Caminaba por las playas de Miami junto a Sophia. Nos habían dado un pequeño descanso en diciembre antes de nuevas agendas, entonces todos decidimos unas vacaciones en Miami y yo llevé a mi familia, nos hospedabamos en una gran habitación en el hotel "Blue Ocean" todos juntos. Era lo que más nos guataba.
Eran las 9:00 am y recién comenzaba a llegar gente a esas hermosas playas, pero ya habíamos caminado mucho, así que, decidimos regresar al hotel.
Al volver me recosté en el sillón cambiando los canales. ¡Malditas transmiciones!, todos eran progamas de chimentos. Odio los programas de chimentos aún más desde que comenzaron a pasar falsos rumores míos, y también desde que empezaron a pasar cosas sobre Ed y la tal Leila. Desde que salió a la vista eso no he hablado con Ed por Skype o llamada, ni siquiera por mensajes, me negué a responder toda y cada una de sus señales.
-Dawn- dijo llamando mi atención Niall quien estaba en la puerta junto a Sophi, Ingrid, Sebastian y Cher- Iremos a los video juegos ¿Quieres venir?.
-No, gracias. ¿Los demás?
-Felix está durmiendo, tus abuelos con Lili en la playa y los otros, ni idea.
-Ok, diviertanse- saludé con la mano y todos cruzaron el umbral.
Suspiré-¿Y ahora qué?- miré el reloj y aún faltaba mucho para almorzar. Me levanté del sillón y salí al balcón. Era un hermoso día, no lo iba a desperdiciar estando aburrida dentro de la habitación, aunque no tenía muchas ganas de ir a la playa otra vez, pero recordé que el hotel tenía piscina.
Entré a mi habitación, me coloqué una atractiva biquini, un vestido floreado semi-traslúcido, unas gafas, unas sandalias rosa y mi bolso de playa con varias cosas dentro como el celular y un buen libro.Llamé al asensor y bajé a la recepción. Un par de admiradores se hacercaron a mi mientras iba de camino a la piscina.
Cuando llegué, acomodé mis cosas en una de las reposeras y me quité el vestido y las sandalias para tomar sol mientras leía el libro. Llegando al capítulo tres me acomodé espalda arriba llamando la atención de varios hombres a mi alrededor.
El lugar era lo bastante grande, habían muchas reposeras para tomar sol. Habia un lugar dónde servían tragos y una mesa de ping-pong para pasar el tiempo.
-Hola señorita- dijo una voz masculina- ¿Le puedo servir en algo?
Volteé a ver quien era. Esos ojos, el peinado: ¡Era Cameron Dallas!, el chico que me invitó a bailar esa noche en el club en Los Angeles.
-¿¡Cameron!?- pregunté levantando mis gafas.
-¿Dawn?- preguntó asombrado.
-Si, soy yo-me senté- ¿Qué haces aquí?
-Trabajo aquí de mozo. ¿Y tú? - se sentó en la reposera frente a mi.
-Estoy de vacaciones...ya sabes.
-Claro eres cantante...cuando supe que eras famosa me quedé perplejo. No sabía que tenías tanta fama.
-Ni yo. Todo pasó muy repentino.- Asentí con mi cabeza mirando hacia la piscina.
El miró hacia el bar y volvió la vista hacia mí- Te traigo algo y seguimos hablando ¿Quieres?
-Suena estupendo- sonreí.
-¿Qué quieres que te traiga?
-Mmm...solo una limonada- dije colocándome las gafas otra vez.
-En un minuto vuelvo- se levantó y caminó hacia el bar sin antes dedicarme una última sorisa.
Volví a colocar mis piernas sobre la reposera y miré con atención a mi alrededor. En ese momento llegaba más gente al lugar. No le presté mucha atención y seguí leyendo boca abajo. Pasé al capítulo cuatro y aún Cameron no volvía, el cinco y por último el seis, pero seguía sin aparecer. Decidí ir a buscarlo.
Me coloqué las sandalias y caminé hacia el bar.
Me detuve en seco al ver a una rubia que se me hacía parecida, estaba junto a la mesa de ping-pong con varias personas. Se sacó los lentes de sol y la conocí al instante, era Taylor Swift. ¿Por qué no ir a saludarla? Caminé dos pasos y volví a mirar el lugar. El cuerpo se me estremeció al ver quién tenia la paleta de ping-pong.
-Mierda, es Ed-susurré por lo bajo.
El susto hizo que caminara hacia atrás, di media vuelta, choqué con alguien y finalmente caí dentro de la piscina. Todos tenían puestas las miradas en mi exepto el grupo donde se encontraba Ed y Taylor que seguramente supusieron que solo fue alguien que saltó a la piscina.
Cameron contempló lo que pasó y corrió hacia mi.
