Nada nos va a separar.

By emarivington

208K 9.2K 2.4K

"Si para recobrar lo recobrado, tuve que perder primero lo perdido. Si para conseguir lo conseguido, tuve que... More

Capítulo I: Genesis
Capítulo II: Lost in your light
Capítulo III: Scared to be lonely
Capítulo IV: Last dance
Capítulo V: All my bones are begging me to beg for you
Capítulo VI: And I need some new love
Capítulo VII: Bad together
Capítulo VIII: Been through mountains and seas tryna get you to come back to me
Capítulo IX: people fall in love in mysterious ways
Capítulo X: never mind, I'll find someone like you
Capítulo XI: we together... I remember
Capítulo XII: promise i'll be the cure
Capítulo XIII: make you feel my love
Capítulo XIV: be the one
Capítulo XV: turning tables
Capítulo XVI: i'm not the only one
Capítulo XVII: it's too cold outside for angels to fly
Capítulo XVIII: half of my heart is in Havana
Capítulo XIX: million reasons
Capítulo XX: you can stay with me forever... or you can stay with me for now
Capítulo XXI: i'm gonna keep loving you down
Capítulo XXII: i've been crying with the wolves
Capítulo XXIII: i never came to the beach or stood by the ocean
Capítulo XXIV: i found a love for me
Capítulo XXV: she doesn't look me in the eyes anymore
Capítulo XXVI: rolling in the deep
Capítulo XXVII: something must have gone wrong in my brain
Capítulo XXVIII: i'm just looking for some real friends
Capítulo XXIX: say you'll remember me
Capítulo XXX: i'm just too good at goodbyes
Capítulo XXXI: i never needed you like i do right now
Capítulo XXXII: but honey i'll be seeing you ever i go
Capítulo XXXIII: all that you are is all that i'll ever need
Capítulo XXXIV: dancing on my own
Capítulo XXXV: say something, i'm giving up on you
Capítulo XXXVI: still falling for you
Capítulo XXXVII: hold on, we are going home
Capítulo XXXVIII: must be love on the brain
Capítulo XXXIX: who's gonna walk you through the dark side of the morning
Capítulo XL: just stop your crying it's a sign of the times
Capítulo XLI: and i'm a sucker for the way that you move, babe
Capítulo XLII: it's our paradise and it's our war zone
Capítulo XLIII: nothing's gonna hurt you baby
Capítulo XLIV: i'm so into you i can barely breathe
Capítulo XLV: you were wrong and now the best is yet to come
Capítulo XLVI: she can say in her voice, in her way that she loves me
Capítulo XLVIII: our love ain't water under the bridge
Capítulo IL: one last time
Capítulo Final: and in the end, the love you take is equal to the love you make

Capítulo XLVII: i am my mother's child, i'll love u til my breathing stops

3.4K 203 31
By emarivington

Martín miró a un lado y a otro de la galería, como buscando algo que lo salvara del derrotero de caminar entre las miradas curiosas y sentarse en la punta de la mesa para que todos pudieran verlo. Brenda tenía los ojos encendidos de bronca. Le había dicho explícitamente que no la fuera a buscar, que no quería verlo más. Que volver a encontrarse había sido un error. Pero el chico sabía que no podía dejar todo ahí y, envalentonado por la poco claridad de sus pensamientos, salió corriendo a buscar a Brenda para convencerla una vez más de que dejarlo no era una decisión inteligente. Obviamente, la situación que esperaba encontrarse era otra. Sin embargo, una vez más, estaba expuesto frente a toda la gente. Y esta vez era peor. No lo habían tratado como a un desconocido, sino que lo estaban invitando a comer en la misma mesa.

Flor acarició el respaldo de la silla para indicarle a Martín que se sentara allí.

-¿Qué te gusta comer?- le preguntó con un tono aterradoramente dulce.

Jazmín le hizo señas a los invitados que estaban sentados en el medio de la mesa para que pasaran la tabla con comida. La apoyó junto a su plato y mientras enumeraba los cortes de carne clavó la punta del cuchillo afilado en una pieza de asado.

-Hay vacío, tira de asado, costilla...- dijo, mientras examinaba los cortes de carne- y molleja. ¿Te gusta la molleja?

