Fleur: Mi desesperada decisió...

By Ariana_Godoy

69.6M 6.9M 11.6M

[COMPLETADA] Una noche fue suficiente para cambiarlo todo, para destruirlo todo. Él acabó con mi familia, con... More

Prólogo
CAPÍTULO I
CAPÍTULO II
CAPÍTULO III
CAPÍTULO IV
Capítulo V
Capitulo VI
Capitulo VII
Capitulo VIII
Capítulo IX
Capitulo X
Capítulo XI
Capítulo XII
Capitulo XIII
Capítulo XIV
Capitulo XV
Capítulo XVI
Capítulo XVII
Capítulo XVIII
Capítulo XIX
Capitulo XX
Capitulo XXI
Capítulo XXII
Capitulo XXIII
Capitulo XXIV
Capitulo XXV
Capítulo XXVI
Capitulo XXVII
Capítulo XXVIII
Capitulo XXIX
Capítulo XXX
Capitulo XXXI
Capítulo XXXII
Capitulo XXXIII
Capitulo XXXV
Capitulo XXXVI
Capítulo XXXVII
Capítulo XXXVIII
Capítulo XXXIX
Capítulo XL (Especial I)
Capítulo XLI
Capítulo XLII
Capitulo XLIII
Capítulo XLIV
Capítulo XLV
Capítulo Final
Epílogo
¡Fleur: Mi desesperada decisión ya en librerías!

Capitulo XXXIV

1.1M 132K 210K
By Ariana_Godoy

"Cuando las mato sé que me pertenecen, es la única manera de poseerlas. Las amo y las deseo."

—Edmund Kemper.

Capitulo XXXIV

Una pesadilla...

Tiene que ser una pesadilla.

Rogué en mi mente, mientras volvía a la consciencia, abrí mis ojos lentamente, esperando ver el techo de mi habitación en el psiquiátrico. Sin embargo, lo primero que vi fue un ventilador de techo que nunca había visto en mi vida. Mi pecho se apretó ante la cruel realidad, mi estomago revolviéndose.

No es una pesadilla.

No entres en pánico, no lograras nada así.

Dana...

Lagrimas se formaron en mis ojos, y cayeron a los lados de mi cara. Ay Dana... ella no se merecía morir así, ella no había hecho nada malo, no podía dejar de pensar que su muerte era mi culpa. Si ella no se hubiera involucrado conmigo... Si yo no hubiera sido tan estúpida como para dejarme engañar de Mason, ella estaría viva.

Calmándome, giré mi cabeza a ambos lados para darle un vistazo a mis alrededores, estaba acostada sobre mi espalda en una cama amplia de sabanas blancas, era una habitación inmensa, tenia dos ventanas que tocaban el suelo y llegaban al techo, cortinas blancas a ambos lados. Me senté para revisarme, aún tenia puesto mi uniforme del psiquiátrico. No estaba atada, lo cual me pareció extraño pero bueno, tenia que pensar con cuidado un plan de escape. Me quité las sabanas, lanzándolas a un lado y mi esperanzas de escape se esfumaron.

Una cadena estaba conectada a un aro de metal alrededor de mi pie derecho. Jalé contra la misma a ver hasta donde llegaba, estaba conectada a un gancho de metal en la pared opuesta. Me tenia encadenada como un animal, con el corazón en la boca, seguí evaluando todo. Habían dos puertas a mi derecha y una a la izquierda, ¿Baño? ¿Closet? ¿Salida?

¿Dónde estoy? ¿Qué es este lugar?

Me levanté con cuidado, la cadena haciendo ruido contra el piso de madera, me doy cuenta que la cadena se extiende lo suficiente como para llegar a las puertas pero no a la ventana, revisé ambas puertas a mi derecha pero solo encontré el baño y el closet. Necesitaba algo con que defenderme, estaba segura de que Mason aparecería en cualquier momento.

