Capítulo Siete

230K 30.7K 30K
                                    


Capítulo siete.

Naomi.



28 de diciembre, 2013.

Es el peor día. El peor día en mucho tiempo.

Me abrazo a mí misma mientras observo un ventanal que da vista a edificios, no es la mejor vista, pero, prefiero eso a observar ansiosa la puerta por donde entrará mi pesadilla.

—Tienes un bonito consultorio, Jeremy ¿Por qué nunca nos reunimos aquí?

—Porque me gusta pasar por ti después de que hagas yoga y cocinas muy bien.

Sonrío y volteo a verlo, se encuentra sentado frente a una mesa rectangular donde nos sentaremos los cuatro. Es dueño de esta sala de reuniones y las 4 oficinas de este piso de un edificio, solo que actualmente solo ocupa tres: la suya, una pequeña para un asistente que no sabía que tenía y Amanda, quien dice viene muy poco y quien resulta en cierta manera está en esta firma de abogados que está iniciando. No sabía nada de esto hasta hoy.

Me siento aliviada de no tener que ver a Amanda, aun cuando solo la he visto una vez, aquella ocasión en el restaurante.

— ¿Qué hiciste en navidad?

—Trabajé, pero mis padres me sorprendieron viniendo a quedarse conmigo—sonrío ante el recuerdo—. Me gustó, se sintió tan bien.

—Te sienta de maravilla sonreír así, Naomi.

— ¿Si vendrán, Jeremy?

Estoy deseando que no lo hagan, pero entonces supongo que mi cuerpo aprendió a desarrollar un instinto para protegerse de la presencia de un monstruo porque siento un escalofrío justo antes de escuchar unos zapatos resonar contra el suelo. Tiemblo. No quiero voltear. No quiero verlo. No quiero que esté aquí.

—Buenas tardes, lamentamos el retraso, mi cliente estaba muy nervioso— no reconozco la voz del bastardo que lo ayuda a sostener los grilletes en mus muñecas y tobillos—. Usted debe ser el abogado McQueen.

—Así es— la voz de Jeremy es diferente, no suena dulce ni amigable.

—Mikel Cohen, y él es mi cliente Ronald Jamestown.

—Mucho gusto, abogado.

Quiero llorar porque por un momento temo que mi vejiga no resistirá este miedo y me avergüenza mucho. Mantengo la vista al frente, en el ventanal mientras mi vista es borrosa. Me ordeno contener cada lágrima, no lo dejaré verlas, eso en caso de que me atreva a voltear y verlo.

Hay un largo silencio y sé que es por mí, pero no puedo moverme. Escucho pasos acercarse y me tenso. Reconozco el olor de Jeremy, tomo un profundo respiro mientras se acerca a mi oreja para susurrar:

—Sé que tienes miedo, pero no le demos sangre a los tiburones. Estoy contigo Naomi. No dejaré que nadie te lastime.

Sus palabras son procesadas en mi cerebro, giro mi rostro para observarlo y me ve como si yo fuera la persona más valiente y eso me hace sentir poderosa y capaz de enfrentar este amargo momento.

Tomo profundas respiraciones como si estuviese en mis clases de yoga antes de girarme con mi espalda recta y mi barbilla alzada. Enfrento a mi pasado y el hombre que se cree dueño de mi futuro.

La última vez que vi a Ronald yo estaba llorando en una cama de hospital rogando a mis padres que no lo dejarán acercarse mientras mi cuerpo estaba dañado de tantas maneras. La última vez que lo vi él me rompió.

Tiene el mismo cabello castaño despeinado, sus músculos están muy trabajados ahora lo que lo hace lucir más grande, la misma piel pálida y los ojos marrones que un día me parecieron cálidos y dulces, ahora solo parecen dos pozos oscuros esperando a consumir a cualquiera su paso. Y no de buena manera.

Conquistando a Jeremy (BG.5 Libro #3.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora