La vida tiene el mismo final para todos
"LA MUERTE".
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ETHAN
Hay que ser francos y saber reconocer que en la mayoría de nuestra de vida hemos desperdiciado el tiempo en cosas innecesarias.
"Así que aprovecha el tiempo el cual es oro, que para ser un hombre de negocios y con poder no se debe perderlo en alguién o algo insignificante"- esa fue una de las tantas frases que mi padre me repetía, desde que era niño ya que el tiempo era muy valioso para él, si decía que en cinco minutos te quería listo, preferible era estar antes que aguantar una de sus reprimendas.
Porque para Nathan Blake, el tiempo no era un juego.
- ¿Como está, nuestro rayito de sol? - el acento alemán de James interrumpe mis pensamientos, me devuelvo hacia él que yace bien cómodo en el sillón al otro lado del escritorio. La vista de la ciudad es fascinante aún más de la torre Space Needle.
Traducida al español Aguja Espacial, la cuál es la torre que simboliza a la ciudad de Seattle.
James es el vicepresidente de la empresa y mi único mejor amigo de la Universidad, sus rasgos alemanes enloquecen a cualquier mujer que se cruzan en su camino.
El color miel de sus ojos resaltan con su cabello lacio rubio oscuro que parecía tan irreal, su cara larga, flaco que hacía que su estatura sobrepase la mía.
Él es la única persona que puedo tolerar aparte de mi hija y es en el que tengo confianza ya que estuvo conmigo desde los recuerdos más dolorosos, me ayudo a soportar la muerte de Caroline como también por su gran carrera académica decidí nombrarlo gerente de recursos humanos pero James poco a poco se ganó el puesto de vicepresidente de la empresa cuando tomé el cargo de mi padre, después de su muerte.
"Blake Motor's Corporations".
Me desajusto la corbata, y abro los primeros botones de mi camisa para más comodidad e inhalo aire lo más profundo que puedo, respondo - Por el momento el tratamiento está funcionando-este asiente para nada contento ante mi respuesta.
-Por el momento, ¿Y después que pasará?-.
- Eso es lo que me preocupa porque si este tratamiento no funciona le van a colocar un tubo- me acomodo en la silla para quedar frente a él, lo observo y por su gesto perdido hacia algún lugar de la oficina no luce nada tranquilo, esta analizado el problema, lo sé porque lo conozco.
James es como el hermano que nunca tuve y desde que nació Eliana se preocupó y estuvo con ella cuando caí perdido en el dolor.
Su mirada vuelve hacia a mí tan rápido que asusta- ¿Has pensado en trasladarla en otro hospital?, quizás exageren la condición de Eli, sabemos que es asmática desde que nació, y que eso llevó a otras molestias pero no creo que tengan que hacer tal procedimiento, no soy médico, pero es mi punto de vista-.
Tragó saliva recordando lo ocurrido hace horas atrás - Si estuve a punto de hacerlo, pero la especialista de Eliana es de todo menos amable, dijo que ella esta a cargo de mi hija y nadie más que ella conocía su registro médico- suelto una risa recordando que después de eso, se atrevió a echarme de su oficina-.
James me mira con su típica sonrisa ¡aquí hay gato encerrado! y alza una de sus cejas, preguntando-¿Es sexy? ¿Cuántos años tiene? ¿Es soltera?-
Suelto una carcajada y niego.
- No lo sé, y no me interesa así que lárgate a trabajar que por eso te estoy pagando o ¿Quieres ser el próximo en ser despedido?-pone los ojos en blanco como si escuchase lo más estúpido de su vida.
-No lo harías, porque tú me amas profundamente pero ya dejándonos de tanto amor con maripositas volando alrededor de nosotros ¿Cómo se llama la Doctora? -me encojo de hombros al no saber responder tal pregunta.
-No se
-Como que no sabes el nombre de la especialista de tu hija-hace énfasis en las últimas cuatro palabras - Eres una deshonra para los hombres, hermano-hermano- expresa gestos estupidos y exagera sus manos, vuelvo a negar ya que está siendo dramático.
Me quedo en silencio, mirando ningún lugar en especial y una una idea muy loca se me atraviesa en mi cabeza, observó a mi viejo amigo y este lo hace en modo interrogatorio por mi sonrisa sospechosa.
- tengo una idea-Comento.
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En mi cabeza, ronda el comentario que me hizo James antes de salir de la oficina- Has lo que se te plazca al fin y al cabo estas soltero y ya es hora de que asientes cabeza-.
Recojo el celular y marco el número del chófer un hombre mayor que se ha encargado a servir a mi familia como chofer desde antes de mi nacimiento por lo cual es de confianza.
-Señor-la voz del anciano se hace presente al otro lado de la línea.
-Fedor, quiero que investigues a alguién -ordeno, tomando el saco del respaldar del sillón-Averigua todo sobre la Doctora que trata a mi hija.
-¿Qué tanto, Señor?-.
Quiero saber todo sobre ella.
-Absolutamente, todo-. respondo.
-Algo más, que necesite joven-.
-No, por ahora- Cuelgo la llamada y me dirigo a la salida, cruzandome con Gina, mi secretaria.
Gina es una mujer que redondea por los cuarenta años de edad, su castaña cabellera no sobrepasa sus hombros y unas pequeñas arrugas faciales se notan a una cerca distancia, es algo parecida a Edna Moda, el personaje de los increíbles o algo así. Su pequeñez se notaba aún con tacones.