-No sé qué es- dijo el chico con tono lúgubre.

-Corazón.

Flor reprimió con todas sus fuerzas una arcada. La otra estaba sospechosamente tranquila.

-Pero no sé si a vos te va a gustar el corazón- replicó Jazmín, pensativa.

Virginia, que estaba sentada al lado de ella, disfrazó una risita con una tos de dudosa procedencia. Florencia la pateó por debajo de la mesa.

-Y, Martín... contame- le dijo Flor, mientras revolvía su ensalada-. ¿Qué hacés de tu vida? ¿Estudiás?

Martín negó con la cabeza.

-¿Trabajás?

-Si- replicó-. Con mi padre.

-¿El intendente?

El chico volvió a asentir, pero esta vez con cierto grado de autosuficiencia, sacando el pecho y levantando el mentón.

-Algo me hablaron de él- dijo Flor, fingiendo que estaba tratando de recordar algo-. Ah, si, cuando fuimos a la policía. Me hice muy amiga del comisario Gatti, ¿sabías?

-No sabía que lo conocían- replicó con sorpresa el chico.

-Si, lo conocemos- asintió Jazmín, mirando desinteresadamente su plato-. Y está muy agradecido con que el hotel esté funcionado bien, ¿no, mi amor?

Flor coincidió sonriente y al ver la mano de su esposa estirada sobre la mesa, la tomó entre las suyas y besó el dorso, antes de volver a dejarla en el mismo lugar donde estaba. Martín siguió el gesto con los ojos.

-¿Y cómo lo conocen?- preguntó.

-Vos sabés cómo lo conocemos- repuso Jaz.

El chico pestañeó rápido.

-No.

-¿Cómo que no?- Florencia lo miró con la misma sonrisa dulce que había tenido desde que el otro se sentó-. ¿No fuiste vos el que le pidió que mandaran a Brenda a tu casa?

Al otro lado de la mesa, las dos chicas no paraban de estirar el cuello y agudizar el oído para escuchar lo que ocurría en el otro extremo. Pero sus intentos eran en vano. Las voces de los comensales y el griterío de los más chicos que las rodeaba volvían imposible saber que estaba sucediendo.

-No se a que se refiere- replicó Martín, nervioso, con la mirada hacia abajo.

-¿Me tratas de usted?- repuso Flor, divertida.

-Es que ya estás grande, mi amor- indicó Jaz-. Martín tiene 18 años. Tenés que ver la diferencia de edad.

-Si, es cierto- repuso la otra, mientras le hacía gestos a Javo para que les alcanzara más comida-. Martín tiene el plato vacío.

-¡Ya les traigo!

Virginia miraba la situación con cierta preocupación, pero al mismo tiempo quería saber que estaba a punto de suceder. La tensión de la conversación era increíblemente palpable. Cuando Florencia y Jazmín se complotaban y a ambas se les metía la misma idea en la cabeza, era inevitable que la llevaran a cabo. Las dos pensaban lo mismo sin ni siquiera tener que decírselo con palabras.

-Así que, entonces, no te acordás de esa noche en la que le pediste al comisario que la llevaran a Brenda a tu casa- repitió Jazmín-. Mirá vos. Yo me acuerdo claramente. Y, la verdad, me dió un poco de miedo. Si yo hubiera tenido un novio así cuando era chica... Hubiera sido suficiente para salir corriendo.

-¿Novio?- balbuceó el chico.

-Ah, si- dijo con una risita macabra Jaz-. Novio, no. Claramente.

Virginia se mordió el labio.

-¿Vos te imaginas lo que puede pensar el padre de el...- comenzó Florencia, haciendo de cuenta que Martín no estaba allí- si se entera que la reputación de su gobierno o de la ciudad corre riesgo por el capricho de un chico?

-No me quiero ni imaginar- respondió Jazmín-. Yo no querría ir a vacacionar a un lugar así.

-Yo no querría tener un hotel en un lugar asi- canturreó Flor.

Martín dejó los cubiertos sobre la mesa.

-¿El plan de ustedes dos era intimidarme?- dijo, volviendo en sí, y sonando como había sonado esa noche en al que sus gritos habían espantado a Inés.

