Llegó el atardecer y mi móvil no dejaba de sonar.
No me importaría tanto si no fuera porque todos los mensajes eran de aquel pesado.
Me tumbé en mi cama y exhalé.
—¿Qué te pasa?
Levanté mi mirada y ví a Toby que se acercaba a mí con semblante serio.
Me incorporé.
—Nada, solo me duele un poco la cabeza.
También le dije lo mismo que a Leif pero porque no quería contarle mis tonterías.
Él se acercó a mí y me tocó la frente, yo me alarmé, estaba muy cerca.
—Pues no tienes fiebre —Respondió.
—Seguro que es estrés, no tienes de qué preocuparte.
...
Estaba entrando en clases intentando pasar desapercibida por Leif pero fue imposible.
—¡Abriiiil! —Me llamó alegremente y se acercó a mí.
—Qué pasa —Saludé.
—¿Te encuentras mejor? —Preguntó.
—Deberías ir con las chicas con las que estabas hace un momento, se veían triste al ver cómo las abandonastes —Respondí.
Y era verdad. Leif es un chico guapo y nada mas entrar ya se había ganado muchas admiradoras.
—Pero me preocupé por tí, quería saber cómo estabas —Respondió.
—Bueno, pues estoy bien —Respondí seca y me fui a mi asiento.
Él me siguió hasta allá y sonrió.
—¿Tienes algo que hacer hoy? —Preguntó.
Nada, pero para tí, estoy muy ocupada.
—Sí.
—Bueno, pues otro día quedaremos —Respondió y se sentó en su sitio.
Este se cree que voy a quedar con él algún día.
...
A la salida fui corriendo a mi casa, para no ser vista por Leif, y lo conseguí.
Necesito oxigeno.
No corrí tanto en mi vida.
Me senté en la mesa y me puse a almorzar junto con mi madre y mi hermano.
—¿Qué tal te fue el día en el instituto? —Preguntó mi madre.
—Entretenido —Respondí simplemente y seguí comiendo.
—Siempre me dices lo mismo.
—Es que no pasa nada nuevo.
Mi madre puso los ojos en blanco y siguió comiendo.
...
Estaba con Toby en la habitacion charlando hasta que me suena el móvil.
Leif el chico pesado:
Hola, ¿Qué tal?
Uff...
Otra vez él.
—Oye, ¿Y si damos un paseo por el parque? Hace buen día —Propuso Toby.
—Por mí vale, a ver si así me despejo la mente —Respondí.
Salimos al parque, había un ambiente agradable.
Todo iba bien hasta que un perro se tiró encima mío.
Grité.
Me aterram los perros grandes.
—Abril, solo es un perro —Dijo Toby quitándomelo de encima.
—Pero dan miedo —Respondí.
Toby se rió.
—¿De qué te ríes? —Pregunté.
—No me imaginaba eso viniendo de tí, la verdad.
Le saqué la lengua.
—Vayamos a tomar algo —Ordené.
Caminamos hasta una cafetería que no había tanta gente, todas las demás estaban llenísimas y por suerte encontramos esta.
Yo pedí un zumo de naranja y toby un capuccino.
—¿Cómo es que nunca probé esto antes? ¡Está muy rico! —Exclamó Toby y yo reí porque se veía muy adorable.
—¡Que casualidad, encontrarnos aquí!
¿Qué hacía Leif aquí?
Puse cara de espanto.
Se sentó a mi lado —pues Toby estaba enfrente mía— y pasó su brazo por mis hombros.
Toby se veía molesto.
—Verdad, que casualidad... —Respondí y me separé un poco de él para quitar su brazo de mí.
¿No habían más lugares que tenía que venir a este?
—¿Quién es este? No lo ví nunca, ni en el instituto —Preguntó Leif dirigiéndose a Toby.
—Es... Un amigo. Ha venido a pasar un tiempo aquí —Respondí.
—¿Pero no debería estar en el instituto? —Preguntó.
—Estudio desde casa —Respondió Toby, que no había hablado desde que Leif se sentó.
Leif Asintió como comprendiendo.
—¿Me puedo unir a ustedes? —Preguntó.
Yo iba a decir que no pero Toby se adelantó.
—Por supuesto.
...
El día pasó con muchas risas, muchas bromas y mucho de todo. Para ellos, para mí fue una tragedia.
Estábamos sentados en el césped, nos habíamos quedado callados por primera vez en el día y lo agradecí.
De un momento a otro Leif puso su brazo por mis hombros y me atrajo, como hizo en la cafetería.
—¡Y me dijiste que hoy estabas ocupada! Que mentirosa —Dijo mientras que con su mano sobrante me agarraba de una mejilla.
¿Desde cuando tanta confianza?
—Oye... —Se quejó Toby.
Me separé de él rápidamente.
—Creo que ya es tarde, deberíamos irnos —Dije y me levanté al igual que Toby.
—La verdad es que sí —Respondió mi compañero.
—Bueno, pues... En ese caso, adiós —Se despidió Leif por fín.
Tenía ganas de saltar de alegría pero no lo iba a hacer, sería raro.
Por el camino a casa Toby comenzó a hablarme.
—¿De qué le conoces? —Preguntó.
—Del instituto. Vino nuevo el otro día y lo único que hace es hablarme y molestarme.
Toby's PoV
Me molestó que ese chico hubiera estado hoy con nosotros. Para una vez que salíamos Abril y yo, tenían que entrometerse. ¿Y quien era él para estar tan cerca de mi amiga? Tuve que estar todo el rato hablando con ese idiota para que no se enfocara en ella. Pero lo que me da mas coraje es que sean compañeros de clases. Se nota que ella no quiere estar cerca de él.
Cuando dejé a Abril en su casa me fui a la cabaña, hace tiempo que no iba para allá.
Me encontré a Hoodie y a Masky hablando hasta que dirigieron sus miradas hacia mí.
—¿Qué te pasa, Toby? ¿Donde has estado todo este tiempo? —Preguntó Masky.
—Estaba dando vueltas por el bosque, para cerciorarme que todo estubiera bien —Respondí.
—¿Tanto tiempo? —Preguntó Hoodie.
—Sí, quería estar seguro.
Ellos me miraron raro, como si no estubieran muy seguros.
Si se enteran de que estoy visitando a una chica me matan.