SeungHyun ingresaba furioso a su departamento, la llamada por parte de un cliente fue simulada por uno de los trabajadores de su hijo mayor, tiro cada uno de los muebles que se encontró en el camino, fue timado por la persona que nunca creyó que lo traicionaria. Llevo las manos a su cabello para jalar hebras de manera frustrada, la trampa cumplÃo su fin, YoungJae, su nueva mariposa fue raptada en cuestión de minutos. Caminó en dirección a la mini bar para servirse una copa de whisky, no tenÃa la mÃnima idea donde su hijo mayor podrÃa estar ocultándose, aunque claro que ya tenÃa a su gente investigando el paradero. Las horas sin tocar aquella suave piel serÃa el mismo infierno.
Llenó de lÃquido el vaso para después beber el contenido de un solo golpe. No perdonarÃa a YoungJae y a Guk por su desafÃo, ambos pagarÃan muy caro el atrevimiento. En ese momento lo único que podÃa hacer era esperar, se dejó caer en el sofá para sumergirse en sus pensamientos, elaboraba un plan sublime para vengarse de YongGuk, lo sacarÃa de la empresa, le cerrarÃa cada una de las puertas para que se arrastrara y le implorara algo de piedad.
En el pasado nunca necesito investigar a su predilecto hijo, sabÃa que era el único capaz de seguir sus pasos, inculcó en él un apego incondicional a las nomas establecidas entre la diferencias de castas. Los alfas eran superiores en todos los sentidos, Guk aprendió la lección a tal extremo que se comprometió con un hombre de sangre pura. Chasqueo la lengua irritado al saber que su más grande orgullo ejecutaba una rabieta ligada a una falsa moralidad.
El sonido de un teléfono celular captó su atención, el embriagado sujeto buscó en el piso el objeto que no paraba de vibrar sobre el suelo de madera. Del saco de YoungJae delizo un móvil, era un número desconocido pero llevaba un llamativo número de mensajes provenientes del extraño. Trato de leer las notas entrantes pero no contaba con la contraseña correcta.
El hombre entre cerro los ojos, tenÃa los contactos necesarios para hackear el aparato electrónico, inspeccionará un poco más en la vida de su nueva mariposa. BuscarÃa entre sus amistades los sitios donde YongGuk era capaz de esconderlo. No le importaba visitar el mismo Pandemonium con tal de recuperar su nuevo juguete. DescubrirÃa cada secreto escondido de su pequeño ex hijo. El hombre sacó una cajetilla de cigarros para esbozar una mediana sonrisa, usarÃa cada uno de los sucios trucos escondidos bajo la manga para obligar a su mariposa a volver a la jaula de oro que le tenÃa preparada.
YongGuk descansaba en su enorme oficina, horas antes tuvo un encuentro con el dirigente del grupo de socios, con quienes se unirÃa para destituir a su padre, la reunión fue acalorada, pero cuando el gemelo le dijo que irÃa a la prensa con todos los escándalos hechos por su padre en ese año, el hombre tuvo que acceder a su treta.
Un dÃa antes YoungJae tomó un vuelo con dirección a Estados Unidos, el mismo Nam viajó a Corea para escoltarlo, no lo dejarÃa solo un solo segundo. La despedida entre Guk y el menor fue rápida y sin discursos emotivos, simplemente el silencio interpretaba sus emociones más profundas. YongGuk enfocó su mirada en un punto especÃfico en la pared, claro que tenÃa miedo a la reunión de mañana. Sus piernas temblaban ante la idea de desafiar a su progenitor, pero no habÃa tiempo para echarse atrás. Era tiempo de ponerle un alto a su padre.
Flashback
La persona que padece de miedo al rechazo no se siente merecedora de afecto ni de comprensión y se aÃsla en su vacÃo interior. Es probable que, si hemos sufrido esto en nuestra infancia, seamos personas huidizas. Por lo que debemos de trabajar nuestros temores, nuestros miedos internos y esas situaciones que nos generan pánico.
El padre de los hermanos Bang practicaba la taxidermia, el arte de disecar animales para preservar su belleza y facilitar su exposición para un estudio. el hombre se enfocó en la orden lepidóptero, mariposas y polillas debido a que estaba fascinado por el patrón de colores usados en las alas, eran lienzos de artistas naturales .
En la infancia los herederos eran llevados a una elegante cabaña a mitad del bosque, en primavera, el padre los animaba a atrapar la mariposa más hermosa. Los infantes pasaban el dÃa entero sacrificandose para atrapar el espécimen perfecto y extraño para ser el ganador de la competencia. Quien sorprendiera al progenitor se llevaba como recompensa halagos y la posibilidad de elegir el destino de las vacaciones de verano.
Cuando YongGuk tenÃa 6 años encontró una morpho peleides color azul, quedó impresionado por el color brillante azul haciendo contraste con los trazos negros, la guardo en la caja que su padre le dio, conociendo el destino de tan hermosa mariposa decidió esconder su secreto. Esa primavera su padre le riñó por no haberse esforzado lo suficiente. Guk fue duramente castigado por su falta de empeño, pero no le importó dormir sin cenar o recibir un par de bofetadas porque logró preservar la vida de un ser vivo.
Antes de finalizar el viaje sabÃa que debÃa liberar a su presa, dejar que volara sobre los flores y con meta el cielo como un animal libre. Trato de escabullirse en la mañana antes de volver a casa pero su padre, que sospechaba su secreto, lo sorprendió, le quitó la caja para mirar el interior.
âEs hermosa.â El hombre comentó tomando del brazo al infante y arrastrarlo a su estudio que se encontraba en el sótano de aquella cabaña, YongGuk fue capaz de observar en las paredes diferentes clases de mariposas preservadas dentro de cuadros de crista. ParecÃan estar listas para iniciar un vuelo, sus alas perfectamente ciudades pero congeladas en el tiempo.âMe vas a yudar.
El hombre acercó un alfiler para ponerlo en las manos del niño, lo llevó hacia la mesta donde lo sentó sobre un banco, la mariposa de alas azules trataba de escapar dentro de un frasco. YongGuk levantó la mirada, su rostro se contrajo al entender lo que debÃa hacer, dio un brinco para ponerse de pie y dar un paso hacia atrás pero la firme mirada de su padre lo congelo.
â¿Quieres que le Haga cortes? .âLe cuestionó con dureza levantando el frasco y dejando ver un cuter en su otra mano.âEntonces la dejare herida sobre un hormiguero para que la devoren lentamente
Fue la primera vez que Bang tuvo que aprender a elegir la opción que doliera menos, una muerte rápida con sus propias manos o una dolorosa ante las garras de su intachable padre. Un pausado descenso a manos de una bestia. Ser egoÃsta y dejar que otros sufran porque no desea mancharse de sangre, sà alcanzaba a salir corriendo su padre cumplirÃa su palabra de una forma siniestra. El infante tomó el frasco de donde saco el espécimen, la acomodo sobre una almohadilla y ahi le clavó el alfiler, el cosquilleo de las alas en la yema de sus dedos eran gritos mudos de un ser queriendo vivir. SeunHyung obligó a su hijo de 6 años a seguir todo el proceso porque era una importante lección que debÃa asimilar para convertirse en sus sucesor.
El Sr. Bang poseÃa una amplia colección debido a que cada espécimen era el recordatorio de un amante, él solo escogÃa bellos lepidópteros con exóticas alas para después exponerlas como trofeos.
fin
Bang miró esa mariposa azul conservada en un marco de cristal en su oficina, era un recordatorio de lo débil que fue al no oponerse a su padre. Además fungÃa como lección de si se encuentra con algo hermoso no debe atraparlo sino dejarlo libre, estar lo más alejado de él para que no pueda lastimarlo. YongGuk se habÃa convertido en su padre y por lo mismo era capaz de arrancarle hermosas alas a un ángel. Lo sucedido con YoungJae y JunHong lo sacudieron, derrumbaron su mundo, quitaron la venda sobre sus ojos, admiro al personaje equivocado. Si en ese momento le ponÃa un alto a su padre también protegerÃa el futuro de su hijo, controlando todo a su alrededor aseguraba la paz en la vida de JunHong.
JongUp se quedó sin aliento al admirar el regalo dejado en la puerta de su habitación, era una chamarra, la réplica de su diseño hecho unas semanas antes. Cuando era feliz con HimChan, cuando se creÃa a mitad de un sueño de amor, los amantes iniciaron nueva lÃnea de ropa, crearon varios bocetos. La emoción sobrepaso el cuerpo del omega quien salió corriendo en dirección a la cocina, con una sonrisa llamo al alfa. El mencionado se puso de pie sorprendido porque su nombre se escapaba por esos labios que tantas veces se negaron a tener una conversación.
âHe decidio llamar la colección triple 9.âEl moreno comentó para acercarse al chico de cabellos rubios, sus ojos se iluminaban por la confesión.âTu nombre figura como co diseñador.âExtendió una invitación.â Admitó que me equivoque al ocultar las razones porque te traje conmigo.
El chico dio un paso hacia adelante, extendió el brazo dudoso de su situación pero esperanzado de remediar la insoportable crisis que tango lo agobiaba. JongUp se detuvo ante las palabras, apretó con fuerza las prenda colgando entre sus dedos.
âEsa noche querÃa simplemente buscar humillar a YongGuk, pero mantenerte a mi lado nada tuvo que ver con él.â Su tono de voz dejaba entre ver que su confesión era honesta, sus ojos se fijaban sin temblar en los orbes cafés del omega.â Te volviste en alguien importante, tu compañÃa me dio el calor de hogar que hace tanto tiempo perdÃ.âDio otro paso para arrinconar al menor, en el muro. âEres una parte esencial para el nuevo yo, revolviste mi mundo con tu cariño, con ese dulce amor que no pensé que existiera.âLevanto las manos para atrapar el rostro contraÃdo.âNo eres mi juguete, te quiero JongUp y perdoname por ser tan cobarde.
