~Capítulo 1~
|Mudanza|
Malia
Apreté con fuerza el volante, estaba a unos pocos minutos de aquel pueblo. No había marcha atrás, apenas pise ese lugar todo quedará en el olvido, juré no volver y eso es lo que haré.
Estacione en frente de un pequeño edificio que estaba justo en una esquina, en la parte de abajo era una cafetería y en la parte de arriba vivían unas cuantas personas, según la información que me dieron vía telefónica, solo vivían dos chicas ya que no había mucho lugar, simplemente eran tres apartamentos pequeños. Por suerte llegue a tiempo y me agarre el ultimo apartamento que quedaba.
Apague el coche y baje cerrando la puerta, unas cuantas miradas se posaron en mi, pero no les di importancia. Me acerqué al maletero del pequeño auto y saque mi unica maleta, no tenía muchas cosas y me dije que aquí compraría lo demás. Cerré el maletero y me asegure de haber cerrado la puertas.
Busque una puerta de color cobre, estaba justo al lado de la cafetería. No tenía las llaves así que toque el timbre, espere a que me abrieran y luego de unos minutos una señora mayor abrió la puerta con una sonrisa.
-Oh, tu debes ser la chica que alquilo el departamento. ¿Malia, cierto? - me tendió su mano, sonreí y asentí -. Un gusto conocerte, soy Maria, hablaste con mi esposo hace unas semanas.
-Un gusto señora, si así es, hable con su esposo. Acordamos que hoy me mudaria, espero no haberme equivocado - la señora negó y me abrió paso para que entrará con mi maleta.
-Te presentaría a las chicas, pero como sabes es horario de clase, tal vez las conozcas después. Descuida son buenas y se que te caerán bien - me dice y me guía hasta una puerta con la letra C -. Este es tu apartamento, ten las llaves y te dejo para que te acomodes, no dudes en llamarme si necesitas algo. Estaré abajo, solo pregunta por mi - dicho eso se marchó dejándome sola en medio del pasillo.
Suspire y abrí la puerta, lo primero en darme cuenta es en el horroroso tapizado de las paredes. También el suelo sucio, pero no importaba todo era mejor que dormir en la calle y no dudo que después de unos cuantos arreglos esto se hará irreconocible.
Deje la maleta a un lado y cerré la puerta, di una repasada a todo el lugar antes de llamar al chico que se encargaba de traer mis demás cosas, mi cama entre ellas. Mientras esperaba decidí limpiar un poco, en el pequeño cuarto de baño encontré una escoba junto a un trapo y un balde.
◇◇◇
-Todo listo señorita - Jonh se sacudió las manos luego de haber dejado todas mis cosas dentro del apartamento. Saque mi cartera y le tendí el dinero acordado, luego de un gracias se fue.
Esa noche no dormí hasta ver que todo estuviera limpio y ordenado. Tampoco comí así que apenas termine baje a la cafetería que estaba abriendo sus puertas.
-Buenos días, señora - salude, Maria estaba abriendo la cafetería junto a su marido.
Al verme sonrió y dejo de hacer lo que hacía:-¡Niña, buenos días! ¿Necesitas algo? - pregunto curiosa.
-Digamos que no dormí en toda la noche, vine por algo de comida, pero descuide puedo venir después - digo y la señora niega mientras hace una cara divertida.
-Mis inquilinos tienen privilegios, ¿Sabes? Puedes agarrar lo que quieras, luego me pagas descuida - me sonríe y termina de abrir el lugar. Asiento y entro al lugar, me quedo quieta decidiendo entre ir a la cocina y hacerme un café o esperar y ver que me dice, tampoco quiero parecer muy confiada -¿Qué esperas niña? Ve a la cocina y hasta un café, hay medialunas en el mostrador, agarra unas - me dice y asiento nuevamente sonrojada.
Entró a la cocina y me hago un café. Mientras lo hago escucho al lugar llenarse poco a poco, dos chicas entran a la cocina y al verme se detienen.
-Hola, no pregunto porque a muy obvio. Malia, nuestra nueva vecina, un gusto soy Kari y ella es Pato - me dice señalando a la chica que tiene al lado.
-Prefiero, Patricia. Pero llámame como quieras, es lo mismo - sonríe amistosa. Creo que puedo llevarme bien con ellas.
-Un gusto, soy Malia como dices. Eh, ¿Van al instituto? -pregunté sin saber que decir. No era muy buena en sacar tema de conversación.
-Por desgracia, sí. Vinimos por un café, te digo un secreto, no hay mejor café en todo el pueblo. Por cierto, ¿Qué te llevo a venir a un pueblo como este? Digo, pareces una chica de ciudad - pregunta Patricia, se acerca a mi lado y se hace un café, Kari hace lo mismo.
-Quería comenzar de nuevo y creo que este lugar era la mejor opción - digo sin decir mucho, no quería decir mucho sobre la principal razón de estar aquí.
-¿Por la tranquilidad, cierto? Yo vine aquí por ese motivo y no me arrepiento - dice Kari y agarra una galleta de chocolate de un recipiente -. O bueno, no del todo, obviamente toda decisión tiene su lado malo.
-¿Y cual seria el lado malo?- pregunto interesada, tome mi café mientras ella se debatía en decirme o no.
-Una familia, son los fundadores de este lugar por lo que oí. Se creen mucho y hacen lo que quieren con el pueblo, no podemos decir nada ya que una sola queja parece enojarlos. La ultima vez que alguien se quejo... desapareció sin dejar rastros, nadie sabe si fueron los hermanos, no hay pruebas contra ellos - dice y aprieta su taza con rudeza.
-Era su novio, ella cree que tienen la culpa - dice Pato.
-¡Y la tengo! No fue coincidencia que justo un día antes Nick se peleará con el hermano mayor y luego desapareciera, así sin mas - exclama Kari, mi cabeza palpita y me siento mariada por unos segundos.
-No hay pruebas, Kari. Ademas alguien lo vio en el lago peleando con otra persona y no culpes al hermano mayor, el estaba con sus hermanos en el bar del pueblo.
Karina se queda callada y toma su café, Pato hace lo mismo y me mira pidiendo disculpas. Sonrió dándole a entender de que no pasa nada, dejó la cafetería para ir a mi apartamento.
El segundo paso era inscribirme en el instituto, en la tarde lo haría, hoy solo quería dormir un rato para compensar lo de anoche. Acomode mi cama y me acosté a dormir.
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Nota de autora: Bienvenida/o a mi nueva novela. Espero que les guste este nuevo proyecto que estoy comenzado.
Si es tu primera vez leyendo una de mis novelas, te invito a leer mi otra novela: Simplemente Mía - Hombres Lobo.
En fin, me despido.
Besos y abrazos, Ann👯