Amor entre Libros

بواسطة MariaJose019

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Amor entre Libros - Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo "final"
Final Alternativo :)

Capítulo 15

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بواسطة MariaJose019

Capítulo 15

Narra Lauren

Y bueno, el día había llegado… espere una semana para esto y cuando recién me lo dijo no podía creerlo. Ahora, ahora estábamos sentadas en un avión que iba bajando a suelos de New York y pasaría un fin de semana completo a su lado.

-Llegamos – dijo bajándose del avión y mirándome – tranquila – me tomó la mano – iremos con calma, se que es tu ciudad favorita.

-Sigo sin entender el porque de todo esto, porque te empeñas en querer cumplir mis sueños – Camila me miró y me tomó las manos, hacía demasiado frío así que andábamos con las manos tapadas y abrigos gruesos.

-¿Por qué no lo haría? – se acercó a mí aun con las manos entrelazadas – es invierno, pronto nevará  y yo solo quiero pasar mis días con la chica que quiero  y que me hace tan feliz día a día – sonreí – ahora vámonos al hotel o moriremos congeladas.

-Solo si me besas – ella sonrío – quiero que todas las personas que están acá se den cuenta de que me quieres.

Camila solo me regalo otra sonrisa  me besó delicadamente en los labios como solo ella sabía. Era la mezcla perfecta de dulzura con pasión, sus labios ejercían la presión justa con los míos, cuando nos separamos entrelazamos nuestros dedos y caminamos hasta la salida del aeropuerto, muchas personas nos miraban y debía ser por que íbamos de la mano y entonces me di cuenta… era primera vez desde que “estábamos juntas” que ella me daba la mano como si nada.

-¿Paso algo durante la semana verdad? – pregunté mientras esperábamos el taxi.

-¿Por qué preguntas?

-Te conozco – llevábamos saliendo casi un mes pero si, si la conocía. Ella hizo silencio y dejo escapar un suspiro.

-Les conté a las chicas – la quede mirando – solo a Ally, Dinah y Normani – entonces recordé el extraño comportamiento de Normani el día que entró a la biblioteca.

-¿Qué paso con Normani?

-¿Cómo… tu… sabes… como sabes que paso algo con ella? – dijo sorprendida.

-Ese día ni siquiera me saludo y siempre lo hace, de mala gana pero lo hace.

-¿Crees que podríamos hablar de esto en el hotel? El taxi viene ahí.

-Obvio – besé su frente.

Cuando el taxi llegó nos subimos y guardamos silencio durante todo el camino hasta el hotel, realmente estaba muerta, me tuve que despertar temprano y esperar dos horas hasta que llegara el avión así que lo único que quería era llegar.

-Gracias – dije cerrando la puerta y caminando con Camila hacía el interior del hotel, Camz dio nuestros datos y subimos a nuestra habitación. El cuarto era mas grande que todo el primer piso de mi casa.

-Woow – dije mirando todo, era todo hermoso – es hermoso – dije mirando a Camila.

-Lo sé – se sacó el abrigo lentamente y mis ojos la recorrieron por completo, era la chica mas hermosa del mundo - ¿quieres que hablemos?

-Si – me saqué mi abrigó  lo colgué, me senté en la cama y ella hizo lo mismo – te escucho.

-Bueno… les conté que estaba contigo, que salíamos  me sentía increíble a tu lado porque es verdad, me siento increíble a tu lado – sonreí – Ally y Dinah me apoyaban, son las mejores pero Normani ella… a ella simplemente no le gusta la idea.

-No me interesa si no me acepta, me interesa ser lo suficiente para ti – Camila me sonrió.

-Me dijo cosas horribles – se levantó de la cama, caminó hacía la puerta y de ahí caminó hacía donde estaba yo sentada – me dijo que era un idiota por dejar a Austin por una chica y lo peor no era eso, si no que la chica por el cual lo dejé no tenía nada que ofrecerme – sentí como una presión estaba matando a mi corazón – Lauren yo… - Camila caminó hacía donde estaba yo, se hincó y tomó mis manos con las de ella – yo… ¡Dios! No esto contigo por si tienes o no tienes dinero, por si me puedes sacar o no a otros países o ciudades – elevé la vista y la quede mirando, ella lloraba y el nudo que tenía en mi garganta se aflojaba de a poco – tu no entiendes ¿verdad? – Acarició mi rostro – lo que siento por ti, lo que me has hecho sentir en tan poco es increíble, no me interesa el dinero, nunca me ha importado ¿De que me servía tener todo lo que tengo si no tenía con que compartirlo? – yo solo la miraba – te tengo a ti, eres mi ángel y si puedo traerte a New York y sacarnos a las dos de nuestras diferentes mierdas por lo que pasamos a veces lo haré sin esperar nada a cambio.

