¡Ah! Katsuki-sensei ¦Katsudek...

By BreakMinds

1.8M 215K 265K

«A Izuku Midoriya no se le dan bien las matemáticas, pero, ¿quién sabe? Quizás con su nuevo profesor las cosa... More

Capítulo 00
Capítulo 01
Capítulo 02
Capítulo 03
Capítulo 04
Capítulo 05
Capítulo 5.1
Capítulo 06
Capítulo 07
Capítulo 08
Capítulo 09
Capítulo 10
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Nota
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
♡BookTrailer♡
Capítulo 67
Nota
Capítulo 68
Capítulo 69
Capítulo 70
Capítulo 71
Capítulo 72
Capítulo 73
Capítulo 74
Capítulo 75
Capítulo 76
Capítulo 77
Capítulo 78
Capítulo 79
Capítulo 80
Capítulo 81
Capítulo 82
Capítulo 83
Capítulo 84
Capítulo 85
Capítulo 86
Capítulo 87
Capítulo 88
Capítulo 89
Capítulo 90
Capítulo 91
Capítulo 92
Capítulo 93
Capítulo 94
Capítulo 95
Capítulo 96
Capítulo 97
Capítulo 98
Capítulo 99

Capítulo 11

36.6K 3.7K 5.3K
By BreakMinds

💓 Bunnycher 💓

Agradezco de todo corazón el gran esfuerzo que has hecho al entregarme este lindo regalito! Te ha quedado bellisimo y no sabes lo feliz que me hiciste cuando me lo enviaste. ¡GRACIAS!

Pd: Lamento mucho la demora, corazón


Le ha quedado bellisimo! Se nota el esfuerzo y dedicación que puso en ello, y lo que más me gusta es la linda escena de "Manzana verde" que fue una de mis favoritas!!! Sin duda corazón, me has hecho muuuuy feliz, gracias! Eres una belleza.

_______________________________

| Distancia y acoso |


¿Qué había sido ese agarre imprevisto? Se preguntaba Izuku mientras repetía la escena en su cabeza con algo de temor.
Esa sonrisa que le había dedicado ese chico nuevo lo había dejado totalmente desconcertado e incómodo. Se sentó aún con su mano en la barbilla.

¿Es que acaso me conocía? Pero eso era extraño, pues jamás lo había visto en mi vida. Por otro lado, fue muy extraño el comportamiento de Bakugou-sensei y Aizawa-sensei...

¿Y cómo no notarlo? Si las miradas que se cruzaban de vez en cuando entre ellos dos mientras el peliverde le vendaba la mano derecha a Katsuki, eran realmente de temer.


Estación Fujikawa.

—Ah, debo bajarme —murmuró de manera baja, mientras se levantaba con rapidez aún pensativo a la salida del vagón.

.
.

Estaba sumergido por completo en la tina, pensativo. Observaba con excesiva concentración el shampoo que había comprado esta mañana.

"Para más brillo y vida a tu cabello. Aguacate y Nuez"

¿Desde cuando se fijaba en las mierdas que compraba? Ah sí, desde hoy. Sus días últimamente eran desastrosos y lo único que llegaba a hacer en su departamento era desconectarse de todo, odiaba pensar y pensar una y otra vez lo mismo siempre.

De pronto, un sonido lo sacó de su burbuja reconfortante en aquel baño. Sonidos de golpes en su puerta principal, para ser exactos.

Podían golpear todo lo que quisieran, él no pensaba mover un puto dedo de ahí, si fuera por Katsuki, quien fuera que estuviera afuera podía comenzar a prepararse para su vejez.

— ¡Oye, Bakugou! —No pudo evitar rodar los ojos apenas esa molestosa voz llegó a sus oídos.

—Jodete. —habló el rubio mientras pasaba su mano por su cabellera húmeda, mientras permitía que las gotas recorrieran con lentitud su rostro.

— ¡Sé que estás ahí, hermano, si no abres les diré a todos que te gustan los men!—

Fue interrumpido por un zapato volador, que le volteó la cara en menos de un segundo.
El camino de charcos de agua a lo largo del departamento era abismante.

