Conquistando a Jeremy (BG.5 L...

By darlis_steff

7.1M 855K 811K

Si hay algo que Naomi Kanet y Jeremy McQueen pueden afirmar es que a veces dejar atrás el pasado no es tan se... More

Conquistando a Jeremy
Prólogo
Capítulo Uno
Capítulo Dos
Capítulo Tres
Capítulo Cuatro
Capítulo Cinco
Capítulo Seis
Capítulo Siete
Capítulo Ocho
Capítulo Nueve
Capítulo Diez
Capítulo Once
Capítulo Doce
Capítulo Trece
Capítulo Catorce
Capítulo Quince
Capítulo Dieciséis
Capítulo Diecisiete
Capítulo Dieciocho
Capítulo Diecinueve
Capítulo Veinte
Capítulo Veintinuno
Capítulo Veintidós
Capítulo Veintitrés
Capítulo Veinticinco (Final)
Epílogo

Capítulo Veinticuatro (Penúltimo)

273K 30.5K 27.9K
By darlis_steff



Capítulo veinticuatro. (Penúltimo)

Jeremy.



1 de diciembre, 2014.

Con mis dedos acaricio el cabello de Naomi mientras ella duerme una siesta en mi cama. Aunque ella no me lo dice, sé que está teniendo problemas para dormir, cuando paso la noche con ella, parece dormir bien aunque se inquieta un poco, pero cuando está sola se pone tan nerviosa que cualquier ligero movimiento logra despertarla. En consecuencia tiene ojeras y luce un tanto cansada.

No la culpo por albergar esos problemas de sueño después de lo de Ronald. Debo controlar la ola de ira que me embarga al recordar lo que esa maldita escoria le hizo y lo que pudo llegar a hacerle. Sin embargo, en última instancia sonrío porque en mi pecho no cabe el orgullo que siento por Naomi, por la manera en la que luchó con fuerzas. Mi esposa es una heroína y luchadora que enfrentó su peor miedo.

Actualmente Ronald se encuentra encarcelado, estoy movilizando todo para hacer el juicio lo más pronto posible y de esa manera dejarlo atrás. A Ronald le espera mucho tiempo en la cárcel debido a los cargos a los que se está enfrentando: invasión a propiedad privada, violencia de género, intento de violación, intento de asesinado, sumado a la ruptura de la orden de alejamiento que tenía hacia Naomi y otros pequeños cargos más. No hay manera en la que consiga salir pronto de la prisión y de no ser así, yo no lo permitiré.

Ya basta de que sea la pesadilla de Naomi, él no va a impedirle ser feliz.

Me siento un tanto culpable de haber ignorado los pocos mensajes que recibí de esa basura, de haber sido inconsciente y solo responder los mensajes con ironías o con bromas, me disculpé con Naomi por ello, pero ella asegura que no es mi culpa, sin embargo he aprendido la lección muy bien.

Mi celular vibra en la cama, lo tomo leyendo el mensaje de Doug.



«Oye, hermano feo. Lamento si interrumpo tu día libre, pero...

¿Puedes cuidar a Jeff esta noche? En serio te lo agradecería muchísimo... »



« ¿Maratón sexual?

No tengo problema en cuidar la versión mejorada y perfecta de ti »



« ¡Gracias!

Asuntos de esposos...Tú sabes de eso»



Río y le doy otra respuesta que hace que obtenga una respuesta que incluso me hace reír más.

— ¿Qué es tan divertido?

Bajo la vista ante la voz adormilada de Naomi, tiene sus ojos entrecerrados mientras me observa antes de bostezar.

—Lamento haberte despertado, es culpa de Doug.

—No importa, igual creo que desperté porque tengo hambre ¿Qué hora es?

Dejo el teléfono a un lado y me acuesto a su lado, de costado para estar frente a ella. Me sonríe.

—Has dormido cuatro horas, son las ocho.

—Ahora no tendré sueño y no podré dormir más tarde.

—Yo puedo entretenerte si gustas —subo y bajo constantemente mis cejas haciéndola reír. Ese sonido siempre va a saberme a gloria porque una de mis cosas favoritas es ver y escuchar la manera en la que ella ríe y sonríe cuando es feliz.

Se acerca hasta hacerme caer de espaldas y tener la mitad de su cuerpo sobre el mío, su mano acaricia mi cabello mientras me observa y percibo tanto en esa mirada que no puedo creer que ésta es la misma mujer asustada y desconfiada que conocí hace casi dos años. Llevo mi mano a su espalda baja acariciándola por debajo de la camisa.

—Te amo —dice—. Lo dije esa noche, pero me di cuenta que no te lo había dicho de nuevo y no quiero que dudes y piensas que solo lo dije por ese momento tan aterrador.

—No niego que me encanta escucharlo, pero incluso si no lo dijeras, yo sé lo que sientes, bonita —le sonrío—. También te amo.

Deja caer su cabeza contra mi pecho mientras me abraza, yo también la envuelvo en mis brazos y ella suspira antes de dejar un beso en mi cuello.

—Me gustaría que siempre estuviéramos así.

Decido que este puede ser el momento idóneo para decirle lo que pasa por mi cabeza, lo que quiero y espero no tome a mal o como un mal movimiento de mi parte.

—Podríamos estar así siempre que estuviéramos en casa...Juntos —Aclaro mi garganta—. Podríamos vivir juntos, después de todo es lo que los esposos hacen ¿No?

Alza la cabeza recostando sus manos en mi pecho para descansar su barbilla sobre ellas, luce sorprendida y yo estoy a la espera de una respuesta. Temo que tome esto como una señal de que le quito la libertad e independencia por la que tanto ha luchado; eso no es lo que quiero. Solo quiero pasar más tiempo con ella, hacer cosas juntos. Dormir juntos y tener una vida de dos, incluso demás si ella quiere adoptar en algún momento.

— ¿Me lo pides porque es lo que los esposos hacen o porque es lo que quieres? —parece cautelosa como si temiera herirme.

—Te lo pido porque te amo y quiero compartir mi vida contigo. Quiero estar con mi esposa. Te prometo que no pretendo quitarte tu libertad, podemos ser libres juntos.

—No puedo evitar que me dé miedo.

—Lo entiendo, no voy a molestarme si lo rechazas.

—Pero yo quiero estar contigo, vivir esa experiencia contigo —Me sonríe—. Solo promete que no dejarás arriba la tapa del inodoro, porque odio cuando hacen eso...Y que sabes fregar y barrer, porque no lo haré yo todo el tiempo.

»Y que nos bañaremos muchas veces juntos— se remueve hasta ubicarse entre mis piernas con su entrepierna presionando sobre la mía. Suspiro— porque me gusta ver tu cuerpo y eres muy sexy con todas esas gotas de agua sobre ti.

—Entonces ¿Ese es un sí?

— ¿Tú qué crees, esposo?

Y antes de que pueda responder se inclina sobre mí dejando un camino de besos desde mi cuello hasta llegar a mi boca. Sonrío antes de enredar una de mis manos en su cabello y corresponderle tan arrebatador beso. Mientras me besa se remueve contra mí, restregándose contra la erección que comienza a crecer.

— ¿Te he dicho que me enloqueces? —susurro contra su boca.

—Algunas veces, pero nunca está demás volverlo a escuchar.

—Me enloqueces.

Se incorpora hasta sentarse a horcajadas sobre mis caderas, sus manos van a mi abdomen luego de alzarme la camisa.

—Tengo hambre de comida, pero también de ti, así que estoy en un duro dilema.

—Si no comes podrías caer desmayada sobre mí, no iré a ningún lado y mi erección tampoco.

Parece pensárselo y luego ríe antes de inclinarse y darme un beso juguetón, baja de mi regazo y de la cama.

—Nos haré una cena sencilla. Algo rápido.

— ¿Cuál es la prisa por comer?

—Que luego quiero comer a mi esposo.

Salgo de la cama y la abrazo por detrás alzándola, ella grita antes de reír. Dejo un beso en su cuello antes de liberarla.

—Puedes comerme siempre que quieras.

—Deberías pensar muy bien en esa declaración teniendo en cuenta que viviremos juntos y que siempre tendré acceso a ti.

—Puedo decir cuando quiera que tengo dolor de cabezas, es una buena excusa para evitar tus manos codiciosas sobre mí.

—Estás loco—ríe caminando fuera de la habitación para llegar hasta la cocina.

Me siento en una de las sillas altas frente al mesón cuando ella me lo pide mientras comienza a preparar una cena muy sencilla. La observo maravillado, estoy realmente enamorado, no tengo ninguna duda de ello y dudo que el sentimiento vaya a desgastarse.

—Vamos a decirle a mamá que nos casamos. Ella va a enloquecer, pero sé que estará muy feliz.

—No quisiera ser tú cuando le digas a tu mamá que llevas meses casado. Se ve que ella podría alterarse un poco.

— ¿Un poco? —me río—Mejor vete preparando para que sobes mi oreja luego del tremendo tirón que le dará y mi cabello, ojalá no tiré de él. Va a enloquecer.

—Ya quiero ver eso.

***

8 de diciembre, 2014.

Apenas llego al hospital ignoro a las autoridades y prácticamente corro hasta ella, Doug la tiene envuelta en un abrazo, cuando mi hermano me ve se hace a un lado para que pueda abrazar a mamá.

Respiro con alivio al sentirla entre mis brazos a salvo. Mamá es mucho más baja de estatura que Doug y que yo, pero de alguna manera siempre la he sentido como que es mucho más grande, quizá se trate de la fuerte admiración que siempre he tenido por ella y porque desde pequeño ella siempre fue mi héroe.

Estiro mi brazo atrayendo a Doug al abrazo y beso la cabeza de ambos. Siento las lágrimas de mamá en mi camisa y mis propios ojos se humedecen. Doug no lo controla y al igual que mamá comienza a llorar. La mano de mi hermano estruja con fuerza mi camisa mientras se aferra a mí. Los abrazo a ambos.

—Está todo bien—les aseguro.

Paul ha atacado a mamá junto a una mujer hace poco menos de dos horas, incluso estaban armados, de no haber sido por Pet...No quiero ni pensarlo. Siento que mi sangre hierve ante la impotencia de no haber estado para una vez más poner a esa basura en su lugar.

Entiendo de dónde vienen las lágrimas de Doug, es la impotencia de saber que no pudo hacer nada, la ira de saber que comparte la sangre de Paul y que aún esa basura está empeñada en enlazar nuestras vidas.

Mamá se aleja y nos sonríe, limpio sus lágrimas.

—Estaremos bien, fue un mal susto, pero él no volverá a hacernos daño —nos asegura ella.

—Así es mamá —porque primero lo encuentro y le advierto que en donde se acerque la pasará mal—. ¿Cómo se encuentra Pet?

—Está siendo atendido, me asusté mucho, pero el disparo no impactó en ningún órgano.

Nos mantenemos juntos hasta que indican que podemos ver a Pet, mamá prácticamente corre y yo me quedo al lado de mi hermano. Paso uno de mis brazos alrededor de sus hombros porque creo que el miedo no permite que las lágrimas de Doug se detenga, es como cuando éramos niños y Paul nos lastimaba.

Palmeo el hombro de Doug para que me vea, frunzo el ceño y finjo cubrir su rostro con mi mano. Él ríe.

—Ya, niño llorón, que todos sabemos que eres como un fuga. Una vez lloras, no puedes parar. Todo estará bien, lo prometo —sacudo su cabello como si fuese un niño, mamá sale de la habitación pareciendo muy aliviada, aunque sabíamos que Pet estaba fuera de peligro—. Ahora quédate aquí con mamá, iré a ver a Pet.