Después de revisar todo el closet y no encontrar nada, entré al baño, y busqué cualquier tipo de objeto que pudiera usar pero estaba vacío solo tenia toallas y jabón.

—¿Buscando un arma, bonita?

Su fría voz me hizo saltar y girarme hacia la puerta del baño, ahí estaba parado Mason, con sus brazos cruzados sobre su pecho casualmente, sus coloridos ojos llenos de diversión, como si el no hubiera destruido mi vida y no hubiera asesinado a sangre fría a Dana hace unas horas.

—No pierdas tu tiempo.— una sonrisa torcida se forma en sus labios, un huequito apareciendo en una mejilla solamente, —No encontrarás ninguna.

¿Cómo podía estar tan tranquilo? ¿Cómo podía sonreír de esa forma?

Él no siente nada...

Recordé, Mason estaba loco, era un psicopata, un buscado asesino en serie. Él había hecho cosas horribles sin sentir absolutamente nada. Luchar contra él o hacerlo enojar no era lo más prudente en estos momentos considerando mi situación. Tenia que ser inteligente si quería tener la más ligera posibilidad de sobrevivir.

A pesar de que todo en mí me gritaba para que lo golpeara y le gritara un montón de palabras de odio, tragué grueso y traté de sonar calmada, —No buscaba un arma.

Él levantó una ceja, —¿Entonces que buscabas?

Mentirle no había sido una buena idea, —Una salida.

Eso pareció convencerlo, —¿Tienes hambre?

Síguele juego, Fleur.

—¿Tú que crees?

Él dejó sus brazos caer a sus costados y dio un paso dentro del baño, instintivamente retrocedí hasta donde me dejó la cadena.

Mason suspiró, —No tengas miedo, no voy hacerte daño.

—¿Por qué debería creerte?

Él sonrió para si mismo, —Si quisiera hacerte daño, ya lo hubiera hecho hace mucho tiempo.

—¿Entonces que quieres de mi?

Él dio otro hacia paso hacia mi, —Siempre haciendo tantas preguntas.

—Y tú siempre evadiéndolas.

Él sonrió ampliamente, dando otro paso en mi dirección, —Supongo que algunas cosas no cambian.

Mi espalda encontró la pared del baño detrás de mi, Mason ya estaba frente a mi, la distancia entre nosotros no era mucha, si él alzaba su mano, podía tocarme fácilmente. Él me aterraba pero no podía demostrárselo, algo me decía que él solo lo disfrutaría si mostraba mi miedo.

Él alzó su mano lentamente hacia mi, y dejé de respirar. Sus dedos tomaron un mechón de mi cabello, sosteniéndolo y dandole vuelta, —Eres tan hermosa.

Respira, Fleur, no llores, no lo empujes, mantén la calma.

—Dijiste que no era tu tipo.— traté de sonar casual pero mi asustado corazón estaba latiendo tan rápido que temía que él pudiera escucharlo.

Mason se inclinó aún más, su rostro a escasos centímetros del mío, —Mentí.

De cerca, sus ojos lucían hermosos, hipnotizantes como los de un ángel caído, disfrazando la crueldad que se escondía detrás de ellos.

Estaba a punto de colapsar cuando él se alejó, soltando mi cabello, —Date una ducha, hay ropa en el closet, vendré por ti en 20 minutos.

—¿Qué te hace pensar que haré lo que dices?— las palabras dejaron mi boca antes de que pudiera controlarlas.

—No tienes que hacerlo,— habló con ese tono helado que ahora le fluía tan naturalmente, —Estoy siendo un caballero al dejarte hacerlo sola pero no me molestaría ayudarte a tomar una ducha y vestirte. Vuelvo en 20 minutos, bonita, ¿Estarás lista?

—Si.— había entendido el mensaje, o lo hacia yo sola o él me obligaría, lo menos que quería era que pusiera sus manos sobre mí.

—Bien.

