Shout ◇ Rick Grimes

By alanastxrk

140K 11.8K 1.5K

Grita, grita, grita. Déjalo salir. Te estoy hablando a ti. Grita, Harley. ... More

u n o
d o s
t r e s
c u a t r o
c i n c o
s e i s
s i e t e
o c h o
n u e v e
d i e z
o n c e
d o c e
t r e c e
c a t o r c e
q u i n c e
d i e c i s é i s
d i e c i s i e t e
d i e c i o c h o
d i e c i n u e v e
Wattpad Cómic Con
v e i n t e
v e i n t i u n o
v e i n t i d ó s
v e i n t i t r é s
v e i n t i c u a t r o
v e i n t i c i n c o
v e i n t i s é i s
v e i n t i s i e t e
v e i n t i o c h o
t r e i n t a
t r e i n t a y u n o
t r e i n t a y d o s

v e i n t i n u e v e

2.1K 132 18
By alanastxrk

La vida no es nada si la libertad se pierde

-Manuel Belgrano

―Rick... ―Aquel susurro se coló entre los sueños de Harley.

Ésta simplemente suspiró y continuó durmiendo.

―Rick... ―volvió a oír y se removió algo incómoda, pues esta vez el susurro había sido algo más fuerte y ya no parecía parte de su somnolienta mente.

Confusa, abrió los ojos levemente y pestañeó.

Se encontró bocabajo, desnuda y sobre el pecho de Rick.

Frente a ella se encontraba la ventana, que estaba levemente abierta y era capaz de ver que estaba amaneciendo.

Aquello significaba que aún tenía un par de horas para seguir durmiendo, por lo que se acomodó sobre él y volvió a cerrar los ojos.

―Rick.

Con ese último susurro, mucho más fuerte que el anterior, Harley comprendió finalmente que no se trataba de un sueño.

Elevó la cabeza y miró a Rick, pero éste se encontraba despertando con algo de dificultad.

Fue entonces que supo que había alguien más en aquella habitación.

Agitada, se separó de él con rapidez, llevó su mano por debajo de la almohada, donde escondía su pistola y se salió de la cama, quedando al lado de ésta apuntando hacia delante, donde era capaz de diferenciar a una figura entre la oscuridad.

Por el rabillo del ojo vio que Rick había reaccionado de la misma manera al verla, pero no quiso bajar la guardia ante la persona que se encontraba frente a ellos, por lo que quitó el seguro de su pistola y continuó mirando hacia delante.

Aquella figura, al verse siendo apuntado por varias personas, elevó las manos en señal de rendición y dio un paso hacia delante, dejándose mostrar gracias a los tenues rayos de sol que estaban comenzando a reinar la habitación.

Harley frunció el ceño al reconocerlo como el hombre que habían traído Rick y Daryl aquella noche.

No le sorprendió tanto el hecho de que hubiese conseguido escaparse como el de que se hubiese recuperado de aquella conmoción con tanta rapidez.

―Tenemos que hablar ―susurró él, casi con un tono de burla.

Rick suspiró frustrado y bajó el arma, pero Harley no se sintió tan segura de ello, por lo que se mantuvo apuntándolo.

―¿Quién cojones eres? ―quiso saber ella. Ni Daryl ni Rick le habían dicho demasiado sobre aquel hombre, por lo que, tras la invasión que sufrieron apenas unas semanas atrás, no se encontraba demasiado cómoda con nueva gente apareciendo del exterior.

―Oye, tranquila ―le dijo él, aún con las manos en alto―. Solo quiero hablar. ―Al ver que Harley no se movía, sonrió―. Soy Jesús ―le dijo y ella le miró durante unos segundos. Luego, giró la cabeza hacia Rick, dubitativa. Él asintió levemente, diciéndole con la mirada que podía bajar el arma frente a él. Ella, aún algo dudosa y para nada confiada, bajó con lentitud el arma y posó de nuevo su mirada sobre Jesús, quien descansó los brazos de inmediato―. Bien, saldré mientras vosotros os vestís.