Ambos alientos se entremezclaban, sus frentes se encontraron, el espacio entre sus labios desapareció asà como el dolor, la llama cargada de ira dentro del cuerpo de JongUp se apaciguaba. Las pestañas de ambos bailaban desconcentradas, emocionadas porque sus ojos se conectaban en una sola mirada, profunda, que los desnudaba. La tensión se diversifican entre sus dedos.
â¿Vas a dejar a YongGuk?.âCuestionó de golpe el menor, el alfa mayor se negó.â ¿nos quieres a ambos? .
El mayor asintió, era estúpido seguir negando que los sentimientos floreciendo por ese inquilino, no eran lástima o cariño, su corazón no dejaba de latir al encontrarse con el omega. Los celos carcomÃa sus entrañas todas las noches que no llegaba a dormir. Era un animal salvaje rondando cada metro de su oficina, su mente no trabaja en otra cosa que no fuera pensar en JongUp, extrañar sus labios, sus besos. Lo admitÃa, estaba enamorado, sin pedirlo cayó en el embrujo pero también mantenÃa fuertes lazos con su prometido.
âNo me pidas que deje a Guk, soy egoista, avaricioso y un bastardo.âAcercó sus labios para acariciar los del menor.â Te quiero y no tengo una solución a este triángulo amoroso.â Lo besó para sostenerlo por la cintura.â Soy honesto al dejar que veas mi miserable alma, puedes irte ahora.âLo pegó a la pared, su pecho subÃa y bajaba en compases pausados.â Lo que te ofrezco es una miseria, una ofensa a tu persona pero no puedo hacer nada, perdóname por ser quien soy.
JongUp dejó caer la prenda para levantar sus brazos y rodearlo por el cuello. Su confesión era honesta, no le ofrecia falsas esperanzas. Le mostraba el interior de su corazón, uno dividido por dos amores, por dos personas que son polos opuestos. No, no se irÃa, no escaparia porque tenÃa una oportunidad, una para arrebatarle a Bang su prometido.
HimChan Kim nunca trabajo en el pasado en equipo o con otro profesional, su firma, su marca era consecuencia de su arduo trabajo, él,y solo él era causante de su éxito. Nunca antes dejo que otras personas intervinieran en sus diseños o colecciones, era la primera vez que compartÃa créditos, esas prendas urbanas eran idea original del omega. Lo dejaba entrar a sitios que ni Guk tuvo el privilegio de visitar
âTe he extrañado tanto.âConfesó el mayor tomando por la cintura al menor.âVolveré un éxito tus diseños, nuestros nombres figuraban en letras luminosas en pasarelas de Asia.âLo sujetaba fuertemente besando su cuello, absorbiendo su aroma.âQuédate conmigo.
Los amantes se fundieron en un profundo beso, lo necesitaban, llevaban anhelando el contacto desde la pelea, el evento que fracturó su relación. HimChan estaba a mitad de una pelea interna, dejar a YongGuk por esa nueva vida repleta de colores que le ofrecÃa el chico en sus brazos. Devoró con ansia aquella boca, claro que dentro de sus posibilidades estaba dejar al alfa, restarle importancia a su apellido. Su cabeza era un pozo con aguas turbulentas, la calma solo aparecia en el sabor de esos delgados labios. La falta de aire los separo pero entonces el alfa tomó en sus brazos al omega, lo levantó para pegarlo a la pared, sus dientes se enfocaron en la tersa piel canela, dejó algunas marcas.
Llevó a su presa hacia la habitación, ahà lo lanzó sobre la cama se deshizo rápidamente de su saco para sacarse por la cabeza la camiseta dejando desnudo su dorso. El omega repitió los mismos movimientos pero instintivamente llevo las manos a su vientre, por alguna razón habÃa comenzado a engordar, sus mejillas se tiñeron carmÃn al percatarse que unos labios se dirigieron a esa zona, la besaron, la lamieron con ternura. Sus manos ingresaron entre las hebras ahora negras, su espalda se contrajo al percibir una juguetona lengua ingresar por su ombligo, continuo por su pecho hasta terminar enrollándose en su pezón derecho. Los gemidos fueron escapando entre los suaves labios del menor que minutos después estuvieron bajo el control de una hambrienta boca.
âTe he extrañado tanto.âSusurro entre besos el ahora pelinegro, quien deslizó las manos por el vientre hasta llegar al borde del pantalón, le quitó el cinturón.â Cada dÃa que pasa eres más hermoso y perfecto.â Introdujo sus dedos bajo la ropa interior.â Te necesito como el aire que respiro.
JongUp atacó ese cuello blanco clavando sus dientes, dejarÃa marcas en todo aquel lienzo para que su prometido supiera que era una guerra, y esa era su primera batalla. UsarÃa hasta el último aliento para quedarse con el diseñador, usarÃa cada uno de sus encantos para seducirlo. Elevo el vientre para que las caricias se hicieron más profundas, sus pantalones se fueron deslizando entre sus muslos, acompañados con su prenda interior quedando desnudo y a la merced de su atacante. Dientes blancos se hundieron en la morena piel que se tiño rojiza. El alfa se abrio paso entre esas piernas bien delineadas, los dedos se hundieron en los glúteos, la resbaladiza lengua se fue instruyendo en una mojada entrada que se expandia ante la intromisión.Â