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Los mejores abuelos.
En cuanto el auto comenzó a avanzar, Natalie comenzó a cuestionarme hasta el motivo por el que seguía vivo. Desde siempre mi hermana ha sido así, deja su parte dulce y cariñosa para Noah, y yo recibo la parte insoportable que te tienta a llamar a la mafia.
-¡No lo sé Natalie!
Mi hermana se concentra en su celular luego de mi grito, si bien de niños-antes de que cierto niño invadiera mi vida- éramos unidos, con el tiempo Noah se ganó a la menor de la familia quien si tuviera que salvar a alguno de los dos, se arriesgaría por el otro infeliz aunque por él tuviera que saltar al agua y por mí estirar la mano.
Al llegar a casa solo percibimos silencio, probablemente papá este encerrado en su estudio hablando con sus amigos y mamá en su cuarto haciendo quien sabe qué.
Ambos subimos las escaleras, Natalie corre hacia su habitación pero yo opto por ver a mamá.
Toco la puerta de su habitación-antes de ambos- mientras desarmo la corbata que comienza a asfixiarme. Lo único que logro oír es un pequeño gruñido, por lo que entro.
Nunca creí que vería a Leah Kate Brown Hamilton en ese estado, su piel estaba más blanca que de costumbre, sus ojos cafés no tenían brillo alguno, estaban opacos. Sus labios ya no eran rojizos, sino que estaban pálidos y resecos. Su cabello estaba despeinado como si no lo cepillara desde hace días.
-Mamá.
Me siento en el borde de la cama y ella no duda en abrazarme mientras mira en un punto fijo.
-Ambos están mal, deben arreglar las cosas-digo mientras aprieto levemente su hombro.
-No puedo, oculto algo demasiado importante en nuestras vidas-hablo con voz ronca-, ¿sabes? Al descubrir que él me escribía las notas me enamore perdidamente, cada palabra había llegado mi corazón, y años después confiesa que él no escribió las notas, que las escribió alguien más en nombre de él.
Mamá se queda en silencio y así nos quedamos durante dos horas, hasta que decido dejarla dormir, me despido dándole un beso en la frente y me marchó a mi habitación, en donde curiosamente Noah me espera.
-¿Acaso no sabes lo que dice el cartel de la puerta?-cuestiono- "Prohibido entrar, estoy intentando olvidar que alguien más habita en esta casa".
Noah no sonríe desafiante como siempre, solo me observa.
-No me digas que estas aquí por Judith-exclamo deseando que no sea cierto-, estas en una relación con Keira, ¡ella está más que enamorada! Tienes a la mujer que muchos desean, no la pierdas por caprichoso.
-Si tanto piensas así de Keira conquístala-dijo pausadamente.
-Ya se, soltaras alguna mierda extraña sobre que al ver a mi mejor amiga revivieron tus sentimientos.
-¿Tu mejor amiga? ¿Alguna vez la consideraste así, en verdad? Ambos sabemos que te hervía la sangre cada vez que ella venía para una noche de películas conmigo, deseabas matarme cuando me veías besándola.
Ahogue unas cuantas maldiciones y golpes y le señale la puerta.
-Vete de una jodida vez.
Noah finalmente acepto irse entre carcajadas.
Odio.
Solo eso podía sentir por Noah, admito que no juzgo su forma de ser, después de todo, sus primeros años de vida no fueron fáciles, y su padre no era tan diferente a él, ambos creían tener el mundo a sus pies, cuando ni siquiera poseían una vivienda propia.
Cuando apenas llego, Noah era más bajo de lo que debía a su edad, era demasiado delgado hasta un punto preocupante, y no se atrevía a hablarnos como su familia, siempre era <<Señora Hamilton, Señor Hamilton, joven Natalie, joven Nash>> Era cansador, sonaba a que éramos de la realeza y el nuestro fiel esclavo.
Aunque hoy en día yo ocupo ese puesto, literalmente.
Jamás creí que papá consideraría a Noah para heredar la empresa, la que por años permaneció entre nosotros, pero lo hizo, le dio esperanzas y Noah no dudo en comenzar a ser una competencia para mí.
Papá entra a mi cuarto sin previo aviso, golpeando mi puerta contra la pared sin piedad.
-Sé que me encierro en el trabajo, ¡pero déjame privacidad en mi propio cuarto!
-Tus abuelos vendrán en un rato, dúchate, hueles a perro mojado-dijo cerrando la puerta.
Cuando dice abuelos solo puedo pensar en Ayelen y Mathew Brown, tal vez porque Scarlett y Scott Hamilton viven viajando y nunca están aquí, solo en navidad y año nuevo, pero a veces ni en esas ocasiones aparecen, no los culpo, yo también viviría viajando si pudiera.
A las nueve en punto mis abuelos aparecieron, tan activos como siempre, recientemente habían regresado de visitar a mis tíos los cuales venían a visitarnos casi siempre, pero desde que mamá y papá pelearon sus visitas son menos frecuentes, dicen que es para no golpear a papá, y yo les creo.
La cena transcurrió sin demasiada emoción, el ambiente se notaba tenso, el abuelo Matt parecía tener intenciones de saltar sobre papá en cuanto este parpadeara, la abuela le enviaba miradas cómplices a su hija, Noah y yo nos fulminábamos con la mirada y Natalie jugaba con su celular.
-Nash, querido, ¿me acompañarías a tomar aire?-pregunto la abuela poniéndose de pie, sin dudarlo acepte.
Una vez afuera nos sentamos en uno de los bancos en silencio, esperando a que ella hablara.
-Tus padres aprendieron a no prestarle atención la relación entre hermanos-dijo mirando al cielo-, un grave error si me permites agregar.
-Siempre fue así, y siempre lo será.
La abuela me miro sonriente.
Debía admitirlo, en su juventud ella había sido una magnifica mujer, de gran belleza, envidiable inteligencia y astucia, siempre buscando el bienestar de todos. Pero lo que más admiraba de ella era su capacidad para admitir sus errores, algo que ninguno de mis padres sabe hacer.
No había cambiado con los años, seguía teniendo siempre su cabello castaño pero ahora le llegaba hasta el cuello, en su rostro las pequeñas arrugas eran casi imposibles de ver y el brillo de sus ojos seguía intacto, al igual que el abuelo, quien seguía con su actitud infantil a pesar de sus años.
-Sabes que en algún momento el consejo decidirá quién tomara el poder de la empresa-hablo-, también sabes que a pesar de que tu padre dirija la empresa esta sigue siendo de Matt, de Ryan y su esposa, de mi hermano y Brenda y mía.
-¿A dónde quieres llegar abuela?
Conocía perfectamente la historia de la empresa, mis abuelos junto con sus amigos habían logrado fundar su propia empresa, que luego paso a manos de mi padre ya que fue entrenado por mi abuelo y si bien no se equivocaron en elegirlo, porque la empresa solo ha ido en aumento, en cualquier momento el cargo pasaría a manos de alguno de nosotros, debido a que los hijos de las demás familias no estaban interesados en pasar sus vidas dentro de cuatro paredes.
-Cuando el consejo deba votar y estemos presentes todos junto con tus padres y los demás socios, Matt, Ryan, Bruno, Brenda y yo votaremos a tu favor y haremos todo lo posible para que tú te quedes a cargo.
-¿Es enserio?-pregunto emocionado.
Con tan solo tener el apoyo de los auténticos fundadores tengo una gran ventaja sobre Noah.
-¿Crees que no sé sobre todo lo que hace Noah? ¿Sobre las noches que pasa ebrio? ¿Los escándalos que tus padres se esfuerzan por ocultar? Yo me entero de todo querido, y Noah no es lo suficientemente maduro como para tener sobre sus hombros el peso de una empresa.
-Gracias abuela-dije abrazándola, ella me correspondió con felicidad.
-No es nada, y respecto a Judith, espero que algún día la traigas a cenar, necesito conocer a la chica que ha cautivado tanto a mis nietos, además de enamorar al hijo de Nick y Leah, la pareja menos romántica de todo el mundo.
¡¡¡Feliz navidad!!! Atrasada por supuesto.
Espero que hayan recibido todo lo que pidieron y no algun sweater horrible o un par de medias....Pooooor mi parte recibí Harry Potter y la piedra filosofal (por fin me digne a leer la saga: si no puedes contra ellos uneteles. De igual manera jamás estuve en contra de la saga pero no me interesaba hasta ahora) y Hielo Negro, but este lo tengo que ir a cambiar, ya lo tenía.
¿Que recibieron de bello?
Estoy dudando de hacer esta historia larga, sino que creo que la voy a convertir en una historia 3.1 de That's my girl.
Quiero hacer un especial por las fiestas pero no sé de que historia, ¿ustedes de cual prefieren?
Nos vemos prontillo