El tono burlón de la conversación desapareció y la mirada severa del chico atravesó a Florencia, que ahora lo escuchaba hablar como todas las veces anteriores en que lo había tratado.

-¿Intimidarte? Martín, para intimidarte tendrías que estar arrepentido- replicó Jazmín, manteniendo la calma-. Y vos no lo estás. Solo te invitamos a comer para entender porque Inés te tiene tanto miedo.

La mirada de ella se clavó en la de el.

-Acá hay más- dijo la voz de Javo y una tabla se inmiscuyó entre los hombros de Jazmín y Virginia.

-Tomá- le dijo Jaz a Martín, sirviéndole y clavando la punta de su cuchillo en el plato de madera del chico.

-...pero hoy, por la noche-continuó-, cuando la acueste a dormir, le voy a decir que no tiene que tenerte miedo, sino lástima.

Jazmín lo miró con justeza y el semblante serio e inmutable. El chico ensayó una risita nerviosa. No estaba seguro que significaba esa expresión. Todo lo que había ocurrido le resultaba completamente enigmático, como si con pocas palabras y gestos le hubieran dibujado un signo de pregunta en el medio de la frente. Dirigió su mirada a Florencia, pero las mismas dudas volvieron a inundarlo.

-¡Martín!- le gritó Julio, el padre de Brenda, desde unos lugares más allá en la larga mesa-. ¿Te quedás para el postre?

El chico volvió en sí. Negó con la cabeza lento, pero luego mas frenéticamente.

-No... Me voy.

-¿Seguro?- le preguntó Flor con una fingida voz de sorpresa.

-Si.

Se paró rápidamente, golpeando sus rodillas con una de las patas de la mesa. La superficie tembló un poco y todos los que estaban sentados se giraron para mirarlo. La cabeza de Brenda se veía en el otro extremo, observándolo detenidamente. Por primera vez notó que no era con miedo, sino con lástima. Detrás de ella se veía el rostro de Paula, igual de sorprendida que los demás por el movimiento repentino del otro. Solo se escuchaba el ruido de la noche, el viento de verano y los grillos. La galería fue por un par de segundos un completo silencio.

-Bueno, ehh... me voy...-balbuceó.

Con pasos agigantados caminó por alrededor de la mesa y, luego de echar la mirada sobre su hombro, abandonó el lugar. La mesa volvió a llenarse de voces que charlaban animadamente. Como si nadie hubiera interrumpido la cena. Como si Martín no hubiera estado nunca allí.

_________

-Yo junto, Florencia- le decía Soledad a Flor, que seguía llevando los platos a la parte de atrás de la cocina-. Déjeme a mí.

-Soledad, no me vas a pensar a tratar de usted ahora- replicó Flor, sin hacerle caso y desfilando ida y vuelta desde la mesa hacia la cocina.

Ya todos se habían levantado de la mesa y estaban terminando de despejar la galería.

-Además la chiquita se quedó dormida en el sillón- repuso- ¿Por qué no van a descansar? Mañana tienen que tomar el avión y todo. En serio, déjeme a mí, que yo me encargo de lo que queda.

Florencia dejó el último plato que quedaba llevar sobre la mesa y le echó un vistazo a Inés que dormía en uno de los sillones contra la pared de la galería. Sus primos estaban jugando en el jardín con una pelota y un poco más allá Jazmín y Paula estaban paradas mirando el lago, de espaldas a Florencia. Camino hacia ellas y rodeó a Poli con sus brazos.

-Hija, ¿vamos? Tu hermana se quedó dormida- le dijo.

Paula miró hacia atrás y vio a lo lejos la silueta pequeña de su hermana menor descansando sobre el sillón.

-Si, vayamos- accedió Jaz, cubriéndose la boca para tapar un bostezo-. No doy más. Mañana al mediodía tenemos que ir al aeropuerto. Y no terminé de preparar las valijas. Me falta toda la ropa de Inés.

-Entre las dos terminamos rápido- repuso Flor, a quien Jaz le había contagiado el bostezo.

Asintió con los ojitos cada vez más chiquitos y chinos por el sueño.

-Che, ¿qué le dijeron a Martín?

Florencia y Jazmín se miraron con gesto de desentendidas.

-Nada raro- indicó Flor.

