Las dos profesoras, Sucy y Lotte fueron al punto de reunión, la oficina de la directora Finnelan, una vez que entraron miraron a Diana y a Hanna teniendo una charla con la directora, Amanda aún no había llegado.
—Hemos llegado, aún no llega Amanda para la reunión ¿La esperamos? —Pregunto Úrsula.
—No será necesario, ella se reunirá con nosotras más tarde—Contesto Diana.
—Bueno al grano Diana ¿Qué es lo que quieres decirnos a todos? —Comento Croix.
—Quiero construir una nueva academia de Luna nova en el paraíso celestial, algunos de los presentes aquí ya sabrán mi plan de antemano.
— ¿Diana Cavendish lo dices en serio? —Comento Finnelan perpleja.
—Así es, también hable con Croix sensei acerca de este nuevo proyecto, ella colaborara con métodos tecnológicos eficientes que nos ayuden a viajar al paraíso celestial.
Croix sin decir nada solo se limitó a sonreír.
—Estas pidiendo algo imposible Diana, la academia no tiene el suficiente dinero para financiar el dinero que se tiene que invertir.
—Eso ya lo tenía contemplado.
— ¿Cómo piensas llevar a cabo esto Diana? —Intervino Úrsula.
—Pienso reunirme con Andrew Hanbridge y hablar sobre la financiación, el cómo conde además de tener una fuerte influencia con los políticos puede ayudarnos.
—Eso dependerá si el acepta—Contesto Finnelan.
—Por eso iré a verlo inmediatamente.
—No es necesario, el hará una fiesta en su mansión esta noche, podrás reunirte con el sí asistes.
—Ya veo, gracias por la información directora Finnelan.
Finnelan sonrió—De nada—Luego volvió a su postura seria—Aun así, tienes obligaciones que cumplir, eso jamás lo olvides—Dijo con Dureza.
Diana no se inmuto conservando la calma—No lo haré.
Así todas se retiraron de la oficina, si Andrew daba financiamiento al colegio podrían construir el equipo tecnológico que se requiere para el viaje a Wagandia además de la nueva escuela, las chicas continuaron caminando a los pasillos hasta llegar a la cafetería, todas tomaron asiento en la mesa mientras comían los aperitivos.
—Diana tenemos que hallar a Constanze, ella puede ser de ayuda a Croix sensei—Comento
—Ella tiene razón—Corroboro Croix.
—Eso lo sé, aún tengo que convencer a Andrew primero, si llegamos a un acuerdo entonces le encargare a Croix sensei que hable con ella—Contesto Diana.
Croix asintió sonriente.
Sin percatarse las demás de la presencia de las alumnas, estas merodeaban y miraban la mesa de reunión, las colegialas se preguntaban porque la confianza de las 3 profesoras a las palabras de Diana, quizás pensaron que son nuevas profesoras para instruir nuevas materias y por ende quedaban en alguna junta de las labores diarias, lo extraño era que todo lo hablaban en el comedor y no precisamente en confidencialidad en alguna oficina.
Sucy fue la primer en notarlo después de unos minutos y solo dedico a encoger sus hombros, indiferente a la curiosidad de las alumnas. Lotte por otro lado se dio cuenta después y solo su nerviosismo le decía que esto tenía que acabar.
—Creo que ya nos quedó claro lo que haremos, iré a buscar a Amanda—Contesto Lotte y se levantó de la mesa.
— ¿Tan pronto te iras? —Pregunto Diana mirándola.
—Eh, sí—Respondió Lotte nerviosa—Olvide hablar con la directora acerca de mi nueva habitación.
—Ya veo—Diana sonrió—Adelante Lotte.
Diana comprendió porque la manera tan extraña en la que Lotte actuaba, ella también miro a las alumnas fijamente, al notar la mirada penetrante de Diana hacia todas, estás desviaron las miradas y volvieron a sus labores escolares, luego Diana termino con la reunión avisando a todas de asistir a la fiesta de Andrew, todas asintieron y se marcharon del comedor a excepción de Hanna, ahora el trabajo más importante tenía que llevarse a cabo esta noche.
—Bueno también me retiro ¿Te quedas aquí Hanna? —Pregunto Diana.
— ¿A dónde iras? —Pregunto Hanna preocupada.
