurra y me dice que me dará lo que anhelo con tal que te deje con vida.
Diana gruño—Habrá una batalla entre nosotros, de eso puedes estar seguro.
—Ansió a que llegue ese día joven Winkell—Sonrió satisfecho—Como este elixir nos está probando no me permite destruir nada de lo que se creó aquí, es tan problemático—Gruño disgustado—Sin embargo cumpliré con mi promesa y traeré la vida de los pequeños organismos.
— ¿En serio? —Parpadeo dos veces incrédula a sus palabras.
— ¡Te dije que yo soy de cumplir mis promesas niña estúpida! —Gruño molesto.
— ¿Por qué lo haces? ¿Qué tal si tu muerte no es la que esperas?
—Sé que no me mataras con tus propias manos pero si lo hará tu esencia, ese alguien es otra niña igualmente de poderosa que tú.
Diana desconcertada abrió más los ojos al percatarse que Darrelle sabía de Akko— ¿Quién te lo ha dicho?
—El mismo elixir, puedo entender a la perfección sus pensamientos, no me revelo gran cosa así que despreocúpate, solo dijo que moriré por dos entidades, una eres tú y la otra es desconocida.
La joven bruja tensé la mandíbula—Ese elixir no está de parte de ningún lado.
—Es cierto—Se burló—Pero ahora la luz lo codicia, mientras la oscuridad alejo todo deseo de usarlo.
Como balde de agua fría eso cayo en la conciencia de Diana, sin responder nada a la creatura evito mirarlo a los ojos.
—Regresa a tu época—La soltó—Quiero volver a verte más poderosa como nunca jamás he visto, una vez que traigas a esa joven, no dudare en pelear contra ustedes y eliminarlas entre mis garras.
—Dices eso cuando ya sabes que puedes morir—Lo fulmino.
—Es cierto pero en esto se pueden crear paradojas, así que ten cuidado Winkell—Se burló.
Diana quien perdió la paciencia suspiro y recito el mismo hechizo que abrió un portal del tiempo, se sorprendió que este se abriera sin la interferencia del Dragón oscuro.
—Márchate y regresa de dónde has venido, cuando nos volvamos a ver las caras tendremos una charla más amistosa Winkell—Dijo Darrelle nuevamente.
—Nos vemos—Contesto con frialdad y entro al portal.
Poco a poco el portal se cerró desvaneciendo la presencia de Diana, lo último que Darrelle observo de ella fueron sus ojos celestes, como si los mares de vida albergaran brillo en ellos. El siguiente pasó del dragón fue usar el poder de la necromancia donde olas llenas de oscuridad bañaron los planetas cercanos, partículas de luz se formaron llegando el origen de pequeños organismos que ni el mismo dragón con la visión microscópica distinguía.
—Con esto será suficiente joven Winkell, he cumplido mi promesa y mantenerla es lo que planeo hacer, hasta que nazcas y te vea de nuevo, no mueras—Extendió sus alas y viajo en el vacío del universo.
Continuara.