Tras abandonar la habitación, Harley se giró hacia Rick con una cara de incredulidad.

―¿No estaba encerrado? ―le preguntó mientras buscaba su camiseta. Rick asintió.

Maldijo en voz baja cuando no la encontró y recordó que la había dejado abajo, junto a la mayoría de las cosas.

―Eso se suponía.

―¿Y cómo mierda ha escapado? ―Rick bufó y se puso los pantalones con rapidez para poder salir lo antes posible, mientras Harley acababa cogiendo una de las camisetas de Rick, pues estaban en su casa, y se la ponía con rapidez.

―Vamos a averiguarlo.

Rick salió antes con rapidez, mientras ella tardaba un poco más abrochándose los botones de la camisa.

De todos modos, no le importaba demasiado: Jesús ya había visto a ambos desnudos.

Harley encontró entonces que Rick se había quedado parado en la parte de arriba de las escaleras y miraba hacia abajo.

―Carl ―le oyó decir y finalmente Harley llegó hacia ellos, encontrando a Carl en la mitad de las escaleras apuntando a Jesús con una pistola. 

El adolescente, al ver a ambos salir de la habitación de su padre y a medio vestir frunció el ceño, confuso, pero en seguida volvió su atención al hombre.

―Carl ―repitió su padre.

Harley vio cómo desde el piso de abajo aparecían entonces Daryl, Glenn y Abraham, quienes al ver a Jesús allí también sacaron sus armas con rapidez y apuntaron hacia él.

Harley, por su parte, rehuyó las miradas confusas que los miembros del grupo de Rick enviaban a la pareja.

Jesús bufó.

―¿Hay alguien en esta casa que no quiera matarme? ―preguntó.

Rick fue hacia delante y cogió a Jesús del hombro.

―Quieres hablar, ¿no? ―le preguntó―. Bien, pues hablemos.

Ante ello, el resto de las personas bajaron sus armas, algo dubitativos aún, pero confiando en que Rick sabía lo que hacía.

Cuando la situación se hubo calmado un poco, Harley se dio la vuelta y volvió a la habitación para buscar algo que ponerse debajo de la camiseta e ir a la charla que iban a tener con el nuevo.

Con rapidez, encontró aliviada que su pantalón había acabado en el suelo de la habitación, por lo que se lo comenzó a poner justo cuando se abrió la puerta de la habitación y apareció Rick por ella.

―¿Qué es lo que quiere, Rick? ―quiso saber Harley, mientras comenzaba a subirse la cremallera.

Rick, mientras tanto, se puso con rapidez una camisa.

―No lo sé ―contestó. Harley entrecerró los ojos.

―¿No os dijo nada a ti y a Daryl cuando lo encontrasteis?

Ambos comenzaron a salir de la habitación, ya completamente vestidos y algo más decentes.

―Nada que tuviese sentido.

Abajo se encontraban ya todos sentados en la mesa y observando a Jesús.

Maggie se había unido a ellos y, siendo que de los que había allí ella era una de las pocas que también había sufrido la invasión, miró a Jesús con algo de incomodidad.

Luego, cuando vio a Harley aparecer, posó su mirada en ella y ésta última asintió, intentando tranquilizarla.

Harley decidió quedarse de pie, apoyada contra la pared y cruzando sus brazos sobre su pecho, atenta a cualquier movimiento raro que aquel hombre pudiese hacer.

―¿Cómo has escapado? ―le preguntó Rick entonces.

―Había solo un guardia ―comenzó a contar―. Él solo no podía cubrir todas las salidas y ventanas ―se encogió de hombros―. Fue fácil ―Harley entrecerró los ojos. Daryl se paseaba a su alrededor, con su arma en sus manos preparada para disparar si hacía falta―. He visto vuestro arsenal... estáis bien equipados. Pero no vais demasiado bien de recursos.

―Sí, bueno, tú ayudaste a ello al hacer que el camión se perdiese en el agua ―le respondió Daryl. Jesús sonrió.

