Pasó tiempo otra vez junto a Jersey y decidió cepillarle el pelo, cantando en voz baja las canciones que eran alegres y navideñas y las que no podía cantar esas noches en el teatro porque estaba muy lejos de allí. Incluso ahora las conocía y podía tararear en mi mente junto a ella, pero no quitaba el hecho de que su voz era pura y no necesitaba música de fondo para hacerla mágica.
—¿Cómo es que no hemos decorado la casa todavía? —preguntó Ellie.
Lydia le sonrió a un tipo que acababa de comprar uno de sus caballos y decidió ayudar a Mike a lavar una yegua llamada Pansy. —Hemos estado ocupados.
—Sí, pero siempre hemos tenido tiempo para decorar —dijo la niña mientras miraba a sus hermanos—. No es Navidad si no decoramos la granja.
—Tienes un punto, hermana. No estoy sintiendo el espíritu navideño.
Ellie asintió con la cabeza a lo que su hermano le dijo y les señaló con el cepillo. —Eso es lo que estoy diciendo. No podemos decir que somos Ryans con orgullo si no decoramos para Navidad. Es necesario.
—Entonces vamos a tomar algún tiempo para decorar la casa hoy —concluyó la hija mayor antes de mirar a Ellie con una pequeña sonrisa y poner su mano en su cadera, lista para traer el espíritu navideño a la granja.
Después de terminar con lo que estaban haciendo, consiguieron sacar las viejas cajas del ático y como era víspera de Navidad, los muchachos habían terminado con el trabajo temprano, así que era el deber de Mike y de su padre de poner las luces fuera de la casa; tuvieron que colocar una escalera en el patio y Jeremy la estaba sosteniendo con fuerza para que su hijo no muriera por accidente en un desliz ocasionado por la nieve. En otro lugar muy cercano, las chicas estaban tratando de meter con la ayuda del chico de las entregas el árbol natural que habían ordenado y también procuraban no golpear algo mientras luchaban con la dichosa decoración navideña. Una vez que todo estaba en orden y bien ubicado en la esquina de la sala de estar, volvieron a respirar e incluso se rieron porque no esperaban que el árbol pesara tanto.
—¡Jo, ese sí que es un árbol pesado! —Ellie se tumbó en el sofá de golpe.
—No te sientes mucho tiempo porque tenemos que empezar a decorarlo —Lydia palmeó para comenzar—. Hay que abrir las cajas del árbol.
—Lo siento, sé que ya pagaste por el árbol, pero ¿quieres darme tu número de teléfono, nena? —El repartidor de árboles miró a Lydia con una linda sonrisa.
Lydia lo contempló en silencio y parpadeó. —Piérdete.
Ellie rió sin creer a su hermana, pero se cubrió la boca con la mano cuando el chico la miró y luego salió de la casa con una cara derrotada. La mujer comenzó a abrir una de las cajas para sacar las bolas de Navidad sin prestarle mucha atención y la chica de los cabellos dorados sólo la miró con curiosidad, mordiéndose el labio con la pregunta silenciosa de si debía preguntarle al respecto o simplemente pasarlo por alto como si no hubiera pasado nada.
—¿No crees que fuiste un poco dura con él, hermana? —se decidió por dar un salto de fe y preguntarle acerca de eso como si caminara sobre hielo delgado.
—Tal vez, pero estoy centrada en este momento sólo en mí y mi trabajo.
—Pero quizás necesites divertirte un poquito además de todo el trabajo.
—Tuve ese tipo de diversión una vez y no salió bien —Lydia suspiró.
—¿Cómo? Quiero decir, ¿qué? ¡Esto es tan inesperado!
—Ellie, es una historia muy larga. No lo sé, no sé si es buena idea contarte.
La chica le sonrió y agarró dos esferas para ponerlas delante de sus ojos con una expresión tonta. —Este es un árbol muy grande el que tenemos aquí, señorita Ryans. Lo suficiente para una historia muy larga.
—¡Bien, de acuerdo! Pero recuerda que tú lo pediste. —La señaló con un dedo y ambas empezaron a decorar el árbol con canciones de Navidad en el fondo y el olor agradable de un árbol natural recién cortado mientras hablaban.
Aunque no estaban charlando de algo feliz del pasado, como viejas historias de Nochebuena o regalos frustrados que nunca pudieron conseguir pero que ahora bromeaban sobre ellos con una risa divertida, todavía se estaban poniendo al día después de meses sin comunicarse y era algo para estar contento con toda honestidad. Una de las cosas importantes en estas fechas era reunir a la familia y no había nada más navideño que disfrutar con tus seres queridos, excepto tal vez los suéteres horribles que intentaban ser divertidos y las mejillas regordetas pero adorables de Santa Claus.
