Todos regresaron a su tamaño normal montando sus escobas.
— ¿Cómo voy destruir eso? —Comento Akko desconcertada.
—No tengo idea—Tosió Merlín apenado.
—No importa de todas formas—Akko tomo a excalibur con ambas manos y fue al ataque.
Las demás le gritaron que se detuviera sin embargo Akko hizo caso omiso, al impactar la espada a los ligamentos de la criatura, unos rayos oscuros emergieron y electrocutaron su cuerpo, estaba adolorida a causa de la electricidad invadiendo su cuerpo a tal punto de caer inconsciente, las chicas se acercaron volando a velocidad con sus escobas y Diana la salvo de una caída segura sosteniéndola en brazos.
— ¡Akko! —Grito Úrsula alarmada.
—Ella estará bien—Comento Diana con calma evaluándola—Solo está dormida.
—Esa Akko que tan testaruda puede ser—Comento Amanda fastidiada.
—Tememos un descanso y esperemos a que despierte—Comento Sucy.
Todos de acuerdo descansaron por unas horas, Diana se quedó observando el estado de Akko esperanzada de su despertar, los latidos desenfrenados de su corazón le decían muchas cosas, mirarla apacible y tranquila en el sueño profundo estimulaba esos latidos, deseaba besar sus labios nuevamente y ser aquel príncipe o mejor dicho princesa que la despertara de su inconsciencia, al mismo tiempo se frustraba que no existiera manera de cumplir su fantasía debido a la presencia de las demás al pendiente.
— ¿Pasa algo Diana? —Pregunto Úrsula.
Diana sonrojada contesto—Nada Úrsula sensei.
— ¿Segura que no tienes fiebre? —Pregunto Lotte preocupada.
Exaltada Diana dijo—No, ¿Por qué piensas que tengo fiebre?
—Estas muy roja, de oreja a oreja—Dijo Lotte confundida.
—Que va, eso no es fiebre—Intervino Amanda con una risita—Eso es...
— ¡Amanda! —Diana levanto la voz deteniéndola—No lo digas—Dijo con más sonrojo en sus mejillas y desvió la mirada.
—Vale, vale Miss Cavendish, ellas se darán cuenta tarde o temprano—Sonrió cómplice y se encogió de hombros.
— ¿De qué hablan? —Pregunto Lotte confusa.
—No tienes que preocuparte Lotte, ellas sabrán a que se refieren—Dijo Sucy bostezando de aburrimiento.
Sucy al tanto de los comentarios tenía conocimiento a lo que Amanda de refería, no le era nada nuevo que Diana tuviera sentimientos por Akko, Lotte se dará cuenta fue lo que pensó.
—Bueno—Dijo Lotte aliviada que el sonrojo no fuera por la fiebre.
—Pasando a lo otro, no falta muchas hrs para que la protección de estas pulseras deje de funcionar—Comento Úrsula cambiando de tema.
—No tienen que preocuparse por eso—Intervino Merlín tranquilizándolas.
— ¿A qué se refiere? —Dijo Diana.
—Una vez que el poder de las pulseras se acabe estas como último recurso las transportara fuera del cuerpo de Darrelle, a un lugar seguro donde estén alejadas de él.
Todas se mortificaron.
— ¿Qué pasara con Akko? —Pregunto Lotte preocupada.
—Como ella no posee pulsera alguna se quedara aquí en el corazón de la criatura.
Amanda se levantó de su lugar rechinando los dientes molesta— ¿Qué hay de usted?
—También seré transportado afuera—Les enseño a todas la pulsera que lucía en una de sus muñecas.
— ¿Qué está diciendo? ¿Tiene alguna de sobra?
—No, lamentablemente solo esas que poseen y esta —Señalo su muñeca—Son las únicas que tengo.
—Y ¿aun sabiendo eso la hizo entrar aquí?
—Así es, ella estará más tranquila si ustedes no pierden su magia.
—Tenemos que derrotar a este dragón rápido—Comento Diana levantándose del suelo.
—Es imposible, solo Akko puede hacerlo—Dijo Merlín.
— ¿Por qué imposible? —Cuestionando Úrsula.
—La espada que posee absorbe la magia de todo aquel que sea tocado por ella menos de su dueño, ahora entiendo porque Winkell la escogió.
—Eso no nos detendrá—Dijo Amanda.
—No haría hechizos contra Darrelle si fuera ustedes, si recitan hechizos de combate solo buscaran fortalecerlo y lograrían perder su magia inútilmente—Hizo pausa de silencio—su contrincante tiene que ser alguien que no posea magia alguna y esa es Akko.
—Pero si Akko tiene magia.
—Magia que le proporciona Winkell, no le pertenece directamente, Darrelle no puede robarle esa magia y excalibur tampoco puede hacerlo ahora que Akko es su legítima dueña.
—Entonces solo venimos a perder nuestro tiempo ¿es eso?—Dijo Amanda molesta— ¡Solo nos interpusimos en el camino de Akko!
—No necesariamente, ella está feliz que ustedes le brinden su apoyo, las necesitaba más que nunca—Dijo Merlín sonriendo.
Las demás bajaron las cabezas decaídas poco convencidas de las palabras del mago.
—Eso es cierto—Comento Akko ya despierta.
Las demás asombradas la miraron levantarse del suelo.
—Akko ¿Cómo te sientes? —Pregunto Úrsula.
—Mucho mejor, gracias Sensei—ella sonrió.
— ¿Estas segura? —Intervino Diana preocupada.
—Sí—Feliz la toco del hombro.
—Ya era hora niña—Comento Merlín satisfecho.
—Lamento mi ausencia, me quede dormida por no escucharlas—Akko rio apenada.
—Eso te pasa por hacer un ataque arriesgado como ese—Diana la regaño.
—Sí, si ya aprendí la lección—Comento Akko contenta sin tomar en cuenta la actitud estricta de Diana.
— ¿Qué haremos ahora? —Dijo Lotte desanimada—No podemos serte de ayuda.
—Es cierto—Comento Amanda apretando la mandíbula.
—No se preocupen por eso—Comento Akko sin inmutarse—Tengo una idea, pero antes Viejo Merlín—Lo miro seriamente—Ahora veo porque estabas preocupado antes—Rebobino el momento justo cuando ella y Merlín conversaron antes de marcharse del paraíso celestial, la actitud del anciano desde aquel día le fue sospechosa, ahora sabía porque.
— ¿Hablaste con Winkell? —Pregunto Merlín desconcertado.
—Sí, en mi sueño hablamos—Akko sonrió a pesar que algo la perturbaba muy adentro.
—Ya veo—Su gesto se ensombreció y entristecido dijo—Lo siento.
Las demás se quedaron confundidas debido al misterio.
—No te preocupes viejo Merlín, no hay otra manera—Ella sonrió—Lo más importante es vencerlo ¿o no?—Su entusiasmo se extendió a un punto máximo.
— ¿Descubriste como derrotarlo? —Pregunto Merlín.
—Sí, Winkell me lo dijo—Luego miro a las chicas—Voy a necesitar su ayuda.
—Entonces si somos necesarias para esta misión—Amanda sonrió.
—Más de lo que se imaginan—Akko rio.
—Bien ¿En qué te ayudamos Akko? —Diana sonrió tocándola del hombro.
—Necesito que me presten su magia, si puedo darle un corte adecuado con la mayor parte de su magia será posible detenerlo y obtener el elixir—Señalo con un dedo el resplandor azul.
— ¿Solo eso? —Comento Sucy—Nuestra magia no es suficiente, solo somos 6—Se encogió de hombros.
—Lo derrotaremos, no hay porque preocuparse—Dijo Akko con seguridad.
—Bueno y ¿Qué hacemos para brindarte la magia que necesitas Akko? —Pregunto Úrsula sonriendo.
—Solo coloquen una mano en mis hombros y concéntrense e imaginen que su magia es transferida a mí.
—Buena idea Akko—Comento Amanda entusiasmada.
—Sí—Akko sonrió.
Así todas y Merlín siguieron sus indicaciones concentrándose en transferir su magia al cuerpo de Akko, ella encantada la recibió y rebobino el recuerdo cuando ella y Winkell hablaron.
Akko abrió los ojos y desorientada miro a los lados encontrándose atrapada en el vacío del universo— ¿Dónde estoy? ¿Y las demás? —Se tallo los ojos.
Una estrella se movía entre el espacio acercándose a una velocidad increíble, Akko asustada se levantó y comenzó a volar asustada.
— ¿Qué acaso esa cosa no se rinde? —Dijo ella angustiada.
La estrella fue más veloz y en un milisegundo la alcanzo, Akko grito al momento inesperado.
—Por favor, no te asustes—Comento una voz femenina escuchándose en eco.
— ¿Qué quieres? ¿Yo fui directo al ataque de Darrelle? Y después—Dudo— ¿Acaso eres él? —Se puso a la defensiva intentando sacar excalibur de nuevo sin éxito—Excalibur pero ¿Por qué no aparece?
—No lo soy, ahora tranquilízate—Dijo la voz.
—No te creo—Dijo alerta.
—Si te digo mi nombre, ¿te tranquilizaras? —Dijo la voz con suavidad.
—Eso dependerá.
—Bueno, me presentare Akko, mi nombre es Winkell y soy el hada que habita en tu interior.
Akko se tranquilizó y con calma dijo—Si eres Winkell ¿Cómo llegue aquí?
—Yo te traje a este lugar, bueno solo parte de tu alma, la otra aún está en tu cuerpo.
Los bellos de Akko se erizaron—Es como si estuviera muerta.
—Pero no lo estas, ahora me presentare en mi verdadera forma—El hada Winkell fue tomando la forma desnuda de una mujer, su cuerpo brillaba en tonos dorados y en la superficie azul, alas de su espalda emergieron y su cabello del tono rubio y verde ondulado se formó, los ojos azules celestes miraban la silueta de Akko profundamente.
Akko asombrada se quedó muda contemplándola, luego un toque de rubor se presentó en sus mejillas.
— ¿Qué pasa Akko? —Dijo el hada Winkell con una risita al contemplar el asombro de Akko.
—Tú—Se exalto— ¡Eres Diana! —Miro a los lados—Si me estás jugando una broma no es el momento.
Su asombro era evidente, una forma adulta completamente de Diana había hecho presencia.
El hada Winkell se rio a carcajadas—Si Akko soy yo Diana, pero me cambie el nombre para engañar a ese viejo cascarrabias de Merlín, y en parte la forma, solo tú sabes quién soy realmente.
—Deja de bromear y ¿dime quién eres?, no estoy para juegos—Dijo enfadada con incredulidad.
Diana Winkell sonrió—Soy yo—Se acercó y la rodeo entre sus brazos.
— ¡Suéltame!—Intentaba zafarse del agarre.
—Te extrañe Akko—Dijo con alegría y brillo en sus ojos entre lágrimas y le robo un beso.
Akko se quedó petrificada por el contacto de sus labios con los de quien quiera que fuera esa mujer, luego algo similar vino a su mente con el simple rose de sus labios, nadie besaba de esa manera más que Diana. En plena confusión Diana Winkell aprovecho ese momento y la recostó colocando se sobre ella.
—De verdad eres Diana—Dijo Akko aturdida.
—Ya lo vez—Seguirá sonriente.
— ¿Pero cómo estas tu aquí? ¿Qué paso con las demás?
—Ellas están bien, incluso la Diana de este plano temporal está sana y salva—La acaricio gentilmente del rostro.
— ¿De este plano temporal? ¿Eres del futuro o algo parecido? —Comento Akko confundida.
—Así es, he dominado la magia del tiempo y puedo viajar en el plano que me convenga—Comento Diana Winkell.
—Tengo muchas preguntas que hacerte, yo quiero saber................
Diana coloco su dedo índice silenciándola—Sé que tienes muchas preguntas Akko, pero ahora no es el momento de responderlas—La beso nuevamente.
Akko la aparto— Quiero saber, tengo muchas preguntas.
—Las sabrás a su debido tiempo, te lo prometo—Beso su cuello y lo fue bañando con su lengua con ferocidad y descontrol.
Akko sonrojada por el contacto perdió el propósito de sus preguntas y gimió sumergiéndose en las sensaciones que Diana le brindaba. Diana desabotono su camisa apartándola de golpe dejando a la vista el sujetador de Akko expuesto, volvió a besarla con gesto posesivo sin darle tiempo de respirar, era tanto su deseo de volver a reunirse con Akko después de mucho tiempo que no quería dejarla que se fuera jamás. Akko intento apartarla para tomar el control pero ella no se lo permitía.
Diana al percatarse separa su labios de Akko y ambas respiraron sus alientos—Lo siento.
Los latidos del corazón de Akko fueron en aumentando a un ritmo más intenso, su cuerpo se calentaba con el calor y la ansiedad se intensificaba en ella, ¿cómo había conseguido Diana excitarla al poco tiempo? Fue la pregunta que se formuló, quería más con lo insatisfecha de su libido y rodeo a Diana del cuello entregándole un beso largo y apasionado. Diana con ganas de más abandono los labios puritanos que deseo durante milenios y bajo al cuello roseándolo con su lengua por unos minutos realizando un recorrido lento, mordió algunas zonas marcando huellas de entrega y luego subió a los orejas causando otro ruidito satisfactorio en la voz de amante.
—Di-ana—Apenas pronuncio Akko con dificultad.
Diana complacida mordisqueo una de las orejas de Akko causando que el cuerpo de su amante saltara involuntariamente, su siguiente objetivo fue el sujetador quitándoselo con agilidad y lo primero que aprecio fueron sus senos pequeños a simple vista, tal y como los recordaba, la sonrisa en su rostro y su mirada lasciva deseosa de tocarlos y sentirlos la llenaban de emoción, su cuerpo se éxito bastando con la mirada y los latidos frenéticos se volvían más fuertes a punto de ebullición, se acercó y los beso como primer paso.
— ¡Diana! —Grito Akko apretando uno de sus puños debido a la energía contenida en ellos.
— ¿Qué ocurre cariño? —Pregunto Diana con suavidad y beso la frente de Akko.
Akko trago saliva nerviosa—Es la primera vez que te oigo llamarme de esa manera, me pone un poco nerviosa
—No tienes que estarlo—Beso su garganta—Una vez que estemos juntas te acostumbraras, tal como sucedió con la Akko del otro plano temporal.
— ¿Entonces las dos formalizamos nuestra relación?
—Sí—Diana sonrió.
—Dame unos minutos—Pidió Akko trato de calmarse y recuperar su respiración normal— ¿Por qué no estas con la Akko del otro plano temporal?
Diana aparto la mirada y ensombreció los gestos sin contestar la pregunta.
— ¿Qué te pasa Diana? ¿Estás bien?—Pregunto Akko preocupada.
—Si—Dijo sin mirarla.
— ¿Qué ocurre? —Dijo Akko con suavidad sin estar convencida.
—Nada—Dijo Diana fingiendo una sonrisa.
—Te veo rara, quiero que seas honesta conmigo.
Algo inesperado pasó, una lágrima broto del ojo izquierdo de Diana, Akko observo que ella se contenía dejando algo atorado de su interior y decidida la rodeo entre sus brazos.
Ante el gesto de afecto Diana no pudo más— ¿Por qué?
— ¿Por qué, qué? —Dijo Akko dando caricias reconfortantes a la espalda de Diana.
Algo la advertía que Diana no se encontraba bien y la alerto una extraña preocupación, tristeza y compasión por ella, el abrazó solo fue un reflejo involuntario que sin esperarlo se lo brindo.
Diana no pudo aguantar más su angustia y una lágrima más emergió de su ojo izquierdo— ¿Por qué tuve que perderte?
Akko desconcertada dejo de abrazarla y la miro a los ojos— ¿A qué te refieres con perderme?
—Por favor, no me hagas decirlo—Diana rompió al llanto entre lágrimas y se aferró al cuerpo de Akko abrazándola fuerte.
—Diana, Diana—Dijo Akko alarmada—Me duele, por favor detente.
— ¡No puedo! —Grito.
— ¡Diana! —Akko hizo una mueca de dolor—Duele—Dijo apenas con esfuerzo.
—Por favor, no te vayas Akko, por favor no me dejes—Suplicaba entre lágrimas sin prestar atención a las palabras de Akko.
—No puedo respirar—Apenas alcanzo a decir Akko.
Diana observo que el cuerpo de Akko no respondía y la miro— ¡Akko! —Dijo alarmada—Akko por favor despierta, lo siento tanto—Le dio unos golpes leves en sus mejillas tratando de reanimarla.
—Estoy bien, por favor detente—Detuvo su mano.
—Lo siento.
—Para con decir que lo sientes—Akko le reclamo—Quiero saber ¿Por qué me perdiste? ¿A qué te refieres con eso?
—No es algo que tengas que saber, por eso he venido auxiliarte.
—Solo me confundes más—Se levantó del suelo y abotono los botones de su camisa.
—Mejor que sea de esa manera—Comento Diana seriamente.
— ¿Por qué tanto secreto Diana? Si tú no me lo dices entonces se lo preguntare a la Diana del presente—Dijo algo Molesta.
—No encontraras la respuesta que buscas, solo yo la sé, porque es algo que sucedió después que tu derrotaras a Darrelle.
— ¿Quieres decir que pasara después? ¿Dime que es? por favor—Akko se desconcertó.
—Si lo hago solo tendrás esa inquietud y no te concentraras en tu batalla con Darrelle.
—Puedo dominar lo que sea que venga, vamos Diana dime ¿qué paso?—Comento ansiosa y suplicante.
Diana sonrió—Sigues tal y como recordaba, necia y terca—Beso la frente de Akko prolongando el contacto.
Akko cerró los ojos y disfruto del gesto cariñoso—Había cambiado pero las chicas me hicieron regresar a lo que era.
—Eso veo y lo recuerdo muy bien—Tomo la mano de Akko y la guio hacia un árbol formado por las inmensas galaxias.
Ambas sentadas a un lado de la otra recargadas en el tallo se tomaron de la mano.
—Bueno comenzaré con la parte cuando tú despiertas, lo que sucederá en tu lucha con Darrelle tiene que ver con lo que te voy a decirte ahora—Comento Diana con su semblante serio.
Akko entusiasmada asintió.
—La forma de destruirlo es utilizando la magia absorbida por Excalibur.
— ¿Magia? —Reitero Akko.
—Sí, necesitas de la ayuda y apoyo de las demás, con solo concentrar su magia alrededor de tu cuerpo puedes sacar una energía poderosa de la espada e impactarla contra el corazón de Darrelle.
—Pero somos solo 7 personas, será imposible destruir algo grande como su corazón.
—No estarán solas, también estaré apoyándote—Presiono la mano de Akko—Además—Su semblante se ensombreció.
— ¿Diana? —Dijo Akko preocupada.
Diana tomo un respiro y dijo lo siguiente con el nudo en la garganta—Se requiere de una vida como sacrificio para la realización de la técnica.
— ¿Qué dices? —Akko se levantó sorprendida.
—Akko—Extendió su mano—Siéntate y deja que te envuelva entre mis brazos.
— ¿Eh? —Hizo cara de póker.
—Por favor—Comento Diana entristecida.
—Bien—Dijo extrañada y tomó asiento a espaldas de Diana quien solo la abrazaba y recargaba la cabeza en su hombro.
—Al principio no lo sabía, hasta que lo vi, tal como habías seguido las instrucciones de la Diana del otro plano realizaste la técnica que te pidió y tú—Se detuvo al perderse con el llanto.
— ¿A caso yo? —Quedo atónita al adivinar.
—Sí Akko, tu moriste y llevaste el sacrificio salvándonos a todos—La apretó más contra sí.
—No puede ser—Akko se quedó desconcertada.
—Es lo que es Akko, si tan solo Excalibur me hubiera elegido a mí y no a ti—Dijo llena de coraje.
Akko se quedó unos minutos en silencio asimilando la bomba de información que Diana le arrojo, Merlín le había prometido que ella se volvería una bruja famosa, talentosa y reconocida. Ahora sabía porque el semblante sombrío del anciano y su extraño comportamiento eran sospechosos, todo bajo el costo por algo preciado como su vida, realizaría su sueño sin disfrutarlo como tenía planeado y la situación solo le dejaba un camino y era aceptar su destino como tal, se reclamaba con psiquismo interno repitiendo a si misma miles de veces otra solución, pero nada surgió y frustrada miro con enojo a Diana.
— ¿En serio no hay otra solución?
Diana la miro con rasgos de compasión—No, lo lamento mucho.
—Ya veo—Bajo la mirada.
—Quiero decirte unas palabras más antes de despedirnos—Sonrió —Sé que esto no es fácil para ti, para nadie lo es claro, tu partida fue un duro golpe para todos en Luna nova, en especial las chicas—Hizo aparecer su varita y recito un hechizo dando lugar a una pantalla de recuerdos—Mira—Le indico con el dedo índice a las imágenes que se plasmaban.
En las imágenes Akko observo desfiles en conmemoración de las nueve antiguas brujas y una más fue agregada, lo que sus ojos miraron fue la figura de ella tallada en piedra, la gente reía y se divertía tomando fotografías gritando su nombre al unísono felices, muchas hadas brillantes rodearon las figuras iluminándolas, la magia se expandía en todo el mundo con los trabajos diarios, labores de la casa y uno que otro niño realizando travesuras con sus baritas sujetas, la magia en el flujo del universo se había establecido dando mayor energía a los planetas de la galaxia.
—Wow—Dijo Akko impresionada y un brillo característico se presentó en sus ojos.
Diana sonrió feliz de mirar sus ojos brillantes y llenos de energía— ¿Te gusta?
—Sí—Akko sonrió con entusiasmo—Estoy feliz—Lágrimas de alegría salieron de sus ojos—Mi sacrificio valdrá la pena, ahora no tengo que preocuparme.
—Por supuesto que no—La beso en la mejilla.
—Ahora veo que esto no lo haré por mí, lo haré por todos, quiero verlos felices—Akko rio.
—Eso no es todo—Dijo Diana borrando la sonrisa y decidida dijo—Yo te traeré de vuelta Akko, esa fue la promesa que yo te hice cuando desapareciste y jamás me he dado por vencida de instarlo.
Akko sonrió contenta—Seguro que lo harás.
—Cuando aprendí la magia del tiempo fue porque entrene arduamente con Merlín, sabía que una manera de reunirme contigo era obteniendo un poder que llegara a superar a las nueve grandes brujas antiguas y yo—Diana sonrió—Te brinde ese poder—Se aferró más al cuerpo de Akko.
—Tú me lo diste—Akko se sonrojo—Gracias.
—También perdóname.
— ¿Por qué?
—Para traerte aquí cuando estabas expuesta al polen de Wagandia, no había tiempo.
— ¿Por qué no había tiempo?
—Los poderes de Darrelle crecían con el tiempo debido al Elixir, tuve que viajar hasta el fin de los comienzos para enfrentarme contra él y evitar que se apropiara del Elixir, creo que el viejo Merlín te conto que yo fui su creadora, note que las grietas de las piedras se extendían y por años investigue en el paraíso celestial como detener esas anormalidades pero Darrelle se dio cuenta de mis intenciones y luche por siglos contra él, me derroto por supuesto y se apropió del elixir, ahora la Diana de este tiempo le tocara enfrentarlo retrocediendo en el tiempo siguiendo el mismo proceso que una vez yo tuve que pasar.
—Eso se ve complicado—Akko dijo atónita.
—Así es y todas las dianas en las distintas temporalidades así como las Akkos existentes tienen que llevar acabo ese proceso, a mí ya me toco cumplirlo, ahora te corresponde a ti y a ella hacerlo.
—Lo haré, gracias por ayudarme—Akko sonrió.
—De nada—Diana tomo la mejilla de Akko y acercó a sus labios para pesarla de nuevo.
Akko sujeto la muñeca de Diana disfrutando el contacto—Te amo Diana.
—Y yo a ti Akko—Volvió a besarla—Regresaras a mí, estoy segura.
—Estaré esperando por volver a verte, solo no tardes mucho en traerme de vuelta—Se rasco la cabeza nerviosa.
Diana rio—Desde luego que no lo haré.
Los recuerdos de Akko concluyeron con esa escena y ahora junto a sus amigas transfiriendo su magia a todo su cuerpo las energías de Excalibur crecieron dando un resplandor dorado, el viento en el interior de la criatura sacudió bruscamente a las chicas.
— ¿Qué significa esto? —Comento Amanda.
—Creo que Darrelle acaba de darse cuenta que estamos aquí—Comento Merlín.
—Que problemático—Comento Sucy.
—Tenemos que darnos prisa chica, concentren la mayor parte de su magia en mí—Comento Akko apurada.
Todas asintieron en especial Diana quien dirigió una sonrisa en su dirección, Akko le correspondió con la misma moneda agradecida de tener una novia extraordinaria. La espada brillo más y partículas blancas rodearon la espada y el cuerpo de Akko, si era la energía necesaria de sus amigas con eso sería suficiente.
—Muy bien, apártense ahora, no quiero que nadie salga lastimada—Comento Akko.
Las demás asintieron y siguieron la indicación de Akko alejándose, Merlín las transporto lejos a una distancia prudente y observaron una pequeña punta de luz adivinando que era Akko brillando entre la oscuridad. Ya fuera de peligro las demás Akko se concentró ahora recibiendo los poderes de Diana Winkell y la energía de la espada se hizo más intensa iluminando la mitad del corazón de Darrelle, la luz que emanaba no cegaba a la vista y algo cálido rodeaba el cuerpo de Akko. Por otro lado Darrelle consciente de la presencia de Akko en su interior se sacudió bruscamente con intención de expulsarla daba caladas intensas de aire sin resultado alguno.
—Maldita mocosa—Grito Darrelle furioso—Así que Winkell fue la responsable de traerte a mí.
—Así es, ahora te destruiré para recuperar el Elixir que te robaste.
—No lo hagas niña estúpida, con esa débil energía no serás capaz de destruirme—Comento el sarcástico.
— ¿Quien dice que es débil?, aún sigo recibiendo energía de Winkell en este momento—Le saco la lengua señal como burla.
—Recuerda que yo la vencí a Winkell, mocosa, su poder no fue suficiente para detenerme—Se risa se escuchó siniestra.
—Ella no pudo vencerte en gran tamaño pero yo diminuta puedo hacer mucho por aquí con su gran poder y el de mis amigas.
—Se nota que no sabes nada, yo soy eterno y poderoso, has venido a perder tu tiempo—Volvió a escucharse su risa siniestra.
—No lo creo, he visto el futuro y tú no vas a detenerme para restaurar la magia en las piedras.
—Yo jamás moriré si no inténtalo mocosa—La reto.
—Muy bien entonces—Akko a punto de expulsar la energía de excalibur fue detenida por la voz de Diana Winkell.
—Espera un poco más Akko, Darrelle se arrepentirá de menospreciarte—Dijo la voz de Diana Winkell en su cabeza.
— ¿Qué pasa? Hada Winkell—Pregunto Akko en sus pensamientos desconcertada.
—Darrelle solo juega con tus emociones, contrólate un poco—Dijo la voz de Diana Winkell regañándola.
—Pero la energía de la espada.
—Aun no es suficiente—Comento Diana Winkell—Darrelle no sabe que ahora mismo nos estamos comunicando telepáticamente, si dejas que hagas lo que él quiere tu sacrificio será en vano, solo espera un poco más.
— ¿Qué pasa niña? ¿Por qué te has detenido? No me digas que te has acobardado—Intervino la voz de Darrelle mofándose.
Akko extendió una sonrisa desafiante— ¿Acaso crees que te atacaría con una energía tan débil? solo espera y veras.
— ¿Aun tiene más energías esa basura de espada?
—Más de las que tú crees, has estado muy perezoso todo este tiempo que no habías prestado atención a lo que paso por siglos a tu alrededor—Comento Akko sonriendo triunfal.
—No lo creo—volvió a reír—Winkell siempre ha sido débil y le faltaría millones de años para superarme.
—Tu estado perezoso no te ha enseñado más que subestimar a tus enemigos, ¿cuánto tiempo crees que el hada Winkell estuvo entrenando para darte tu merecido?
Darrelle gruño—Aun siento su energía demasiado débil mocosa, con eso solo llegarías a herirme un dedo por lo menos, los músculos de mi corazón son muy resistentes.
Luego una risa interrumpió la conversación escuchándose en todas partes.
—Hola Darrelle—La voz de Diana Winkell se escuchó en todas partes.
—Esa voz—Comento Lotte intrigada—Diana pero ella esta—La miro de reojo.
—No es posible, ¿Cómo estás hablando tan fuerte si estás aquí? —Dijo Amanda impactada.
—No tengo idea—Repuso Diana nerviosa y confundida.
Las demás en especial Úrsula se impactaron y Merlín solo palideció su rostro debido a la impresión, ahora que ya tenía idea de la verdadera identidad de Winkell.
—Lamentaras habernos subestimado, es hora de darte una pequeña sorpresa que no te imaginaras—Comento Diana Winkell.
Darrelle se burló— ¿Cómo piensas hacerlo?, enviaste una niña débil hacer tu trabajo, no eres más que una pobre bruja débil y deteriorada.
—Eso no es cierto—Akko sonrió —Ella está a mi lado y juntas trabajamos en equipo para destruirte de una vez por todas.
—Así es—Apoyo Diana Winkell.
—Ja, y como piensan destruirme brujas patéticas y.................
Darrelle no concluyo con su frase al percibir una fuerza monstruosa y enorme emanando de la espada Excalibur.
— ¡Pero qué es esto! —Grito Darrelle— ¿Por qué la energía crece tan rápido en ese objeto?—Se refería a la espada.
—Te responderé Darrelle—Dijo Diana riéndose, luego se hizo unos segundos de silencio y suspenso—Prepárate para presenciar el verdadero terror.
La energía seguía creciendo con los segundos que transcurrían y Darrelle angustiado comenzó a perder la calma moviéndose nerviosamente de un lugar a otro en pleno vuelo.
— ¡Salgan de mi cuerpo ahora mismo!—Grito él perdiendo la paciencia.
—Oh, el dragón enorme y monstruoso ya se comenzó alterar—Dijo Diana Winkell burlándose de él—Te advertí que no nos subestimaras y ahora lo pagaras.
— ¡Detente! —Grito Darrelle frenético—Si tanto quieres el elixir te lo daré pero por favor, no me mates—Suplico asustado.
—No, le prestes atención Akko, el uso la misma táctica conmigo cuando me arrebato el Elixir, fui muy ingenua al creerle tratándose de una versión pasada de él y pague el precio al creer en sus palabras—Dijo Diana Winkell.
—No tienes que preocuparte, creo en ti—Akko sonrió—Muchas gracias.
—Me siento feliz de haberte conocido en luna nova Akko, te estoy muy agradecida y hay una última cosa que quiero decirte antes de despedirnos—Dijo Diana Winkell telepáticamente.
— ¿Dime?
—El día que tú desapareciste yo te busque en la academia como loca, jamás imagine que yo sería la causante de tu secuestro—Diana rio—También prometiste ganarme en la competencia de la bruja de la luna, espero que aún sigas conservando esa promesa porque yo te traeré de vuelta.
—Esperare ansiosa ese día, tengo ganas de competir con mi novia nuevamente—Akko sonrió.
—Y lo harás, también estoy deseosa que llegue ese momento.
—Bueno este es el momento en que debo decirte, hasta pronto Diana, no soy muy buena con las palabras de despedida.
—Tú lo has dicho no es una despedida si no un hasta pronto Akko y quiero reiterar que te amo ahora más que antes, me vuelves loca.
—Y tú también—Akko sonrió—Bueno ahora es el momento ¿verdad Diana?
—Sí.
Akko extendió la espada hacia arriba y con todas las energías la agito expulsando una energía dorada como el sol a través de ella.
Continuara.