— ¡¿De qué estás hablando, jodida mierda?! —bramó el rubio acomodándose la toalla en su cadera, mojado hasta los pies. —Tú y tus pendejadas siempre me interrumpen en mis momentos más importantes. —agregó, mientras le dedicaba una mirada asesina.

—Ya, ¿como dormir y darte un baño? —respondió Kenjirou con desinterés, con ambas manos tras su nuca, entrando sin el consentimiento del rubio.
Se dirigió directamente al refrigerador. — ¡Hombre, pero no tienes una mierda aquí! ¿Qué comes, aire? —Se burlaba el pelirrojo mientras abría el último yogur de frutilla que quedaba en ese desolado refrigerador, que incluso hasta telarañas se podrían encontrar si se daba el trabajo de observar bien.

—Simple, no soy una maldita piraña como tú —respondió apoyándose en el umbral de la puerta que daba hacia la cocina. —Y bien, ¿que mierda quieres? —preguntó quitándose la toalla con rudeza, dirigiéndose a su habitación para ir a vestirse.

—Pues pensé que estabas muerto o algo, me clavabas los vistos y ni siquiera respondes mis llamadas. —Se quejó Kenjiro mientras se lanzaba al sofá y comenzaba a hacer zapping. —Uff pero que preciosura tenemos aquí —murmuró viendo a la chica en bikini bebiendo soda tras la pantalla.

—Si no te respondo es porque simplemente no se me da la puta gana. —respondió Katsuki mientras salía de su habitación con sus shorts negros, descalzo y secándose con rudeza sus cabellos cenizos.

—Siempre me he preguntado qué clase de masoquista querrá estar con alguien tan cariñoso como tú. —En tono burlesco se giró a ver al rubio quién ante el comentario lanzó un gruñido.

—No tienes puta idea, si eso llegase a suceder, la persona que esté conmigo será realmente agradecida con tener mi sola presencia. —habló con soberbia mientras sonreía de lado, obteniendo como respuesta una risotada del pelirrojo.

—Oye, sobre mi estúpido hermano y rayito ¿fueron a tu taller hoy? —preguntó, mientras acababa su última cucharada de yogur.

—Sí, —respondió con sequedad. —me sorprende el nivel de estupidez que poseen esos dos, es como si simplemente desbordaran imbecilidad. —añadió con sus brazos cruzados en el sofá de enfrente.

—Pues sí, son realmente estúpidos, pero porque quieren, no se esfuerzan —respondió Kenjiro mientras lanzaba el envase de yogur a la basura. —¿Qué te sucedió en la mano? —preguntó curioso mientras observaba el vendaje ahora todo húmedo del rubio.

—No es de tu incumbencia. —respondió Katsuki mientras se sacaba el vendaje con rudeza.

—No sabía que sabías vendar tan bien. —agregó, observando al rubio abrir y cerrar la mano.

—No lo hice yo, lo hizo un estúpido alumno que se cree enfermera. —continuó, mientras se quedaba viendo el vendaje húmedo ahora en el suelo.

—Hoy vi a uno de tus alumnos en la estación de trenes, parecía como si hubiese visto un fantasma. —mencionó Kenjiro, recordando los veloces y nerviosos pasos del peliverde mientras miraba con preocupación hacia atrás. —Creo que se llamaba Izu. —agregó, tratando de recordar su nombre.

Izuku. Pensó de inmediato.


El pelirrojo no pudo evitar sonreír de medio lado al notar el pequeño cambio de ojos que dio Katsuki por un segundo, como si realmente le importara el tema.

—Como si me importara. —gruñó con sus manos tensas, levantándose de golpe para dirigirse a su habitación.

Eso había sido demasiado obvio.

—Que fácil eres de leer, hermano —murmuró Kenjirou de manera baja, mientras observaba como la cabellera rubia ceniza se perdía tras el umbral de la habitación.

|
|
|
|
|

Era nuevamente un lunes por la mañana, a partir de esa semana comenzaban las clases oficiales.

Por la mañana las clases de Bakugou se habían cancelado por una ceremonia de bienvenida a todos los estudiantes en el enorme gimnasio de la academia. Era la típica bienvenida de apertura para comenzar oficialmente con las clases.