-Solamente que no moleste.

Paula las miró con escepticismo por un segundo, evaluando si estaban diciendo la verdad o no. Pero, como siempre, no encontró rastros de que así fuera. Un frío le recorrió la espalda. El viento era cada vez más fresco y el lago se agitaba levemente con las corrientes que bajaban de la montaña.

-Vamos a dormir- repuso-. Le digo a Brenda que nos lleve.

Al cabo de unos minutos, Jaz se acomodó con Inés en brazos en la parte de adelante del autito pequeño mientras Flor y Paula se acomodaron en la parte de atrás, con sus espaldas chochando con las de Jazmín y Brenda.

-¿Ya se quieren volver a Buenos Aires?- les preguntó la chica.

-La verdad es que por momentos sí- dijo con honestidad Florencia-. Además tenemos visitas.

-¿Visitas?- preguntó Poli, sin entender.

-¿No le dijiste?

-¿Qué no me dijeron?

-Paula, hablá bajito que vas a despertar a tu hermana.

Se hizo un breve silencio en el que nadie habló. Brenda continuó manejando a la misma velocidad y el vientito les daba de frente en la cara.Pero Paula no pudo con su genio.

-¿Qué visitas?- insistió.

Jazmín suspiró.

-Viene tu abuela.

Otra vez silencio.

-Para mi son excelentes noticias- dijo, entre divertida y contrariada-. ¿Para ustedes también?

-¿Por qué no habrían de serlo?- replicó Flor.

Jazmín seguía concentrada en la carita dormida de Inés, mientras con su dedo índice acariciaba su nariz y sus labios. La nena no se movía y respiraba hondo. Ni siquiera estaba soñando. Los párpados apenas se le movían. Estaba profundamente dormida.

-No sé- respondió con honestidad Poli-. ¿Podemos no hacer de cuenta que no pasa nada? Digo, es la primera vez que viene a Buenos Aires. Ni siquiera conoce a Inés. Para mí no es tan raro. Digo, yo la vi varias veces en Europa. Pero vos mamá, la viste dos veces nomás, ¿o no?

-Si- agregó Flor.

-Bueno, ¿entonces?

-Entonces asegurémonos que la primera vez que venga a visitarnos sea memorable- replicó Jazmín desde el asiento de adelante-. Pero ahora hagan silencio, porque no quiero que Inés se despierte.

Las cuatro llegaron en frente a la cabaña. Flor se apresuró para ayudar a Jazmín a bajarse. Tomó a Inés en sus brazos mientras Jaz caminaba detrás de ella hacia la cabaña.

-No te vayas- le dijo a Brenda, que no se movió del auto-. Tengo que darte algo.

-¿Para mi mamá?

-No, para vos.

A los pocos segundos, Jazmín volvió caminando y le entregó un juego de llaves.

-¿Qué es esto?- preguntó la chica, confundida.

-Las llaves de la galería- indicó-. La cabaña que restauró Florencia.

Brenda no pudo evitar abrir la boca con sorpresa.

-¿Por qué para mí?

-Con Flor creemos que vos vas a cuidarla bien- respondió con sinceridad la otra-. Todavía falta que la terminen, pero no descarto venir a pintar acá. Creo que es un buen lugar para dejar los cuadros que no quiero vender.

Brenda no tenía palabras para agradecer esa muestra de confianza. Ensayó un "gracias" pero apenas le salió con un hilo de voz. Tenía los ojos pegados al juego de llaves doradas que sostenía en la palma de su mano, incrédula. Jazmín se sonrió al ver que tenía un significado especial para ella. Con Flor habían estado seguras que ella iba a entender lo que representaba tener esas llaves.

-Espero que nos vengas a visitar a Buenos Aires- dijo Jaz.

-Si, espero poder ir a ver a Inés- accedió la otra, volviendo a levantar la mirada y haciendo fuerzas para no llorar. La idea de no ver a Inés o a Paula le dolía más de lo que le hubiera gustado decir. Era simplemente que, hasta ese entonces, había estado acostumbrada a estar sola.

-Les prometo que yo voy a cuidar los cuadros.

-No me caben dudas- replicó Jaz y, sin pensarlo demasiado, rodeó a Brenda con sus brazos-. Gracias.

