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"¡Tú! Idiota".
Se escuchó un fuerte portazo en la habitación 72 del hotel Park Hyatt cuando esta se abrió, aquel acto que se repite constantemente desde hace un año.
"Dificultando mi trabajo de esta manera... tsk".
Un JunMyeon caliente y apresurado perdió los tres primeros botones de su camisa, acomodó hacia atrás su cabello sudoroso y desarreglado.
"Me pagará por esto... Claro que sí, verá qué puedo hacer".
"¿Y qué harás?"
JunMyeon se congeló en un segundo, podía reconocer esa voz entre millones de otras, se volteó abruptamente hacia la izquierda y vio los ojos de su amante, oscuros y profundos como una noche en la mitad del océano.
"Jon-... JongIn".
Después de unos segundos frunció el ceño y avanzó hasta el de cabellos oscuros. Se estaba quitando la corbata; la cual lanzó al sofá a unos centímetros de donde el otro estaba sentado.
"¡Tú! Necesitamos hablar".
"¿Sobre qué?"
El de cabello castaño estaba sentado con una copa de vino tinto en una mano y una mueca en el rostro, como una sonrisa.
Tan arrogante y burlesco como siempre. Pensó el de cabellos rojos.
"Estás haciendo idioteces, ¿no te das cuenta?"
El de tez pálida se detuvo a unos centímetros frente a su acompañante, continuaba apuntando a este directo a su rostro, respiraba con dificultad por dos razones: primero por lo rápido que llegó a la habitación del hotel y segundo por verlo a él.
"¿De qué hablas? No estoy entendiendo".
JongIn sonrió y JunMyeon solo sintió ganas de abofetearlo, en cambio, cogió la copa de vino y se la arrebató de las manos.
"¡¿Y por qué mierda estás bebiendo vino, puedo saberlo?!"
El más alto se levantó de su sitio y apoyó sus manos en las caderas ajenas, sonreía como un real idiota, observaba la nuez ajena y como esta se movía cuando su pareja bebía, JunMyeon se veía sediento, se bebió el vino en solo un trago.
"¿Te gusta?"
"¡Claro que me gusta, sabes cuánto me gusta el vino, idiota!"
JongIn pasó una de sus manos por su cabello oscuro, acariciando este lento como si intentara calmarse o tranquilizarse.
"¿Te gusta como a mí me gustas? ¿Quizás?"
"No intentes pasarte de listo conmigo, JongIn, sé lo que quieres de mi".
"Oh..."
El más alto se empezó a reír en voz baja y además se quitó la corbata. Luego cogió la copa y la dejó en una mesa no tan lejana a ellos.
"¿Y qué se supone que quiero de ti?"
"Lo que está en mis pantalones".
"¿Qué? ¡Jajajajaja!"
Estalló en carcajadas, entre tanto; toqueteó "involuntariamente" los muslos de su amante, sus caderas y su espalda.
"¿Puedes ser más específico?"
"JongIn, tu solo quieres..."
JunMyeon fue interrumpido por otra carcajada fuerte y muy exagerada, aunque entonces no pudo reprimir una sonrisa a pesar de sus esfuerzos por mantener una actitud distante, quizás fue el vino el que lo hizo actuar de esa manera.
"De todos modos..."
El de cabellos castaños intentó volver a tomar el control de la situación y continuar con su juego.
"Son las ocho en punto".
"¿Y qué?"
"Así que bésame, idiota".
Y el beso fue...
Intenso, se besaron por tanto tiempo que el sudor ya comenzaba a emanar de sus cuerpos, sus dedos fueron demasiado rápidos hasta sus camisas, quitando estas igual de rápido y olvidándolas en el proceso. Ambos se encontraban la prenda superior y JongIn besaba el cuello de JunMyeon hasta lo mordía con cierta fuerza, casi causando que el mayor gritara.
"Eres un idiota, JongIn-... Un idiota-... Un-... Ah-..."