-¿Estas bien?-preguntó tendiendome una mano para salir y acepté su ayuda.
-Si, me tengo que ir- me puse de pie y tomé todas mis pertenencias con rapidez.
-¿Qué sucede?¿Te lastimaste?- preguntó preocupado.
-No, no. Tengo que salir de aquí, es urgente- tomé una toalla y me cubrí la cabeza- Adiós.
El se quedó mirándome desconcertado mientras salía por la salida más lejana de dónde estaba Ed. Lo último que alcancé a vizualizar fue a la rubia junto a él. Seguramente esa era Leila.
Corrí por el hotel toda empapada hasta el asensor.
-¡Petisa!- gritó Harry quien venía caminando junto Louis por el pasillo y me miraron extraño en cuanto me vieron toda mojada-¿Qué te pasó?
-¿Te tiraste a la piscina y viniste corriendo hacia acá?- bromeó Lou y ambos rieron.
-Si- dije completamente seria y ellos dejaron de reir incómodos-¿Suben?
Ambos asistieron y me coloqué en frente a los dos para entrar primera cuando abriera el elevador. Louis giró la cabeza hacia la recepción y noto algo que llamó mucho su atención.
-Dawny...¿Aquél no es Ed Sheeran? - señalo al colorado que venía caminando rumbo a nosotros.
Mire sorprendida hacia la recepción y entré en pánico. Justo a tiempo el ascensor abrió, tomé a Harry y Louis de los brazos y los empujé dentro.
-Cualquier cosa si viene hacia acá ustedes no lo conocen, no me conocen y si es posible no hablen con él ¿Ok?- dije lo más rápido posible- Yo me esconderé detras de ustedes.
Me hice paso entre ambos quienes me miraban confusos y me escondí en la esquina del asensor detrás de ambos.
-¿Por qué haces esto?- preguntó indignado Harry.
-Les juro que después les explicaré- ambos asintieron confusos.
Miré a la puerta y él se detuvo en frente del elevador y entró, rápidamente me agaché poniendome en cluquillas. Harry y Louis se pegaron más para ocultarme entre si y fingieron grandes sonrisas falsas.
-Hola- saludó el pelirrojo a los chicos mientras entraba al elevador.
-Hola- dijeron ambos sonrientes.
Traté de mantener mi respiración leve, pero los nervios me lo impedían. Ed miraba de reojo a los chicos. Y volvía la mirada indeciso.
Ay! Se ve tan lindo... es como estar viendo un ángel. ¡Uhg! Basta Dawn. Concentrate y no hagas ruido.
-Puede ser que los conozca de algún lado- preguntó Ed a los chicos.
-Emm...sí-dijo Harry.
-¡No!- continuó Louis mirando a Harry con los ojos bien abiertos.
-Digo, no. Tal vez, no lo sé-volvió a hacer una sonrisa improvisada. Ed los miraba con cara de no entender nada de lo que decía.
-¿Son turistas?
-Si, somos turistas- continuó Harry.
-Ah...¿De dónde?
- De- casi estaba por decir el nombre de nuestro país, sabía que los iba a reconocer si le decía el nombre del país entonces le pellizqué la pierna- AAAAAAAAAlemania- gritó Louis con dolor y me pegó una pequeña patada.
-Alemania, lindo lugar- volvió a mirar al frente.
Louis y Harry miraron hacia mi y Lou moduló -¿Qué carajo pasa contigo?- levanté los hombros y les hice una seña para que voltearan.
El asensor se detuvo dejando entrar a una señora con dos perros pequeños. Los chicos se hicieron más atrás aplastandome contra la pared y tuve que acomodarme un poco para entrar.
Uno de los perros notó mi existencia y comenzó a ladrar.
-Cállate, cállate- susurré lo mas bajo posible.
Harry trataba de alejar al perro, pero insistía en volver dónde yo estaba.
Ed miraba atento al perro que hostigaba las piernas de Harry.
-Señora puede alejar al perro, le está ladrando a mis piernas- dijo Harry y la señora lo miró con indiferencia.
Paró el ascensor- Todos odian a los perros.- se quejó la señora bajando del elevador y este volvió a cerrar sus puertas.
Suspiré profundamente y me tapé la boca porque se escuchó muy fuerte y Ed frunció el ceño al escuchar. Lou se dio cuenta y suspiró imitando mi tono de voz.
Cuando el ascensor se detuvo otra vez, las puertas se abrieron dejando paso a Ed quien saludó con una amable sonrisa hacia los chicos.
Esperamos un rato hasta que se alejara y salí agitada entre las piernas. Me coloqué de pie y acomodé mi mojado cabello.
-¿Qué?- dije mirando las caras enfadadas de ambos.
-Nos debes una gran explicación- dijo Harry cruzado de brazos.
