¡Ah! Katsuki-sensei ¦Katsudek...

By BreakMinds

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«A Izuku Midoriya no se le dan bien las matemáticas, pero, ¿quién sabe? Quizás con su nuevo profesor las cosa... More

Capítulo 00
Capítulo 01
Capítulo 02
Capítulo 03
Capítulo 04
Capítulo 5.1
Capítulo 06
Capítulo 07
Capítulo 08
Capítulo 09
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Nota
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
♡BookTrailer♡
Capítulo 67
Nota
Capítulo 68
Capítulo 69
Capítulo 70
Capítulo 71
Capítulo 72
Capítulo 73
Capítulo 74
Capítulo 75
Capítulo 76
Capítulo 77
Capítulo 78
Capítulo 79
Capítulo 80
Capítulo 81
Capítulo 82
Capítulo 83
Capítulo 84
Capítulo 85
Capítulo 86
Capítulo 87
Capítulo 88
Capítulo 89
Capítulo 90
Capítulo 91
Capítulo 92
Capítulo 93
Capítulo 94
Capítulo 95
Capítulo 96
Capítulo 97
Capítulo 98
Capítulo 99

Capítulo 05

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By BreakMinds

| ¡Clase de Literatura con Shinsou-sensei!|


Como cada mañana, los primeros rayos de sol cruzaban por su ventana y se depositaban en su rostro calmado, profundamente dormido y en paz.

Sentía la suavidad de su almohada en la profundidad de sus sueños, no podía pedir más comodidad que esa.

Aunque su comodidad no duró mucho, pues el ceño se le comenzó a fruncir de a poco.

—Argh... Maldición. —Se quejó una voz ronca, mientras se giraba con pereza y ponía una almohada sobre su cabeza para quitar los molestos rayos que habían interferido con su sueño.

No demoró mucho para seguir durmiendo.

{...}

Se encontraba jugando como solía hacerlo siempre, con sus figuritas de robots.

De todas sus figuritas, destacaba el más grande y fuerte, el líder de todos.

Bakugou lo sostenía entre sus manos mientras acomodaba sus brazos, posicionándolo en una postura de combate.

— ¡Ah, qué lindas figuritas! —dijo un niño de tez pálida, emocionado.

¿Su rostro? No lo recordaba, solo su deslumbrante sonrisa y sus delgados tobillos.

— ¿Y dónde están tus juguetes? —preguntó él, mirando las pequeñas estrellas azules que tenía su acompañante en sus calcetines.

—Mamá dijo que mis juguetes debían bañarse, entonces están tomando sol. —respondió el niño, sentándose frente a él, admirando sus juguetes.

—Ay que ver... Ten, es tuyo. —dijo el mayor, entregándole el robot azulado, con leves tonos rojizos entre sus hombros y parte de sus brazos.

— ¡Ah! Y-yo no p-puedo recibir algo así. —murmuró cohibido, estrujando su polera amarilla.

—No seas tonto, él estará contigo y entonces cada vez que te venga a visitar, me lo tendrás que entregar para que juguemos con él, además no te lo estoy preguntando. —gruñó esto último, mientras le entregaba el robot a la fuerza, con sus mejillas sonrojadas y su ceño fruncido.

—Ah, en ese caso, ¡muchas gracias Ka—

Despertó de manera brusca debido a un molesto sonido que de pronto invadió su habitación.

Abrió sus ojos con odio puro, buscando el maldito objeto que se había atrevido a despertarle.

Ah, era el puto móvil.

Quien fuera que se hubiera atrevido a interrumpir su sueño se las iba a pagar caro.

Se giró con pereza mirando la mesita de noche, ahí estaba la mierda de móvil. Lo cogió con rudeza mientras apretaba sus colmillos.

Llamada entrante: Kenjiro

Rodó los ojos de maner instantánea. — ¡¿Y ahora qué putas quieres?! —exclamó con furia, revolviendo sus cabellos con molestia.