Con eso, desapareció por la puerta del baño, apenas lo hizo, solté una larga respiración que no sabia que estaba aguantando y gruesas lagrimas rodaron por mis mejillas mientras sostenía mi pecho, —Dios mío.— murmuré, mis manos temblando, estaba en su manos, el asesino de mi familia había llegado a mí y quien sabe que iba a hacer conmigo.

¿Torturarme? ¿Matarme? ¿Violarme? ¿O tal vez todo eso y más?

Yo sabia de todo lo que era capaz Mason y eso solo incrementaba mi miedo.

Limpiando mis lagrimas, decidí apresurarme, no sabia cuantos minutos habían pasado pero sabia que no quería a Mason obligándome a hacer nada. Busqué el closet y se me revolvió el estomago cuando noté que toda la ropa era de mi talla, ¿Desde cuando tenia todo esto planeado?

Escogí una camisa de mangas largas y unos pantalones de lana, que tenían un cierre a un lado de la pierna, para poder ponérmelo con la cadena, bastardo, de verdad había preparado todo. Parecía una pijama pero no me importaba, quería cubrirme lo más posible. Mi ducha fue rápida, no me sentía segura estando desnuda en ese lugar así que me vestí apresuradamente.

Con el cabello mojado, salí y me senté al final de la cama a esperarlo. Detestaba obedecerlo, pero Mason tenia el control de esta situación, no lograría nada llevándole la contraria.

—Me alegra que estes lista.— dijo al entrar. Se arrodilló frente a mí, sorprendiendome. Su mano tomó mi pie y estaba a punto de gritarle que no me tocara cuando lo vi sacar una llave para abrir el aro de metal alrededor de mi tobillo. Arrugué mis cejas, ¿Me estaba liberando?

Consideré patearlo, aprovechando que estaba de rodillas, pero Mason era mucho más fuerte y más alto que yo, tenia mucho que perder. Él se puso de pie, y me extendió la mano, —Vamos, hora de desayunar.

Sin darle la mano, me levanté, él bajó la mano, meneando la cabeza, —Siempre tan testaruda.

Lo seguí afuera de la habitación por un largo pasillo con puertas a ambos lados, luego escaleras, sala y finalmente un comedor. Al observar el lugar, me di cuenta de que era exactamente igual a la cabaña de mi familia, sabia que no era la misma pero la estructura si lo era.

Mason tenia una mesa preparada con todo tipo de comidas de desayuno: cereal, panquecas, huevos, pan tostado. Me preguntaba cuanto me tomaría llegar a la puerta y correr en un momento que él estuviera distraído.

—No lo lograrías.

Su voz me sorprendió, se había sentado del otro lado de la mesa frente a mi, —¿Qué?

—No lograrías escapar, este lugar esta bajo llave y solo yo tengo las llaves. Aunque llegarás a la puerta o a alguna ventana, no lograrías salir así que no pierdas tu tiempo, y come.

—Yo no—

—No mientas, bonita.— él se sirvió un vaso de jugo de naranja, —Nunca has sido buena mintiendo y yo soy muy bueno leyendo a las personas, ¿Recuerdas?

Sus palabras me recordaron al psiquiátrico y todas las mentiras que me dijo, eso desató una marea de preguntas en mi mente, —Me mentiste todo este tiempo pero hay tantas cosas que no entiendo.

Él comenzó a untar mermelada sobre un pan tostado, —A ver, estoy de buen humor, pregunta.

—¿Cómo lograste tener esos morados en tu cara? Dijiste que el asesino lo había hecho, ¿Te golpeaste a ti mismo?

Mason mordió su pan, —No, tu amado me golpeó.

—¿Mi amado?

Mason tragó, sus ojos mirándome con curiosidad, —Pierce.— hizo una pausa, observándome con cautela, —¿O debería decir Agente especial Pierce Ferguson?

¿Qué?

Dejé de respirar, —¿Agente especial? ¿De qué estas hablando?

