❝Si eres un verdadero Mikaelson, sabes bien que antes de amar, debes de sufrir.❞
CAPÍTULO DOS
DECISIONES QUE TOMAR
LA FAMILIA MÁS IMPORTANTE EN EL MUNDO SOBRENATURAL bajó del auto en el que anteriormente habían pasado horas. Estos observaron la casa frente a ellos, era de dos pisos con un amplio patio delantero que poseía un lindo jardín de flores, el híbrido de la familia pensó que sería un buen lugar para su pequeña hija. Hope podría tener una vida normal, dentro de lo que significa ser un Mikaelson, ella podría sobrevivir a cualquier cosa estando ahí. Sin él; El molesto ruido lo saco de sus pensamientos. Dirigió sus ojos azules al Jeep de color azul claro que se había estacionado frente a la casa que se encontraban los Mikaelson, del Jeep bajaron los mismos chicos que estaban en la comisaría de Beacon Hills. Un chico moreno se acercó a dicha familia, observando que había dos mujeres rubias con ellos, una de ellos tenía a una linda niña en sus brazos.
—Lo que tengan que decirme, lo dirán en mi casa. No quiero que más personas sufran por eso.—Dijo el chico McCall, estos observaron a Scott al escuchar sus palabras. Este se encontraba con sus ojos fijos en Kol, el original le sonrió.—Si entran a mi casa deben prometer que no le harán daño a nadie más.
—Lo prometemos.—Menciono el hombre de traje elegante.—En nombre de toda mi familia, prometemos que si cumples con lo que te pediremos, no le haremos daño a nadie.
El adolescente asintió al escuchar al honorable de la familia Mikaelson.—Entonces entremos.—El chico McCall sacó una llave de su bolsillo derecho, abrió la puerta principal de su casa para que entraran. Sus amigos no tardaron en hacerlo, al igual que una de las rubias. Los demás hermanos de esta se quedaron afuera de la casa de los McCall.—¿Por qué no entran?—Preguntó Scott mirándolos, con bastante confusión.
—Debes invitarnos a entrar.—Comentó el chico que anteriormente tenía un bate en su mano, provocando que el chico McCall dirigiera sus ojos a él..—No podemos entrar, si no nos invitas.
Scott siguió con sus ojos en él unos segundos más, observó su casa y suspiro un poco cansado cuándo regreso su mirada hacía la familia de originales.—Pueden entrar.
Niklaus fue el primero de los hermanos Mikaelson en entrar a la casa de los McCall, observó cada detalle de la primera planta, seguido de sus hermanos.
—Es una linda casa.—Dijo Rebekah llevando sus ojos a las paredes de la casa, seguida de los muebles que poseía. Le gustaba demasiado el acomodo de estos.—Me hubiera encantado vivir en una casa de estas, si fuera mortal.
—¿No puedes pasar ni un solo segundo sin hacer un drama, Bekah?—Pronunció su hermano Kol con sarcasmo, cruzando sus brazos al decir aquello. Su rubia hermana rodó los ojos al escucharlo.
—¿Cómo que si fueras mortal?—Preguntó la chica Argent observando a una de las rubias Mikaelson, esta la observó por unos segundos para después guiñarle un ojo.
—Oh vamos Rebekah, sabes que los lujos te encantan.—Menciono el rubio, acercándose a su hermana para poder tomar a su hija en sus brazos, esta sonrió al ver a su padre. Niklaus le sonrió de regreso, amaba la sonrisa de su hija.
—Bueno, ¿Para qué me buscaban?—Preguntó el chico McCall dejando de ver al híbrido, ya que este estaba muy ocupado con su pequeña hija.
—Queremos hacerte un trato.—Menciono Elijah observando a Scott. Este ladeo la cabeza un poco, significando que estaba confundido.
—¿Qué clase de trato?—Preguntó el mencionado, observando al original.
—Protege a mi hija.—Pronunció Niklaus, sus palabras salieron de su boca con seguridad. No quería un no cómo respuesta, no aceptaría un no cómo respuesta.
—¿Qué?—Preguntó Allison de la nada provocando que las miradas se dirigieran a ella, esta observó al hombre que había hablado anteriormente.—Hace unos minutos ella dijo que si fuera mortal, no entiendo.
—Significa que no son solo humanos.—Explicó Isaac sin mirarla, sus ojos estaban puestos en los Mikaelson. Kol lo observó con una sonrisa traviesa en su rostro, pensando que podría serle útil en algún momento.
—Y no lo somos.—Aseguró Freya mirando a los adolescentes, provocando que las miradas se dirigieran a ella.—Al igual que ustedes, sabemos no son mortales comunes.—Dirigió sus ojos al rubio de la manera y después al moreno.—Ustedes dos son hombres lobo.