— ¡Ciencias al fin! —exclamaba alegre Uraraka, entrando con motivación al aula. —Izuku-kun, buenos días —saludó sonriente dirigiéndose al pupitre del chico.

—Buenos días Uraraka-san —respondió sonriente mientras terminaba de acomodar sus libros. —All Might me dijo que Ito-sensei podría llegar algo tarde. —recordó Izuku viendo la hora en su reloj negro.

..

Reiko Ito, profesora de Ciencias, se especializaba en los tres ramos sin excepción alguna, por lo que los días Lunes y Jueves el aula 3-A tendría su presencia. Estaba a poco de jubilarse con sus 59 años de edad. Divertida y estricta, le gustaba la extrema perfección en cada una de sus tareas y trabajos.

A decir verdad, sus años le dificultaban su trabajo, pues habían muchos alumnos que no le entendían bien debido a que no podía hablar muy fuerte, además de que tenía dificultades visuales, solía equivocarse frecuentemente en las revisiones.

..

—Qué mal, y yo que tantas ansias tenía de verla pronto. —murmuró Uraraka mientras se dirigía a su pupitre cabizbaja.

De pronto, una voz conocida para Izuku interrumpió su mirada jade.

—Oye rizitos, ¿el asiento atrás de ti está ocupado? —Izuku se estremeció apenas esa grave voz llegó a sus oídos, levantó su mirada para encontrar al mismo chico que actuó de manera extraña en la estación de trenes.

—Esto... no. —Se le escapó de manera dubitativa, mientras analizaba el rostro del chico para confirmar si realmente lo conocía.

—Pues desde hoy, este pupitre me pertenece. —Sonriente se sentó atrás de Izuku, sin evitar oler el aroma del peliverde al pasar por su lado.

El sonido de su nariz cerca de su nuca le hizo removerse algo inquieto en su pupitre.

Tranquilo, no pasa nada y no es nada extraño, solo casualidad. Se repetía constantemente en su cabeza para eliminar ese extraño nerviosismo que le invadió de pronto.

..

—Entonces corazones, ya me queda poco, pero no se preocupen, encontré a la persona adecuada que podrá reemplazar a esta hermosa señora en un par de meses más. —Salió de su estado pensativo encontrándose a su vieja profesora al frente, sonriente explicando a sus queridos alumnos lo que sucedía forzando un poco la voz para que todos la escucharan.

Muchos ante la noticia se desanimaron, pues si bien es cierto que Ito-sensei estaba a poco de jubilarse, el solo hecho del gran cariño que les expresaba a cada uno durante las clases había creado un enorme lazo con sus estudiantes.

La clase continuaba sin más, y tal como pasaron las horas, también las semanas.

|
|
|
|
|
|

Habían pasado tres semanas desde aquel incidente que daría paso a un acoso enfermizo...

Ese día lunes fue difícil de explicar para Izuku, quien estaba siendo interrogado por un preocupado bicolor que lo había sacado a la fuerza de la interacción que estaba teniendo con Shigaraki, su compañero ya habitual que era algo extraño.

..

El peliverde se encontraba guardando sus cosas, entre una de ellas, un bloc de notas. Izuku cogio mal el bloc, provocando que una fotografía de All Might se resbalara y cayera sobre su pupitre.
Fue recogida por Shigaraki al instante, quien se la quedó mirando por un par de minutos sin movimiento alguno.

Para el de ojos esmeraldas, las extrañas reacciones que solía tener su compañero cuando hablaba con él se había reducido a miedo y nerviosismo. Y era justamente lo que estaba sintiendo en esos instantes, al notar los leves temblores que estaba teniendo el peli celeste provocando leves arrugas en la fotografía.

— ¿Shigaraki-san? —Con duda preguntó Izuku, observando las arrugas ya notorias de su fotografía. — ¿Podrías entregarme la fotografía, por favor? —Intervino nuevamente notando ahora, esos ojos fulminar su mirada.

Un leve gesto de desprecio nació en el rostro de Shigaraki.

