Capítulo 16.
Héroes y coyotes.
Jared se ajustó la gabardina y sostuvo con firmeza el arma con la zurda, caminando con cautela por el callejón en penumbras, el vaho producto de su respiración era visible en esa fría madrugada.
Después de la sentencia de Omar sobre el llamado de Duncan para resolver el asunto, pensó en ir él mismo por el beta, pero entonces Amín le dio alcance antes de que siquiera pudiera salir del edificio y le informó sobre el avistamiento de unos coyotes en los alrededores de Muna. Eso definitivamente reclamaba su atención de manera urgente, así que junto con él tomó una de las camionetas para ir al lugar de los hechos, sin embargo, al llegar, ya no había rastros de ellos; pero camino de regreso al Harmonic volvieron a recibir un anuncio: ahora los cambiaformas habían sido vistos en la zona centro y algunos humanos habían sido testigos. El servicio de control animal era la perfecta "tapadera", pero tenían que actuar de manera diferente; por eso ahora, Jared seguía a Amín por aquella callejuela con mala iluminación. Esto era, sin duda, algo peligroso, y con la ausencia de Lya, Zoe y otros elementos, los que quedaban en la ciudad tenían que ser más cautelosos y efectivos, además, por lo que habían escuchado por medio de la radio, Julián y Mauricio se unieron a la caza.
Pensar en Duncan en la celda, a salvo, hizo que sintiera alivio. Aun habiendo presenciado lo magnífico y poderoso que era el lobo de Duncan, Jared prefería pensar y convencerse que lo mejor era que se mantuviera al margen. Cuando ocurrió el enfrentamiento de Duncan y Alex en el campamento, Jared temió por la integridad de su pareja y en su mente se formaron las frases: ¿Cómo te atreves a ponerte en peligro? No vuelvas a hacerlo.
Pero de su boca salieron otras: ¡¿Qué demonios crees que haces?! ¡¿Cómo te atreves a atacarle?!
Probablemente todas tenía la misma intención, pero la manera en la cual habían sido escupidas torció las cosas y Jared no se molestó en aclararlo, en ese entonces no le interesó hacerlo.
Hasta el momento sólo Omar e Irene habían logrado, con bastante esfuerzo, atrapar a un par de coyotes, los cuáles se reusaban a cambiar, así que un interrogatorio estaba descartado por el momento; pero los testimonios indicaban que había por lo menos unos cuatro más rondando por la zona.
Por la hora, ya no había gente a pie por las calles, lo único que rompía el silencio eran los vehículos esporádicos que transitaban a varios metros, por una avenida principal, y el murmullo de los insectos y aves nocturnas que vivían en el enorme parque natural que abarcaba una gran manzana, la cual estaba al finalizar la calle que Jared y Amín estaban recorriendo.
Jared se tensó cuando escuchó pisadas, alguien caminaba con rapidez hacia su dirección, sujetó mejor la pistola, pero tras unos segundos se relajó cuando reconoció la silueta de Alex, entonces guardó el arma.
—¿Han visto a Johan?— preguntó el recién llegado.
Amín entrecerró los ojos, —No, se supone que estaba contigo— porque así se había designado, todos estaban en parejas para la caza.
—Nos separamos cuando encontramos un rastro— explicó, —pero no regresó al punto donde acordamos.
—¿Se separaron? Johan es sólo un niño— exclamó Amín, levantando un poco la voz, —¿cómo pudiste dejarle solo?
Jared contuvo la respiración: "Johan es sólo un niño", unas palabras que se le hacían familiares y ahora ciertas.
—La formación está incompleta, creí que para abarcar más terreno podíam-
—Esa no fue la mejor decisión— Alex fue interrumpido por Amín, quién en ausencia de Omar tomaba el mando del pequeño grupo.
Jared pensó que no era momento para discutir aquello, que lo apremiante era encontrar a Johan y a los invasores, las reprimendas podrían hacerse después. Pero justo cuando abrió la boca para intervenir, el cercano aullido no de dos, sino de tres coyotes le heló la sangre. Como si eso no fuera suficiente, pasos muy acelerados se dirigieron hacia ellos y dos segundos después Johan apareció de entre las sombras a toda velocidad, directo hacia aquél trío.
Para Jared algo no tenía sentido, el menor tenía el claro olor de los coyotes, sudor y miedo, pero también un leve aroma a tierra, lluvia y madera.
