Una mudanza y... algo más (Parte 2)

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Christian's PV

- He pensado que ha podido necesitar de mi ayuda para su mudanza – me acerco mas a ella. Luce hermosa, sus pechos se hacen más notorios en ese top deportivo. Ella me recorre con su mirada, manteniendo sus dientes sobre su labio inferior.

- ¿Cómo es que sabia donde me mudaba? – suelta su labio y mueve su cabeza – Usted debería estar trabajando – dice confundida.

- Elliot me comento algo al respecto. Dijo que fue unos de los sitios que le recomendó. Excelente elección escoger este lugar para vivir – examino el pequeño apartamento. Si bien es pequeño, está bien para alguien como ella. De seguro que agregara su toque mágico.

- ¿Donde dejamos esto? – interrumpe el transportista más joven.

- En la habitación donde dejaron la cama – deja las cajas sobre el suelo y camina hasta un pequeño pasillo señalándole el lugar. El sujeto asiente rápidamente, evitando hacer contacto con ella.

Bien hecho amigo

- Y bien Anastasia, ¿en qué puedo ayudar? – arremango las mangas de mi sweater. Mierda, doy un vistazo rápido a todas las cajas esparcidas en el apartamento. ¿Qué carajos hago aquí?

- No es necesario señor Grey. No quiero que interrumpa sus actividades por estar acá. De seguro que tiene asuntos muchos más importantes que atender antes que ayudarme a desempacar todo este desorden – veo salir al hombre de la habitación. Doy unos pasos hasta donde esta Anastasia y acaricio su mejilla.

- Créame que puedo permitírmelo – el sujeto sale rápidamente – Estoy a sus ordenes señorita Steele – Anastasia enarca una ceja y me sonríe lobuna. Mierda. Esta mujer puede pasar de ser una chica linda y tierna a una mujer segura y decidida.

Me encanta.

- Déjeme serle sincera señor Grey – toma una postura desafiante poniendo sus manos en su cintura – No lo veo ejerciendo estas labores tan comunes.

- Recuerde que hago las compras por mi solo señorita Steele – sonrió.

- Si claro – ríe. Es el sonido más hermoso – Sus leches de chocolate baja en azucares.

Esta mujer es tan desafiante. Transgrede todos los perfiles de una sumisa a las que estoy acostumbrado.

Y es eso lo que me atrae de ella.

- Puedo sorprenderla señorita Steele – le regalo mi sonrisa moja bragas patente Christian Grey. Ella muerde su labio, negado con su cabeza.

- En ese caso podemos partir con esta habitación – se quita la camisa que trae, dejando a la imaginación la perfección de su cuerpo. Senos turgentes, abdomen plano, piernas largas y culo moldeado por los dioses. He aprendido a conocer el cuerpo humano a la perfección, se donde están todas las zonas erógenas de una mujer y sin ser presumido, estoy altamente cualificado para llevar a la doctora Steele al límite de sus necesidades sexuales que en algún momento puedan suscitar.

- Claro – miro algunas de las cajas que están aquí. Marcadas con pos it de colores, identificando de que se trata lo que hay en cada una de ella.

- Podemos partir por lo que será la sala – mira un sofá de dos cuerpos que está envuelto en plástico – Por acá tengo algo para cortar el plástico – se agacha en una caja, dejando a la vista su espectacular trasero. Toco mi polla por sobre mi jeans, que comienza a recibir las estimulaciones de la imagen que tengo en frente. Aquí no amigo – Y una vez que hayan traído los muebles del comedor, podríamos empezar con eso – ordena con una sonrisa.

Doctora Steele Where stories live. Discover now