—Es muy temprano para arruinarte tu falsa historia de amor con ese idiota pero que se puede hacer.— Mason se sacudió las manos, tomando un sorbo de jugo de naranja, —Pierce es un agente encubierto de la policía, ellos sabían que yo vendría por ti así que enviaron a un agente encubierto para que estuviera a tu lado. La única razón por la que se acercó a ti fue porque era su deber protegerte.

Mi corazón se hundió en mi pecho, —Estas mintiendo.

Mason meneó la cabeza, —No miento, bonita, ¿A caso nunca sentiste que él te ocultaba algo? ¿No notaste nada raro?— bajé la mirada, —Tu cara dice que si.

No quería darle a Mason la satisfacción de romperme el corazón, quería quitarle esa sonrisa de suficiencia que tenia en su cara, —Puede que él no haya sido honesto con la razón por la que estaba en el psiquiátrico pero se que lo que él siente por mi es real.

—¿Siente?— Mason levantó una ceja y se echó a reír, desconcertándome, —Ahí esta el problema, bonita, Pierce no puede sentir, él es como yo, ¿De donde crees que viene lo especial en su titulo de agente? Psicopata, sociopata, llámalo como quieras, él es igual a mí, solo que decidió estar del lado de la justicia para divertirse atrapando a otros como él.

No...

Pude sentir como la grieta en mi corazón se abría, rompiendo, ardiendo, quemando mi pecho. No, Mason tenia que estar mintiendo, Pierce... no... mi mente comenzó a repasar cada momento, cada gesto, cada palabra.

Recordé lo frío que él había sido conmigo tantas veces, todas las veces que me preguntó si recordaba algo de la noche del asesinato, me quedé estancada en la ultima vez que nos vimos, en sus palabras...

"No he sido honesto contigo, no me merezco que te entregues a mi ciegamente."

No, no era posible. Pierce me había demostrado tantas emociones, en sus ojos, en sus expresiones, eso no lo hacia alguien que no sentía nada.

Mi voz era apenas un susurro, —Él... me demostró lo que sentía por mí, yo podía verlo en su rostro, él si siente.

Mason ya estaba comiendo su segundo pan tostado, —Nosotros podemos imitar las expresiones de emociones, copiar pero eso no quiere decir que sean genuinas.— él suspiró, —Entiendo que esto debe ser bastante impactante para ti, saber que él ha estado jugado contigo todo este tiempo debe doler.

—Tú también estuviste jugando conmigo.

—Buen punto, creo que ya puedes ver lo parecidos que somos él y yo, ¿No?

Luché contra las lagrimas, no podía llorar frente a Mason, no le daría el gusto de saber que acaba de destruir mi corazón, aunque mi vida amorosa no era mi prioridad al momento, mi prioridad era sobrevivir, no podía negar que me dolía mucho descubrir esto y que esperaba con todo mi corazón que Mason estuviera mintiendo.

Por favor, no seas como Mason, ojos grises.

Por favor. 

xx

Nota de la autora: ¡Aja! Esta vez no tuvieron que esperar tanto, ¿Se nota que estoy de vacaciones? ¡LIBERTAD!  Tengo sentimientos encontrados sobre este capitulo, Mason siempre ha sido un personaje que odio pero que me parece jodidamente interesante, lo se, estoy loca. 

En fin, solo dire una palabra para que se desahoguen aquí: ¡PIERCE!

Muakatela,

Ariana G. 

Continue Reading

You'll Also Like

230 62 26
"Admite que te da curiosidad, él es como el fuego y tú una incauta polilla".
79.2K 6.3K 18
⚠️Corrigiendo⚠️ Y es que nunca pude amar a alguien más con la misma intensidad con la que te ame a ti, te recuerdo día y noche. Jamás olvide nuestros...
13.2K 7K 36
¿Sabes lo que se siente cuando dos planetas impactan y crean explosiones? ¿Sabes que esto puede provocar una inmensa catástrofe? ¿Sabes que para mí...
6.2M 640K 20
Tercer libro en la Saga Darks (2021) Portada: BetiBup33 design studio.