Comienzo a alejarme de ellos y me adentro a la habitación. Pet se encuentra sentado en la cama pareciendo muy incómodo, pero no está quejándose. Me sonríe cuando me ve.

Todo lo que hago es acortar la distancia e inclinarme para abrazarlo, procurando no lastimar su costado en donde pasó la bala.

—Muchas gracias por salvarla.

—No tienes nada que agradecerme, Jeremy —me devuelve el abrazo y luego palmea mi mejilla—. Haría cualquier cosa por tu mamá y por ustedes.

Por mucho tiempo tuve miedo de que mi mamá encontrara alguien para compartir su vida, no porque estuviese celoso de que hubiera otro hombre su vida, mi temor era que ella encontrara a otra basura. Pero honestamente Peter Ferguson ha sido algo bueno en la vida de mi mamá y aunque es raro verla enamorada, también es increíble verla así de feliz e ilusionada.

Y honestamente Pet es un tipo genial, soporta las bromas continuas que Doug y yo le hacemos, trata a mamá como la reina que es y su familia está más loca que la nuestra, además, con él viene incluida una divertida hija adolescente que es encantadora. Doug y yo siempre quisimos una hermana y de alguna manera ahora la tenemos.

—Eres parte de mi familia, Pet.

—Gracias, Jeremy.

—Así que eres mi papi, debes comprar mi regalo de Santa—bromeo haciéndolo reír mientras me separo, hace una mueca porque reír le causa dolor en el costado—. Ahora saldré, porque estoy seguro de que mamá quiere volver a entrar y de que Doug quiere verte.

—Está bien y Jeremy...

— ¿Si?

—Ustedes también son parte de mi familia.

Finjo arrojarle un beso y él sacude su cabeza mientras mantiene una sonrisa. Salgo de la habitación y de inmediato Doug entra. Tomo asiento al lado de mamá, sostengo su mano en la mía.

—Tu novio es un buen hombre, mamá. Él sabe la reina que tiene como pareja.

—Esas palabras significan mucho para mí, nunca tomaría una decisión que no los hiciera felices a ustedes.

—Nosotros somos felices de que tú lo seas.

—Ahora cuéntame lo que tenías pensado decirme cuando me llamaste esta mañana.

Tenía planeado venir a visitarla con Naomi y contarle sobre que soy un hombre casado, pero viendo como están las cosas en este momento, lo dejaré para otro día.

—Nada, solo quería que conocieras a alguien importante para mí —aunque ya la conoce, solo que no como mi esposa—. Pero no hay problema de atrasarlo.

Parece muy curiosa, pero así de afectada estará aun sobre la situación, que acepta mi respuesta sin intentar sacarme información.

***

25 de diciembre, 2014.

— ¿Qué crees que vaya a decir tu mamá? —pregunta Naomi; giro el volante ya faltando solo unas pocas calles para llegar a casa de mamá.

—Estoy tratando de no imaginar su reacción.

Volteo para verla brevemente, está sumida en el celular y se encuentra sonriendo. Conduzco lo poco que queda y sonrío viendo el auto de mi hermano junto a otro que supongo pertenece a Pet. Aparco a un lado de la acera.

— ¿Qué te parece este? Última planta, está cerca de tu trabajo y tiene tres habitaciones.

—Ya me lo estás metiendo por los ojos —río tomando su celular y evaluando el apartamento.

Todo lo que yo quiero es un lugar que pueda llamar hogar y pueda compartir con Naomi, sin embargo a ella le hace ilusión todo el asunto de ir en la búsqueda y yo no le quitaré eso, esa experiencia. Desde ayer trasladamos algunas de sus cosas a mi apartamento mientras buscamos algo bueno y que se acerque a lo que ella quiere. No fue una decisión difícil determinar que mientras eso sucede nos quedaríamos en mi apartamento, teniendo en cuenta que ella no quiere pisar el suyo y prefiere dejarlo atrás.

