En un pequeño bar, se encontraba un pelirrojo con sombrero.
Había vuelto de un trabajo, debería estar feliz, al fin estaba en casa luego de un mes fuera. En cambio, no estaba ni un poco feliz. Sentía de todo menos felicidad; rabia, y tristeza, pero entre todas las cosas se sentía decepcionado.
Ya nada era verdad ni mentira, todas las promesas estaban rotas. Pensaba que estaría feliz, después de tanto tiempo se había librado de esa molesta persona la cual todo el rato se burlaba de él. Pero ahora al pensar en él sentía un vacío en su interior que lentamente lo destruía e intentaba rellenar con vino.
Por su mente solo pasaba una palabra: "Traición". Lo había dejado solo, había desaparecido como si el viento se lo hubiera llevado o su simple existencia hubiera desaparecido del mapa.
Esa noche el pequeño pelirrojo se prometió que lo mataría, esperaría todo el tiempo que hiciese falta para matarlo; intentando convencerse de que podría olvidar su amor hacia el chico con vendajes, aunque ambos sabemos que eso nunca pasará.
Creía que era un día lluvioso, aunque en el fondo solo llovía en los ojos del pequeño mafioso.
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Debería llover mas seguido, así escribiría mas a menudo, aunque sean mierdecitas(?
Bueno, espero que os haya gustado, cada vez que alguien no vota un Atsushi muere(?
Vale, en realidad nadie muere, pero me gustaría al menos que digáis que os ha parecido :3
Chau~