—A la mansión Cavendish, sé que mis primas y mi tía me extrañaran mucho—Comento sarcástica, luego se puso seria—En especial Anna y el personal—Sonrió.
—Ya veo—Hanna sonrió—Entonces iré contigo.
—De verdad no tienes por qué ir.
—Por favor—Suplico Hanna.
Diana se quedó aturdida por algunos segundos, luego ella sonrió—Esta bien, vamos entonces.
Diana y Hanna se retiraron del comedor de camino a la mansión Cavendish, por otro lado Lotte caminaba sola en los pasillos sin la presencia de ninguna alumna, estaba preocupada de cómo abordar el tema con la directora de sus nuevas habitaciones, después de todo ella y sus amigas seguían siendo estudiantes al no graduarse de la academia como era debido, paso por paso la llenaban de intriga escuchando eco del sonido, luego se detuvo porque sentía que algo no estaba bien, algo le decía que alguien la seguía a sus espaldas, volvió a dar otro paso cuando el sonido minucioso de pasos pequeños se escucharon atrás de ella, alerta miro hacia atrás sin hallar a nadie, volvió a caminar y los pasos pequeños se repitieron, volvió a mirar.
— ¿Sucy eres tú? —Comento Lotte angustiada.
Volvió a caminar nuevamente y un escalofrió la invadió de pies a cabeza cuando volvió escuchar los pasos nuevamente a su espalda.
—Si eres tu Sucy basta de bromas, me estas asustando.
No escucho ni miro a nadie en el largo pasillo y un chirrido espectral se escuchó en todo el lugar, Lotte se exalto y comenzó a correr gritando estéricamente, los ruidos no cesaban volviéndose más fuertes a tal grado de ponerla a pálida en toda su piel por el miedo, sus piernas enseguida dejaron de responder cuando una puerta de la habitación se cerró por sí sola, como un mecanismo inconsciente de defensa, ella se trasfirió a sus pensamientos perdida en ellos, luego su cuerpo cayo desvanecido en el suelo quedando en un estado inconsciente.
Después de un rato Lotte atrapada en el sueño escucha una voz femenina llamándola.
— ¡Lotte!—Decía la voz apenas captada por sus oídos.
Ella no reacciono, de nuevo se escuchó la voz llamándola, se tornaba borrosa por sus oídos, la nombro otra vez y fue cuando abrió sus ojos poco a poco notando la silueta de alguien reanimándola a despertar, noto la boca de una persona.
— ¡Lotte! —Gritaba la voz.
Abriendo por completo sus ojos Lotte miro a la mujer que la miraba fijamente, sus ojos verdes oscurecidos y su cabello negro corto a la altura de sus hombros, sus rasgos finos y firmes la miraban preocupada y así asimilo de quien se trataba.
—Bárbara—Dijo Lotte aturdida.
— ¿Te encuentras bien Lotte? —Pregunto Bárbara preocupada.
—Sí—Lotte se sentó y se tallo los ojos, luego recordó la causa de su desmayo y se alarmo— ¿Dónde estoy?
—En el mismo lugar que te halle inconsciente.
—Ya veo—Lotte se tallos los ojos.
Lotte intentó levantarse del suelo pero apenas pudo debido a que su cuerpo no le respondía como ella quisiera. Bárbara se dio cuenta y la cargo entre sus brazos.
—Te llevare a mi habitación para que puedas descansar, no estás en condiciones de hacer esfuerzos físicos.
Lotte se sonrojo—No es necesario, yo puedo caminar.
—Estas en shock y no hay mucho que puedas hacer en esas condiciones, deja las modestias para quien las aprecie—Respondió fríamente.
Lotte bajo la mirada inferior a las palabras duras de Bárbara—Esta bien.
Bárbara la miro en especial los ojos, le parecía fascinante mirar a Lotte cambiada en apariencia, su cabello largo y sedoso la hacían relucir sus facciones más finas y definidas, pero lo que más le focino fueron sus labios contemplando su respiración lenta y calmada, ya no utilizaba anteojos sacando a relucir sus ojos tonificados de azul agua. Mirarla en ese estado indefenso acrecentaba más sus ganas de disculparse al notar el semblante entristecido de Lotte, luego de explorar los pasillos con las alumnas mirándolas de reojo, llegaron a la habitación. Bárbara la recostó con cuidado y delicadeza en la cama, luego fue a preparar un té especial para calmar los nervios y el pudor, vertió el agua caliente en las tazas y el saborizante con semillas especiales fue colocado, esta le entrego una taza a Lotte y otro ella.