―Oye, tranquilo ―le pidió―. Aquella no era mi intención ―se justificó, a lo que Harley frunció el ceño. Ante la mirada de todos, suspiró―. Oye, entiendo que no confiéis en mí. Nuestro comienzo no fue el mejor así que no esperaba algo distinto. Pero lo que tengo que deciros es importante. Tanto para vosotros como para mí. ―Se encogió de hombros―. Al fin y al cabo, todos nosotros pertenecemos al mismo grupo ―paseó la mirada entre todos―: el de los vivos.

Harley negó con la cabeza.

―Eso no significa nada ―le atacó ella―. Lo vivos son más peligrosos que los muertos. ―Jesús la señaló y asintió.

―Tienes razón ―la apoyó―, pero nosotros podemos hacer algo que ellos no. Ayudarnos.

La sala se quedó en silencio ante la respuesta de él. 

Ninguno había pensando en ningún momento que aquella sería la propuesta de Jesús, pues teniendo en cuenta las experiencias por las que habían pasado, no muchos grupos estaban dispuestos a trabajar unidos. 

―¿Ayudarnos cómo? ―quiso saber Glenn―. ¿Tenéis comida? ―Jesús hizo una mueca con la boca.

―Tenemos ganado y algunas cosechas. Lo suficiente como para que podáis sobrevivir durante un tiempo más.

―Sí... ―le dijo Rick―, ¿y por qué nos lo darías?

―Tenéis muchas armas y nosotros muy pocas. Algo justo. ―Al ver que nadie le contestaba, se echó hacia atrás en la silla―. Oye, esto es lo que hago, ¿vale? Busco asentamientos para poder colaborar entre nosotros y ayudarnos. Y funciona, puedo asegurároslo. Pero, si no me creéis, puedo irme y vosotros seguir sin comida durante unos días más hasta que volváis a encontrar un camión como el de ayer. ―Cruzó sus brazos sobre su pecho y les miró―. O, podéis darme un voto de confianza. Puedo llevaros a mi comunidad para que veáis lo que tenemos. No queremos un enfrentamiento, eso os lo puedo asegurar.

―Espera ―le interrumpió Maggie―. ¿Buscas asentamientos? ¿Es que ya has hecho ésto con otras comunidades? ―Jesús sonrió y se llevó las manos a su regazo.

―Vuestro mundo está a punto de expandirse.

Harley cogió varios recambios de la armería y los guardó en sus bolsillos.

Debía reconocer que se sentía expectante ante lo que pudiesen encontrarse. 

Según Jesús, su comunidad no estaba demasiado lejos de la de ellos. Al menos a una hora o poco más a coche. 

Aunque quería creer en todas las buenas intenciones de él, no podía evitar el hecho de sentirse desconfiada ante todo ello.

Todo parecía tan bueno que la hacía desconfiar sobremanera.

Sin embargo, había una parte de ella que quería creerle, del mismo modo que quiso creer a Aaron cuando apareció en su granero con la promesa de una comunidad.

Rick entró en la armería y cogió algunas pistolas.

Harley se dio la vuelta para mirarle y se apoyó en la mesa.

―¿Le crees? ―le preguntó a él. Rick giró levemente la cabeza para mirarla.

―No ―contestó―, pero tampoco lo hice con Aaron, así que, ¿qué crees tú? ―Harley respiró hondo.

―Quiero creer que esa comunidad existe ―le confesó―, y que estarán dispuestos a hacer un trato con nosotros. Necesitamos eso ahora mismo. ―Rick asintió, de acuerdo―. De todos modos, tenemos que estar preparados para lo que sea. Él podría estar mintiéndonos y llevarnos a una trampa.

Rick se guardó una pistola más y luego se giró por completo hacia ella.

―Si es así le mataré ―sentenció serio y ambos salieron de la armería. 

Harley se encontraba sentada a la izquierda de Glenn. A su derecha estaba Maggie, quien se había quedado dormida sobre el hombro de su marido. En frente de ellos, estaba Abraham con la mirada puesta sobre el suelo.