-Joven Ethan, ¿Ya se retira?-pregunta con una libreta en mano.
Asiento-Debes hacer lo mismo, mañana toca un día ajetreado y quiero que estés temprano para que prepares todo con tiempo- Ordeno y paso a su lado -Descansa no te quiero ver así, mañana-. hago un gesto con las manos en mi cara, y así logre entender lo cansado que se notaba gracias a las bolsas negras bajo sus ojos.
Estos últimos días ha sido realmente cansado, nuevos socios se adhieren a la empresa.
-Sí, señor-ingreso al elevador y se detiene justo antes de que presione el botón.
Es demasiado tímida.
-Suba- ingreso a la caja metálica, la castaña obedece y las puertas de este se cierran-Quiero los nombres de todos los socios que asistirán incluidas sus empresas.
-Sí, señor-.
Las puertas del elevador se abren dando la bienvenida a la planta baja, elevo la comisura de mis labios al observar como mi secretaria camina encorvada sin mirar al frente.
-Señor, que pase buena noche- se despide un guardia a mi lado al cruzar la máquina de identificación.
A las afueras de la empresa mi Audi R8 descansa en el asfalto, en busca de un recorrido por el centro de la ciudad.
¡lo siento amigo, pero iremos largo a casa!
-Señor, sus llaves-me entrega un joven de unos veinte años vestido con traje de etiqueta.
Lo analizo, ya que es primera vez que lo veo-¿Quién eres? -pregunto.
-Oh, lo siento Señor, mi nombre es Louis soy nieto de Fedor él me envió porque dijo que tenía algo urgente que hacer y que usted lo entendería -asiento, recordando la orden que le pedí que investigue.
-Está bien, llévame a casa-digo e ingreso al asiento trasero del coche.
Las calles están arrebatadas de gente la víspera de navidad estaba por comenzar, adornos navideños descansan en los umbrales de puertas y ventanas como figuras de venados son colocados en las veredas. Grupos de personas cantan villancicos muy alegres en las afueras de los restaurantes y otros lugares más.
La navidad me importa lo más mínimo, nunca la he celebrado y no hay motivo para hacerlo.
El portón se abre e ingresamos al interior y una fuente en forma de cisne que se prepara para el vuelo se ubica en el centro. La casa es extremadamente grande, perteneció a los padres de mis abuelos en su época y a pesar de que tiene años se la supo cuidar y desde entonces ha pasado de generación en generación hasta llegar a mís manos.
Las paredes del exterior son completamente blancas, unas flores de distintas clases reposan en la parte delantera y un techado de tejas cubren la estructura. Lo que le da un toque antiguo pero complejo.
Ingreso al interior de la casa e inmediatamente se siente un vacío y silencio en la enorme mansión. Acaricio mis sienes hundiéndome en frustración, me retiro por completo la corbata a medio amarrar junto al saco y los tiro en algún lugar del sofá, observo el espacio en donde una pequeña muñeca de trapo está recostada.
Como te extraño pequeño ratito de sol.
Una suave melodía que creo que conozco me llama la atención la cuál proviene de la alberca.
Carajo!.
El reflejo de la luna se ve a través del agua, y una delgada figura femenina se acerca mientras nada de un extremo al otro.
Roselle...
Esta avanza hacia mí pero vuelve hasta el otro extremo terminando su rutina, me direcciono a ella tomando la toalla que está sobre la tumbona a mi lado.
-Hola hermanito- saluda, al darse cuenta de mi presencia.
-Roselle, ¿Qué haces aquí?-.
-A mi también me da gusto verte,hermanito muchas gracias- Ruedo los ojos ante su estupido sarcasmo y le echo la toalla en la cara.
-No deberías estar en la universidad-le reprocho.
-Si, lo sé pero quería saber ¿Cómo esta Eliana? me preocupé mucho así que viajé desde Suecia hasta aquí -pregunta cambiando su gesto a uno de preocupación.
-Ya está bien, pero sabes que esa no es la respuesta que espero-mi voz suena fría y autoritaria, esta vez es Roselle quien rueda los ojos.
-¿Queé?, ya te lo dije estaba preocupada por mi sobrina y mi hermano-.
Roselle es de tez blanca como la leche es tan parecida a mi madre, su carácter es todo lo contrario a mí, ella refleja dulzura, inocencia que lo envuelve a cualquier persona con esos dotes, recuerdo cuando se tinturo el cabello de color azul, casi me da un infarto, pero como siempre Roselle Blake se salió con las suyas.
¡Aja!
La miro con incredulidad y acepto aunque sé que me está mintiendo
-Anda cámbiate que seguro se alegrará de verte-afirmo dejándola sola e ingresando a la mansión.
Mi hermana siempre será la pequeña de la familia aunque diga que no.
Me detengo lo más rápido que puedo, al sentir una extraña sensación y recordar lo de los días antes.
- te voy a decir tres cosas guapo, primero no somos incompetentes, segundo este es uno de los mejores hospitales de la ciudad y tercero la niña está bajo mi responsabilidad desde su nacimiento-sus palabras resuenan en mi cabeza.
Suelto una pequeña risa al escuchar esos pequeños fragmentos que provienen de la linda boca de la desconocida.
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