-Está bien, pero no se lo digan a nadie. Muy pocas personas saben esta historia.
-Cuenta, no se lo diremos a nadie-siguió Louis.
-Bueno...
***
Entré corriendo a la habitación gritando el nombre de mi mejor amigo, pero no respondía. Entonces corrí hacia su habitación y salté sobre su cama.
-¡Felix, Felix, Felix! - grité mientras movía su cuerpo dormido.
-¿Que?- dijo con una voz muy ronca- Vete y déjame dormir en paz.
Felix me largó un manotazo que me hizo caer de la cama-¡Felix!- grité adolorida y me puse de pie otra vez. Tome una almohada y se la arrojé directo a la cabeza- ¡Es urgente!
Siguió sin dar señales de movimiento.
-¡Felix, Ed esta aquí!.
Se levantó bruscamente y me miró sorprendido. Felix lo odiaba profundamente desde que pasó lo de la tal Leila e iba a matarlo en cuanto lo tuviera en frente.
-¿Él está aquí?
-¡Si el!
-¿Que hace aquí el desgraciado ese?- se sacó la camiseta con la cual dormía y se colocó otra tan rápido como pudo.
-No tengo idea- me tiré sobre la cama boca abajo ocultando mi cara entre las sábanas.
-¿Cómo sabes que el esta aquí?
-Lo vi en la piscina- levanté mi cara- Sólo sé que está con Taylor y la Leila esa.
Felix caminó rápidamente hacia la puerta- ¡Bien que le voy a partir la cara a ese!
Abrí los ojos como platos, salté de la cama y le impedí la salida. ¡No iba a dejar que le pegara a Ed! Aunque sería bueno...No, mejor no.
-¡No!-grité impidiendole el paso.
-¿Por qué no? Ese idiota se merece una buena paliza- su irritación hacía que las venas se le hincharan.
-¡Lo matarás!. Aparte, el no sabe que estoy aquí, y no lo sabrá. No quiero cruzármelo porque sinceramente no se cómo actuar.
Felix se calmó un poco.
-Ey!...¿A que se deben tantos gritos?- preguntó Zayn que pasaba por el pasillo.
- ¡Le voy a partir la cara a Ed Sheeran!- contestó Felix y lo fulminé con la mirada.
-¿¡Él esta aquí!?- continuó Zayn.
-Si, pero...-traté de aclarar.
-¡Yo te acompaño!
Felix se escabulló de mí y ambos caminaron hacia la puerta de salida.Cuando los alcancé, tomé sus brazos haciéndolos voltear para que me miraran.
-Ustedes no van a ningun lado- dije enojada.
-Pe...
- Shhh, no digas nada Felix- señalé al castaño quien puso los ojos en blanco.
-Pero...-continuó Zayn.
-¡Cállate Zayn! O serán ustedes los de la cara rota- suspiró y metió sus manos a los bolsillos.
-Como decía ustedes no van a hacer nada por tres razones: 1) No tengo ganas de enfrentar problemas culpa de ustedes. 2) Si lo agarran ustedes dos lo van a matar, y no quiero que maten a alguien. 3) No quiero que él sepa que estoy cerca. En definitiva NO quiero que lo miren, que le toquen un miserable pelo, que le digan quienes son. Y por último, si estan cerca de él, a mí no me conocen. ¿Entendido?
-Entendido- dijeron ambos.
-Genial. Ahora me voy a cambiar.
Salí de la sala pisando fuerte. Entré a mi habitación, tomé varias prendas y me fui a tomar una ducha.
***
La misma noche Jonathan nos había invitado a cenar para ver nuestras próximas agendas. Mientras tanto me debatía si llevar sandalias o tacones.Tenía puesto un vestido cómodo todo floreado, entonces si usaba sandalias se vería muy simple, pero si usaba tacones se vería muy exagerado.
-¡Vamos Dawn, no te tardes o llegaremos tarde!- gritó Ingrid.
-Ya voy, ya voy.
-Te esperaremos en la recepción ¿Bien?
-Bien.
Finalmente me decidí por los tacones. Estaría toda la noche sentada y no tendría que caminar tanto. Me calzé los zapatos, tomé mi bolso y salí rumbo a la recepción. Mientras caminaba hacia el asensor revisé mu celular porque me acababa de llegar un mensaje.
| Logré conseguir tu número. ¿Quieres salir esta noche?... Cameron :)|
Inmediatamente respondí:
| Me encantaría. Pero tengo cosas importantes que hacer :( Si quieres otro día, estaré libre|
Envié el mensaje y derrepente choqué con alguien. ¡Genial! Dawney Victoria Pena especialista en chocar personas desde el año 1.
-¿¡Dawn!?- preguntó.
El pánico subió en mi cuerpo al ver quién era.