Fin de la prueba cuatro
Prueba finalizando
Prueba finalizando
Prueba finalizando
La alarma indicando claramente que ha finalizado la prueba nos despierta a todos en la habitación, por la ventana entran los rayos del sol indicando que ya son más de las doce y media.
No sé cómo se sientan los demás, pero justo ahora tengo demasiada hambre y los músculos del cuerpo me duelen, especialmente donde me dispararon.
Somnolientos y claramente adoloridos, todos se levantan del espacio en el que pasaron la noche y comienzan a estirarse.
- ¿Cómo despertaron hoy? -. Se escucha la voz de Jared por la habitación.
Todos paran de hacer lo que sea que estén haciendo y prestan atención a lo que Jared quiera informarnos.
- Como ya lo habrán notado, ha llegado a su fin la cuarta y penúltima prueba. Y bien...ya sea que la hayan completado o no, seguramente estarán hambrientos... así que algunos guardias los estarán esperando en el recibidor de su edificio y los llevaran al comedor donde podrán saciar sus apetitos. Cuando hayan terminado, son libres... pueden salir a conocer el campus, visitar todas las instalaciones de este. Solo tendrán cuatro horas para eso; pasando el tiempo señalado, deberán estar en el estacionamiento pues volverán a su campus y bueno... los que no pasaron la prueba serán retirados del campus. Tengan un buen día.
Antes de salir de la habitación, como el hambre nos está matando todos tomamos algunos de los Snacks que había en la habitación y luego salimos. En el pasillo encontramos a varios chicos que aún están en el suelo tratando de recuperarse, en cuanto llegamos al recibidor tal y como lo había dicho Jared hay guardias esperándonos, incluso algunos de los chicos que estaban esperando anoche en el recibidor a los de su equipo aún siguen en donde se habían sentado.
Esperamos unos minutos hasta que todos los chicos que estaban en el edifico se reúnen con nosotros en el recibidor y por fin podemos ir directo al comedor.
Tan pronto llegamos, literalmente algunos chicos corren directo a las mesas de servicio y comienzan a servirse lo que sea que se les cruce en la vista; Cuando todos estamos sentados y comiendo, los chicos comienzan a contar sus historias del cómo fue estar en el campus, pero para ser sincera no estoy prestando nada de atención a sus anécdotas pues estoy impaciente por salir a explorar el campus de los veteranos, ya que aún hay algo que me intriga y debo averiguar y conseguir respuestas respecto a eso. Cuando estoy totalmente saciada me levanto de la mesa y con un simple "Voy a conocer el campus" me alejo y salgo del comedor.
Desde el día que entré en la oficina de Jared de nuestro campus y leí el folder del señor André Evans no he podido olvidarlo, como si algo dentro de mí me estuviera gritando algo, pero no logro entenderlo y no consigo sacarlo de mi mente y eso provoca que a veces me pierda... necesito encontrar una respuesta y sé que la hallare aquí. Específicamente tengo en mente dos lugares, la oficina de Jared de este mismo campus o los cuartos de interrogación.
Camino en el campus con confianza y determinación hacia los cuartos de interrogación y lo mejor de todo es que no debo ocultarme o estar al pendiente de los guardias pues Jared nos dio completo permiso de conocer el campus. La situación perfecta ¿No?
El campus es realmente enorme, por suerte gracias a la prueba de ayer ya conozco un poco cómo está estructurado el campus y no hay pierde. El campus consta de cuarenta edificios, los cuales veintiséis son aulas y catorce son dormitorios, hay dos gimnasios en los cuales puedes practicar tiro, defensa personal o solo acondicionar tu cuerpo, hay una cafetería y un estacionamiento enorme y otros edificios... los cuales no me tome el tiempo de revisar pues no eran de mi interés.
En menos tiempo del que seguramente nos hubiera tomado llegar a los cuartos de interrogación, al fin llegó y los veo con mis propios ojos, en vivo y en directo.
La puerta de entrada es roja, común y corriente, sin ninguna cosa electrónica o seguridad, abro la puerta y entró. Al ingresar un guardia me sorprende. Solo se me queda mirando, entre confundido y sobrecogido. Es joven y atractivo, con unos ojos grises y mirada penetrante.
- No deberías estar aquí-. Me dice mientras me examina con la mirada.
- ¿Por qué? -. Pregunto de manera traviesa mientras comienzo a caminar por el lugar, el guardia aún sigue mirándome mientras lo hago.
- Es un área restringida-. Me informa.