— ¡Buenos días bro! Vamos por unas hamburguesas hoy cuando salgas del trabajo, tengo el día libre. —decía por el otro lado del móvil una voz alegre y enérgica.

—Hamburguesas mis pelotas, hoy pienso dormir todo el puto día. —respondió este colgando con furia y acomodándose nuevamente para dormir.

Al fin y al cabo, también era su día libre.

Nuevamente comenzó a sonar el móvil.

Katsuki se sentó con furia con un tic en su ojo izquierdo.

La maldita paciencia se le estaba acabando.

Llamada entrante: Kenjiro

— ¡La puta madre que te parió, imbécil, déjame dormir! —gruñó de nuevo.

—Vamos por unas hamburguesas bro, la verdad tengo algo de que hablar contigo.

Un enorme suspiro molesto nació del rubio.
— ¡Tendrás que pagar toda la maldita mierda que se me antoje! —exclamó. —Debería matarte por joder mi puto sueño, gran pedazo de mierda. —gruñó molesto, mientras se revolvía sus cabellos cenizas. —A las 14:30, donde siempre.

Entonces con molestia observó su reloj.

08:45

¡Pero que gran hijo de puta!

Su ceño se frunció y un gran gruñido escapó desde lo más profundo de su ser.

Él habia querido dormir mínimo hasta las 10:00 sin interrupciones.

Lanzó el teléfono colérico contra la pared.

No iba a permitir que lo despertaran de nuevo.

Se acomodó nuevamente y trató de conciliar el sueño.

— ¿Hola?

— ¿Hol—

El chico que yacía tras el móvil estalló de risa al escuchar como sonaba un estruendo en la llamada.

Era seguro, Katsuki Bakugou había arrojado el móvil contra la pared con furia nuevamente.

— ¿Gran pedazo de mierda? Oye oye, eso es nuevo Bakugou. —soltó, mientras comenzaba a reírse.

Acomodó lentamente sus piernas, acabando de ejercitarse y guardando su teléfono en su bolsillo.

━─━────༺༻────━─━


La mañana continuaba y con ello, las clases de la academia se daban por iniciadas.

—Buenos días.

Saludó cordial el profesor de literatura de cabellos morados y ojos tranquilos, entrando con una leve sonrisa al salón.

Sus queridos alumnos sonrieron, pues a la mayoría le encantaba literatura.

—Buenos días, sensei.

Shinsou les sonrió de manera tranquila.

—Espero que en sus vacaciones hayan descansado como se debe, están en el penúltimo año y deberán esforzarse un poco más que los años anteriores. —respondió, mientras tomaba asiento con calma mirando a cada uno de sus alumnos.

Apoyó sus codos en el escritorio y su mentón en sus manos.

—Bien, continuando con la clase de hoy, me gustaría que como examen evaluativo creen un diálogo con su compañero y como una obra teatral la interpreten para mí. —dijo uniendo sus manos. —Tendrán veinticinco minutos, escojan a su compañero y comiencen. —agregó, mientras se acomodaba en su escritorio y comenzaba a leer un libro con calma.

Iida - Ochako

Kirishima - Kaminari

Fumikage - Tsuyu

Todoroki - Midoriya

Sero - Mineta

Así quedaron algunos de todos los grupos de la clase.

—Pero aquí siento que le falta algo Todoroki-kun. —murmuraba Izuku con su mano en el mentón. —Quizás, si le agregamos esto puede que suene mejor. —murmuraba concentrado mientras miraba detenidamente la hoja.

Shoto por su lado, solo asentía mientras escribía.

—Creo que con esto será suficiente Izuku, practiquemos. —habló el bicolor terminando de escribir.

—Claro, Todoroki-kun. —respondió mientras cogía la hoja y la comenzaba a releer.

..