— ¿Acaso eres de esos típicos fans patéticos de este tipo? —Habló por fin, dejando la fotografía en su propio pupitre con la palma de su mano encima de ésta, observando ahora, la reacción del pecoso.

Izuku ante esto, pestañeo varias veces, nervioso. —Ehmm... —Se quedó pensativo, rascándose levemente la mejilla izquierda con su dedo índice buscando la manera correcta de responder ante la venenosa pregunta. El peliverde lo que menos quería era tener problemas.

—Yo no me considero un típico fan, ¿sabes? —respondió esbozando suavemente una sonrisa. —Porque es mi admiración desde que soy pequeño lo que me impulsa a seguir sus pasos. Podríamos decir que él, es mi motivación. —concluyó el pecoso con agradable voz.
Viendo que luego de su respuesta, no hubo movimiento alguno de parte de Shigaraki, formuló: —E-Esto... ¿Podrías ahora pasarme la fotografía, por favor? —Volvió a insistir acercando su mano hacia la fotografía que estaba presa en la mano del peli celeste.

El respirar de Tomura cada vez se hacía exageradamente pesado y sus fuertes respiraciones ponían en estado de alerta a Izuku.

En un movimiento rápido, Shigaraki notó que estaban solos en el aula y sonrió.


De manera maliciosa y veloz pasó su brazo derecho con brusquedad tras el cuello del pecoso para así aprisionarlo de manera inmediata contra su pecho a la fuerza, notando leves temblores y fuertes forcejeos de parte del oji esmeralda que yacía asustado, aprisionado entre los brazos y pecho de Shigaraki.

—¿Qu-qué haces, Shi-shigaraki-san? —Izuku no pudo odiar más en ese instante el no poder controlar sus balbuceos debido al intenso nerviosismo que sentía.
Sintió la respiración pesada del peli celeste contra su oreja derecha junto a su aliento calentar de a poco ese lado de su rostro.

Se sentía completamente inútil.

—Prepárate, Izuku Midoriya, tú no sabes qué cosas les hago a los tipos como tú. —Soltó de pronto de manera venenosa, mientras le pasaba la lengua por el cuello de manera desvergonzada, notando los temblores del pecoso y sus inútiles esfuerzos por salir del agarre ante esto.

Tomura no podía sentirse más a gusto en esos instantes, realmente estaba disfrutando el cómo aquel peliverde reaccionaba ante él.

Pero Izuku escapó de sus brazos mucho antes de lo que él esperaba.

Observó como el pecoso salía con brusquedad de su agarre ahora quedando en el pecho de uno más de sus aburridos compañeros de aula.

Izuku aún con sus ojos esmeraldas abiertos a más no poder debido al shock en el que se encontraba por la lamida de Shigaraki, temblaba entre los brazos de cierto bicolor sin poder evitarlo.

Se produjo un silencio incómodo en el que solo había un choque de miradas, una carmín y otra bicolor.


Shigaraki observó de manera desafiante a Todoroki mientras se lamía sus labios, con una sonrisa maliciosa presente en su rostro.
Todoroki por su parte, estaba con su ceño fruncido sin notarlo, mientras tocaba la cabellera del pecoso para intentar calmarlo.

— ¿Qué se supone que le hacías? —interrogó de manera dura el heterocromático sin quitarle la vista de encima.

—Izuku solo me daba la bienvenida —sonriente y con desinterés, se encogió de hombros mientras iba en busca de su bolso.

—No creo que eso sea así. —respondió Todoroki sereno, aunque, contrario a su respuesta, el bicolor intensificó el agarre que tenia con Izuku sin notarlo. —No me pareces de confianza y es innecesario decirlo pero... Midoriya no está solo. —Soltó de manera frívola sin dejar de ver la estúpida sonrisa del peli celeste.

—Eh~, pues no creo que esté con compañía las veinticuatro horas al día... —sonrió, antes de salir por el umbral de la puerta. —Nos vemos pronto, Izuku, cuídate. —Se había despedido en un tono burlesco y malicioso, eso definitivamente no daba buena espina.