―Así que Rick, ¿eh? ―le susurró Glenn en el oído a ella y sonrió. Luego se giró hacia él con una ceja elevada y una sonrisa en los labios―. ¿Desde cuándo? ―Ella se encogió de hombros.

―Un tiempo ―contestó simplemente. Glenn asintió.

―Veo que le haces feliz ―comentó a lo que Harley sonrió―. Me alegro de eso. No lo veía así desde... no sabes cuánto. 

Desde su asiento Harley miró hacia Rick, quien estaba al volante y por lo tanto de espaldas a ella. Apretó los labios y respiró hondo.

―Está bien encontrar algo bueno entre tanta mierda ―le dijo ella, a lo que Glenn rió.

―Sí, supongo que tienes razón.

Ambos se quedaron unos segundos en silencio hasta que Harley giró su cabeza hacia él.

―Yo me alegro por vosotros ―le dijo a Glenn―. Aunque me parece algo arriesgado... ―Él asintió.

―Lo sabemos, pero queríamos hacerlo. Queríamos traer algo bueno a toda esta mierda. ―Harley sonrió al ver que usaba su frase. Luego, posó su mano sobre la de él y apretó.

―Estoy segura de que ambos lo haréis genial. ―Glenn sonrió ante ello, pero las expresiones de ambos cambiaron al ver que la caravana paraba.

―¿Qué pasa? ―preguntó Daryl a Rick.

―Parece que ha habido un accidente.

Harley se levantó de su asiento y fue hacia delante para poder ver lo que estaba pasando. Justo al lado de la carretera se encontraba un coche medio volcado con algunos caminantes cerca de él.

―Son de mi grupo ―susurró Jesús y entonces salió de la caravana.

Todos lo siguieron y Harley se llevó la mano a donde se encontraba guardada su pistola como precaución. Aquello no le olía demasiado bien.

―Si es un truco... ―empezó a decirle Rick a Jesús apuntándole a la cabeza. 

―Sé que lo parece ―empezó a defenderse, con las manos en alto―. Pero no lo es.

―Eh ―les llamó Daryl―, aquí hay un rastro.

Comenzaron a seguir el rastro que Daryl había encontrado y ésta vez Harley sacó su pistola y la mantuvo contra su pecho, alerta a cualquier cosa que pudiese suceder.

Aquello le parecía demasiado extraño y planeado.

No dejaba de pensar que era una trampa y que estaban yendo directamente hacia ella.

Finalmente, llegaron a un pequeño establecimiento aparentemente abandonado.

―Los que hayan sobrevivido deben estar ahí dentro ―dijo Jesús―. Tenemos que ayudarles.

―Podría ser una trampa ―añadió Michonne―. No sabemos qué podría haber ahí dentro.

―No tenemos armas ―repitió Jesús―. Ellos están ahí dentro atrapados porque no tienen nada con lo que defenderse.

Harley observó a Jesús durante unos segundos.

Aunque una parte de ella le decía que aquello parecía una trampa, otra le decía que quizás Jesús tenía razón. Al menos, se le veía preocupado.

Respiró hondo y supo que debían intentarlo.

Sabía que, si lo que Jesús le había prometido sobre su comunidad era cierto, podrían ser unos aliados muy poderosos y en aquel momento necesitaban algo así urgentemente.

No les quedaban alimentos ni medicinas y el huerto que Harley había empezado a crear junto a los demás no daría frutos hasta dentro de un tiempo. Por lo que necesitaban aquella ayuda que él decía darles.

Por ello, le quitó el seguro a su pistola y dio un paso hacia delante.

―Iremos a sacarlos ―dijo ella, decidida. Se acercó a la puerta, pero antes de abrirla se giró para mirar a los demás. Al ver sus expresiones, simplemente rodó los ojos―. O, bueno, yo iré a sacarlos. Vosotros haced lo que os de la gana.

