Christian's PV
- Es una mujer obstinada doctora Steele.
- ¿Lo soy? – de pronto, frente a mi aparece una mujer segura de sí misma, decidida y valiente. Se ve jodidamente caliente. Se acerca hasta donde estoy parado y en cámara lenta se inclina para llegar hasta mi mejilla. Todos mis sentidos parecen alarmarse, actuando conjuntamente. Su aroma, la suavidad de su piel, la calidez de su aliento, su respiración suave, y la belleza que emana me dejan por completo hipnotizado. Sus labios hacen contacto con mi piel, haciendo que todas mis terminaciones nerviosas estallen y comiencen a recorrer todo mi cuerpo, siendo mi polla, el destino final. En menos de un segundo, da media vuelta y torna el camino con dirección al lado contrario al cual debo ir.
- El caso será usted señorita Steele – susurró tocando en donde hace unos segundos está indescifrable mujer posó sus labios.
Mi mente y mi cuerpo viven una batalla interna de si seguirla o no. Mi cabeza y orgullo me recriminan no hacerlo y devolverme a mi apartamento para buscar alguna sumisa y tener una larga sesión en el cuarto rojos, pero mi polla dice otra cosa, seguirla y cotejarla hasta que sucumba a los placeres carnales que pueda ofrecerle. Sin embargo un miedo de apodera de mi. Que sucedería si no es el deseo de tenerla en mi cuarto de juegos, sino que esa mujer fuese para mí, todos los días del año, durante toda mi puta vida.
No Grey. Estas confundiendo las cosas.
Suelto un fuerte bufido y opto por regresar al Escala. Ya fue bastante seguirla hasta la tienda y más humillante aun que me comprara una cajita de leche de chocolate. Miro nuevamente por donde se ha ido y al ver que su silueta no se vislumbra, bajo mis hombros derrotado y me encamino hasta mi auto.
Es y será imposible quitarme a Anastasia de mi cabeza. La deseo y mucho, ya no estoy pensando con claridad, espero que este sentimiento que tengo hacia ella pase, no puedo descontrolarme y perder mis cabales por una mujer de esta manera, como está sucediendo ahora con Anastasia. Necesito de Anastasia como el cielo necesita de los ángeles y el infierno de sus demonios. Ella puede ser mi cielo y mi propio infierno a la vez... y esa idea me asusta.
***
- ¿Kursten ha mencionado algo acerca de nuestra contraoferta? No podemos seguir esperando más su respuesta, Ross. No creo que exista otro inversionista interesado en su compañía. La está vendiendo al mejor postor y somos nosotros.
- Esperaremos su respuesta hasta el mediodía del viernes. Ni un día más y ningún día menos – contesta, mientras revisa unos documentos.
- ¿La carga de Darfur...?
- En camino. No hemos tenido inconvenientes con su traslado – me interrumpe – ¿Algo más? – levanta su mirada y me sonríe burlona.
- Al parecer no. Tienes todo bajo control.
- Christian – cierra la carpeta – Ayer fue que te comente sobre la carga a Darfur, ¿No lo recuerdas? – Me acusa de manera reprobatoria - ¿En donde tienes esa cabeza?
En Anastasia.
- Solo quería cerciorarme que todo está perfecto Ross – miento. Escondo mi mirada de la suya.
- Bueno – suspira y se pone de pie – Debo reunirme con Larson esta tarde.
- No me parece que la propuesta de Larson sea rentable. Si nuevamente pone esa mierda de incentivos a los senadores que se joda. De seguro que busca el financiamiento para su campaña política el próximo año.
- Si es así, le diré esta misma tarde que no estás interesado en lo absoluto – recoge el ipad de mi escritorio – Te comentaré al respecto.
Asiento.
Una vez que sale Ross, Olivia entra con mi café de la tarde, dejando documentos sobre el escritorio para mi revisión. Siento como me mira con esa típica cara de mujer desesperada por obtener un poco de mi atención.
- Señor, ha llamado la señora Lincoln confirmando la cita de almuerzo para el día viernes en el restaurante del Four Seasons Hotel. Barney pide reunirse con usted el día de mañana para finiquitar el diseño de la tableta.
- Agrégalo a las 16.30 – digo, sin despegar mi atención de mi computadora – ¿Algo más?
- No señor – dice dudosa – Bueno si. He recibido una llamada de alguien, diciendo que era su amiga, señalando que era algo urgente, sin embargo su nombre no me pareció conocido.
- Ignóralo – ordeno – Que TI bloquee la entrada de ese número.
- Perfecto señor Grey – sonríe victoriosa – Hare que bloqueen cualquier medio de contacto de Anastasia Steele.
- ¿Anastasia? – Rápidamente levanto mi cabeza y la miro – ¿Anastasia Steele llamo? – Olivia me mira asustada, sabiendo que la ha cagado – Y porque creíste que esa llamada no era importante para mi.
- L-Lo siento señor – agarra su libreta con las dos manos llevándola hasta su vientre.
- Comunícame con ella – bajo la pantalla de mi laptop – Ahora.
Asiente y sale rápidamente de mi oficina.
Millones de ideas llegan a mi cabeza. ¿Qué le habrá pasado a Anastasia para llamarme? Mierda y mil veces mierda la ineptitud de Olivia. Desesperadamente desato el nudo de mi corbata.