Todoroki se quedó pensativo observando el aula ahora sin la presencia de aquel extraño tipo.
Suspiró de manera pesada y observó a Izuku aún temblando entre sus brazos, debía calmarse.

—Midoriya —habló por fin tratando de ver el rostro del chico que aún seguía sin responder nada. — ¿Qué es lo que te decía ese tipo? —preguntó sentándose en el pupitre para poder observar bien el rostro del pecoso.

—Y-Yo, e-esto, no lo sé Todoroki-kun —balbuceaba, notablemente nervioso moviendo sus manos sin descanso.

Todoroki tomó sus manos con suavidad pero a la vez firmeza. —Debes calmarte, Midoriya, ahora mismo estás a salvo. —respondió sin quitarle la vista de encima. —Respira.

Y cómo si Izuku fuese un niño, obedeció de inmediato y comenzó a respirar.

Solo debes calmarte, cuenta hasta diez, se repetía hacia sus adentros mientras inhalaba y exhalaba.

—Shigaraki-san se puso extraño cuando vio mi fotografía de All Might, entonces creo que se molestó, no entiendo por qué. —respondió Izuku ya más calmado mientras se acomodaba su camisa y comenzaba a guardar sus cosas, entre ellas, la fotografía ahora arrugada de All Might. —Gracias Todoroki-kun, yo simplemente entre en shock, no me esperaba esto. —murmuró con timidez.

Todoroki asintió. —Ya sabemos que es un tipo de cuidado —dijo de manera frívola mientras se levantaba algo molesto y preocupado. —Te acompaño a tu casa. —dijo de forma decidida avanzando, aquello último que había dicho Shigaraki le había quedado en la mente.

—No será necesario Todoroki-kun, ya estoy más tranquilo. —habló Izuku rápidamente avanzando hacia el bicolor apresurado.

—Es mi decisión, Midoriya. —respondió Todoroki avanzando con su bolso a un lado.

Izuku ante esto, nego con frustración su cabeza. —V-verás, para ser sincero, yo simplemente no quiero ser una molestia. —murmuró. —Además puedo irme solo, tú has de tener cosas que hacer. —agregó de manera tímida mientras apretaba sin darse cuenta las correas de su mochila amarilla, lo que más odiaba era ser una molestia y mucho más si se trataba de sus amigos.

Todoroki simplemente lo miró, asintió y continuó avanzando, por muchas cosas que le dijese su amigo, no pensaba cambiar de opinión.

Al final, Izuku no pudo hacer mucho y Todoroki lo dejó en la puerta de su casa tal y como lo había decidido, el pecoso ante la enorme amabilidad de su amigo le invitó una leche con galletas, pero el bicolor se negó y simplemente se retiró ya más calmado al saber que el peliverde estaba a salvo en su hogar.

..

Luego de ese incidente, pasaron tres semanas y junto a ello, el acoso de Shigaraki Tomura aumentaba de a poco.

También, luego de lo ocurrido con Bakugou e Izuku, el rubio ceniza se había alejado considerablemente del pecoso, ya no le dedicaba esas sonrisas llenas de soberbia ni su mirada carmín, al contrario, lo ignoraba totalmente.

Cuando Izuku le preguntaba sus dudas respecto a la clase Bakugou de manera distante le respondía y ahora, era el de ojos escarlatas quien era el primero en huir cuando terminaban sus clases.

¿Huir? Sí, era lo que hacía, pues desde el día en que vio la ficha del pecoso, no podía dejar de atormentarse a sus adentros.
Y el observarlo en todas sus clases sonriéndole, agradeciéndole o simplemente cuando le hablaba, era más que una pesadilla.

El simplemente huía de ese pequeño tormento que tenía como alumno, que sentía que cada día lo volvía más y más loco, pues sus recuerdos más profundos salían a flote sin control alguno cada vez que lo veía.

|
|
|
|
|


Era un día jueves y Bakugou se encontraba organizando sus documentos para el primer examen que daría la próxima semana.

