Sunlight

El nuevo.

Capítulo 5.

El nuevo.

Alex cruzó los brazos sobre su pecho, ésa parecía su pose favorita. Sus músculos se notaban tensos y definidos bajo esa playera negra de algodón, y sus oscuros ojos barrieron de arriba a abajo a Duncan y luego a Constanza. Al beta no le agradó aquello, era cierto que ambos eran nuevos, pero ese sujeto parecía escrutarlos como si fuesen delincuentes.

Además de Alex estaba Zoé y Johan, los tres habían regresado de un viaje, así que era la primera vez que se veían, pero sólo el primero parecía mirarlos con algo de arrogancia.

—Ellos se incorporarán al grupo— dijo Omar tras las presentaciones, refiriéndose a Duncan y Constanza, —irán al salón de tiro, allí iniciarán su evaluación, cuando el día finalice serán asignados a la posición que mejor convenga.

Duncan observó a Jared, pero este estaba bastante serio, mirando al frente y prestando atención únicamente a las instrucciones de su superior.

"Hacerle ver de lo que se pierde; no voy a rendirme fácilmente", eran palabras muy bonitas, pero al parecer no sería sencillo.

Tras haber sido presentados, Duncan y Constanza habían sido guiados a un área donde se realizaban prácticas de tiro. Cargar un arma no era novedad para ninguno de ellos, pero Duncan no estaba cómodo, no cuando Jared le había ignorado por completo durante la pequeña reunión-presentación y ahora ya no estaba.

Unos, dos, tres tiros. Duncan se quitó la protección de los oídos y sonrió satisfecho al notar que los tres agujeros se encontraban algo cerca del círculo principal del blanco.

—Nada mal— Lya le sonrió al llegar a su lado, apoyándose en la pared de junto, —pero tendrás que esforzarte más si deseas estar en el grupo de tiro.

En el pasado, Duncan había tenido una mejor puntería, ahora sólo con el ojo derecho era un poco más difícil.

—No es mi intención, nunca ha sido de mis favoritos— se encogió de hombros, sinceramente prefería rastrear antes de usar las armas.

—Entre los tiradores destacados está Jared, Zoé y Alex— explicó ella, —no sólo con armas, sino que a veces usan el arco y la flecha; parece ridículo, pero son excelentes en ello.

Eso llamó su atención, ahora el grupo de tiro parecía el ideal, excepto por Alex; entonces decidió preguntar.

—¿Y ese Alex, es el líder del equipo?

—Sólo algunas veces, cuando Omar u otro beta mayor no está presente en las formaciones especiales.

—¿Cómo cuáles?— preguntó él, probablemente no era muy diferente a lo que su madre y Alberto solían planear.

—Depende de la misión. Usualmente Alex y yo somos los rastreadores; Jared y Zoé nos cubren desde la distancia; Jared es el mejor francotirador.

—Oye, beta, será mejor que sigas con lo tuyo, no es momento para estar socializando.

Ante las palabras que sonaron a regaño, Duncan giró sobre sus talones encontrándose con Alex. Decir que Lya había sido la que se había acercado no estaría bien, además era claro que la llamada de atención había sido exclusiva para él, así que sólo enderezó los hombros y se plantó bien, dispuesto a disculparse, pero el pelinegro no le dejó hablar, sino que agregó.

—No sé de qué privilegios hayas gozado en tu manada, pero ahora es distinto, tienes que acatar las órdenes.

Duncan se reusó a contestar aquello y sólo dijo.