- Señor, le transfiero la llamada a la Señorita Steele – tomo el teléfono sin responderle a Olivia. Unos segundos después del tono hablo sin esperar si es ella o no quien esta de el otro lado de la linea - ¿Anastasia?
- ¿Christian? – su dulce voz hace que todo a mi alrededor se detenga.
- Si. ¿Ha ocurrido algo? La ineficiente de mi asistente me ha dicho que alguien le urgía hablar conmigo – y eso me agrada. Quiero que me necesites nena - ¿Todo bien con usted?
- Si. Si claro. Todo perfecto. Necesitaba hablar con usted de manera urgente, créame que me da mucha pena molestarlo – si la molestia eres tu Anastasia, créeme que no quejaría en lo absoluto – Se lo importante que es su agenda y que cualquier cambio podría ser algo significativo para usted, pero es acerca de mañana – Mierda. Quería verla mañana – No podre atenderlo. Me han surgido algunos imprevistos. Se adelanto mi mudanza y este nuevo hecho ha afectado toda mi agenda. Le diría a Kate que me ayudara, pero ya sabe que se encuentra en Barbados junto con Elliot – ¿ya no vivirá con su amiga? Ahora no podre usar a Elliot como pretexto para ver esos hermosos ojos, pero la idea que se independice me gusta. ¿Y si ya tiene a alguien y decidió que era tiempo de estar con él? En su informe no había ningún indicio de algún novio.
- ¿Se muda sola? – sinceramente es la única mierda que me importa saber en este momento.
- Mmm si – sonrió. Perfecto.
- No se preocupe doctora Steele. Entiendo su inconveniente. Por favor hágame saber si necesita algo para mañana – una excelente idea cruza mis pensamientos – Le diré a su asistente que agende nuestras citas para la próxima semana – y ya no habrá pretextos para vernos – Sin embargo agregaremos un día más, por el día de mañana.
- No lo dudo – responde desafiante – Bien señor Grey. No lo molesto más...
- Usted no es ninguna molestia doctora Steele – la interrumpo.
- Hasta luego señor Grey.
- Mas luego de lo que se imagine, doctora Steele.
***
Intensifico el agarre de mi mano al manubrio de mi auto, que permanece estacionado frente al Union Street Apartment, observando a esos dos buitres que bajan cajas desde un camión de mudanzas. Veo la hora en mi rolex, 10.45 am. Mierda, no debí haber venido, esto podría ser demasiado notorio que estoy interesado en ella.
¿Y no lo estás?
Enciendo el auto para irme de aquí, el haber faltado un día de semana para estar con Anastasia ya supero todos mis posibles límites de convivencia con una mujer. Ni si quiera con Elena, en mis años de formación de sumiso fueron así para estar cerca de ella. Estoy perdiendo todo el auto control de mi cuerpo y mis emociones por esta mujer y esto ya no puede seguir sucediendo.
Miro por última vez hacia el conjunto de apartamentos y la veo, usando unas calzas deportivas y un peto que llega justo hasta su ombligo, cubriendo sus hombros con una camisa algo desaliñada. Se ve jodidamente hermosa y follable. No había tenido la oportunidad de ver su culo y esas calzas, muestran a la perfección esa hermosa parte de su cuerpo bien formado. Observo que unos de los tipos de la mudanza la mira más de la cuenta mientras ella baja una caja de su auto.
¡¿PERO QUE MIERDA?! Eso no puedo ser su automóvil. Es una trampa en cuatro ruedas, ella no puede manejar eso. Acaso no ha pensado las infinitas posibilidades de sufrir un accidente. Sin embargo esto no es lo más importante ahora. El hijo de puta no quita sus ojos de ella.
Bien es momento de intervenir.
Espero que Ana vuelva hacia el interior del edificio. Rápidamente salgo de mi automóvil y camino rápidamente hasta donde está el camión de la mudanza.
- Ey amigo – los dos sujetos se voltean – ¿Han visto a mi chica?
¿Dónde te estás metiendo Grey?
- ¿Su chica? – pregunta el más joven, quien miraba a Anastasia.
- Si, la señorita Steele – respondo tranquilo.
- Ella está arriba – responde nervioso.
Sin esperar más de ellos, camino hasta el interior del edificio. Sé exactamente donde estará viviendo Anastasia. No me costó mucho conseguir la información de su mudanza, que Elliot soltara todo fue muy fácil. También me encargue de investigar a todos los que vivirían cerca de ella, un matrimonio de mediana edad y una profesora de matemáticas de cuarenta años de edad, el apartamento de al frente suyo estaba a la venta, por lo tanto no fue una decisión tan difícil de comprarlo para que nadie pudiera acercársele.
Entro sigilosamente y la deliciosa escena de su culo meneándose, mientras registra unas cajas aparece frente a mis ojos. Una incipiente erección comienza a surgir bajo mis pantalones. Rápidamente recojo una de las cajas para cubrirme.
- Necesita ayuda señorita Steele – da un saltito, girando ferozmente hacia mí. Sus hermosos ojos se abren enormemente y muerde su labio al verme directamente a los ojos.
- Christian.
Holis!!
El capitulo se dividirá en dos partes. El Martes estará publicado y si no, les doy libre albedrío para que me inunden de comentarios o mensajes privados.
Se les quiere!
Kss4U!
Nachi