— ¿Y bien? —persiste, me inclino dándole un rápido beso.

—Me gusta, creo que podemos pasar a verlo en cualquier momento.

—Genial. Organizaré una cita para que no los enseñen.

Salgo del auto y me dirijo al maletero para sacar los regalos que he traído, Naomi me alcanza y toma algunos. No puedo evitar sonreír viendo como comienza a caminar hacia la casa de mamá. Es increíble que finalmente estemos de este modo, casados y compartiendo festividades.

Año nuevo lo estaremos recibiendo con sus padres y ella accedió a pasar la navidad con nosotros, es un tanto extraño y agradable saber que de este modo serán nuestras vidas. Eso sí, me encargaré de que Naomi no se aburra ni un solo día en nuestro matrimonio.

Antes de que pueda analizar que las llaves las tengo en el bolsillo del pantalón y las manos las tengo ocupada, la puerta se abre revelando a una Hilary con una camisa absolutamente cursi con un reno cuya nariz sobresale de color rojo. Río.

— ¡Feliz navidad, Jeremy y Naomi!

Ella nos abraza y luego toma algunos de los regalos para ayudarnos, cuando retrocede casi pisa a un pequeño rubio que grita.

»Oh, lo siento, príncipe. No te vi ¿Mami no te pisó, verdad?

La respuesta de Jeff es sonreírle antes de abrazar su pierna y pedirle que lo cargue, pero todo lo que Hilary hace es reír mientras camina y él la sigue. Naomi se encarga de cerrar la puerta detrás de nosotros.

Dejo los regalos debajo del árbol de navidad excesivamente recargado como a mamá le gusta y sigo el sonido de las risas. Los encuentro a todos en la cocina. Mamá está cocinando y parece que Leah la ayuda mientras Doug no sé qué le diría a Pet para tenerlo riendo de esa manera. Hilary sostiene a Jeff que no deja de señalar a las galletas que mamá horneó.

—Hola, hermosa familia—anuncio mi llegada.

— ¡Jeremy! —Aprecio el entusiasmo de Leah mientras me acerco a abrazar a Doug alzándolo de la silla, él ríe.

—Feliz navidad a ti también, hermano —dice apretando mi nariz con sus dedos, lo libero y le doy un abrazo a Pet antes de dirigirme a Leah para abrazarla y darle un sonoro beso en la mejilla.

—Es bueno verte, hermanita.

—Lo mismo digo. La tía Nancy te ha enviado un regalo y toda la familia te envía saludos.

—Muero por ver el regalo de la tía Nancy.

La verdad es que desde que se armó una revolución en el Facebook de nuestros padres a causa de su relación, me he divertido un montón con la loca familia de Pet. Son geniales y divertidos.

—Mi bebé mayor —Mamá me mira con un amor que yo le devuelvo.

—Mi bella madre.

Enredo mis brazos a su alrededor y la alzo dando vueltas, mamá ríe y me exige que la baje, cuando lo hago me da una amplia sonrisa, luego parece encantada y curiosa con la presencia de Naomi.

—Bueno, Pet y Leah son quienes no conocen a Naomi, así que les presento a ésta hermosa mujer.

—Un gusto conocerlos —saluda Naomi luego de abrazar a Doug. Se acerca a mamá y parece nerviosa, pero mamá le da un abrazo.

—Qué bien luces, Naomi. Es bueno verte.

—Gracias, señora Emma.

—Ya sabes que me gusta que me digan Emma.

—O la reina —agrega Doug.

Tomo la mano de Naomi llevándola hacia una silla al lado de Doug, no es que vayamos a comer en la cocina, pero parece que todos estamos acompañando a mamá. Reímos mientras conversamos y rápidamente Naomi se siente cómoda uniéndose a nuestro desastre. Hago reír a mi sobrino y le sigo las bromas a Doug cuando quiere molestar a Pet.

