Jungkook.
Jeongsan estaba sentado mientras que yo no dejaba de caminar de un lado a otro. Hace ya una hora que BoKyung había entrado a pabellón.
Estábamos tranquilos en casa cuando sus contracciones comenzaron y aunque ya haya vivido esto antes, me sentía nervioso, no supe que hacer y tardé en reaccionar.
—Ella y mi hermanito estarán bien, ¿Verdad papá?
— Si cariño —me senté a su lado— Ellos estarán bien
— ¿Usted es él esposo de BoKyung? —preguntó una enfermera.
— Si, si, soy yo —me levanté de inmediato.— ¿Como están ellos?
—Puede estar tranquilo, todo salió perfecto. —suspiré tranquilo— El bebé nació en muy buen estado y su esposa ahora se encuentra descansando.
—¿Podremos verlos?
—Claro, en un momento vendré a darle información sobre eso.
—Muchas gracias —la enfermera se fue y volví con Jeongsan.— ¿Escuchaste eso? —dije aguantando las lágrimas.— ellos están bien
—¿Podemos ir a verlos?.... Papá quiero ver a mi hermanito
—También yo, solo esperemos unos minutos —lo tomé en mis brazos y besé su mejilla.
BoKyung
Estaba tan extremadamente feliz que no podía borrar la sonrisa de mi rostro.
Él pequeño Jae estaba sobre mis brazos finalmente. Es un mini Jungkook. Él parecido es sorprendente, es su padre eso es obvio, pero todo es igual a Jungkook, no hay nada que se parezca a mi.
La puerta de la habitación se abrió y un emocionado Jeongsan entró corriendo. Tras de él mi querido esposo.
—¿Como te sientes? —preguntó.
—Bien, solo estoy cansada —Sonreí.
— Papá mira -dijo Jeongsan- es mi hermanito.
Vi como él tímidamente se acercó a mi y se posó a mi lado.
—Es idéntico a ti —hablé mientras observaba como Jeongsan tomaba las manitos de Jae.
—Sus labios son iguales a los tuyos —me miró.— es hermoso cariño —sequé las lágrimas que se le habían escapado.— Gracias por esto —dijo antes de unir nuestros labios.
Estuvimos solo unos minutos más juntos, luego la enfermera vino para llevarse a Jae y así poder descansar.
Jungkook se fue junto con sus padres quienes habían venido a conocer a su segundo nieto.
[...]
Luego de tres días aquí en la clínica al fin podría volver a casa.
Ya tenía mis bolsos y cosas de Jae guardadas y listas para irnos, solo quedaba esperar a Jungkook.
-Buenas tardes cariño -Jungkook entró y se acercó para besar mis labios y luego mirar a Jae- Hola bebé hermoso -sonrió- ¿Estas lista?
-Así es -Sonreí- ¿Y Jeongsan?
-Está en él coche, así que vamos -tomó mi bolso y salimos de la habitación-
Me preocupé en abrigar bien a Jae antes de salir afuera.
Subimos al coche y Jeongsan de inmediato se acercó a mi para ver al bebé.
-¿Esta dormido?
-Si -respondí sonriendo- ¿Quieres tomarlo?
-¿De verdad puedo hacerlo?
-Por supuesto -lo puse sobre sus brazos delicadamente y él se asustó un poco al sentir como Jae se movía.
-¿Lo desperté?
-No. No te preocupes cariño -Sonreí-
Él viaje a casa fue silencioso, ni siquiera Jungkook habló.
-Con cuidado -dijo Jungkook ayudándome a bajar del coche.
-¿Estas bien?
-Estoy más que bien cariño -besó mi frente y luego la del bebé- ahora vamos a dentro.
Jungkook se encargó de entrar los bolsos. Jeongsan abrió la puerta de la casa y al llegar a la sala Sonreí enormemente. Había globos en colores celestes y blancos, también un gran cartel que traía escrito un "Bienvenidos a casa".
Las manos de Jungkook se posaron en mi cintura y reposó su mentón en mi hombro.
-Bienvenida a casa cariño -habló bajo.
-Gracias, quedó hermoso -me giré hacia él.