- Oh...-. Digo fingiendo estar avergonzada y sorprendida-. Es que... Jared nos dijo que podíamos conocer el campus... y bueno yo estaba por aquí y me llamó la atención el lugar así que decidí entrar.
- Ya veo...-Contesta nervioso.
Leo su mente y en ella puedo ver que está preocupado, obviamente no debería estar aquí y él no quiere que yo esté aquí.
Ya revisé el lugar y claramente aquí no está el tal "André"
Pero tengo dudas... ¿Para qué Jared tiene cuartos de interrogación?
- ¿Alguna vez ha estado presente en un interrogatorio?
- No, solo los guardias de confianza del señor Jared pueden estar presentes. - Me dice.
Pues al parecer me quedaré con la duda, porque este atractivo guardia no sabe nada de nada.
Le sonrió, doy media vuelta y salgo de los cuartos de interrogación. Ahora al segundo punto, la oficina de Jared.
No tengo que caminar mucho para llegar a ella, pues está al lado de los cuartos de interrogación; mientras me acerco, me aseguro de que ningún guardia que esté por ahí se percate de que estoy ahí, en cuando me encuentro justo frente a la entrada me teletransporto al otro lado de la puerta, pues para entrar se necesita de un código y no lo tengo así que... solo ocupo lo que tengo a mi alcance.
Del otro lado de la puerta el edificio cambia completamente, es lujoso y huele bien... La oficina consta de dos pisos, en la planta baja hay una sala de reuniones, en el primer piso esta la oficina de Jared y al fondo de este piso hay un pequeño cuarto; igualmente con un código para poder entrar, en el segundo piso esta la habitación de Jared. Por suerte no me encuentro a Jared en ningún lugar de este edificio.
Entró a su oficina y en ella igual encuentro documentos... nada importante o interesantes para decir verdad; de pronto algo cambia en mi... no se explicarlo, pero es como algo que me estaba deteniendo me hubiera soltado y pudiera ser libre.
Puedo sentir los pensamientos de alguien...
Está cansado y frustrado.
Vuelvo a dejar las cosas de Jared tal y como estaban y salgo de su oficina siguiendo solo lo que siento.
Los sentimientos vienen del pequeño cuarto que está al fondo del pasillo.
Con nervios, me acerco a la puerta y pego mi odio a ella. Para intentar escuchar algo, pero no puedo oír nada, solo puedo sentir sus emociones. Como tampoco tengo el código de la puerta me teletransporto al otro lado y me encuentro en una pequeña habitación totalmente a oscuras.
Con las manos pegadas a la pared buscó el apagador de luz hasta que doy con él y enciendo la luz. Por un instante me quedo ciega hasta que mis ojos logran acostumbrarse a la luz.
En la habitación solo hay dos cosas y una persona.
Justo en medio de la habitación hay una silla en la cual está un hombre de unos treinta años con pelo pelirrojo y barba, está atado de los pies y de las manos, también está sujeto a la silla y sobre los ojos tiene un trozo de tela y sobre la boca tiene otro trozo de tela para evitar que grite. Con tan solo verle el cabello puedo darme cuenta de que es lo que estaba buscando, la respuesta que quería y tanto anhelaba encontrar. Es el señor Evans. También puedo percatarme de que lo han estado torturando. Al fondo de la habitación hay un escritorio de madera.
Me acerco y le quitó el trozo de tela de los ojos y en cuanto me ve, sus iris grises me miran estupefactos. Tengo que hacerle unas preguntas. Le desamarro el trozo de tela que tenía en la boca y lo único que hace es observarme a tal punto que se vuelve incómodo.
- ¿Por qué estás aquí? -. Le pregunto.
El hombre solo se me queda mirando sin decir ni una sola palabra.
- ¿Por qué te torturaron? -. Le insisto.
Continúa sin decir nada.
- Por favor...-. Le pido. - Necesito respuestas.
- ¿En serio? -. Me pregunta de forma engreída.
- Que...
- ¿Tú eres de confianza para Jared?
- Que... ¡No!
Ahora me mira confundido.
- Yo... No sé quién eres, pero encontré un folder con tu nombre y vi tu foto... desde entonces no lograba sacarte de mi cabeza, como si algo me estuviera pidiendo que te encontrara.
De pronto mis sentidos se agudizan y vuelo a apreciar los sentimientos del hombre y además de los suyos siento los de alguien más, hay alguien más en el edificio...
Rápidamente me acerco al hombre y le colocó de nuevo el trozo de tela en la boca y el de los ojos, apagó la luz y me escondo debajo del escritorio. Esperando a que no me encuentren.