Comemos entre risas y luego hay un tonto juego de mesa, antes de abrir los regalos le pido a mamá que me dé un momento, cosa que ella no duda en otorgarme. Así que ahora estamos en la sala de estar mientras mamá me observa caminar de un lado a otro.

—Jeremy Nathaniel ¿Qué hiciste?

Detengo mi caminata y cierro mis ojos antes de respirar hondo. Cuando la veo le doy una amplia sonrisa.

—Bueno, ¿Recuerdas esa vez que te diste cuenta que me gustaba Naomi?

—No era algo difícil de deducir y ahora que vino contigo...—Sonríe— ¡Oh! ¿Son novios? ¿Finalmente se dio cuenta de lo valioso que es mi bebé?

—Pues...—rasco mi nuca— Algo así —doy una risa nerviosa.

— ¿A qué te refieres? No me digas que se trata de una de esas cosas atroces de solo físico y con cualquiera.

—No, no. No se trata de eso —suspiro—. Promete que no vas a enfadarte, mamá.

—Si me dices eso, es difícil prometer algo incierto.

Muy bien, aquí vamos. Alzo mi mano mostrándole mis dedos desnudos, ella enarca una de sus cejas.

—Solo espera —pido antes de meter la mano en el bolsillo y dar con mi anillo.

Lo tomo y lo muestro, ella entrecierra sus ojos. Le doy una pequeña sonrisa antes de ponerlo en mi dedo anular, en donde ha estado desde que lo recuperé, excepto cuando venía a verla o ella iba a verme.

»Y es así como sucede la magia —Culmino.

Todo está en silencio mientras ella observa mi mano y luego mi rostro, me remuevo inquieto. Abre y cierra la boca, luego cierra sus ojos y sale dando fuertes pasos de la sala de estar.

Mierda ¿Está así de enfadada?

Decido que voy a seguirla y arrastrarme por su misericordia, pero entonces ella vuelve trayendo a Naomi consigo. Naomi tiene los ojos muy abiertos mientras mamá la trae de la mano. Detrás de ella, en el marco de la entrada, los demás están observando pareciendo disfrutar de toda esta escena.

Mamá deja a Naomi a mi lado y luego ubica sus manos en sus caderas y nos observa. Alza la barbilla.

—Naomi ¿Podrías mostrarme tu mano, por favor? —No parece mucho como que lo pide, Naomi alza la mano y mamá la sacude— ¿En dónde está el anillo?

—Oh —Naomi me da una mirada nerviosa antes de meter su mano en el otro bolsillo de mi pantalón y tomar el anillo que ubica, una vez lo tiene, en su dedo.

— ¡¿Jeremy Nathaniel, te casaste?!

—Necesito grabar esto —escucho a Doug decir.

—Eh...Sí, mamá. Me casé con Naomi, lo cual ya parece evidente —río de manera nerviosa.

— ¿Cuándo?

— ¿Realmente importa el cuándo, mamá?

—Creo que te hice una pregunta, bebé, de la cual quiero respuesta.

—En agosto.

— ¡En agosto! —Alza sus manos— ¡Te casaste en agosto y me entero en diciembre! ¡Qué precioso! ¡Qué bonito regalo de navidad! ¿Por qué mejor no te premiamos por ese talento de ocultar las cosas?

—No creas que no te invitamos, fue todo muy improvisado, mamá. De verdad...

— ¿Qué tan improvisado?

—Nos casamos en Dinamarca, no lo planeamos, sucedió y Jeremy no quería decirle hasta saber si estaríamos realmente juntos, puesto que primero queríamos intentar a ver si funcionaba. No ha sido con malas intenciones, lo prometo y Jeremy estaba muy consternado de haberle privado de estar en nuestra boda.