—Supongo que este ejercicio es muy complejo para esos bastardos. —murmuraba de manera baja con su mano en el mentón, sentado en el mesón con una coca cola a un lado. Escribió una equis gigante encima del ejercicio y proseguía a analizar el siguiente. —Bien, con esto será suficiente, ya no tendré que preocuparme por el jodido examen por ahora. —sonrió de manera orgullosa mientras se estiraba en la acolchada silla negra, bebiendo su refresco como un premio por su esfuerzo.

Sacó su teléfono celular que vibraba sin descanso, eran las 13:30 P.M., hora exacta de salida de todos los alumnos, esperaría veinte minutos para salir en calma.

Kenjiro está escribiendo...

Katsuki rodó los ojos de manera automática.
Y ahora qué mierda quería, tenía ya seis mensajes sin leer de él.

«Oye bro, avísame si mañana no va puerco espín, ayer traté de explicarle matemáticas pero la verdad no entendí una puta mierda.»

Visto a las 13:35 P.M.

«Bueno gracias por tomarte la molestia de al menos leer mi jodido mensaje.»

Visto a las 13:37 P.M.

«Lo que provoca el amor...»

Visto a las 13:39 P.M.

«Aveces me pregunto porqué existes, imbécil.»

Kenjiro está escribiendo...

Apagó su teléfono, ya no quería saber una mierda, cada vez que hablaba con el imbécil de su amigo lo molestaba y no entendía porqué.

Katsuki no sabía que Kenjiro lo podía leer fácilmente sin siquiera esforzarse un poco.

Katsuki no sabía que su actuar decía más que sus propias palabras.

Katsuki no sabía que en esos instantes y por mucho que lo negase, tenía un alumno favorito.

Pero Katsuki no lo sabía aún. Y era algo que Kenjiro sí.

Katsuki guardó sus papeles para irse con su habitual ceño fruncido, le gustaba irse por el pasillo más solitario ya que odiaba encontrarse con gente en su camino.

De pronto, escuchó un quejido leve proveniente de los casilleros más solitarios de la academia Yüei.

|
|
|
|
|

—Chicos iré al baño y regreso. —anunció Izuku, mientras se alejaba entre la multitud de los estudiantes.

— ¡Te estaremos esperando en la salida! —exclamó Uraraka mientras avanzaba junto a Todoroki.

Izuku con rapidez entró al baño, agradeció que estuviese vacío, pues a esas horas era común que se llenara debido a la salida de clases.
Lleno su botella de agua y la dejo a un lado.

—Ahh... —suspiró observando sus propias orbes esmeraldas tras el espejo. —Me pregunto porqué Katsuki-sensei está tan distante... —susurró con un leve toque de decepción, mientras humedecia sus mejillas pecosas y cuello. En esos instantes, el clima estaba muy caluroso.

Izuku no podía quitarse de la cabeza aquello que había sucedido hace unos días atrás.

..

—Bien, eso ha sido todo por hoy, se pueden ir. —concluyó Katsuki, mientras cerraba su libro con rapidez y cogia su mochila negra.

Izuku guardó sus cosas con lentitud apropósito y esperó a que la mayoría de sus compañeros salieran, observando de reojo al rubio ceniza.

Por la rapidez que estaba usando Katsuki para guardar sus cosas en esos instantes, junto a sus maldiciones internas de: ¿Porqué mierda justo hoy tengo tanto puto material en mi escritorio? Provocó que se le cayera su pluma favorita, genial, justamente cuando estaba jodidamente más apresurado es cuando sucedían cosas que le retrasaban más.

La fue a recoger a regañadientes cuando notó que alguien ya lo había hecho gentilmente.

Apenas notó de quien se trataba su mente solo pensó en una cosa:

Mierda.

Izuku avanzó con serenidad hacia el escritorio del mayor, mientras este sentía que estaba siendo acorralado. Debía irse de ahí.

—Sensei. —dijo entonces, con serenidad. Clavó aquellos ojos esmeraldas sobre sus ojos escarlatas sin miedo, sin nerviosismo.

Katsuki sabía qué se venía, lo sentía. Trago duramente saliva y puso la peor cara que pudo.

— ¿Qué? —escupió simulando molestia, aunque en el fondo no era lo que sentía.