"Mmhh-..."
Amo cuando eres así, conmigo.
"Llévame al sofá, idiota".
Amo cuando me tratas así, cuando te burlas de mí y luego me usas.
"Claro, señor".
Me hace sentir vivo.
"JongIn-..."
Me haces sentir vivo.
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Lento.
"Ngh-... Jon-..."
A pesar de todo, lo estaban haciendo lento, demasiado lento en aquella ocasión.
"JongIn-... Ah-..."
La noche llegó a la habitación, esta olía a ellos. Ambos se encontraban en medio de la tenue luz y el color opaco del sofá de cuero sintético, en el cual estaban expresando y consumando su amor.
"Oh-... Sí-... ¿Te gusta?"
JunMyeon estaba inclinado contra JongIn, pecho contra pecho, se movía de arriba abajo manteniendo un ritmo regular; calmado.
"Oh-... Sí-..."
Suspiró profundo como los ojos de su amante, quién no dejaba de mirarlo, quién con sumo cuidado acomodaba su cabello ahora húmedo, quién lo besaba cada vez que lo veía sufriendo por el placer.
"JunMyeon-... Estoy jodido, ¿lo sabías?"
El abogado de piel pálida lo observó directo a los ojos, no siendo capaz de entender el significado de esas palabras en aquel preciso momento. Con la piel perlada por el sudor, sus labios prácticamente pegados, sus respiraciones agitadas entremezclándose.
"¿A-... A qué te refieres?"
JunMyeon se mordió los labios, sentía a JongIn entrando y saliendo de manera tan profunda de su cuerpo, era algo a veces fascinante, y en otras ocasiones doloroso y agotador.
"Quiero decir-..."
El hombre más joven cogió su rostro con delicadeza y lo besó lentamente, luego deslizó su mano por sus caderas y entró más y más en el cuerpo del más bajo, tanto que JunMyeon se vio forzado a ahogar un gemido de dolor, el cual reprimió mordiendo el hombro izquierdo del otro.
"Creo que estoy enamorado de ti".
Un escalofrío.
Se miraron mutuamente otra vez, esta vez el de cabello rojizo se veía realmente impactado, más de lo que podría estar si es que algún día existiera la posibilidad de ganar la lotería.
"P-Pero-..."
Y no pudo pronunciar ninguna palabra más, empezó a gemir y gemir cuando JongIn al fin aumentó el ritmo de sus estocadas, se movía de manera violenta, brusca, rasguñándolo y aferrándolo contra su cuerpo.
"Me vengo JunMyeon-... ¿Está bien?"
¿Desde cuándo me pide permiso?, pensó JunMyeon apoyándose contra el sofá, estaba más cansado por esa incesante sesión de tres horas de sexo.
"Está-... Bien-..."
Enrolló sus brazos alrededor del cuello adverso, descansando su mejilla en el hombro del otro, temblando cuando se encontró hecho un lío, sucio por la esencia de su chico.
"Ah-... JunMyeon-... Sí-..."
¿Puedo llamar a esto amor?
JongIn lo abrazó incluso más fuerte que antes, ahora respiraba con un ritmo más calmado y su respiración era profunda, extrañamente frágil y susceptible. JunMyeon acarició con sus dedos aquella cabellera, después observó otra vez su hermosa boca, su suave lengua y fue algo reciproco cuando el hombre más joven tiró suavemente de su cabello y lo sostuvo cerca de su persona, incluso más cerca.
Más y más.
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"¿JongIn?"
"¿Si?"
Compartieron un pequeño beso en los labios.
"¿No estás asustado?"
Nuevamente se besaron, esta vez fue un beso más húmedo. Sus manos permanecían juntas, JunMyeon estaba un tanto rígido, su cuerpo aún estaba caliente y húmedo al lado del de su amante.
"¿De qué debería estar asustado?"