Créeme, mamá, tampoco te hubiese gustado estar mientras uno de mis testigos vomitaba, yo manoseaba a Naomi y decía incoherencias. Además, seguro que los tatuajes de regalo de boda tampoco te hubiesen hecho gracia.

Los ojos de mamá se humedecen y creo que está enloqueciendo cuando se ríe y gruñe antes de acercarse y tirar de mi oreja haciendo que me doblegue.

—Mamá, eso duele.

—Sí, seguro no duele ni la mitad de lo que duele perderte la boda de tu hijo —Luego me da un pellizco que me sobresalta, se aleja dejando de maltratarme—. Y no debiste ocultarlo por tanto tiempo.

—Solo quería que Naomi y yo nos adaptáramos y supiéramos si realmente queríamos estar casados. Te lo digo hoy porque he encontrado a la mujer con quien quiero compartir mi vida, la amo y estoy muy orgulloso de llamarla mi esposa.

— ¿Lo ves, Naomi? ¿Te das cuenta del príncipe que estás consiguiendo? Di todo de mí para criar a estos dos niños que hoy me llenan de orgullo y todo lo que quiero es que sean felices, solo eso te pido, que lo dejes ser feliz junto a ti.

—Es todo lo que quiero, Emma —Naomi toma mi mano y le sonríe a mamá—. Me hubiese encantado tener una boda convencional y que fueras parte de ella, pero de igual forma no me arrepiento de ser la esposa de Jeremy.

—Entonces he conseguido otra hija, felicidades —Se acerca y nos da un abrazo. Respiro aliviado aunque yo siempre supe que mamá nunca nos daría la espalda, solo se molestaría de no haber estado cuando sucedió.

—Gracias, mamá.

—No más secretos —anuncia antes de golpear mi trasero. ¡Mi mamá me ha dado una nalgada como si tuviese la edad de Jeff!

— ¡Mamá!

—Te lo merecías, sigo enojada todavía por no haber estado. Así que te encargarás de lavar los platos.

—Está bien, pero ya no me des maltratos, dame amor, mujer.

Mamá ríe besando mi mejilla, luego entrecierra sus ojos detrás de mí.

— ¡Doug Nicholas! Deja de grabar y arréglate esa camisa ¡Vas a arrugarla!

—Princesa, dile algo—pide mi hermano.

—Este es territorio de la reina, Doug. Sus reglas. Lo siento, amor.

—Traidora —la acusa mi hermano mientras guarda su celular y estira su camisa. Yo río y atraigo a Naomi a mis brazos.

Ella me da una amplia sonrisa mientras me observa. Es la mujer de mi vida, ahora es parte oficial de mi familia y tiene mi corazón. Me inclino y le doy un rápido beso antes de que mamá retome toda la celebración y diga que es hora de abrir los regalos. Me siento tan feliz.




Holaaaaaa mis amores, antes de que acabe el año aquí les dejo el penúltimo capítulo de esta historia que he amado escribirla este 2017.

Gracias por haber sido parte de un año lleno de momentos dulces y no tan dulces, nos espera un mejor año y sé que este 2018 conoceremos muchas más historias.

Los ti amu.

Tengan un feliz año nuevo.

Un beso.

Continue Reading

You'll Also Like

811K 35.6K 49
¿Como algo que era incorrecto, algo que estaba mal podía sentirse tan bien? sabíamos que era un error, pero no podíamos estar sin el otro, no podíamo...
6.9K 516 10
Aether decide tomarse un descanso por rescatar al arconte de Sumeru. En su travesía decide tomar un encargo y al llegar a un lugar desconocido se enc...
207K 21.3K 36
La perfumista Rose Banks ha muerto. Y lo único que ha dejado como recuerdo es un perfume. Un único y último perfume que reside en las calles de Londr...
BOSS By Cami-la

Short Story

131K 1.1K 5
Primero que nada, esto es una guía para aquellas personas que no tienen dinero suficiente o no tienen la posibilidad de comprar Boss. En esta guía l...