Destrozos del alma© [ IL#1 ]

By Camila_Piedras

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Abby sufre la pérdida de su novio en las carreras ilegales, ella sabe que por desgracia, eso es lo que pasa c... More

FANTÁSTICO REPARTO
Prólogo
1. Chico histérico.
2. La noticia.
3. Los nuevos.
4. Los cigarrillos no son buenos.
5. Una cita de amigos... y familia.
6. Más dolor.
7. Recuerdos.
8. Los golpes de la vida.
9. Un extraño en casa.
11. Relatos de una fiesta loca.
12. Conversaciones.
13. El amigo de Nick.
14. Revelaciones.
15. Familia.
16. Sentimientos encontrados.
17. Dejarlo atrás.
18. Primera fase.
19. El bosque.
20. Tiempo/ Parte I.
20. Tiempo/ Parte II.

10. Una fiesta loca.

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By Camila_Piedras

No tenía ni idea de cómo todo se había ido a la mierda en un segundo, un segundo que se sintió como 1 hora. Levanté la mirada hacia Nick que presionaba una bolsa de hielo en su nariz que ya había dejado de sangrar, ahora mi hermano, Gabriel y yo nos encontrábamos en nuestra sala que no era para nada espaciosa.

Gracias a Dios Magui había llegado a tiempo para llevarse a los chicos a pasear por ahí, Bridget dijo que no mencionaría nada si así yo no lo quería a lo cual también le agradecí. Enfoqué mi vista en el suelo mientras recordaba como Nick se le había lanzado a los golpes a Gabriel, el cual, esquivó todos y cada uno de ellos haciendo que mi hermano ganara un golpe de su parte en la nariz.

—Lo siento, no quería romper tu nariz... —Comenzó mirando a Nick, éste lo ignoró.

—Déjalo —Lo miré con recelo— ¿Qué haces aquí? ¿Qué quieres de nosotros? —Prácticamente escupí las preguntas.

Él nos miró a ambos antes de suspirar y aclarar su garganta, sus ojos grises, casi azules se enfocaron en mí.

—Quería conocerlos.

Nick río con esa voz ronca que utilizaba cuando hablaba sarcásticamente o cuando realmente estaba molesto. Presionó la bolsa de hielos en su nariz para luego reír otra vez hacia él.

—Qué casualidad que ahora si quieres conocernos, ¿No? —Finge pensar—, lástima que nosotros no queramos saber nada de una basura como tú.

—Quiero hacerme cargo de ustedes —Habló con seguridad y firmeza—, quiero enmendar los errores que cometimos su madre y yo hace 13 años. Tengo las posibilidades económicas para hacerlo ahora, tengo los medios y quiero ayudarlos a tener una vida mejor, una vida en la que no se preocupen por nada más que por estudiar y ser adolescentes normales como lo merecen.

Ambos nos quedamos en silencio ante esas palabras, una vida mejor. Río y ellos me observan, lo miro de manera burlona.

—¿Quién mierda te crees para venir a decirnos que quieres 'Darnos una vida mejor' después de casi 14 años de habernos abandonado? ¿Cómo te atreves a presentarte a mi puerta y golpear a mi hermano? ¡¿Cómo mierda te atreves a venir a destruir nuestra vida que con mucho esfuerzo hemos creado para nuestros hermanos?! ¡No me vengas con estupideces! —Grito sintiendo las lágrimas en mis ojos.

Niego cerrando los ojos y luego abriéndolos cuando Nick habla con mucha rudeza ante él.

—No queremos tu asqueroso dinero y bien puedes metértelo por donde te entre. Hemos vivido bien toda nuestra jodida vida sin que siquiera te preocuparas por nosotros. No lo necesitamos, no te necesitamos.

Él nos observa antes de aspirar fuertemente.

—No lo entienden, no quiero hacer esto. Pero no tendré otra opción que hacerlo —Coloca un dedo en sus labios—, ambos son mayores de edad. Por lo tanto, no puedo hacer nada para tenerlos a ustedes, pero los mellizos apenas cumplirán 15 años y como mi madre ha muerto y ella ha tenido la custodia. Ahora yo me haré cargo de la custodia de ellos.

Abro los ojos tartamudeando sin poder procesar palabra alguna, no lo creo. No puede hacernos esto, mis hermanitos. No nos lo pueden quitar, eso acabaría conmigo.

Lo observo con cautela para luego dirigir mi mirada a Nick que me observa con horror, mi cerebro se desconecta y lo último que sé es que estoy encima de él arañándolo y diciendo cosas incoherentes mientras, él, intenta no tocarme o hacerme daño alguno, pero no sabe que con lo que ha dicho ya me ha dañado lo suficiente.

Siento un jalón en mi cintura que trata de separarme del cuerpo de este señor que hace llamarse mi padre, lo golpeó con tanta fuerza que no sé de dónde ha salido.

—¡Eres una mierda de persona! ¡Vete! ¡Aléjate! —Grito mientras Nick me separa de él, se levanta y ajusta su corbata caminando hasta la puerta para detenerse ahí— ¡Preferiría que estuvieras muerto tal vez así no nos joderías la vida! ¡Largo! ¡Fuera! ¡Lárgate antes de que mi odio por ti crezca más!

Una mirada de dolor pasó por su rostro antes de salir y cerrar. Limpio mis lágrimas que bajan sin césar, estoy triste, decepcionada con la vida y resentida porque parece que todo lo malo sucede a mi alrededor y no puedo hacer nada más para detenerlo.

Miro a Nick que pasa una mano por mi espalda tranquilizándome.

—No puede hacernos esto Nick, nosotros los criamos desde que tenían 1 año y medio, no lo soportaría —Sollozo tan fuerte que mi garganta duele, presiono mi cabeza en su pecho empapando su camisa—, perdí a Leo, perdí a la abuela y perderé a los mellizos, a los hermanos que amo más que a nada. No puedo, no puedo más con esto.

—Shis, shis —Peina mi rojo cabello—, nada malo pasará. Encontraremos la manera para que ellos se queden con nosotros. No los perderemos abby, te lo prometo.

Por primera vez en toda mi jodida vida no le creo ni una palabra a mi hermano.

[=]

¿Cómo reacciono cuando los problemas me abundan y los miedos me invaden? Fácil, me voy de fiesta.

No es lo más sano ni mucho menos lo más recomendable, pero supongo que, de una extraña manera, me ayuda a olvidar toda la mierda que sucede a mi alrededor.

—Me asustó mucho que me llamaras a media noche para salir de fiesta —Comenta por lo bajo, ruedo los ojos estacionando mi auto—. En serio, como que me da miedo.

—¿Por qué te da miedo Adam? No es la primera vez que salimos de fiesta.

—¡Exacto! No es la primera vez que salimos de fiesta a escondidas de Nick —Finge escalofríos—, la última vez terminaste tan ebria que no te podías sostener ni por un segundo, luego vomitaste y ¡Bam! Desmayada.

>> ¿Y quién crees que tuvo que llevarte a casa y aguantar las amenazas de tu hermano? —Salgo del auto, lo miro encogiéndome de hombros— ¡Pues yo!

—No seas dramático. No es como si mi hermano fuera a golpearte. Eres como de la familia.

—Debí fingir que estaba ocupado.

—Pues te jodes, ahora quiero algo de beber.

Toma mi brazo girándome, frunzo el entrecejo antes de rodar los ojos soltándome.

—Solo no te pongas hasta la mierda, o por lo menos no desaparezcas.

—Tranquilo. —Le doy la más grade de mis sonrisas.

Camino hasta entrar a la casa, hay muchas personas, cantidades de vasos rojos regados por todos partes y botellas de alcohol esparcidas por el suelo. Sonrío.

Me adentro en la cocina en donde tomo un vaso aparentemente limpio y sirvo lo que parece vodka. Lo llevo a mis labios e inmediatamente siento el ardor recorrer mi garganta, aprieto los labios cerrando los ojos.

Me estremezco brevemente abriendo los ojos, me sirvo otro vaso y pronto me encuentro con la botella en la mano mientras camino hasta la zona donde todos bailan, observo con cautela todo el lugar.

Está oscuro, hace tanto calor que siento como mi cabello se adhiere un poco a mi mejilla que está sudada, lucho con el constante dobladillo de mi vestido que intenta subirse, me inclino tanto que sin notarlo voy resbalando de la barra en la que me encontraba recargada, pego un gritito cuando siento todo mi peso irse de lado a punto de caer.

Maldigo cuando unos brazos me rodean y fruncen el ceño, pero luego su coqueta sonrisa se posa en esos dulces labios que ya he tenido la oportunidad de besar.

—Te vi desde el otro lado de la sala y dije; yo conozco a esa pelirroja. Como siempre, ha sido un placer hacer que tu bonito culo no se estrelle contra el suelo.

Río, creo que ya me siento un poco achispada.

—Bueno, parece que siempre apareces en los momentos correctos.

¿Estoy coqueteando? Por supuesto que sí.

—No sabía que te iba el alcohol.

—¿A quién demonios no le va el alcohol? —Llevo la botella a mis labios, me observa revolviendo su rubio cabello, ríe.

—Eres divertida.

—Soy mucho más que divertida, puedo asegurártelo.

—Te creo —Tiende su mano—¿Bailamos?

Me encojo de hombros dejando la botella de lado tomando su mano, me encamina hasta la zona en la que todos bailan y secretamente estoy nervosa. El alcohol no es lo mío, hago muchas tonterías de las que luego me arrepiento en la mañana siguiente. Ed toma mi cintura acercándome a él, bailamos al ritmo de la música mientras vergonzosamente me restriego un poco sobre él.

¿Qué estoy haciendo? No lo sé, sólo sé que quiero divertirme con este rubio que parece dispuesto a dejarse llevar. Sé que estoy ebria, sé que mi hermano me matará y también sé que esto me hará miserable en la mañana, pero lo deseo tanto, deseo perderme sin retorno y con una fuerza que haga que me arrepienta tanto por la mañana.

Suspiro antes de tirar de su cuello presionando mis labios en los suyos. Siento como sus labios se mueven junto a los míos, como chupa y mordisquea mi labio inferior para después tirar de él, entreabro la boca para darle paso a su lengua, se roza con la mía causando una exquisita sensación y si me lo preguntan, muy placentera.

Nos separamos jadeantes y con la respiración entrecortada, lo miro y sus ojos azules arden ante el deseo y la lujuria, me acerco lentamente a su mejilla plantando un beso, mis labios muerden el lóbulo de su oreja, susurro lo más lento que puedo.

—Hazme olvidar.

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