Jadeando, el más joven dijo: —están... en el parque, y lo tienen rodeado.
—¿A quién?— preguntó Amín.
—Aa-al beta... a Duncan— el tartamudeo del chico fue notorio al intentar recobrar el aliento.
—Eso es imposible— exclamó Jared, porque lo era: Duncan estaba en una celda, en un ambiente cálido, a salvo, a varios kilómetros de distancia, —él está en la estación.
Alex negó con la cabeza y dijo, —al igual que sus amigos que vienen de Rilltown, Duncan será un gran apoyo, es fuerte y muy hábil.
En otra ocasión se hubiera sentido feliz y orgulloso de que el beta, su pareja, fuera reconocido y elogiado; pero sorpresivamente no fue así, lo que Jared experimentó fue una molestia súbita que lo cegó, haciéndole cometer un acto que jamás se hubiera imaginado sucedería.
Alex suprimió un gruñido cuando el cuello de su uniforme fue sujetado con fuerza un segundo antes de que su espalda impactara contra el muro frío y duro, entonces miró con sorpresa los ojos bonitos de Jared enmarcados por un ceño fruncido; él nunca esperó que el delta, tan respetuoso de las reglas, etiquetas y jerarquías, le agrediera.
—¡¿Cómo te atreviste a dejarlo salir? ¿Siquiera le asignaste un compañero?!— gruñó Jared conteniendo a su lobo, sintiendo la furia incluso picarle la piel; acercándose peligrosamente, amenazó, —Duncan no conoce el área y si algo le llega a ocurrir, te voy a...
—¡Basta!— Amín se interpuso, tiró de Jared obligándolo a soltar al que parecía su presa, y dijo, —creo que su idea no fue mala, aunque debió informarnos a todos— suspiró y agregó, —esperemos que Duncan en verdad sea de ayuda, y no aproveche la contingencia sólo para escapar.
¿Escapar? Aunque impulsivo, Duncan era fiel a sus principios, era leal, era... Jared se dio cuenta de que siempre se había centrado en lo que parecían los defectos en la personalidad del beta, se dio cuenta de que el equipo, la manada de Muna, había sido afortunada al tener a alguien entre sus filas que no sólo se guiaba por los principios escritos, sino que se guiaba por el corazón; Jared se dio cuenta de lo afortunado que era, a menos que Duncan hubiera decidido no perdonarle, darse por vencido e irse, como su amigo Julián sugirió.
Un aullido de coyote le recordó a Jared que debía darse prisa, así que se obligó a dejar de lado la furia que sentía ante la decisión unilateral que había tomado Alex, y mejor miró a Johan, quien parecía confuso e impactado por el enfrentamiento que acababa de presenciar; por supuesto, los únicos que sabían sobre el asunto de la pareja de Jared eran los que estaban presenten en la audiencia horas antes, Amín entre ellos.
—¿Por dónde? ¿Dónde viste a Duncan?
—Aa-al norte del parque.
Jared asintió y volvió a tomar el arma de su funda, caminando con rapidez hacia la gran manzana que albergaba el parque natural, importándole poco si los demás le seguían o no.
Aunque en el fondo sabía que no le dejarían solo, al ingresar al área verde, esa que estaba llena de arbustos y árboles altos, sintió la presencia de Amín a su espalda, y metros más atrás, estaba Alex y Johan.
Agudizó su vista, porque la luz del farol no era suficiente y el viento frío mecía las ramas, creando sombras en movimiento y algo engañosas.
Pero a pesar de todo, había un aroma que jamás pasaría desapercibido para Jared, así que se centró en él y siguió el rastro.
El lloriqueo de un canino le alertó sobremanera, el parque natural era un bonito lugar para hacer jogging por la mañana o por la tarde, daba una sensación de libertad dentro de la ajetreada y moderna ciudad, para Jared ahora era un lugar escabroso.
Se apresuró y pronto tuvo que salir del estrecho sendero, adentrándose en la maleza, entonces el aroma a sangre y unos fuertes gruñidos repentinos hicieron que su corazón se acelerara como nunca: miedo, uno que ni siquiera sintió cuando su padre llegaba ebrio y, con el cinturón en la mano, lo acorralaba.
Movió con cautela una pequeña rama y pudo ver al lobo de Duncan en posición de ataque, encarando a dos coyotes casi de su mismo tamaño, mientras un tercero yacía inconsciente a unos metros. El beta tenía el pelo de su espalda erizado, sus labios retraídos mientras mostraba sus filosos dientes, pero una de sus patas traseras había sido herida, pues casi no la apoyaba.
