-Tony...-Lo miraba nervioso, su deseo no tenía límites pero su miedo le hacia temblar.
-Tranquilo, soy yo...-Este se inclina para repartir besos en el rostro del otro acción que lo relajó increíblemente.
Sus besos bajaban de su rostro hasta su pecho, de su pecho al abdomen y del abdomen a aquella parte tan íntima donde ya sabia que nadie había estado antes. Con su hábil lengua lamió desde la parte baja de sus testículos hasta la cabeza de aquel miembro arrancando un pequeño gemido al Capi y notorio escalofrío. Aquello había sido música para sus oídos por lo que sin dudarlo introduce aquel pene en su boca, acomodándolo con la lengua mientras lo notaba chocar en su paladar. El pobre rubio solo pudo gemir ante aquello, le pareció algo increíble. Entonces se decidió, ahora no deseaba que su moreno parase.
Stark envolvió la intimidad del rubio con sus carnoso labios empezando a mover su cabeza para hacer un vaivén que a cada segundo parecía acelerar arrancando sonoros gemidos de un sonrojado soldado. Su saliva se resbalaba por el imponente miembro que salia y entraba de su boca, baja do por sus testículos y acabando por resbalar por la pequeña entrada de Steve. Este se retorcía maravillado mirando al techo intentando acallar sus gemidos que se negaban a quedarse quietos.
Engullía aquel miembro con devoción y hambre hasta que notó como el rubio tenía claros indicios de venirse en cualquier momento separándose de este en una larga lamida por toda la base terminando en la punta quedando unido con ella por un fino hilo de saliva entre el miembro y su lengua, rompiéndolo al instante. Bajó más su cabeza lamiendo bajo sus testículos para después conseguir lamer aquella entrada logrando el el rubio apretara los párpados y se mordiera el labio con fuerza.