Jazmín ingresó a la cabaña al momento en que Paula salí por la puerta para despedirse de Brenda.

-Te dijeron lo de la galería- dijo Poli, mirando como la otra seguía mirando sorprendida el par de llaves que tenía en la mano.

-Si, es todo muy raro.

-Cuando me lo dijeron me pareció que era una muy buena decisión- repuso con sinceridad.

-¿Ah, si?

-Si- indicó-. Sos la única que estuvo con ellas desde el día que llegaron y sos la que más registró las idas y vueltas que tuvieron. Y en el futuro, este lugar va a tener otro significado. Solamente vos vas a saber que significa eso. No hay nadie más en el mundo que realmente lo sepa. Desde que pisaron este lugar hasta mañana, cuando nos vayamos.

-Y vos vuelvas a Berlín.

Paula asintió y tragó saliva.

-Ayer Flor me dijo que querían venir a visitarme antes de mitad del año que viene- repuso-. ¿Te dejarán tus papás que vengas con ellas?

Brenda sonrió.

-Me encantaría.

Una corriente de viento repentina las sacudió en el medio de la oscuridad.

-Mejor me voy a dormir- anunció la más chica-. Gracias... por haber venido.

-Gracias a vos por haber estado- le sonrió la otra.

Las dos se miraron un microsegundo en el que quedó claro que no había mucho más para decir. Poli la tomó de la muñeca y le dió un abrazo.

-Nos vamos a volver a ver, ¿eso lo sabes, no?- le dijo, mientras la envolvía en sus brazos, como si fuera una hermana menor.

Brenda apretó fuerte sus párpados, reprimiendo un par de lágrimas.

-Si realmente pensás eso...-susurró con la voz amortiguada por el abrazo.

-No lo pienso- respondió Poli-. Lo sé. De este preciso momento a un tiempo, no se, un año, ponele... Ninguna de las dos tiene certeza de lo que puede pasar.

_________

-¿Creés que fuimos claras con Martín o que se nos fue un poco la mano?- repuso Flor pensativa, mientras miraba por la ventana.

Jazmín estaba detrás de ella, guardando la ropa lavada de Inés en su bolso.

-Yo creo que es un tema concluido- dijo con calma.

-Eso espero...- suspiró Flor, caminando hacia ella y doblando la ropa que quedaba en la mesa-. Me estás cargando que ordenaste por colores la ropa en el bolso.

-Es un toc, Flor- se defendió Jaz.

La otra se rió. Las dos continuaron guardando las cosas de Inés. Florencia extendió una de las remeras y la levantó en el aire.

-Esta no se la vi puesta- dijo.

-Es que le queda chica- replicó Jaz, alzando la vista y viendo de qué remera se trataba.

-Es increíble lo grande que está- pensó en voz alta con un resoplido.

-Enorme- agregó Jaz, bostezando.

-¿Pensaste lo que hablamos?

Jazmín no respondió de inmediato.

-No quiero pensar en eso ahora- respondió con sinceridad.

Flor dejó lo que estaba haciendo y caminó hacia el otro lado para pararse justo al lado de Jazmín.

-¿Pero lo podés pensar?- le preguntó-. Te prometo que lo que sea que decidas va a estar bien, pero por favor, ¿lo podés pensar?

Flor juntó las palmas de sus manos y se las llevó a los labios, mirando con esperanza a Jazmín que seguía con la vista clavada en la ropa.

-¿Por favor?

Continue Reading

You'll Also Like

668 93 9
Futura Alfa del "Clan Oscuro", Lauren empieza a vivir su vida adolescente como cualquier otro humano, pero también empezará a afrontar responsabilida...
705K 85.4K 116
Después de que esa persona se fuera de su vida estaba sola. Pasó toda su adolescencia con ese hecho, y es que su condición la obligaba a no entablar...
152K 23.4K 17
Park Jimin, un padre soltero. Por culpa de una estafa termina viviendo con un completo extraño. Min Yoongi, un hombre solitario que guarda un triste...
43.5K 2.5K 78
Lauren: Mira dentro de mis ojos, allí es donde se ocultan todos mis demonios. Camila: Muestrame todos tus demonios. ..... "Todos Los Demonios Están A...