-Ahora deja que tome a esta cosita -dijo tomando a Jae en sus brazos- Bienvenido a casa hijo -besó su frente- ¿Ya le has dado de comer?
-Debo hacerlo en... -miré la hora- ahora -Sonreí.
Busqué él biberón y caminé a la cocina para preparar la leche de Jae.
-¡Jeongsan! -grité. De inmediato los pequeños pasos se escucharon cerca.
-¿Si mamá?
-¿Tienes hambre cariño?
-No aún. Estaba jugando com mis juguetes.
-Esta bien. Si tienes hambre luego, solo dime ¿si?
-Claro -sonrió y desapareció de la cocina.
Volví a la sala y vi como Jungkook acariciaba las manitas de Jae. Me senté a su lado.
-Dame eso -dijo quitando él biberón de mis manos- yo lo haré
Se acomodó bien para poder darle él biberón a Jae y sonrió.
-Jungkook.
-Dime -dijo concentrado en Jae.
-¿Solo fue Young Mi o hubo alguien más?
-Amor...
-Quiero saberlo... Por favor -lo oí suspirar pesadamente.
-Solo Young Mi.
-¿Cuanto tiempo?
-¿Eh?
-¿Cuanto tiempo me engañaste?
-BoKyung cariño.... -posó su mano libre sobre la mía.
-Sólo es una duda.
-Antes de aquel día.... Hubo otros encuentros -cerré los ojos dejando caer una lágrima y suspire pesadamente- Hermosa ya olvida eso. No dejemos que él pasado nos arruine. Que no arruine la hermosa familia que logramos. Te amo y eso no cambiará.
[...]
Preparé algo de comer para Jeongsan y él biberón de Jae.
Jungkook ha salido hoy por la mañana, dijo que iría a atender unos asuntos en la empresa. Desde que nació Jae yo ya no puedo trabajar al menos hasta que él cumpla los seis meses, pero aún queda mucho para eso. Exactamente 4 meses.
Le llamé a Jeongsan para que bajara a merendar y en unos minutos ya se encontraba frente a mi.
-¿Quieres algo más?
-Mmm... ¿Puede ser una naranja?
-Por supuesto cariño -le Sonreí- ¿La quieres por la mitad?
-Por favor
Tomé un cuchillo con mi mano libre y al cortarla Jae quien estaba sobre mi otro brazo comenzó a moverse y eso provocó que el cuchillo se corriera y lastimara mi dedo.
-¡Mamá! -gritó exaltado.
-Tranquilo pequeño, estoy bien.
-Pero hay sangre.
-Solo es un poco, no te alteres.
-Iré por algodón y una curita -y salió disparado de la cocina.
-¡Cariño, estoy en casa! -escuché la voz de Jungkook en la entrada.
Rápidamente y como pude abrí la regadera de la cocina y metí mi mano bajo él agua. Si Jungkook veía esto, me regañaría por haber tomado ese cuchillo con Jae en mis brazos.
Cuando vi que la sangre se había detenido creí estar salvada, pero...
-¡Papá, mamá se ha herido con un cuchillo! -escuché decir a Jeongsan.
Y de pronto Jungkook ya estaba en la cocina.
-Hermosa ¿Que sucedió? -preguntó acercándose a mi.
-Nada... Solo.... -suspiré- toma a Jae.
-¿Que hacías con un cuchillo y Jae en tus brazos? -dijo con él bebé ya en sus brazos- Pudiste haberlo lastimado, ¿Estas loca?
-Lo sé, lo sé, pero a el no le sucedió nada, así que tranquilo -abandoné la cocina y subí para encerrarme en él baño de la habitación.
¿Porque no entendía?, Jeongsan debía merendar y Jae no estaba del todo tranquilo. No dejaría a Jeongsan sin comer ni tampoco dejaría que Jae llorase, por eso los atendí al mismo tiempo.
-Preciosa, abre la puerta -dijo desde él otro lado.
-Esta ocupado.
-Amor por favor... Jae se durmió y Jeongsan esta en su habitación
-rendida abrí la puerta y continúe con lo que hacía- ¿Estas bien? -se acercó a mi.
-Lo estoy -dije esquivándole y saliendo del baño.
-Dejame ver -intentó acercarse otra vez.