Tras eso, abrió la puerta y se adentró en aquel lugar.

El lugar estaba oscuro, frío y olía muy mal.

Sin embargo, no conseguía oír nada que le diese una idea de dónde podían encontrarse el grupo de Jesús, por lo que comenzó a moverse intentando encontrar algo.

Al cabo de unos minutos de andar sin rumbo, escuchó unos gruñidos acercándose a ella.

Al reconocerlos como infectados, guardó su pistola con cuidado y en su lugar sacó su cuchillo, el cual agarró con firmeza.

Dobló una esquina al final del pasillo y mató al primer infectado que apareció frente a ella.

Tras este le siguieron varios más, quienes al olerla se habían acercado para intentar morderla.

Harley consiguió acabar con ambos también y dejó aquel pasillo despejado.

Entró en la primera habitación que vio, encontrándola oscura y vacía.

Salió de ésta y entró en la siguiente, viendo que estaba complemente igual.

Sin embargo, antes de que pudiese abandonarla, vio algo moverse entre la oscuridad.

Frunciendo el ceño, dio un paso hacia delante y la persona que hasta ese momento se había mantenido agachada se levantó, elevando a su vez sus manos en señal de rendición.

―No me hagas daño, por favor ―le pidió a Harley. Ella negó con la cabeza.

―He venido a sacarte de aquí. ―Al ver que él no estaba demasiado convencido, suspiró―. He venido junto a Jesús y, si no salimos de aquí ya, lo infectados van a rodearnos. Así que mueve de una vez tu maldito culo.

El hombre asintió algo tembloroso, se colgó al hombro una bolsa de tela y empezó a seguirla.

Ésta lo mantuvo tras él, alerta a cualquier movimiento que pudiese captar.

Oyó entonces unos pasos acercarse y, antes de que pudiese reaccionar, empujó con fuerza al cuerpo que se acercaba, empujándolo contra la pared y tirándose hacia él, posando su cuchillo bajo la barbilla de aquella persona.

Oyó un gruñido a unos centímetros de ella y, extrañada, elevó levemente la mirada para encontrar a Daryl atrapado entre la pared y su cuerpo.

Harley suspiró, pues había creído que era otro infectado el que se acercaba a ellos. No había llegado a imaginarse que al final el grupo de Rick acabaría entrando para ayudar a Jesús y a ella.

Sin mediar palabra, apartó el cuchillo y dio un paso hacia atrás.

―Ya hemos sacado a los demás ―le informó él y Harley asintió, alejándose.

Uno de lo que habían sido rescatados estaba herido, por lo que en cuanto subieron de nuevo a la caravana, lo posaron en la cama plegable que éste tenía y le dieron algo de agua.

―Harley ―la llamó Glenn cuando la vio subir al vehículo.

Ésta siguió la mirada que el coreano le mandaba, llegando directamente sobre aquel herido.

Finalmente asintió y se dirigió hacia él.

Le echó un rápido vistazo y encontró que tenía una herida en el muslo, la cual había bañado el pantalón de sangre.

Con su cuchillo comenzó a cortar el pantalón lo suficiente como para poder ver bien la herida, la cual era más profunda de lo que esperaba. 

―¿Cómo te la has hecho? ―le preguntó. Miró la herida con más detenimiento, pero hasta que no encontrase buenos instrumentos no podría hacer mucho por él.

―Me hinqué algo mientras corría ―contestó con algo de dificultad―. Ya ni siquiera recuero qué era. ―Ella asintió y luego elevó un poco la mirada desde su pierna, donde se encontraba un torniquete. Pasó la mano por él.

―Está muy bien hecho ―le dijo ella―. ¿Te lo hiciste tú? 

―Lo hice yo ―dijo entonces el hombre al que ella había sacado, acercándose a ellos y apoyándose en la pared, cruzando los brazos sobre su pecho.

Ella le miró entrecerrando los ojos.

―¿Eres médico? ―le preguntó.