El pequeño pelirrojo calzaba entre sus brazos, de una manera inusual y tierna, respiraba contra el cuello del otro y estaba arrullado por todas las caricias ajenas.
"El caso Infinity, quiero decir... ¿No estás asustado por esto? Todos los riesgos que conlleva para nuestros-..."
"No dejaré que nadie te toque".
JunMyeon no evitó reír despacio, escondió su rostro entre el cuello y el hombro de JongIn, su cuerpo siempre olía bien luego de noches como esa.
"Quiero decir-... Si es que estás asustado por ti, no por mí".
"Oh-..."
Estaban demasiado sudados y sucios. Es algo muy lindo, pensó JunMyeon cuando deslizó una de sus manos por una de las mejillas de JongIn y la acarició.
"De todos modos-... Gracias, por pensar en mi".
"B-Bueno-..."
El más bajo pudo ver esas mejillas ruborizadas, lo besó con cuidado, subiendo cuidadosamente sobre el cuerpo ajeno. Sus muslos, rodillas, ingles, sexos; cada parte de sus cuerpos volvieron a entrar en contacto y se frotaban mutuamente.
Cuando se encontró sobre el cuerpo ajeno y apoyado contra su pecho recordó que faltaban solo cuarenta minutos para las seis de la mañana.
"De verdad, JongIn-... ¿No te da miedo que pueda pasarte algo a ti o a tu familia? Después de todo, ya ha pasado antes y-..."
"No, mis padres viven en los suburbios y nunca les he hablado sobre mi trabajo".
Se miraron por unos segundos, JongIn pasó una de sus manos por el cabello de su amante, adoraba su coherencia en las mañanas, después de levantarse.
"¿Estás preocupado?"
"No por mí, por las personas que amo".
JunMyeon se detuvo por unos segundos.
"Incluyéndote".
Concluyó. Fue algo vergonzoso, JunMyeon bajó la mirada escapando de la hipnótica que su amante le estaba dando al analizarlo.
"¿Preocupado por las personas que amas, JunMyeon?"
"Sí-..."
"¿Incluyéndome?"
De nuevo esa sensación de vergüenza, JongIn cogió su rostro entre sus manos, elevó su cabeza y lo forzó a mirarlo a los ojos.
"¿Incluyéndome?"
"Estás malinterpretando mis palabras, JongIn".
"¿De verdad?"
Lo besó, lo empujó contra su cuerpo.
"¿Incluyéndome si o no? JunMyeon".
"Nhgg-..."
El de cabellos oscuros se aferró al otro por sus hombros y abrió las piernas del más bajo con una de sus rodillas moviendo esta contra la entrepierna ajena, mordió su barbilla y su cuello. Podía encenderse con una simple mirada, con un simple beso, sobre todo a esa hora de la mañana.
"Ah-..."
Podía perder la cabeza si JunMyeon le hablaba de esa manera, diciendo que lo amaba, aunque no fuera explícito porque es demasiado tímido, demasiado educado, demasiado...
"Dilo, cariño-... ¿Me amas?"
"Nhg-... JongIn-..."
Demasiado perfecto para arriesgarse a ser dominado por el menor. Dominado por sus manos, sus besos, su cuerpo.
"Dilo, JunMyeon".
Dominado por sus atenciones y caricias.
JongIn pasó una mano por sus caderas y lo cubrió suavemente con una sábana banca, apretó luego el trasero del mayor y se deslizó dentro de ellas. JunMyeon sabía de memoria el protocolo, los movimientos que debía hacer en momentos como ese.
"JongIn-..."
Y lo intentó.
Intentó con todo su ser, intentó decir que lo ama.
"JongIn, yo-..."
Creo que yo...
*** Después de mil años actualizo, ya estoy trabajando en el próximo capítulo y les digo desde ya que se preparen. Apoyen con una estrellita y expresen su amor con comentarios, los leeré y responderé todos. <3 (Es super difícil traducir smut ajskdhsf).