—Entonces me disparas y yo grito: ¡Argh! ¡Rompiste el corazón de la pulga! —exclamaba Kaminari emocionado.

Kirishima estalló de la risa.

—Qué idiota, si te disparo ni tiempo tendrás de decir eso porque estarás muerto, tienes que dejar de ver Mucha Lucha. —agregó mirando al rubio, sacando una hoja de su cuaderno.

—Es una obra idiota, todo es posible en las obras, con razón te va como la mierda en Literatura que es el ramo más fácil. —dijo Kaminari, mientras le sacaba punta a su lápiz para comenzar a escribir.

Shinsou detuvo su lectura y clavó su mirada en el rubio inmediatamente.

—Kaminari, ese vocabulario contrólalo en mi clase si no quieres reprobar. —reprendió mirándole fijo.

Kaminari trago duramente saliva y la punta del lápiz se había roto de tanto darle vueltas dentro del sacapuntas.

— ¡Ah! —exclamó. —Lo siento sensei, se me escapó. —dijo sonriente, rascándose la nuca.

—Eso te pasa por idiota, cerebrito de literatura. —Le susurro en el oído Kirishima, aguantando las enormes ganas de estallar de risa.

Kaminari frunció el ceño y le miró.

— ¡Ah! Cállate puerco espín. —respondió con el ceño fruncido, en tono de burla. — ¿Y sabes qué? Escribe tú la obra, yo no daré más ideas. —dijo dejando el lápiz en su mesa de manera brusca y cruzándose de brazos.

— ¡Además el maldito lápiz ni siquiera sirve para sacarle punta! —gruñó molesto.

Kirishima parpadeó mirándole por un par de segundos.

— ¡Está bien, pero no te enojes! —exclamó divertido, comenzando a reírse sin descanso debido a la actitud de su compañero.

Una vez su risa se detuvo y limpiaba sus ojos de las pequeñas lágrimas que había escapado por la diversión, le miró seriamente.

—Y no era necesario imitar a ese idiota.

..

—lida-kun, tú serás el robot y yo la mecánica. —decía totalmente decidida Ochako.

Tenya se limitó a meditar. —Está bien, yo revisaré tus faltas de ortografía. —respondió, acomodándose los lentes.

—Bien, entonces tú serás un robot de seguridad. —agregó la chica mientras comenzaba a escribir con emoción.

..

—Entonces seremos dos chicos en busca de una prostituta. —dijo Mineta con sus ojos relucientes.

Sero le miró con pesadez por un par de segundos.

—Ehh... creo que ese tema no es muy adecuado, Mineta. —respondió, mirándole con inseguridad.

Sero sabía que no sería nada fácil convencer a su compañero, alias la pulga pervertida.

—Bien, entonces seremos dos chicos en busca de una chica en un centro comercial.

— ¿Es necesario agregar una chica en una interpretación que es de dos hombres? —respondió Sero con pesadez.

—Ya que lo pones así, tú serás la chica. —Se decidió Mineta mientras comenzaba a escribir de manera fugaz.

— ¡¿Ahhhh?!

..

—Tokoyami-kun, creo que con esto será suficiente. —dijo Tsuyu mientras observaba como el chico terminaba de escribir sus últimos diálogos. —Hacemos un buen equipo. —agregó mientras comenzaba a releer.

—Por supuesto. —respondió el pelinegro. —Pero insisto, quizá si le agregamos algo de demonios sería mucho más genial.

Tsuyu le miró por un segundo. — ¿Magia negra?

A Tokoyami le brillaron los ojos.

Entonces Tsuyu observó a su profesor, que leía un libro llamado: "En búsqueda de la luz"

Entonces observó a Tokoyami.

— ¿Crees que a Shinsou-sensei le agrade?

Tokoyami clavo su mirada en su profesor y bajo su mirada. —No lo creo...

Tsuyu le sonrió. —No te preocupes, podemos hacer un diálogo que te agrade para la próxima vez, Tokoyami-kun.

..

—Bien, acabó el tiempo muchachos, Mineta y Sero, adelante. —dijo Shinsou de pronto, cerrando su libro al instante en que se levantaba y comenzaba a caminar hacia el fondo del salón, para así apreciar de mejor manera el trabajo de sus alumnos.

Sero y Mineta cruzaron miradas, nerviosos.

Y rápidamente avanzaron.

Se detuvieron frente al pizarrón, observando a todos sus compañeros.

—Me niego a ser la chica, Mineta. —susurró Sero con claro nerviosismo.

— ¡Solo hazlo y ya! No tiene nada de malo. —susurró Mineta en respuesta.

— ¡Que no! —susurró con furia.

— ¡Que sí!

Shinsou alzó una ceja ante esto.

—Si demoran un minuto más, considérense reprobados. —habló Shinsou de manera grave, observando su reloj.

Mineta, forzado a la situación, decidió actuar.

Dio un paso hacia adelante y una de sus manos fue directo a su frente, obteniendo como resultado una postura dramática.

— ¡Ah! ¿¡Por qué me dejaste, Sero-kun!? —exclamó Mineta agudizando su voz imitando la voz de una chica. — ¿Es que ya no me amas? —agregó, aferrándose al chico que temblaba de vergüenza, con su hoja arrugada debido a la presión de sus manos.

Por que mierda estoy haciendo esto contigo, se limitó a pensar mientras abría la boca para leer su diálogo.

—Y-Yo no pu-puedo seguir contigo, Mineta... chan.

Demonios, le había costado tanto decir esas palabras.

Pero es que la cara de Mineta y la burla de algunos de sus compañeros no le ayudaban para nada.

— ¿Es que acaso me estás engañando? —preguntó, fingiendo llorar.

El rostro de Sero se volvió pálido, casi azulado, ya no podía con esto.

Había alcanzado el límite.

Se revolvió sus cabellos negros frustrados mientras clavaba su mirada en Mineta con molestia.

— ¡Ahhh! —exclamó. — ¡No puedo seguir con esto, simplemente no puedo! —continuó, dándose por vencido con clara molestia, empujando a Mineta que estaba encima de él.

Mineta en ese instante, susurró un: Mierda.

Entonces enterró sus dedos en las piernas de Sero disimuladamente con fuerza.

—Sigue el diálogo idiota. —susurró nervioso.

Sero le miró cansado y frunció levemente el ceño.

—No, ¿sabes qué? Ni siquiera sé porqué te hago caso, siempre terminas humillandome por tus gustos extraños, me rindo.

Entonces se retiro molesto, sentándose en su pupitre.

Un silencio horriblemente incómodo inundo el salón y la boca de Mineta se encontraba tan abierta que incluso pasó una mosca y salió.

Aplausos, aplausos de Shinsou.

Todos sus alumnos se miraron entre sí, mientras observaban a su profesor contento.

— ¡Eso estuvo muy bien! —exclamó emocionado. —Qué gran interpretación, se adaptaron muy rápido a su papel pese a que tú te notaste algo nervioso al principio, Sero. Pero el resto estuvo muy bien, aprobados. —dijo Shinsou mientras les sonreía emocionado.

Sero estaba en estado de shock, no podía creer que el mandar a la mierda todo sería tan bueno.

Mineta suspiraba aliviado mientras regresaba a su asiento.

Ashido divertida les observaba.

—Buena actuación, Mineta-chan. —susurró con burla. —Es broma, lo hicieron genial. —agregó mientras les sonreía.

Mineta clavo su mirada cansada en ella mientras apoyaba su cabeza en su pupitre.

—Tsuyu y Tokoyami, es su turno. —dijo Shinsou mientras sonreía, estaba emocionado.

Ambos fueron a su lugar correspondiente como lo habían ensayado hace un par de minutos atrás.

Tokoyami aclaró su garganta y alzó su papel, clavando sus carmines en él para comenzar a leer.

—Llovía, las frías gotas humedecen su cabello mientras que con un ramo de rosas entre sus manos se lamentaba la muerte de su padre, pues la guerra se lo había arrebatado de sus brazos.

Narra Tokoyami, esperando a que Tsuyu tomara su lugar en la escena.

Tsuyu se acuclillo frente a sus compañeros y observó el suelo.

— ¿Por qué te fuiste, padre? ¿Ahora con quién podré cenar mientras cae la noche? —preguntaba Tsuyu mirando el suelo, fingiendo tener un ramo de rosas blancas y depositarlas en su tumba improvisada.

Tokoyami comenzó a caminar hacia ella, acuclillandose a su lado.

—Tu padre, gran hombre guerrero dió la vida por ti y por todos nuestros pequeños al igual que el mío y por ello debemos estar orgullosos. —intervino Tokoyami, acuclillado al lado de la chica tocándole el hombro.

Tsuyu giro su rostro deprimido hacia su lado, observándole.

—Y usted joven, ¿quién es? —preguntó, fingiendo sorpresa.

—Soy quién te protegerá a partir de hoy, ambos nos protegeremos de manera mutua, pues la voluntad del destino así lo quiso. —respondió mientras fingía abrir su paraguas invisible. —Mi pequeña dama, permítame acompañarla en su duelo junto al mío, pues ambos sufrimos la misma pérdida. —agregó mientras se levantaba con su paraguas invisible en mano.

Tsuyu solo asintió y comenzó a caminar junto a él, con un ramo de flores rosadas entregadas por Tokoyami en sus manos.

Hicieron una reverencia, recibiendo aplausos de sus compañeros y de su profesor.

— ¡Hermoso, hermoso! —exclamó Shinsou maravillado. —Para tener solo veinticinco minutos, esto es una obra de arte. —dijo Shinsou mientras escribía en su cuaderno. —Felicidades. —sonrió.

Tsuyu y Fumikage tranquilos regresaron a sus asientos.

—Te dije que nos saldría bien, Tokoyami-kun. —sonrió Tsuyu.

—Nunca tuve duda de ello. —murmuró Tokoyami abriendo su cuaderno con tranquilidad. —Aunque hubiese sido genial si hubiésemos interpretado a la muerte o a algún demonio... —susurró mirando hacia un lado con sus carmines desanimadas.

Tsuyu le sonrió de manera comprensiva.

—Es el turno de Ochako e Iida. —habló Shinsou acabando de escribir en su libreta.

Uraraka pego un sobresalto en su lugar.

— ¡Ah! Sí sensei. —dijo emocionada mientras tomaba lugar en la escena.

Aclaro su garganta y junto sus manos.

—Mi nueva creación, Ten5000 es un robot. —presentó, mientras sentaba a Iida Tenya en un asiento frente a todos, totalmente inmóvil y rígido. — ¡Yo como mecánica y su creadora me siento muy orgullosa! —exclamó con sus manos en las caderas, sonriente.

Noto como Izuku le sonrió emocionado y Todoroki le parpadeó neutral.

—Ahora bien, debo encenderlo. —continuó, mientras fingía encenderlo tocándole la punta de la nariz.

Iida Tenya realizó movimientos extraños y a normalmente tiesos en sus extremidades.

Entonces giró su cuello de una manera tan rígida que incluso sonó uno de sus huesos de la columna.

Shinsou parpadeó preocupado.

— ¡Auch! —intervino Hagakure, le había dado un escalofrío frente a ello.

Y todos sus compañeros observaron preocupados a Tenya que seguía normal, como un robot.

Uraraka abrió sus ojos cafés como platos, asustada, mientras Iida le miraba de manera seria.

—Buenas-tardes-mujer. —habló, con gestos rígidos.

Uraraka soltó un suspiro de alivio, mientras tomaba aire nuevamente.

— ¡Yo Uraraka Ochako soy tu creadora y a partir de hoy serás mi guardaespaldas! —exclamó señalandole con una de sus manos.

—Me-parece-algo-difícil—respondió con dificultad. —pues-no-tengo-piernas-aún.

— ¡Ah! Es cierto, en ese caso, ¡toma un descanso! —dijo ella, apagandolo nuevamente tocándole la punta de la nariz.

Shinsou divertido comenzó a aplaudir. —Muy bien chicos, pueden tomar asiento. —respondió. —Por cierto, ¿estás bien, Tenya? —preguntó.

Iida le sonrió. — ¡Me sucede todo el tiempo, no se preocupe, sensei! —exclamó moviendo su brazo izquierdo de un lado a otro.

—A-ah... Bien. —respondió Shinsou.

—Buen trabajo chicos. —dijo Izuku mientras les aplaudía.

— ¡Gracias, Izuku-kun! —dijo Uraraka sonriente.

—Midoriya y Todoroki, a su lugar. —dijo Shinsou, ansioso.

Izuku y Todoroki se miraron de inmediato.

Todoroki se levantó y tomó su lugar en la escena para que el pecoso iniciara con su narración.

Izuku sonrió mientras centraba su vista sobre aquel papel.

—Solo por el bosque en medio de la noche, se dirigía hacia el Norte en su robusto caballo blanco, su misión era llevar con éxito los suministros para su familia que lo esperaba con ansias.

Entonces Todoroki fingió caminar al lado de su caballo blanco imaginario, que en este caso, era la escoba del aula.

Todoroki observó hacia sus alrededores con neutralidad, con su caballo a un lado.
—Puede que demore más de lo esperado. —dijo mientras se ajustaba su chaqueta invisible.

Izuku espero a que Todoroki avanzara para continuar su narración.

—De pronto el caballo se alteró y él intentó calmarlo. —volvió a narrar Izuku.

Todoroki fingió calmar el caballo.

Entonces Izuku rápidamente cayó al suelo.

Todoroki clavó sus heterocromáticos en el suelo, en donde ahora se encontraba Izuku.

—Shh, shh. —habló Todoroki, acariciando la escoba, con el propósito de calmarla.

Entonces dejó la escoba en el suelo lentamente y se dirigió hacia Izuku.

Avanzó hacia él y apoyo sus rodillas en el suelo.

Entonces le pegó suavemente en la mejilla pecosa para despertarle.

Izuku se sentó de inmediato, fingiendo dolencias.

—Ay...

Todoroki le miró neutral en su lugar, sin decir una sola palabra.

Izuku continuó con su delirio.

—A-Agua.

El bicolor rápidamente le entregó una botella con agua e Izuku bebió como si no hubiera mañana.

— ¿Quién eres, forastero? —habló Todoroki siguiendo su diálogo.

Izuku acabo de beber para responder.
—Midoriya Izuku, vengo del Sur a entregar un recado urgente un poco más al Norte, al Palacio Sivelyum. —dijo Izuku levantándose con fingido esfuerzo.

—Qué lamentable, si gustas puedo llevarte, voy hacia allá mismo. —dijo Todoroki. —Soy el primer guardia real, estaba en busca de suministros para mi familia.

— ¡Te lo agradecería mucho! —exclamó Izuku.

—Agradéceselo a mi querido corcel. —dijo el bicolor mientras le presentaba el caballo blanco, e Izuku fingía acariciarlo.

Entonces, hicieron una leve reverencia.

Aplausos de sus compañeros y profesor.

—Eso estuvo muy creativo muchachos, felicidades. —dijo Shinsou alegre.

—Gracias Shinsou-sensei. —agradeció Izuku mientras sacudía su mano.

Luego de haber acariciado la cabeza de la escoba, le había quedado una pelusa de polvo en la palma de su mano derecha.