-Creo que se la razón por la que me gustas tanto – dije secándome algunas lágrimas que por mas que quise se escaparon.

-¿Cuál? – las dos sonreímos.

-Eres distintas a todas las chicas que andan por ahí y creen que el dinero lo hace todo, eres distinta en todos los aspectos – acaricié su rostro – creí que me costaría mas volver a creer o sentir que alguien realmente se merecía mi amor – ella solo sonrió y besó la palma de mi mano – pero tropezaste en mi vida y yo… y yo sinceramente no sé que haría sin ti, se que suena raro porque solo llevamos un mes y eso pero lo que siento acá – toqué el centro de mi pechó – no es normal, no me importa luchar contra el 90% de tus amistades porque yo sé de lo que soy capaz con estar siempre a tu lado.

-¿Siempre? – escuché como un susurro de sus labios.

-Si – tomé su rostro por los costados – siempre – sonreí.

-Si sabes que tarde o temprano todo termina ¿verdad? ¿Qué ni un sentimiento es eterno?

-Te propongo algo – dije levantándome de la cama y a la misma vez a Camz.

-¿Qué cosa?

-Rompamos las reglas – la abracé y sentí la respiración de Camila chocar con mi piel descubierta – seamos ese porqué las personas quieran creer en el amor eterno, ese porqué de que si vale la pena estar toda la vida junto a esa persona que te hace sentir única, especial… el amor de tu vida – Bajé mi vista a los labios de Camila.

-¿Sabes que es lo que mas me encanta de estar juntas?

-¿Qué? – dije sonriéndole.

-Me enseñaste a bailar en lugares y circunstancias únicas – sonreí – así que ahora ponte tu abrigo, saldremos.

-¿Qué? ¿A dónde?

-Pon tu abrigo Jauregui, iremos a bailar.

Narra Camila

No tenía corazón para decirle “si, rompas las reglas” todo mi cuerpo quería un si de respuesta pero no pude y no sé si pueda. Cuando bajamos nos fuimos en taxi hasta un restaurante.

-Creo que bailaríamos – dijo moviéndome la silla

-Gracias – dije sentándome – primero comeremos, muero de hambre.

-Tu siempre tienes hambre – las dos sonreímos.

Después de unos minutos ya teníamos nuestros pedidos sobre la mesa, sonreíamos, reíamos y nos tomábamos de las manos. No nos importaba si las personas miraban éramos solo ella y yo, miraba esos ojos y me preguntaba si sería capaz de estar sin ellos y la respuesta fue clara… no. Se que no podría darle una eternidad a Lauren, se que a lo mejor ni siquiera tendríamos el tiempo que nos merecíamos pero si sabía que mientras esto durara, nuestra burbuja no se reventara nuestras vidas serían hermosas porque yo me encargaría de que ella cumpliera cada meta y sé que ella se encargaría de las mías.

Durante la cena tuve muchas imágenes de ella y yo en un futuro, la veía saliendo de su carrera, yo mi familia y la suya esperándola para felicitarla, me veía viviendo con ella en una casa con gatos y perros, me veía teniendo un hijo, creando familia… me veía tan completa y feliz que me dolía. Si algo me habían dicho era que no me permitiera creer en el futuro, crecí con esa frase en mi cabeza durante años hasta hoy. Hoy que tengo a una persona increíble a mi lado y me hace sentir todos estos sentimientos, hoy que quiero amar, hoy que quiero sentir, hoy que quiero… que quiero vivir, hoy quería decirle que si, que si quería romper todas las reglas del amor a su lado pero no tengo idea si podré, no sé si podré hacer muchas cosas mas adelante con ella pero si de algo estaba segura era de que podía darle eternidad a momentos hermosos que pasemos juntas y eso era lo que quería.

-Será una noche de locura – dijo Lauren.

-¿porque? – respondí sonriéndole

-Tengo planeado cumplir otro sueño acá en New York – la quede mirando – por el momento, quiero ir a bailar – se acercó y me besó -¿Vamos bebe?

-Vamos.

Terminamos de cenar, pagamos y salimos del restaurante, hice parar un taxi y nos subimos tomadas de las manos, hablamos de lo rico que estuvo la cena, de algunas cosas de la universidad ¿era normal sentirse tan completa a su lado? De que Taylor ya me extrañaba y le había preguntado toda la semana por mi, le dije que le dijera cuando la viera que apenas tuviera tiempo iría a su casa y ella besó mis labios – por acá por favor – le dije al taxista – gracias – cuando nos bajamos no había ni un pub y Lauren me miró.