Jared preparó su arma y se colocó en posición, aun estando lejos dejaría por lo menos a un coyote fuera de combate, de esa manera sería una lucha más justa; entonces los dos atacantes se lanzaron sin previo aviso y al mismo tiempo hacia Duncan. Todo sucedió de prisa y el delta no pudo parpadear, ni mucho menos disparar, cuando un gran lobo negro emergió de entre la maleza y su gran salto le hizo posible "atrapar" a un coyote en el aire, de manera que ahora Duncan sólo tenía un contrincante. Un segundo después Jared tenía frente a él a cuatro caninos luchando; el gran lobo negro tenía control sobre su presa, a diferencia del beta, que pareció no medir muy bien sus movimientos, pues la herida en su pata trasera y las raíces sobresalientes de un árbol viejo le hicieron caer.
Duncan, aun estando bajo el coyote, jamás dejó de lucha, no permitiría que esas sucias fauces se cerraran sobre su cuello.
Jared nunca había dudado de su buena puntería, pero por primera vez rezó por para no fallar antes de jalar el gatillo.
Gracias al silenciador las aves que dormían en los troncos huecos no hicieron gran alboroto, pero para Mauricio fue más que obvia la evidencia de un disparo, eso y el aroma a pólvora. Corrió abandonando el sendero y pronto encontró una escena poco agradable: el cuerpo de un coyote muerto por arma de fuego sobre el lobo inmóvil de Duncan, Jared más pálido que una hoja de papel tratando de acercarse a estos, mientras el lobo de Julián estaba en posición de ataque: enfrentando al delta y custodiando el cuerpo de Duncan y el coyote muerto. Mauricio miró mejor alrededor y notó a Amín, Alex y Johan al margen, así como él también estaba.
—¡Escucha! ¡Duncan está herido, hay que-!
La voz desesperada de Jared se vio interrumpida por el gruñido fuerte del lobo negro, el delta parecía querer quebrarse en llanto y Mauricio no lo juzgaría por ello. Aunque era un hecho que el lobo de Julián percibía a Jared como una amenaza.
—Hay que sacarlo de aquí, si está herido hay que atenderlo de inmediato—, dijo Mauricio lo más tranquilamente posible y se encaminó hacia Duncan, pasando de Julián porque confiaba que él no le haría daño; y así fue, el gran lobo negro permitió que el rubio se acercara a inspeccionar el daño, incluso ignoró a Amín y a Alex cuando se aproximaron para remover el cuerpo del coyote muerto y facilitarle las cosas al médico.
Johan aún temblaba, incapaz de despegar los pies de piso, mirando cómo Alex retiraba el cuerpo del coyote, Amín movía con cautela el cuerpo inconsciente de Duncan, mientras Mauricio le inspeccionaba. El joven se preguntaba por qué razón Duncan le había salvado, cuando estuvo rodeado por tres feroces coyotes tuvo mucho miedo y rezó pidiendo ayuda, sin embargo, quien había aparecido en su auxilio, poniéndose en su lugar para que pudiera escapar, fue quien menos imaginó.
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*Jogging: Palabra en inglés que se usa para indicar la actividad física de trotar.
ESPACIO PARA CHARLAR: Cuando dije que algo más trágico ocurriría, puede que me estuviera refiriendo a esto. Lo siento, no es que vea a Duncan como un "mártir", sino más bien como un héroe, un héroe muy peculiar 😊 Felices Fiestas, espero lo hayan pasado / lo estén pasando muy bien, en compañía de sus seres queridos. Yo por mi parte trato de disfrutar las cosas buenas de la vida, reflexionando y aprovechando lo que tengo/tenemos hoy, ya que, como les dije hace unos capítulos atrás, ocurrió algo impactante que aún me niego a creer.
"Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde", interesantes palabras que últimamente Jared ha de estar sintiendo, ¿o no?
¡Nos estamos leyendo pronto!
P.D. Agradezco sus votos, pero al igual que ustedes también me gusta leer, así que agradeceré de la misma manera sus comentarios, sugerencias, reclamos y demás. ¡Ah! Y disculpen los errores de dedo, redundancias y otros, a veces no me da mucho tiempo para revisar 😊 Y si hay palabras pegadas, asícomoestas, es una broma de Wattpat, porque eso sí lo revisé.