»Había un hombre llamado Dalton en el trabajo. Bueno, él no murió, en realidad todavía está ahí, pero trato de ignorarlo, así que él está tan muerto como una mascota piedra para mí —ella le comentó y yo quería reír, pero me mantuve en silencio mientras adornaban el árbol—. Me preguntó por mi número de la misma manera que ese tipo, sólo que lo hizo después de que compartiéramos un taxi porque nos enteramos de que íbamos al mismo lugar e íbamos a trabajar en la misma empresa. Le dije que se lo daría después de que él demostrara que realmente trabajaba allí y me mostrara el lugar, y lo hizo, así que le di mi número y empezamos a tontear un poco.
Ellie estaba ayudando a poner las luces, pero de vez en cuando miraba a su hermana para hacerle saber que estaba escuchando.
»Él me dijo cosas sobre sí mismo que ahora no sé si eran verdad, y yo le dije cosas sobre mí que eran definitivamente ciertas, como mi sueño de construir ese edificio lleno de salas de ensayo —continuó—. Se quedo en mi apartamento durante las noches y me dijo que le mostrara a nuestro jefe el proyecto porque era realmente impresionante e iba a encantarlo tanto como le encantó a él, que lograría persuadirlo de tal manera que me iba a dar la aprobación para empezar a desarrollar mi empresa de una vez... —Se detuvo con una sonrisa sin humor y luego encendió las luces, haciendo que el árbol pareciera más vivo—, así que empecé a seguir a mi jefe para tratar de hacerle ver lo brillante que era el proyecto y lo hice tanto que puedo jurar que estaba empezando a molestarlo con mi perseverancia inquebrantable, pero estaba segura de que podría convencerlo y Dalton me decía que estaba incluso más seguro que yo sobre eso y realmente lo creí hasta que un día lo escuché reír con el jefe de lo ingenua que era por mi determinación ciega y que no parecía haber forma de apagarme aunque intentaran buscarme el botón, que así es como eran las mujeres de obstinadas y pesadas.
—¿Y lo confrontaste? —Ellie quiso saber con una expresión seria.
—Obvio, no soy tan estúpida. Terminó diciendo que yo era aún más ingenua por creer en él, la persona que sólo quería tontear conmigo, y que cosas como los sueños y las esperanzas no tenían cabida en un lugar rodeado de dinero.
—Pues, no es una historia muy larga —le susurró—. Él sólo es un idiota.
—Es más larga cuando se agrega la cantidad de idiota que es.
—Supongo que ambas salimos con idiotas mentirosos, pero de alguna manera fue gracias a él que conocí a Luke. Algo bueno puede salir de algo malo, Lydia.
—Francamente, estoy empezando a sentirme yo misma de nuevo poco a poco y todo lo que quiero hacer ahora es mostrarle a ese gilipuertas lo equivocado que estaba. No quiero estar pensando en citas o chicos o cualquier cosa relacionada con el romance por ahora, quiero que sepa de primera mano lo que puede hacer una mujer obstinada y pesada y que algo poderoso puede salir de algo malo. Lo único que quiero es que muerda el polvo, Ellie.
—Pero qué pasa si pierdes algo realmente bueno porque estás demasiado enfocada en tu venganza. —Ella le echó un vistazo mientras ponía algunas bolas navideñas y seguía decorando el árbol con un tarareo bajo.
—Vale —Lydia rió—, ¿acaso la Ellie optimista está volviendo a la vida?
—Se podría decir que también estoy empezando a sentirme yo misma poco a poco, pero me temo que es un proceso lento... pero seguro.
—Hola. —Mike entró a la sala—. Papá está ocupado tratando de arreglar una de las luces y pensé que podría ayudar a mis lindas hermanas con el lindo árbol de Navidad. Oh, soy una persona tan buena.
—Sí, claro, ¿y el más amable de la gente deja a papá solo?
—Eso es malvado, ahora me siento como la peor persona de la Tierra.
—No, esos matones tuyos todavía existen y son mucho peores que tú, pero si te hace sentir mejor, tu cara se ve un poco mejor —Lydia señaló.
—Por favor, no hablemos de ellos en la Nochebuena —el chico suspiró y caminó para coger unas bolas y las puso en el árbol—. Les dije que a mí no me importaban. Mi cara no duele tanto ahora y siguen siendo idiotas, así que todo está más que bien por ahora. ¡Hoy se trata de cantar y comer galletas!
—Pues, sí que deberíamos hornear algunas galletas. ¿Qué les parece?