―Así es ―contestó él con una sonrisa―. Como tú, por lo que veo. ―Ella asintió―. Soy Harlan ―se presentó. 

―Harley ―respondió ella simplemente. Luego, bajó la mirada hacia la herida de aquel hombre―. Si la herida se la ha hecho con un hierro oxidado podría llegar a infectarse ―le dijo a Harlan.

―Lo sé ―contestó él―. Por eso necesitamos llegar lo antes posible.

Por suerte, no tardaron mucho en llegar.

Durante el camino ambos médicos se habían mantenido cerca del herido, comprobando si aparecía fiebre o si la herida volvía a sangrar.

Habían compartido algunas palabras, aunque Harley se había mantenido más reservada, y apenas se dieron cuenta del momento en que la caravana paró y las personas del interior comenzaron a levantarse, abandonándola poco a poco.

Se hizo a un lado cuando Abraham y Jesús, seguidos de Harlan, sacaron al herido con cuidado y siguieron las rápidas indicaciones que el médico les decía.

Harley, tras unos segundos, se decidió a salir también.

Encontró entonces a Rick, quien se había mantenido sentado en el asiento del copiloto.

Ella, al verle, dejó de andar y le observó.

―¿Estás preparado? ―le preguntó a él. Rick suspiró.

―¿No te parece que ya hemos hecho esto antes? ―inquirió y Harley sonrió levemente.

―Y puede que volvamos a hacerlo. ―Se encogió de hombros.

Rick se mantuvo en silencio durante unos segundos, bajando seguidamente la mirada.

―De nuevo vuelven a abrirnos las puertas a su comunidad ―reflexionó―. Podríamos acabar con todos ellos. Saquearlos mientras duermen por la noche. Matar a los que resulten una amenaza y volver a Alexandría... ―Suspiró―. Ellos saben eso. Conocen los riesgos del mismo modo que Deanna y Aaron los conocían. Y aun así ambos nos dejan entrar.

Harley posó su mano sobre el hombro de Rick, haciendo que elevase la mirada hacia ella.

―¿Recuerdas lo que les decíamos a Jessie y a Deanna? ―preguntó―. No parábamos de decirles que el nuevo mundo estaba fuera de aquellos muros. Que aquel era el futuro. ―Apretó levemente el agarre sobre él―. Éste es ahora el futuro. Solo tenemos que aceptarlo. 

Los ojos de ambos conectaron de forma que ambos consiguieron sentir un escalofrío que recorrió sus cuerpos.

Luego, Rick posó su mano sobre la de Harley y sonrió levemente.

―Juntos ―susurró.

No era una pregunta, ni una petición ni un ruego. Era una afirmación; un hecho.

―Juntos ―respondió ella.

---

Tengo una buena noticia.

Estoy a nada de terminar los exámenes, lo que significa que tendré mucho tiempo de vacaciones y podré actualizar cada semana como siempre hago.

¡Qué ganas de que veáis lo que está por venir! if u know what i mean... jejejeje

¡Muchos besos a todos!

Continue Reading

You'll Also Like

519K 12.1K 40
﹝🐍﹞ ── Traducciones de historias sobre los Slytherin Boys
239K 23.6K 64
𝐄𝐋𝐄𝐂𝐓𝐑𝐈𝐂 𝐓𝐎𝐔𝐂𝐇 . . . !! 𖥻 ִ ۫ ּ ִ 𝖼𝗂𝗇𝖼𝗈 𝗁𝖺𝗋𝗀𝗋𝖾𝖾𝗏𝖾𝗌 𝒆𝒏 𝒅𝒐𝒏𝒅𝒆 . . . En donde el regreso de Cinco trae co...
87.2K 8.4K 11
En el vibrante mundo del rock y los días soleados de verano, Emma Rose y Rodrick Heffley viven una historia llena de música, desafíos y pasión. Emma...
236K 24K 61
Rose Weasley era muy distinta a sus hermanos, no era valiente, osada o revoltosa, en cambio, era tranquila, con una alegría contagiosa, siempre dispu...