-¿Qué definición de baile tienes? – sonreí.

-La primera vez que bailamos fue bajo la lluvia ¿te acuerdas? – las dos sonreímos.

-Nunca lo olvidaría

-Nuestros bailes no son normales, así que ven – agarré su mano y bajé una escalera hasta llegar a una puerta en donde toqué el timbre.

-¿Camila? ¿Qué haces por estos lados? – era Bea

-Vengo a bailar – Bea me sonrió y de ahí su mirada bajó a mis manos entrelazadas con las de Lauren y me guiñó un ojo.

-Pasa ya sabes que hacer – Bea guardó nuestras cosas y llevé a Lauren hasta una sala adjunta a la entrada

-¿Qué hacemos acá?

-Bailaremos, pero primero me verás hacerlo a mí – me cambié delante de ella y noté como su mirada no se perdía ni un detalle de mis movimientos – cuando era pequeña hice durante mucho tiempo ballet y de ahí lo dejé

-¿Por qué? – sabía que lo preguntaría.

-Trabajo de mis padres y cosas así, ahora ven – tomé su mano y nos fuimos a una de las salas – espero que disfrutes el baile – senté a Lauren en un silla al medio del salón – cuando bailaba siempre había problemas entre los que hacían ballet y los chicos de bailes urbanos, decían que el ballet no era sexy ¿tu que piensas? – Lauren estaba hipnotizada mirándome y sentí mis mejillas ruborizarse – bueno respóndeme después del baile – la música comenzó y entonces empecé a caminar, saltar, hacer piruetas por todo el lugar, hice algunos ejercicios de suelos, otros en la barra y corrí hasta Lauren, salté y caí suavemente sobre sus piernas mirándola de frente, comencé a moverme sobre ella sin dejar de mirarla  sonreí. Me paré y abrí sus piernas lentamente y comencé a bajar y sentí como Lolo se tensó por completo, volví a bailar por todo el lugar y está vez llegue por la parte trasera de Lauren, acaricié su cabello, cuello y piernas. Me di la vuelta y volví a sentarme frente a ella – hola – dije sonriéndole.

-Ho… ho… hola – tragó saliva, seguía moviéndome sobre ella y sentí sus manos acariciar mis piernas, subieron hasta las caderas y de a poco mi movimiento se fue calmando, teníamos nuestras frente juntas  podía notar el ambiente caliente – eres jodidamente sexy – dijo lamiéndose el labio inferior.

-Baila conmigo – desabroché su abrigo y la levanté para que bailemos. Recorrimos todo el cuarto bailando, riéndonos, besándonos, acariciándonos hasta que quedamos exhaustas en el suelo mirando el techo el cual era de vidrio – creo que tendremos que bañarnos – dije aun mirando al suelo cuando sentí que Lauren se incorporaba y colocó la mitad de su cuerpo sobre el mío - ¿Qué pasa? – dije mirando sus ojos verdes.

-Bailas increíble – besó mis labios – enserio, es una lástima que lo tuvieras que dejar.

-Bueno prefiero mi vida de ahora, solo era un regalo para ti – está vez la besé yo.

-Será mejor que nos vayamos – dijo levantándose.

-¿Por qué? – dije sentándome en el suelo.

-Te dije que tenía pensando cumplir dos de mis 5 sueños en esta ciudad – Lauren se colocó el abrigo y se que a lo mejor será idiota pero amaba que se desvistiera y se vistiera, de la forma que lo hacía – así que anda a cambiarte, te espero a fuera bebe.

Fui al baño y me cambié de ropa lo mas rápido que pude, me despedí de Bea y salí. Lauren me estaba esperando en un taxi – anda amor ven sube – me subí con ella y la quede mirando.

-¿Qué tienes pensado hacer Lauren? – miré sus ojos a ver si podía hacerme alguna idea pero no, nada - ¿no me dirás verdad? – solo sonrió.

El viaje fue silencioso, creo que a las dos nos había afectado el baile – por acá por favor – le dijo al taxista y ella pagó – gracias, anda amor bájate – me baje y cruzamos la calle.

-¿Cómo sabes este lugar si se supone que nunca antes habías venido?

-No lo conocí, lo vi cuando llegamos ese día en el taxi – la quede mirando – llegamos – corrí la mirada hacía el lugar y no lo podía creer.

-¿Es enserio? – la miré nuevamente.

-Si – tomó mis manos - ¿entremos?

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