-Estoy bien Jungkook -esquivé su mirada.
-Preciosa -tomó mi rostro entre sus manos y me hizo mirarlo- Lo siento, solo me asusté.
-Jae esta bien, así que tranquilo -me aparté de él y caminé hacia la puerta.
-Ya cariño -me abrazó desde atrás- Lo siento en serio.
-Debo ir a...-sus labios se presionaron sobre los míos sin dejarme terminar de hablar-
Este chico era irresistible y obviamente correspondí de inmediato pasando mis brazos sobre sus hombros.
Nos separamos lentamente y él siguió depositando pequeños besos sobre mis labios.
-Pensé todo el día en ustedes -murmuró- se me es imposible estar tanto tiempo fuera.
-Jae estaba inquieto, Jeongsan debía merendar y...
-Ya, ya, olvida eso -besó la punta de mi nariz- Has vuelto -sonrió.
-¿Que dices?
-Mi virus ha vuelto -me tomó en sus brazos y enrolle mis piernas alrededor de su cintura para no caer- Tu timidez, tu nerviosismo, tu sonrojo... Me recuerdas al primer día en que te conocí.
Y ahí recordé él apodo "Virus".
Aferré mis brazos alrededor de su nuca y uní nuestros labios.
El jamás dejaría de ser irresistible ante mis ojos.
Mi chico irresistible, solo mío.
Jungkook.
-¿Y si enferma?
-No lo hará cariño -besé su frente- Él día esta hermoso y eso le hará bien, creeme.
-Como digas -sonrió.
Había dado la idea de salir a pasear como familia, Jeongsan no dudó en aceptar pero BoKyung temía a que Jae enfermase. Ya no debía preocuparse, Jae tenía un año y 4 meses, estaba bastante grande como para salir a conocer y soportar él frío.
-¿Listo? -pregunté mientras encendía el coche.
-No... Kook, ¿Puedes ayudarme? -la miré- no puedo atarlo bien.
-Claro preciosa -me giré hacia el asiento trasero y aseguré a Jae sobre la silla- Ya esta.
-Gracias -sonrió.
Jeongsan a sus ya 7 años le aburría jugar con juguetes, estuvo una semana entera regañando que sus amigos de la escuela tenían teléfonos celulares, así que le compramos una tablet. BoKyung le puso horarios y eso me parecía bien. No quiero que mi pequeño sea un loco por la tecnología.
BoKyung tomó fotografías todo él camino. Finalmente tenía a mi virus de vuelta, aquella chica que se convirtió en alguien fría por mi culpa, ahora volvió a ser la misma.
[...]
-¿Quieres pastel? -preguntó BoKyung a Jeongsan.
-Si, ¿Puedo comerme la fresa?
-Claro pequeño -dijo sonriendo mi esposa.
-Gracias -dijo recibiendo él pastel.
-Come con cuidado.
-Agh~ -los tres miramos a Jae quien lanzó su biberón derramando su jugo sobre la manta de rayas verdes y blancas en la que estábamos.
— No puede ser —suspiró BoKyung.
— Yo limpiaré, no te alteres —sonreí.
-Esta tan rebelde —dijo mirando a Jae— Mamá se enfadará cariño, ¿Que te sucede? —preguntó a Jae sin recibir respuesta.
Terminé de limpiar lo que él travieso de Jae había hecho y luego lo tomé en mis brazos.
— Ven con papá campeón —besé su mejilla y comencé a hacer cosquillas en su pancita.
— Lo ahogarás cariño —miré a BoKyung.
— Amo cuando me llamas así —me acerqué a ella y pasé mi brazo sobre sus hombros— los amo a los tres.
— Ven aquí también Jeongsan —BoKyung lo acercó a nosotros y yo besé la coronilla de cada uno.
— Quiero que sepan que ustedes son las personas que más amo en él mundo, así que por favor nunca se vayan de mi lado.
— No lo haremos —dijo BoKyung y seguido besó mi mejilla.
— Gu~ Ca~ —habló Jae moviendo sus manitas.
— Así es pequeño -dije sonriendo.
Bendito sea él día en que conseguí empleo en la empresa de BoKyung, si no lo hubiese hecho entonces no estaría aquí.