—Ustedes dos hacen unas galletas asesinas y yo apesto en hacerlas, así que hacen eso y entonces me llaman cuando sea tiempo de comerlas. ¿Tenemos un trato? Tenemos un trato. Bueno, vale, ¡adiós!
Ellie pareció ofendida y parpadeó hacia su hermana con incredulidad. —De paso puso la estrella encima del árbol antes de que termináramos. Qué grosero.
—¡Ese babieca! Está suplicando comer una bola de nieve mía.
Luego de unos minutos, terminaron con el árbol y continuaron con toda la casa hasta que estuvo todo llamativo y navideño con colores de rojo, verde y blanco, y fue cuando se sentaron un poco para admirar el producto final y compartir historias de cómo solían decorar en familia cada año, que sonrieron con satisfacción y pasaron a hornear esas deliciosas galletas que Mike apestaba haciendo. Mientras estaban en ello, cantaron las canciones festivas de la radio y bailaron mientras hacían formas de árboles y hombres de jengibre con el cortador de galletas, y al mismo tiempo, trataban de no quemar las que estaban en el horno y seguían extendiendo la masa para cortar muchas más. Parecían estar divirtiéndose mucho, riendo cuando tiraban harina de vez en cuando la una a la otra y hacían un lío de Navidad en toda la cocina.
»¿Crees que Mike está realmente bien? —Lydia preguntó mientras se limpiaba la harina del pelo y observaba a su hermana con una mirada inquieta—. ¿Deberíamos buscar un psicólogo para él?
—Creo que está bien. Nos dijo todo lo que está pasando y lo que necesitamos hacer ahora es hacerle saber a la gente de la escuela para que tomen cartas en el asunto y en caso de que la intimidación continúe, buscar un abogado.
—Pero estoy un poco preocupada porque ya no quiere hablar de eso...
—Es víspera de Navidad. Nadie querría hablar de eso en Nochebuena.
—Diablos, realmente estás empezando a crecer —Lydia se quejó y frunció su frente—. Y yo soy la primogénita, así que soy aún mayor que tú y de paso una vieja amargada que ya no sabe divertirse. ¡Esto es tan molesto!
—Tienes sangre de mamá en ti, hermana; por supuesto que sabes divertirte.
Lydia le sonrió un poco, vieron una película mientras las galletas estaban siendo horneadas y tomaron una ducha después de que las decoraran. Uno de los lotes casi se quemó porque se olvidaron por culpa de la película, pero no pasó a mayores y todas ellas todavía lucían deliciosas con o sin glaseado. Según la mordida rápida que su padre les dio, también sabían bien y quería más antes de que tuvieran que viajar de nuevo a sus ciudades para seguir trabajando como las mujeres adultas en las que se habían convertido sus hijas.
—¿Y qué tal esto? —Lydia leyó el recetario de comidas que heredaron de su madre un par de horas después—. Lasaña de berenjenas con salsa y queso. La verdad es que suena sabroso.
Era la hora del almuerzo y ambas estaban a cargo de prepararlo porque Mike y Jeremy todavía estaban ocupados con las luces y cuidando a los animales de la granja, de manera que planeaban adelantar trabajo para casi no tener cosas por hacer la mañana siguiente, que era 25 de diciembre. Las dos decidieron ir con eso, así que la empresaria comenzó a cortar la berenjena mientras que la muchacha de los pelos de oro estaba cortando los tomates para hacer la salsa y el momento en que la chica sacó el comino después de añadir la sal, mis ojos se abrieron como platos y cuando me di cuenta, ya era demasiado tarde.
—¿Qué haremos para la cena? —Ellie abrió el comino y yo estornudé.
Ambas chicas saltaron cuando la puerta se cerró de repente y la miraron con los ojos abiertos mientras sus corazones se volvían locos por el susto. Me tapé los ojos con las patas, sabiendo muy bien que había causado tal fenómeno, y Ellie empezó a reír nerviosamente con los tomates más que olvidados.
»Es raro porque hace unas horas... —Ella miró sus manos mientras se mordía los labios con los dientes y sacudió la cabeza, aclarándose la garganta—, uh, nada, no pasó nada.
Lydia fue a abrir de nuevo la puerta y se encogió de hombros, buscando la parte lógica en algo que no tenía mucha lógica. —No te preocupes, hace un poco de viento afuera. Probablemente sea sólo eso.
Ellie asintió, tratando de calmarse mientras tomaba el comino de nuevo y empecé a volar lo más rápido posible fuera de la cocina antes de que fuese demasiado tarde, pero a pesar de que podía viajar en un segundo a otra ciudad al tocar una cuerda, no podía ser lo suficientemente rápido para salir de la cocina y mi estornudo terminó cayendo sobre las ollas de la pared, provocando que salieran disparadas por todas partes y les diera a las chicas el susto de sus vidas entre tanto gritaban y corrían fuera de la casa.
—¡Papá, nuestra casa está embrujada! —gritó Ellie sin parar de correr.
Y Lydia le pisó los talones muy de cerca. —¡Hay un fantasma en la casa!
Gemí de pena y toqué la cuerda antes de estornudar de nuevo; al instante vi a Luke trabajando en la tienda de dulces, por suerte lejos del comino. El chico se despidió de un cliente que acababa de comprar bastones de caramelo y volvió a agarrar su móvil, estando en una llamada con Call que quedó en espera.
—¿Ya lo enviaste? —le preguntó su mejor amigo con tono emocionado.
—Ayer. Incluso le escribí una carta y estoy bastante seguro de que le va a encantar —dijo Luke con una sonrisa—. Por lo menos eso espero.
—¿Le escribiste una carta? Amigo, eres tan cursi. Me harás llorar.
—Cállate. Le escribirías una carta a Komata Kizumi si pudieras.
—Vaya, ¡eso fue un golpe bajo, Clarkson! —Callaghan se quejó.
—Lo merecías por burlarte de mí. Oye, ¿quieres jugar Dead Blood Infection?
—¿Y matar a algunos zombis en Nochebuena? Suena bien para mí.
Me acosté en el regazo de Luke y suspiré, cerrando los ojos con la vergüenza de lo que acababa de suceder en Pottery Bane y condenando el hecho de que no pude dejar de soltar tal estornudo escandaloso en frente de ellas. No había muchas debilidades de mi parte, pero por alguna razón, una de ellas era el comino y aunque no era muy habitual que entrara en contacto con él, no era la primera vez que me metía en problemas debido a esa debilidad. Los dos de alguna manera notaron mi presencia, uno porque yo quería que lo notara y el otro porque no pude ser capaz de evitar que lo notara; eran especiales y sin embargo, no sabían lo especiales que eran, pero poco a poco estaba empezando a verlos como algo más que otra pareja destinada a estar juntos y me estaba entristeciendo pensar que tendría que dejarlos ir pronto.
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¡Gracias por sus felicitaciones de cumpleaños!<3 Que sí, que no he respondido comentarios pero los leí todos, I swear, es solo que o estoy ocupada viendo algo en los tiempos que tengo libre o estoy ocupada con cosas de la universidad y a duras penas puedo escribir los capítulos a tiempo (... y eso que a veces, muy frecuentemente, ni siquiera puedo escribir capítulo semanalmente, jhakfakfa. A veces me pelo por unos días, sORRY NOT SORRY... aunque este capítulo más vale se los traje antes de que se haga la semana desde que publiqué el último capítulo, eh). ¡Estoy triste pero feliz al mismo tiempo! Y es tan raro escribir algo navideño cuando estamos a mitad de año, lol, pero siempre es Navi... Nabbydad, así que no importa mucho<3. Pero estoy triste por la última frase de este capítulo... dE VERDAD QUE ME DOLIÓ ESCRIBIRLA PORQUE... SHIKOS, YA SOLO FALTA EL ÚLTIMO CAPÍTULO DE ESTA PARTE Y LUEGO VIENE LA PARTE 4, QUE ES LA ÚLTIMA PARTE DE HALCYON. SOLO FALTAN 11 CAPÍTULOS PARA QUE SE TERMINE. OMG, OMG, OMGGGG... ¿Cómo pasó esto? No tengo ni idea, pero sería muy gracioso si llego a terminar Halcyon antes de que la SAS termine con Nick, JAJAJA. Y hey, fue un capítulo bonito, ¿no? Más o menos, quiero decir, estamos conociendo un poco más de los hermanos de Ellie y dentro de poco conoceremos un poco del papá de Ellie y [guiño, guiño]... No sé si voy a desarrollar un poco más a los papás de Luke (o al menos al papá, porque sí se va a conocer un poco de su mamá...) y pues, eso. ALSO, WHAT DO WE KNOW ABOUT SETH? NOTHING!!!!1!! oklol, el asunto es que estoy en crisis porque ya falta poco para que Halcyon termine... No creo que hayan extras de Halcyon como con Dating Who (... que también tengo tiempo sin actualizar, hafakfhka, pero como les dije: apenas tengo tiempo de escribir para Halcyon e.e Hopefully este mes salga de vacaciones ya). ¡Espero que les haya gustado este capítulo, beibes! yA VAYAN A ESCONDER SUS TOMATES QUE INTENTARÉ NO HACERLOS SUFRIR MÁS... o tanto, jejejeps... Sigan siendo un corazón tendido al sol y no mueran. Tschüss, meine Freunde!