Capítulo Veintinuno

332K 31.8K 37.9K
                                    


Capítulo veintiuno.

Jeremy.




27 de octubre, 2014.

Podrán pasar mil años y yo nunca olvidaré la clase de yoga con Naomi.

Nunca.

Me enloqueció e hizo perder el control, teniendo un orgasmo de manera pública; mientras otros estaban concentrados y conectados con su yo interior, yo estaba muy conectado con la idea de frotarme contra Naomi y conseguir algún tipo de alivio y final feliz.

Doug siempre tuvo razón, el yoga es lo mejor que le ha podido pasar a mi vida con Naomi y tuve una pequeña muestra de ello. Desde entonces fui a Google y madre mía, amé cada imagen confusa y no confusa sobre las cosas interesantes que obtienes cuando tienes a una diosa del yoga.

Es difícil concentrarme en el trabajo cuando todo en lo que puedo pensar es en Naomi. Lo físico está más que bien, digo, ella es preciosa y está más que buena con todo ese cuerpo tonificado, pero su interior es tan o aún más hermoso como el exterior. Su dulzura, su timidez, su diversión, incluso este nuevo lada coqueto y seguro de sí misma que me muestra. Estoy enamorado totalmente de ella y no hay vuelta atrás.

Y no creo que quiera esperar a que ella se esfuerce más, en estos casi dos meses me ha demostrado tanto a su manera y deseo tanto solo estar con ella finalmente, incluso recuperar mi anillo de casado. Estoy entusiasmado con la idea de nosotros en una vida de casados. Estoy entusiasmado de simplemente estar con ella. Aunque estoy pensando seriamente cómo voy a decirle esto a mamá, la hermosa madre con la que estoy siendo evasivo porque siento que simplemente en cualquier momento escupiré toda la verdad y terminaré con un fuerte jalón de orejas.

—Amanda, no estoy escuchando nada de lo que dices—la corto, incluso con lo poco profesional que eso me hace—. Mi cabeza está en otro lugar.

—Es decir que yo solo hablaba y hablaba.

—Básicamente—me pongo de pie y tomo el saco—. Quedé de almorzar con mamá, así que te parece si hablamos esto... ¿Mañana?

—Claro, dale mis saludos a Emma.

—Con gusto.

La invito a salir de mi oficina, dejo recados con Louis y me apresuro a salir del lugar. La verdad es que no sabía que vería a mamá hoy, pero está bien. Nunca está demás ver a la reina, pero debido a que ella anda en una nube de apellido Ferguson y quiero evitarme cualquiera escena vergonzosa, decido llamarla antes de poner en marcha el auto.

—Hola, mi hermosa madre.

—Mi bebé mayor.

—Ese mismo soy yo, te doy un premio por saber identificar a tus hijos.

—Oh, es que Doug justo acaba de llamar—bromea y yo río.

—Dime que tienes un rico almuerzo preparándose y que esperarás a comer con tu primogénito, el niño que le dio luz a tu vida.

—Por supuesto, cariño. Justo ahora Alana viene en camino, nuestra mala horneadora Alana Wood.

— ¿Sigo horneando horrible la dulce Alana?

—Terrible, Andrew está fingiendo estar lleno cada vez que ella hace un nuevo intento ¡Imagina que tan malo es para que ese ángel mienta!

—Claro, porque Andrew es un absoluto ángel—un ángel bastante desviado.

Conquistando a Jeremy (BG.5 Libro #3.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora