Katastrophe 2

By CoSG1994

112K 11.7K 1.5K

Han pasado dos años desde que Coraline llegó a la resistencia. Ella ha cambiado mucho desde el primer día ya... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 5 (2ª Parte)
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 9 (2ª Parte)
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 16 (2ª Parte)
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 18 (2ª Parte)
Capítulo 19
Capítulo 20
Epílogo
Súper Trailer
Aviso
Mini juego

Capítulo 10

5.2K 464 197
By CoSG1994

¿Porqué siempre tengo que perder la conciencia en los momentos más inoportunos? Desperté y maldije en todos los idiomas que conozco al recordar todo lo sucedido la noche anterior o... Cuando sea que haya sucedido. No tengo idea de cuanto tiempo estuve inconsciente. Por un momento tuve la loca idea de penar que todo lo sucedido fue un mal sueño y que al abrir los ojos estaría en mí habitación, la cual comparto con Gemma, y estaba llegando tarde al desayuno pero desgraciadamente no fue así. Todo fue real pero... ¿En donde estoy? Parece una habitación muy lujosa donde vive una estrella de cine. Oí gritos, risas, música y más lío como si hubiera una gran fiesta en algún lugar. Apenas levanté la vista para observar por el gran ventanal (por el cual el sol me está dejando ciega) y allí pude ver una gran patio con una piscina, en la cual muchos adultos jóvenes festejaban en trajes de baño... En definitivo esto no puede ser real.

De pronto sentí un gran dolor en mi vientre y bajé la mirada para observar que llevaba puesta una gran camisa de hombre color azul... ¿De quien será? En fin, levanté la camisa y pude ver que mi piel estaba morada, similar a cuando una persona normal se golpea pero no veo rastros de marcas y o heridas...

- Finalmente has despertado -Edmund entró a la lujosa habitación y se sentó frente a mí para besar mi rostro y acariciar mi cabello.

- ¿Qué sucedió? ¿En donde estamos?.

- Tranquila, estamos a salvo. Leyla nos trajo a casa de un amigo muy cercano y él nos permitió quedarnos durante un tiempo mientras tú te recuperabas. Seguramente los gritos y la música te despertaron. Según Leyla, él organiza ésta clase de fiestas todos los fines de semanas. Demente -negó con la cabeza... ¿Cuál amigo? Seguramente no es uno de los nuestros o de lo contrario sabría quien es pero no tengo idea.

- Dije qué fue lo que sucedió, Edmund. Qué fue lo que hiciste -le pregunté y él arrugo su nariz un poco confundido...

- ¿De qué hablas?

- Mike me dijo que tú nos traicionaste y que fue tu culpa que los Hunters descubrieran nuestro escondite. Dime... ¿Lo hiciste?.

- Yo no he traicionado a nadie Coraline, y me molesta mucho que digas eso. Fue gracias a mí que la gran mayoría se salvó.

- ¿Cómo pudo sucede?

- Entraron disfrazados de inspectores con la excusa de que estaban allí debido a quejas y demandas. Asumo que tuve la culpa de permitir que me descubrieran allí pero yo jamás lo habría hecho intencionalmente. Después de todo lo que te he revelado acerca de mí, de todo lo que hice, aún así... ¿Te atreves a dudar de mí?. Tu amigo no habría sido atrapado por ellos si hubiese seguido las instrucciones que les di. Todos se ocultaron en él refugio pero él quiso fingir ser un "héroe" e ir a buscarte, cosa que yo debía hacer -acabó de decir y yo lo observé vagamente sintiendo un desagradable sabor amargo en mi boca de sólo recordar a Mike...

- Cuanto tiempo estuve inconsciente -pregunté con suavidad y él ablandó su rostro, tomó mi mano y la sostuvo con cuidado.

-Dos días

- Que... ¿Qué sucedió con la central?.

- Para los ojos de las demás personas, los Hunters lo hicieron ver como un incendio accidental y todo quedo destruido, pero con los chicos fuimos anoche y vimos que el refugio estaba intacto, debieron salir de alguna forma. No sé como pero dudo que los hayan encontrado. No habían señales de que pudiera haber sucedido alguna especie de lucha o masacre, todo estaba intacto pero obviamente no podíamos dejarlo así. Destruimos los pisos subterráneos.

- Debemos averiguar donde están o cómo están -quise sentarme pero ese maldito dolor punzante en mi vientre me lo impidió, al igual que la indolencia de despertar por completo...

- Cuidado, tranquila. Aún no ha sanado completamente.

- ¿Cómo fue que sucedió? Yo no... Jamás había visto sangre brotar de mí... Yo... -estaba perturbada.

- Lo siento, fue mi culpa. Te dispararon con una de sus balas especiales para Portentos de piel gruesa o invulnerable como la tuya y estúpidamente no sé en qué momento pude permitir que ocurriera. Debí haberla detenido pero... Perdóname. Llegamos aquí de inmediato y por suerte pudimos sacarla de tu interior, estaba envenenada y continuaba haciéndote daño.

- Desactivó mis poderes... -murmuré y él asintió levemente.

- La buena noticia es que, una ves que la quitamos, tu piel cicatrizó de inmediato y ahora no posees ninguna marca que pudiera molestarte. Tu piel continúa siento tan suave como siempre -me guiñó un ojo y procuré ignorar su tono medio travieso.

- Pero tengo un horrible morado -observé mi abdomen una ves más y maldije.

- No te preocupes por ello, te dolerá, pero en poco tiempo cuando menos lo esperes desaparecerá...

- Perdóname por haber dudado de ti -le pedí sinceramente. Él se acercó para besarme y ésta ves sí pensaba permitírselo, pero un fuerte estruendo nos hizo dar un salto del susto, obligándonos a separarnos.

- Yeaah, yeaaah, yeaah, que no pare la fiesta DON'T STOP THE PARTY! -Leyla irrumpió en la habitación cantando lo mismo que oían abajo. Estaba usando un corto vestido de verano, sandalias, lentes de sol y tenía un vaso en la mano. Por lo visto a ella no le remuerde la conciencia ni le afecta la situación en la que estamos...

- Epaaaa corazoncitos en el aire y besitos por la mañana -dijo divertida al vernos y yo quise lanzarle lo primero que tenía a mano- Veo que ya despertaste. ¿Cómo te sientes?

- Al borde de la muerte -mentí y ella le hizo fondo blanco a su trago antes de tirar el vaso descartable al diablo.

- ¡Genial! -dijo-Edmund, creo que deberías ir a intervenir con tu amigo el idiota. Está buscando pleitos por coquetear con la novia del primo de Logan.

Edd suspiró pesadamente fastidiado y me miró.

- Nos vemos en un momento, Reina -besó mi mano y se retiró de la habitación. Una ves que definitivamente no había señal de que pudiera escucharnos, Leyla me miró y abrió la boca muy grande por la emoción pero sigo sin comprender "de qué".

- ¿A ti qué te sucede? -le pregunté y ella se lanzó sobre la cama haciendo que rebotara y mis dolor aumentara un 40% más de lo que ya era. Maldije y quise golpearla por eso pero voy a desperdiciar la poca energía que a duras penas he podido acumular hasta el momento.

- Te he pillado con las manos en la masa. ¿Porqué nunca me dijiste que estaban saliendo? Oye, si llegan a terminar... ¿Puedo quedármelo?.

- ... ¿Ah? No estamos...

- Ese chico vale oro. No se ha despegado de esa puerta desde que llegamos y además es bastante bueno con los primeros auxilios. Él fue tu doctor sexy mientras estuviste inconsciente -me guiñó un ojo y luego me apretó los brazos debido a que no podía resistir la emoción. Seguramente es el alcohol.

- Edmund y yo no estamos saliendo. Es sólo... Actúa así porque él es raro. Nunca se sabe a ciencia exacta si está siendo verdaderamente sincero o no. Yo creo que solamente es algo atento y considerado -me encogí de hombros. De a poco y con mucho cuidado me fui apoyando más en el espaldar de la cama para sentarme. Es muy incómodo hablar acostada.

- Ahí está la muestra Nro. 1 de que no tienes idea de hombres. Okey, en fin volviendo a lo que venía... ¿Quieres darte una ducha? ¡Levántate y ven a la fiesta con nosotros! Te traje un poco de ropa que me prestó Ángela la novia de mi amigo Logan, el dueño de ésta casa y el chico súper considerado que te cedió su mejor habitación. En secreto le gustaste pero que su novia no lo sepa, es muy celosa -me guiñó un ojo y yo quedé medio boquiabierta. El alcohol transforma a Leyla en Pecky2.

- No considero muy oportuno que estemos festejando y bebiendo cuando nuestros amigos talvez puedan encontrarse en graves problemas...

- ¡Nadie ha muerto! Estoy segura de que todos están bien, muy bien. Ya lo verás -se levantó de mi cama y de un cajón del gran armario de madera negra, sacó un conjunto de ropa cómoda- Esa es la ropa por si deseas dejar de atormentar tu mente en vano y bajar un momento con nosotros a la fiesta. Si quieres también puedo preguntar si te pueden prestar un bikini pero tardaré un poco ya que aquí no hay muchas chicas con talles de niñas pre adolecentes.

Se fue y yo la imité de mala gana en mi mente "ni hoy michis chiquis kin tillis di niñis blablablá". No carezco tanto de... Eso. De todos modos aún tengo 19 y aún tengo mucho tiempo para desarrollarlos. Desde que comencé a tener una rutina de ejercicio por las mañanas he cambiado y tengo forma, además no me gustaría tener demasiado ya que me parece incómodo. En fin, dejando de lado el incómodo asunto de mi odiosa pubertad fallida, pensé en lo que dijo Leyla y decidí darme una ducha y vestirme para bajar. No es que desee formar parte de la fiesta sino que necesito despejar mi mente un poco. Talvez un trago o 2 me sirvan de ayuda, de todos modos el alcohol no tiene efecto en mí.

El dolor y el gran esfuerzo que hice para llegar a la ducha valió la pena, cada paso y cada segundo. El cierto de baño era un sueño y lo mejor de todo es que habían toda clase de colonias y jabones perfumados. Hace tiempo que no usaba algo diferente al jabón común olor a coco que todos usábamos en la central. Aquí tenía muchas opciones y algo me dice que ésta es la habitación donde se hospeda alguna mujer que viene de visita... encontré un bracier. Al salir de la dicha me vestí con la ropa prestada que me dio Leyla pero por lo visto esa chica no conoce lo cómodos que son los pantalones de tiro alto, la camiseta no era muy larga que digamos pero por lo menos cubría mi golpe morado y era sin escote. Busqué mis botas y vi con mucho dolor al ver que las puntas están gastadas, algún día robaré un par nuevo. Okey, no.

Salí de la habitación a paso medio inseguro porque no tengo idea de cómo o hacia donde ir. Caminé por un pasillo hasta llegar al final donde habían escaleras. Bajé y al parecer son 3 pisos porque en el segundo habían algunos chicos y chicas charlando o haciendo lo que los chicos y chicas hacen en una fiesta cuando están a solas. No daré detalles. La música estaba tan fuerte que me resulta hasta cierto grado molesta. Al llegar a lo que supongo que debe de ser la sala principal, vi que Leyla pasaba persiguiendo a un chico alto de cabello negro y ojos bonitos.

- ¡Hey! -la llamé y ella se dio la vuelta al igual que el chico.

- Decidiste bajar ¡Qué bien!.

- Hmmm ¿Donde está Edmund? -quise saber. Intenté ignorar al chico que estaba con ella pero fue casi inevitable, me miraba tanto que me estaba poniendo incómoda...

- Oh emmm creo que está en la cocina -me indicó donde era y yo asentí levemente como respuesta - ¡Oh! Antes que te vayas quiero presentarte a un amigo, Nick ella es Coco, Coco él es Nick.

- Hola -dijo amable y yo le devolví el gesto de la misma forma.

- Un placer. Okey, nos vemos.

Me dirigí a la cocina y allí estaba él con cara de muy pocos amigos. ¡Wou! Que raro ver a Edmund de mal humor. Es un chico tan feliz... Okey, ya. Seguramente es por la música, a él no le gusta ésta clase de música... Creo.

- Algo me dice que no estás acostumbrado a asistir a fiestas de éste tipo -dije y su rostro cambió de inmediato. Me sonrió y luego se acercó para tomar mi mano.

- ¿Te sientes mejor?.

- No del todo. No me siento cómoda en éste lugar -él asintió de acuerdo y observó a su alrededor.

- Ven conmigo -dijo y me sacó de la cocina... Y de la casa. Me llevó a la entrada donde todos los autos deportivos de lujo (pertenecientes a los invitados) estaban aparcados donde no había tanto ruido y podíamos hablar normalmente.

- Algo me dice que no estás cómoda aquí -dijo él y yo suspire pesadamente.

- Pienso que deberíamos estar buscándolos o haciendo algo importante. No me parece para nada oportuno beber y festejar cuando nuestros amigos podrían estar en peligro. Me siento culpable -confesé nerviosa.

- No, sin importar de quién sea la culpa tampoco creo que sea tiempo para festejar o divertirse. ¿Sabes? Estuve pensando que talvez podría tener una leve idea de a donde podrían estar todos -hizo una mueca pensativa y yo le presté total atención- El único lugar seguro que queda en el mundo es la central Principal de La Resistencia, allí se encuentran el resto de los miembros del Cuerpo así que seguramente Damien pudo informar a sus amigos que le dieran una mano.

- Te refieres a...

- Así es, podrían estar en Monaco.

- Es demasiado lejos. ¿Cómo podríamos llegar allí?.

- Supongo que tu amiga debe de conocer más "amigos" dispuestos a ayudarnos o puede que yo mismo pueda mover los asuntos de una forma no muy honrada -se encogió de hombros pero yo negué con la cabeza.

- No robaremos, no somos delincuentes... Hmmm espero que Leyla conozca a alguien. Aún hay algo extraño que no me cabe en la cabeza. ¿Cómo es que pudieron encontrarnos tan rápidamente? Hasta que ustedes llegaron todo era tranquilo y no habían riesgos por nada.

- Si acaso estás insinuando que James, Louis y yo hemos sido capaces de traicionarlos, te advierto que pienses bien esa posibilidad antes de decirlo. Yo no soy un traidor porque no estoy del lado de nadie y mis amigos están conmigo, los conozco desde hace más de 10 años y nunca se me habría ocurrido traerlos sabiendo que podrían causar problemas.

- Lo sé, no pensaba culparlos a ustedes pero... No comprendo y estoy confundida. Algo me dice que alguien más lo hizo pero ¿Porqué? En la central todos nos llevamos bien y casi nunca habían problemas.

- No todos ven las cosas igual que tú y no todos se llevaban tan bien como crees, siempre se tiene un enemigo donde sea.

- Bueno... Ángel me odia pero aún así estoy segura de que ella es totalmente incapaz de traicionarnos. Es una perra pero no una traidora.

- Muy bien, volviendo a lo de viajar a Monaco...

- Debemos cruzar el océano y viajar a otro continente ¡Pfff es tan fácil! Debemos llegar a Europa lo antes posible.

- Si quieres podemos pedirle a tu amiga la chica del clima que nos llevé en una nube -se burló pero él no tiene buen humor y por eso lo miré seriamente, negué y volví a la fiesta para buscar a Louis y Leyla. Los busqué en la cocina pero no estaban dentro de la casa, seguramente deben de estar en la piscina...

- ¡Hey!

Me topé con un chico rubio súper grande con gigantescos músculos. Parecía luchador pero sus facciones son tan suaves que parece un niño incapaz de matar a una mosca.

- Eh... Hey -respondí, a pesar de no tener ni idea de quién es. Si lo hiciera, lo recordaría. Un chico así no se olvida con facilidad...

- Que bueno que estés bien. Soy Logan -se presnetó ante mí y me ofreció su mano.

Ahora ya sé quien es.

- ¡Oh, Logan!... Eem... Un placer, y muchas gracias por todo. -sonreí amable con él.

- El placer es mío. Los amigos de Leyla son mis amigos, y más si son tan especiales como tú. -me guiñó un ojos coqueteando, e inmediatamente el Rey de los celosos apareció parándose recto a mi lado como si fuera mi dueño. Odio eso pero lo ignoré.

- Entonces tú sabes que nosotros...

- Por supuesto que sí, Jake, Cameron y Neels son unos de mis mejores amigos. -respondió el rubio.

- Oh... Bien, hablando de ellos querría saber donde está Leyla. -pregunté.- Necesito hablar con ella, porque debemos irnos. Tenemos mucha prisa.

- ¿Se irán? ¡No! Quédense un momento más y beban algo. Sus amigos están en la piscina así que ustedes también vallan con ellos. -levantó 2 vasos de piña colada que llevaba un camarero y nos lo entregó a Edmund y a mí.- Diviértanse.

Se fue con un grupo de amigos y yo lo observé un tanto confundida. No voy a quedarme a festejar. ¿Acaso ella no le dijo que sus amigos están en peligro?

Maldita.

- Detesto la piña colada. Prefiero un escocés con hielo -el odioso me entregó su vaso de muy mala gana y yo lo miré mal.

- Tú ve por Louis y yo iré por Leyla. Procura no distraerte con las gatas de la piscina. -advertí a Edd antes de dirigirme al patio, donde se encontraba la piscina, seguida por él.

- No tengas celos, tú eres fantástica. -dijo y acarició mi mejilla antes de ir en busca de Louis.

No fue tan difícil encontrarlos. Ambos estaban en la piscina, y algo me dice que están borrachos...

Louis estaba en traje de baño y Leyla ni siquiera se quitó el vestido para entrar al agua. Me agarré la cabeza y maldije cientos de veces sin saber qué demonios hacer ahora para sacarlos de allí. Me acerqué a un extremo de la piscina donde estaba ella subida en los hombros de otro chico, estaban jugando Volleyball en el agua. Louis era del otro equipo y estaba cargando a una castaña sobre sus hombros.

- ¡Ustedes dos, vámonos! -les ordené a ambos.

- ¡Estamos jugando, ven!. -respondió Leila, ignorando totalmente la grave seriedad en mi tono de voz.

- ¡No, terminó el juego! Vamos.

- Quítate la ropa y juguemos, hermosa. -Logan volvió a aparecer detrás de mí...

- No. Enserio debemos irnos, y yo no juego, ni me mojo, y tampoco me desvisto frente a desconocidos. Gracias. -respondí rotundamente, pero él parecía no entender completamente mi humor. Nadie lo está haciendo, en realidad.

- ¡Hey, Nash! -llamó a uno de sus amigos- Amigo, ella es Coraline, una amiga de los Neels, Cameron y Jake. Invítala a la piscina. -dijo, y el chico me sonrió. Admito que por un momento me quedé un poco tonta, porque sus mejillas son tentadoras y sus brillantes ojos tan llamativos son hipnotizantes... Pero no voy a dejarme llevar con tanta facilidad.

- Lo siento. No sé nadar, y debo irme -mentí para poder huir de él.

- Tranquila hermosa, ven y diviértete con nosotros. Yo te acompañaré...

- No, gracias. - dije ya impaciente e intolerante por su insistencia.

- Ya sabes qué hacer. -le advirtió Logan al oído de su amigo, y este asintió con una sonrisa traviesa. Acto seguido, me cargó sobre sus hombros, y me llevó con él a la piscina.

- No... ¡Nonono! -grité, pero fue muy tarde. Él se lanzó al agua conmigo en sus brazos y quedé completamente empapada hasta la ropa interior. Me alejé de él y pude mantenerme a flote para escuchar a todos silbar y aplaudir mientras Leyla y Louis se burlaban de mí. No sé donde está Eddie pero seguramente también debe de estar riendo. Ahora sí estoy molesta. Concentré toda mi energía logrando crear plasma. El agua comenzó a calentarse a gran y todos lo sintieron de inmediato, por eso comenzaron a salir como gatos de una bañera, incluyéndome. Creo que se me pasó la mano porque pude ver que la piscina se había convertido en una olla de agua hirviente.

- Que loco hermano. ¿Qué diablos le pasa a tu piscina?

- ¿Acaso el agua está hirviendo?

- ¡Eso sí que es extremo! -todos reían y gritaban más de emoción. No puedo creer lo estúpidos que son.

- Tú vendrás conmigo! -tomé a Ll de su vestido y la arrastré hacia la entrada de la casa. Estoy mojada y molesta.

- Eso estuvo muy mal, Coco. ¡Casi conviertes a todos en tallarines! Joder. ¿Pensabas cocinarnos? -Edmund intentaba hacer entrar en razón a su amigo quien estaba en el mismo estado de ebriedad que su amiga y nos acercamos a ellos.

- Aguafiestas. Genial partido, hermana - festejó Louis con Leyla, y esta sonrió medio tonta.

Está tan ida, que ni siquiera debe de saber qué rayos le dijo; pero de todas formas chocaron los puños.

- Debemos conseguir algo de ropa y ayudar a este par para que tomen conciencia, o de lo contrario no lograremos hacer demasiado. - dijo Edd, hablando respecto a los dos borrachos apestosos con los que debíamos lidiar.

- Los golpearé tan fuerte que recordarán hasta sus primera palabras -gruñí aún más molesta.

¡Odio tener los pies mojados! Tuve que quitarme mis botas y quedar descalza.

- ¡Vamos al centro comercial! -chilló Leyla, quien se cayó de costado sobre Edmund, y este hizo una mueca un tanto desagradable por su olor a alcohol, por lo que la sostuvo un tanto alejada de él...

- Oh, claro ¿Cómo no se me ocurrió antes? Tenemos tanto dinero que podríamos pagar 4 boletos de avión a París y comprar en una tienda Chanel. -exclamé sarcástica.

- Ya lo sé tontis... bip. -la estúpida apretó la punta de mi nariz y comenzó a reír más tonta de lo que ya es.

Desconozco cuál será la gracia, porque incluso Edd se sintió tentado. Lo único a lo que me siento tentada a hacer ahora mismo, es a golpearlo a todos.

- ¿Piensas reír? -exigí saber ya molesta, pero él sacudió la cabeza en negación inmediata.

- No, yo no.

- Mas te vale... -gruñí.

- En el centro comercial trabaja nuestro buen amigo proveedor. - agregó la estúpida borracha de mi amiga.- ¡Yeyyy ropa gratis! Vamos en el auto de Logan.

L se acercó al la bonita Toyota Tacoma 3, y la abrió sin problemas. No había alarma...

- ¡Leyla vamos! ¿Qué haces? -exclamé apresurada al acercarme a ella, y la maldita ladrona me mostró las llaves con una sonrisa estúpida.

- Bip, bip. Hagamos mover este Room Room. -volvió a apretar mi nariz, y yo me quedé boquiabierta. No tengo idea de cómo debería reaccionar ante esto.- Es prestado.

Miré a Edd, y él se encogió de hombros sin darle tanta importancia al asunto como yo... Okey, creo que... algún día se lo devolveremos.

- Suban.

Quise tomar las llaves para conducir pero Edmund me las quitó y me abrió la puerta el copiloto.

Lo odio.

En fin; todos subimos y condujo a la ciudad guiado por las indicaciones de Ll... Bueno, él pudo comprender porque yo no. Al llegar me sentí fuera de lugar. Doy asco en comparación a todas las personas que paseaban e iban de compras. Chicas lindas y producidas nos observaban a Leyla y a mí burlistas por nuestro aspecto tan deplorable. Con cuanto gusto les fundiría las pocas neuronas que poseen...

- Hey, Hey ¿A donde vas? -tomé a Leyla del brazo para evitar que se metiera en una tienda de aspecto demasiado costoso.

- A una tienda, daah -respondió obvia.

- ¿Aquí? ¿Enserio? -Edmund arrugó la nariz al ver el local. ¿Acaso le parece poco?

- Estoy perfectamente despierta. -aclaró con seguridad, pero giró tan bruscamente que se golpeó la cabeza contra el vidrio de la entrada.- ¿Quién me cerró la puerta?.

Empujó la puerta de vidrio, y entramos después de ella.

Estábamos en una tienda de ropa de buena marca... Y yo soy mamarracho en comparación a todo lo que hay aquí. Tuve que esconderme detrás de un perchero, porque sentía que todos me miraban.

Me siento terriblemente avergonzada.

- ¿Qué sucede? -deseó saber Edd al ver mi extraño comportamiento.

- Doy asco. -dije; y él rodó los ojos, tomó mi mano para sacarme de allí y me cubrió con su cuerpo para que nadie me viera.

- ¡JOE! -exclamó Leyla con voz chillona, y un hombre apareció por detrás del mostrador.

- ¡Cariño! Dios. ¿Qué te sucedió bonita? Luces H-O-R-R-O-R-O-S-A. Dios nena parece que una tienda de segunda mano te regurgito. Puaj -lo segundo me lo dijo a mí al verme de arriba hacia abajo... Grosero- Vengan, síganme Babies. Joe los ayudará.

Se dirigió a una puerta detrás del mostrador y se hizo a un lado para que entráramos a la parte trasera de la tienda.

- Hola lindo. -intententó coquetear a Louis, y él pobre idiota dio un salto del susto, alejándose de "Joe".

Se aferró al brazo de L, y entró rápidamente mientras el moreno le asmiraba el trasero al pasar. Edmund también sentía algo de temor por él, y por eso se aferró más a mí con la intención de ser él quien se ocultaba esta ves.

No comprendo cuál es su temor, porque apenas tiene trasero. Y aún así, creo que todo lo que tiene me pertenece... ¿Qué dije?

- ¡Oh! Creí que era tu prima -rió Leyla burlándose de Joe, señaló a un maniquí negro y me mordí para no reír. Tenía un depósito bastante grande y con mucha ropa. Así que él es quien nos donaba la ropa para la Resistencia...

- Baby, apestas a alcohol. -expresó el moreno agitanfo sus manos hacia todos lados para alejar a Ll de él. - ¿Qué sucedió? Por qué estás tan... ahogada.

- Larga historia. -bufé con voz cansada. En realidad no es tan larga, sino que no hay ganas de contar.

- Y tú eres... - se dirigió a mí.

- Soy Coraline, un placer -le ofrecí mi mano y él la aceptó... Sus manos más suaves. Lo odio. No soy homofóbica, soy envidiosa. Okey, no.

- ¿Y tú, bombón? -preguntó a Edmund y él se puso incómodo otra ves.

- Edmund -no quiso ofrecerle su mano. Joe puso su mano como si esperara que él la besara pero solamente la movió hacia arriba y abajo una ves antes de soltarlo.

- Y bien... ¿Qué hacen aquí tan asquerosamente desalineados?.

- Yo estoy bien -se apresuró a decir Hudson. Baboso.

- Cariño ¿Estás seguro de eso?. ¡Huy! contigo podría hacer cientos de cosas, esos glúteos lucirían perfectamente cualquier pantalón ajustado -ahora dirigió su atención a Louis y él nos miró a todos. Sus ojos imploraban "Auxilio" pero nosotros lo ignoramos...

- Necesitamos algo de ropa y un café con galletas para mi -apareció Leyla de la nada jugando con unos sobreros. Se admiraba a sí misma frente al espejo haciendo muecas extrañas.

- Sólo café para los 2 -la corregí.

- Muy bien. Siempre tengo cosas de temporadas pasadas que ya no podemos vender y con gusto se las daré. Total lo que pasó de moda siempre vuelve pero con otros toques -comenzó a buscar entre todos los percheros- Jamás dudo en ayudar a los míos.

- ¿Eres como nosotros? -pregunté.

- ¡Soy Madonna! -gritó Leyla. Llevaba puesto cientos de trapos encima y una peluca rubia.

- ¿También vendes pelucas?

- ¡Eso es mio! -le quitó la peluca a Ll y se agarró la cabeza para recuperar la calma- A ver chico de los ojos bonitos, creo que tú quedarías perfecto con algo en gris o talvez algo negro para resaltar aún más esos sexys ojos verdes.

Le entregó todo un conjunto de ropa con zapatos incluidos. Quise burlarme de él pero me dio una patada y lo miré mal.

-¿Cómo sabes si son de mi talle? -observó los zapatos comparándolos con los que llevaba puesto.

- Soy estilista y experto en averiguar talles de calzado para hombre a simple vista -dijo... Sin comentarios.

- Esto me gusta -Louis tomó un pantalón color rojo terracota y Joe se pegó a él como un imán.

- Buena elección cariño, pruébatelos.

-... Pensándolo mejor, me voy a ver otra cosa. -huyó el cobarde.

Yo estaba observando unos pantalones ajustados y un par de vinilo me encantaron pero Joe se apareció detrás de mí, me los quitó y los lanzó a un extremo de la habitación... eso es maldad.

- Mi amor, con esas piernas yo utilizaría algo mucho mejor. Si yo tuviera esa cadera de virgen y tu cinturita tan santa, usaría esto -puso frente a mí lo que parece ser una mini falda negra de un material similar al cuero.

- No uso faldas, vi vestidos, ni shorts, ni nada de eso. -me negué rotundamente.

- Cariño, yo también odio la depilación pero...

- No es eso -me apresuré a decir- Me siento mucho más cómoda usando jeans...

- Tu rostro me recuerda a alguien que he visto alguna ves. No recuerdo quién pero fue en alguna revista.

- Ah... Que bien -quise agarrar el pantalón que me gustó pero Joe volvió a lanzarlo al diablo.

- No quiero ser grosera ni muy malvada pero insisto es que te pongas ésta maldita falda AHORA mismo. Ve al jodido vestidor y yo te daré el resto -me sonrió...

- Okey -respondí.

Es peor de lo que mi madre y mi hermana eran conmigo antes cada ves que salíamos de compras, o mejor dicho, cuando me obligaban a ir con ellas.

Me quité la ropa dentro del vestidor y maldije al ver el horrible morado en mi abdomen. Estaba observándome frente al espejo y Joe abrió la cortina tomándome por sorpresa.

- ¿¡Qué es eso!? -señaló mi bóxer femenino... ¿No lo podía gritar más fuerte? Creo que en la luna no pudieron oírlo- Calvin Clain se está revolcando en su tumba. ¿Eso es un bracier? ¿Eres boxeador?

Me sonrojé de inmediato. No quiero saber qué expresión deben tener Louis y Edmund en éste instante.

- Es un horror. Te traeré algo de mujer, lo que físicamente creo que eres -lo fulmine con la mirada. Me entregó un par de cosas y se fue. Maldita falda. Lo único que me gustó fue el par de botas nuevas.

Al volver me entregó un conjunto de ropa interior pero era lencería de encaje color negro.

- ¿Tengo cara de zorra?.

- No, de tonta así que ponte eso. Si no lo haces vendré y te la pondré yo misma -su voz se agudizó y creó que lo mejor es hacerle caso al estilista. Está loca. Al salir del vestidor todos estaban bien vestidos, incluyendo a Leyla y Louis quienes lucían un poco más circunspectos pero enfermos. Espero que ninguno de los dos regurgite frente a mí. Me acerqué a quien intentaba acomodarse la camisa pero no lo estaba haciendo bien.

- Déjame ayudarte con eso -dije. Él no se había percatado de mi presencia ni de mi nuevo aspecto tan horroroso, por eso quedó medio estúpido observándome de arriba hacia abajo.

- Wou- fue lo único que dijo y no pude evitar reír.

- Ni una palabra al respecto.

- Me duele la cabeza ¿Acaso el café está hecho con agua de la playa? -se quejó Leyla.

- Cierra la boca, alcohólica -la retó Joe... Debo admitirlo, me agrada.

Louis se pisaba a sí mismo, ensuciando las nuevas zapatillas blancas que Joe le regaló.

- ¿Qué diablos haces? -le pregunté.

- Están muy limpias, me molesta -dijo... No voy a opinar nada al respecto.

- ¡ME MUERO! ¿Eras mujer? -Leyla apretó mis mejillas y comenzó a intentar subirme la falda por alguna extraña razón.

- Suéltame, loca.

- Es que me sorprende ver tus piernas tan blancas. Pareces muñeca de porcelana. Algo me dice que nunca conocieron el sol...

- ¿Puedo maquillarte -preguntó Joe apareciendo detrás de mí. Por alguna extraña razón quiso tocar mis pestañas como si creyera que son postizas.

- Prueba suerte, talvez después de eso no te resulte tan difícil cumplir con tu oficio a pesar de tener 2 dedos sanos en cada mano -sonreí.

- ¡Cuenta agresión! En fin niños ahora que puedo verlos sin que mis bonitos ojos ardan, díganme qué es lo que están haciendo por aquí tan perdidos y marchitos.

Subimos por una escalera y allí había un amplia apartamento impecable. Creo que ni yo como mujer tendría tan buen gusto para la decoración...

- Destruyeron la central.

Joe dejó caer al suelo una delicada taza de porcelana y quedamos en silencio...

- Imposible -murmuró.

- Me voy a morir -gimió Leyla, tirándose boca abajo sobre el sofá.

- Puedes comprobarlo tú mismo, no a quedado nada.

Joe estaba pálido como si le hubiesen revelado la fecha de su muerte.

- He vivido allí los mejores años de mi vida. Crecí en ese lugar -cayó sentado sobre un sofá y puso una mano sobre su corazón- ¿Ustedes fueron los únicos sobrevivientes?.

- Nosotros... huimos por nuestra parte mientras los demás se mantuvieron ocultos en el refugio. Creemos que lograron escapar y deben de estar en la última central que queda en Monaco.

- ¡¿Ultima?! Oh mi dios -comenzó a hiperventilarse y yo lo abanique con una revista para darle aire- No puedo creer que estemos en tales condiciones. Siempre fui consiente de la existencia de esos malditos Hunter pero... pero... dios.

Parece una mujer histérica.

- Descuida, nosotros lo arreglaremos. Conocemos muy bien sus nuevas instalaciones y...

Creo que a mí también me falta el aire. En realidad no tenemos un plan, ni siquiera sabemos si todos lograron huir o los capturaron. No puedo consolarl@. Por suerte Edmund notó mi incomodidad y decidió continuar hablando por mí. Creo que Leyla y Louis se quedaron dormidos... Que extraños son.

- Planeamos ir a Monaco y prepararnos para acabar con todo esto, no será fácil y necesitaremos todo el apoyo posible, en el caso de quienes no se encuentren en condiciones de ayudar, deben ocultarse. ¿Conoces más de los nuestros? -dijo Eddie, refiriéndose a los Portentos.

- Conozco a muchos que crecieron junto a mí cuando viví es la central, no sé mucho sobre qué habrá sido de sus vidas pero no se preocupen, y me encargaré de mantener a todos informados. ¡Dios! -me quitó la revista para abanicarse a sí mismo- No puedo creer d lo que me estoy enterando... Espera ¿Cómo es tu nombre? Tu rostro me es familiar.

- Edmund, Edmund Hudson -al decir eso, Joe se puso peor.

- Tú... Tú eres el hijo de Damien... ¡Oh por dios! ¡Eres hermoso! Sé que tu padre fue un galán en sus tiempos pero tú eres un Rey fuera de este mundo. ¿No lo crees? -me codeó y yo lo miré. Es cierto, es perfecto pero no pienso decirlo.

- Emm... -miré hacia otro lugar incómoda por tener la mirada profunda de Edmund sobre mí, esperando a que dijera algo- ¿Acaso esos 2 se durmieron?.

Leyla tenía sus piernas sobre Louis, acostada boca abajo.

- Creo que deberán descansar un poco antes de irse.

- Aún debemos averiguar cómo llegar a Mónaco sin ser descubiertos. No tenemos dinero ni medios para llegar. ¿Tú sabrías de alguien que pudiera ayudarnos? -preguntó Edd.

- Bueno... mi ex novio es piloto y trabaja en el aeropuerto de New york, si ustedes hablan con el explicándoles lo mismo que a mí, seguramente estará dispuesto a ayudarlos. Es un fenómeno y entenderá, aún que no le digan nada sobre mí o puede que se moleste...

- ¿Una mala relación? -quise saber... No está mal aprovechar los momentos débiles de un hombre para conocer sus historias amorosas, son interesantes y mucho más sin son gays...

- ¡Terrible! Él nunca quiso aceptar mi pasión por mi trabajo. Amo vivir aquí y ayudar a estúpidos sin gusto a conocer lo que es el buen vestir. Él decía que me importaba mas el trabajo que nuestra relación. Desperdicie 2 años por su culpa -se cruzó de brazos y piernas muy ofendido.

- Oh... Y ¿Cómo llegaremos a New York?. No podemos ir en la camioneta de Logan.

- Louis puede robar otro auto -Edd se encogió de hombros y lo miré mal. Para eso nos mejor nos quedamos con la camioneta... Esperen.

- El que... el vehículo en el que pudimos escapar... ¿Era robado?

- Lo devolvió... creo -se encogió de hombros una ves más y me agarré la cabeza.

- Nalgón y delincuente, me encanta -ronroneó Joe- Supongo que ninguno de los 2 se encuentra disponible... ¿O sí?

- Hmmm no lo se. Son de esos que les encanta hacerse de rogar, no te los recomiendo -dije.

- Que horror, ya perdí el interés -negó con la cabeza. Edd suspiró aliviado y agradecido por eso. Me deben una- Durante un tiempo salí con uno que era tan elástico como una liga, y no niego que tenia muchos atributos pero adoraba hacerse de rogar y que todas bailemos alrededor así que...

- ¿Podemos volver al tema de cómo llegaremos a New york?

- Simple cariño. Loreanne los ayudará.

-... ¿Quién? -preguntamos al mismo tiempo.

- Acompáñenme -dijo, poniéndose de pie.

Ambos 2 nos miramos de reojo y luego a los chicos que dormían en el sofá. Estarán bien. Seguimos a Joe bajando por otras escaleras que conducían a un solo lugar, el garaje.
Cuando Joe encendió la luz, quedé boquiabierta.

- Ella es Loreanne -señaló la impecable camioneta azul como si fuera una chatarra asquerosa pero para mí era belleza.

-.... Wou.

- ¿Una jeep? -preguntó Edmund.

- Una Liberty. ¿Modelo 2005 o 2006? Tiene la pintura impecable. Yo tenia una de estas cuando cumplí los 11. Es una buen vehículo, posee un motor 3.7 i v6 12v. Dejaron de producirlas en el 2007. ¿Estás seguro de que quieres llevarnos en ella?

Joe me miraba como si le hubiese hablado en chino.

- ¡¿Llevarlos?! ¿Yo? -rió exageradamente- No cariño, pueden llevársela. Odio a esa chatarra vieja. Solamente ocupa espacio en vano. Me vale muy poco lo que sea o que Nro. de motor tenga yo que sé, solo llévenla.

- No es una chatarra -salté en defensa del vehículo.

- Se encuentra en buen estado pero yo no se manejar. Es la camioneta que mi otro ex jamás quiso volver a buscar porque, según él, es un recuerdo. ¡Ha! Como si quisiera recordar esos tiempos. Pasó durante esos años que tus hormonas se alocan y te atraen los chicos malos...

"Éste tipo está demente y es feo como un moco. ¿Cómo diablos pudo tener tantas parejas?" oí la voz de Edmund en mi cabeza y le di un codazo en el abdomen.

- Te lo agradecemos mucho, Joe -dije con una sonrisa.

- Entonces que bueno que jamás me deshice de ella. Pueden usarla y perderla donde sea, estoy dispuesta a todo por colaborar en una verdadera causa. Hagan pedazos a esos malditos Hunters -sonrió muy emocionad@.

¡Todo está de nuestro lado! Por lo menos tuvimos un pequeño golpe de suerte. Llegar a New York nos tomará un par de días o más pero por lo menos tenemos cómo hacerlo. Espero que todo salga bien...

☀😎✌ Votad. Gracias por leer✌😎

Continue Reading

You'll Also Like

382K 19.3K 50
Te encanta una chica y consigues su número, lo primero que piensas es... es mandarle un mensaje. *simulando una ventana de chat, a la derecha vienen...
107K 4.5K 11
'Ni Dolce & Gabbana, ni Chanel, ni el más dulce aroma de Cartier, huelen tan bonito como huele la fragancia de tu ser' 'Cuídame bien, que lo mío es s...
64.2M 6.1M 115
¿Qué harías si una noche encuentras a un chico semi desnudo y cubierto de sangre en tu patio? ¿Qué harías si es atractivo, pero también es perturbad...
11.1K 1.4K 39
Después de más de un siglo Selt siente la presencia de su hermana Tanils, quien creyó muerta pero que ha regresado a cumplir con el mayor deseo de su...