Shinsou soltó un suspiro satisfecho.

—Kirishima y Kaminari.

Kaminari sonriente observó a Kirishima.

— ¡Seremos los mejores! —exclamó Kaminari emocionado.

Kirishima solo sonreía con sus manos en los bolsillos.

—No puedo creer que me hayas convencido de hacer esto. —respondió sin más.

Kaminari emocionado comenzó a trotar en su lugar. — ¿Podemos comenzar, sensei? —preguntó lanzando puños.

Shinsou soltó un suspiro.

—Cuando gusten, muchachos.

Kaminari sonrió y entonces lanzó un puñetazo al aire.

— ¡Con que al fin te descubro, frijolito! —exclamó con notable emoción.

Kirishima por dentro solo negaba con la cabeza.

— ¿Cómo es que llegaste hasta acá? —preguntó Kirishima fingiendo amenaza y sorpresa, escondiendo sus manos tras su espalda.

Kaminari se detuvo en su lugar serio, con su mano en el mentón.

—Definitivamente no sabes con quién te metiste... —murmuró con voz grave, mientas clavaba sus ambarinos sobre él. —Espero que te hayas divertido robando todas esas joyas, tu felicidad llegó a su fin.

Kaminari se abalanzó sobre Kirishima corriendo velozmente.

Y Kirishima ante esta acción del rubio, sacó sus manos hacia adelante con rapidez.

¡Pium Pium!

Entonces Kaminari se llevó su mano a su pecho y detuvo su ataque, abriendo sus ojos a más no poder.

Entonces, exclamó:

— ¡Argh! ¡Rompiste el corazón de la pulga!

El rubio cayó al suelo como un saco de papas, muerto.

Fue tan real su caída que incluso sintió como un chichón amenazaba de salir por su nuca debido al golpe improvisado y para nada planeado.

—Nunca sabes quien es el verdadero villano, pulga. —dijo Kirishima mirando a su compañero y fingiendo guardar el arma.

— ¿Eso fue una combinación entre mafia, mucha lucha y robo? —dijo Shinsou mientras aplaudía con gracia. — ¡Amo su gran imaginación! —exclamó al final.

Sus compañeros riendo aplaudían divertidos.

Debían admitirlo, les había salido genial a pesar de ser gracioso.

—Te dije que nos saldría genial idiota. —dijo Kaminari sonriente, mientras se sobaba la nuca.

Y bueno, así prosiguieron las obras improvisadas, hasta que la clase terminó

Kaminari guardaba sus cosas en su mochila rápidamente y de manera desordenado, dejando caer sus lapices y hojas a su suerte dentro.

—Oye hermano, vamos por unas hamburguesas al mismo lugar de ayer, tengo hambre. —dijo el rubio, tocándose su estómago que gruñía cada cinco segundos mientras se colocaba su mochila.

Kirishima le miró y le sonrió, terminando de guardar sus cosas.

—Bien vamos, pero necesitamos más gente. —respondió, pensativo.

Entonces Izuku se cruzó por el frente, recogiendo su goma que se le acababa de caer.

A Kirishima se le iluminó la mente.

—Midoriya vamos por unas hamburguesas, Todoroki tú también, hay una promoción de cuatro muy buena.
—dijo Kirishima acercándose a ambos sin pensarlo dos veces.

—No se imaginan la cantidad de papas que trae... ¡Y extra queso! —agregó Kaminari emocionado. — ¡Vamos, vamos!

Izuku les sonrió amablemente.

—Por mi no hay problema, chicos. —respondió guardando sus cosas. — ¿Te apuntas Todoroki-kun? —preguntó mirando hacia el lado donde se encontraba el bicolor.

—Está bien. —dijo Todoroki avanzando.

— ¡Bien! Saldremos rodando de ahí de nuevo. —dijo el ambarino avanzando rápidamente feliz.

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