—Muchas gracias por ayudarme—Dijo Lotte agradecida aceptando la taza.
Bárbara no dijo nada y solo dedico su silencio para beber la taza que sostenía, así pasaron algunos minutos solo el silencio ocupando el espacio en el cuarto, de cierta manera fue incómodo para Lotte no decir otra cosa más que el agradecimiento, después de varios años viajando con las chicas en el tallo de Wagandia no hubo palabras de bienvenida por Bárbara lo que comenzó a preocuparle. Para romper el hielo mudo Lotte tuvo que tomar la iniciativa a la conversación.
—Bueno ¿Y qué tal todo aquí?
Bárbara no dijo nada dejando a Lotte algo incomoda, tal vez los años la cambiaron convirtiéndola en una persona totalmente reservada o quizás no había cambiado tanto y como consecuencia el cambio fue para peor, en lugar de seguir pronunciando otra palabra dedico su tiempo en saborear el sabor de su te, luego de terminar el primer vaso y dejarlo en la mesilla de noche, Bárbara le sirvió más del insumo, lo que llego a desconcertar a Lotte, el shock no fue problema para que no continuara con lo que tenía pensando hacer y era descansar cómodamente en su nueva habitación sin que nada la perturbara. Decidida a marcharse Lotte se levantó de la cama para luego ser detenida por la mano de Bárbara sosteniendo su muñeca.
— ¿Qué pasa Bárbara? —Pronuncio Lotte nerviosa.
—Vuelve a la cama—Dijo Bárbara con voz apagada y fulminando a Lotte con la mirada.
—No quiero incomodarte, ya has hecho suficiente por mí, tengo que ir a ver a la directora Finnelan—Forzó una sonrisa.
Bárbara suavizo sus gestos al notar la incomodidad de su invitada—No me incomodas para nada, por favor vuelve a la cama, te vez exhausta.
—De verdad te lo agradezco pero no tienes que molestarte en ayudarme.
—No es ninguna molestia, por favor quédate un rato más—Bárbara sonrió y sujeto un mechón de los cabellos de Lotte.
Lotte aliviada de observar la mirada pasiva y tranquila de Bárbara le tomó la palabra y volvió a recostarse en la cama, el sueño comenzó a ganarle pero antes de cerrar sus ojos por fin, algo le quito el cansancio de sus parpados por completo y eso era la mirada profunda que Bárbara ejercía sobre ella atravesándola. Se preguntaba porque la miraba tanto y porque ahora sonreía, Lotte volvió a sus nervios de nuevo y el sudor en sus palmas la dejaba en evidencia que estar no con una persona sino alguien especial atrapada en esa tranquilidad, lo decía todo lo que gano el sonrojo de Lotte al imaginarse de nuevo estar envuelta en los brazos tiernos y cariñosos de Bárbara, enseguida se dio cuenta de lo que hacía y sacudió su cabeza alejando tales pensamientos.
— ¿Pasa algo? —Pregunto Bárbara levantando una ceja.
—Nada—Tiro Lotte nerviosa—Ahora que me lo pregunto ¿Por qué no vas a ver a Diana?, ella ha vuelto como todas nosotras.
—La veré más tarde, lo más importante eres tú, me he vuelto enfermera en la academia y así como el caso de las estudiantes el tuyo está a mi cuidado.
—Ya veo—Evito la mirada de Bárbara algo desilusionada y se volteo a otro lado dando la espalda a Bárbara.
Luego escucho a Bárbara levantarse de su silla y lo que vino a continuación dejo sorprendida a Lotte, cuando Bárbara se acercó a su oído susurrándole unas palabras.
—Estoy feliz de que regresaras, todas ustedes pero en especial tu Lotte—Luego de esto la beso en la mejilla.
Lotte se sonrojo de tal acto cariñoso de Bárbara y esta solo se dedicó a sonreír al contemplar su turbación.
—No hagas eso Bárbara.
— ¿Hacer qué? —Sujeto una muñeca de Lotte y la posiciono boca arriba mirándola profundamente a los ojos.
—¿Acaso esta escena es de algún capítulo de Night fall?
Continuara.