Izuku medio le sonrió, mientras tocaba sus yemas de los dedos. —Me preguntaba... ¿Usted está bien?

Entonces, Katsuki se quedó perplejo.

Era todo, esa simple pregunta lo había tomado con la guardia baja.

— ¿Porqué la pregunta, mocoso? —respondió entonces, terminando de guardar sus cosas, evitando a toda costa aquella mirada jade sobre su silueta.

—Lo siento si le incomodo, pero siento que está distante conmigo, ¿he hecho algo mal? —murmuró eso último con tristeza.

¿He hecho algo mal?

¿He hecho algo mal?

¿He hecho algo mal?

Gruño a sus adentros sintiéndose totalmente culpable de aquella situación. Aquellas palabras se las veía venir, pero no estaba preparado para enfrentarlas.

Suspiró pesadamente colocándose la mochila en su hombro, avanzó hacia el pecoso dando duros pasos, quedando frente a él, demostrando un rostro impenetrable y unos ojos carmines llenos de seguridad.

—Escucha Midoriya, lo que a mi me pase o no me pase no te tiene porqué importar, soy simplemente tu profesor de matemáticas, no confundas las cosas. —dijo, con seriedad. —No tengo ningún problema contigo ni con ninguno de mis alumnos. Más te vale que dejes de pensar estupideces si no quieres tener problemas conmigo. —amenazó, sin quererlo. Katsuki Bakugou era muy bueno para cagarla.

— ¡P-pero sensei! —exclamó el peliverde, frunciendo el ceño. — ¡Yo sé que a usted le pasa alg—

—Calla. —ordenó el mayor, interrumpiendo al peliverde. —No quiero oír una sola palabra más sobre este tema, mocoso. Acabo de dejarte las cosas claras, con eso es suficiente. —dijo, mientras se retiraba del aula a pasos agigantados.

Apenas llego a su departamento, Bakugou hizo un desastre, descargando su ira e impotencia...

..

Los constantes suspiros de Izuku hacían melodía en aquel baño vacío, su rostro humedecido estaba algo depresivo, comenzaba a notarse leves ojeras que antes no tenía, como también sus rizos algo descuidados.

Una mueca de tristeza nacía de a poco en el peliverde, pero unos leves golpes en sus mejillas pecosas eran suficientes para volver a la realidad y ocultarlo.

Por fin te encuentro solo. —habló de pronto una voz silenciosa que entraba al baño para posicionarse a un lado del pecoso.

______________________________________________

Perdonen la estupidez de hoy haha, mis dedos actualizaron sin querer, les tenía una sorpresa pero dado que mis dedos me traicionaron, preferí actualizar ahora mismo esta parte que ya la tenía lista.

¡Hooola! ¡Muchas gracias por sus lindos votos, lecturas y comentarios, me encantan!

Estoy tan feliz de volver a escribir de nuevo, extrañaba tanto esto... Estuve en muchos líos durante varios meses, por ello mi ausencia. Lo siento muchísimo, corazones.

Las ediciones están cada vez mejores a mi parecer en cuanto a la trama, tenía un montón de errores, estoy contenta de como esta quedando el fic y también contentísima del lindo apoyo que me entregan.

Espero que esten muy bien, les deseo una bellísima semana y bueno, mis deditos estarán castigados por un tiempo por pendejos :u

¡Nos leemos pronto! 💓

Pd: todavía sigo feliz por sus lindos detallitos, muchísimas gracias!!!! 💓💓💓

Continue Reading

You'll Also Like

85.3K 15.7K 49
Jimin es un humano común y corriente, un día va a una excursión en el bosque y al recostarse en un árbol es transportado a un mundo mágico, llamado f...
309K 23.9K 52
Historias del guapo piloto monegasco, Charles Leclerc.
3.8M 416K 37
Kim TaeHyung le pide a Jeon JungKook que sea su novio. Aunque el pelinegro está catalogado como la peor pareja del Instituto, decide no rendirse. ...
493K 79.5K 34
Park Jimin, un padre soltero. Por culpa de una estafa termina viviendo con un completo extraño. Min Yoongi, un hombre solitario que guarda un triste...