—¿Cómo sabes eso?—Preguntó Stiles mirando a la mujer que había hablado, ella solo se encogió de hombros restándole importancia importancia a sus palabras.
—Los hemos estado estudiando por unos cuántos días.—Menciono Elijah, provocando la sorpresa del chico McCall.—Tenemos varias personas en Beacon Hills que nos han ayudado a llegar a ti, Scott.
—Estamos conscientes de todo lo que ha pasado en su inusual manada.—Dijo Kol cruzándose de brazos.—A un Alfa, un Kanima. Que según yo, estaban extintos.—Pronunció con interés.
—Y en este momento no sabemos qué están enfrentando, no nos importa.—Menciono el padre de la niña a la que la manada debía proteger, su hija jugaba con su suéter.—La castaña es cazadora, una Argent si no me equivoco.
—Mh, recuerdo una vez que su familia intentó cazarme.—Menciono Kol, atrayendo las miradas de las personas en la sala de estar.—No fue para nada agradable, bueno, no para ellos.
—Gracias por tu para nada importante argumento, Kol.—Comentó su hermano con ironía, este sonrió al escuchar sus palabras.
—No es nada, cuándo quieras.—Respondió este.
—Bien, cómo decía.—Siguió el rubio, regresando las miradas a él. Este observó a la chica rubio fresa.—Si no mal recuerdo, el mismo Alfa que mordió a Scott fue quién te dio la mordida pero, la rechazaste. Serás poderosa, puedo sentirlo. Lo he visto antes.
—¿Cómo sabes que lo seré?—Preguntó la chica de ojos verdes observando al original, este se encogió de hombros.
—Tu olor no es humano y alguna vez pude oler el mismo aroma que desprendes pero, no recuerdo bien qué es.—Dijo este, restándole importancia a sus palabras. Observó al rubio de la manada aunque este observaba a su hermano.—Tú, Isaac. Eres un hombre lobo, por una mordida. Impresionante, no hay muchos que soporten el veneno licántropo.
—Gracias, supongo.—Dijo el rubio, Niklaus asintió.
Elijah dirigió sus ojos al moreno, carraspeo su garganta haciéndose notar entre las personas de la sala.—Pero, sin duda el más importante de todos ustedes será Scott.—Dijo el honorable de la familia Mikaelson, provocando la sorpresa pero, también la confusión del chico nombrado.—Serás tan envidiable entre los sobrenaturales, harás cosas que otros hombres lobo no pero, también harás cosas que ningún Alfa podría hacer.—Pronunció confundiendo aun más al chico McCall.—Tienes las cualidades de aquel ser tan especial que conocimos una vez, no lo desperdicies.
—Tu voluntad será tu fuente de poder.—Menciono Freya, observando al chico.—Si haces las cosas bien, llegarás a ser mucho mejor que cualquier otro hombre lobo. Estarías por encima de tu especie.
—Estarás por encima de la cadena alimenticia.—Comentó Kol, observando al chico McCall.—Claro, por debajo de un Mikaelson.
—Papá.—La voz de una pequeña niña se escuchó en la habitación, todos dirigieron su vista hacía esa persona. Niklaus sonrió a más no poder, recuerda que la primera palabra de su pequeña fue papá y desde ese momento se sigue sintiendo orgulloso de que lo diga.
—¿Puedes repetírmelo amor?.—Dijo Niklaus a su bebé, esta sonrió y negó.—Ándale cariño, por papá.
Hope ladeó la cabeza mientras lo imitaba.—Papá
—Eso es mi amor.—Dijo Niklaus mirando a su pequeña. Le hizo cosquillas y la más pequeña Mikaelson se empezó a reír.—¿Quién es la nena de papá? Si, tú lo eres.
Su manera de hablar fue tan amorosa que quien realmente lo conocía, pensaría que se volvió loco.—¿Ella es a la persona que debo proteger?—Preguntó Scott mirando a Niklaus, él dejo de mirar a su pequeña para dirigir su atención al chico McCall.
—Sí, ella es mi hija.—Niklaus se acercó al hombre lobo con Hope en sus brazos. La pequeña traía un vestido color rojo y unos lindos zapatos negros, se miraba tan linda.—Hope Mikaelson.
La pequeña Hope miro a Scott y escondió su cabello en el cuello de su papá. Este empezó a reír un poco.—Hola, pequeña.—Saludo él chico McCall en tono dulce hacia la niña Mikaelson, ella seguía con su cabeza en el cuello de su padre.
—No hay porque temer amor.—Dijo Niklaus mirando a su pequeña, esta saco su cabeza del cuello de su padre. —Eres una Mikaelson y cómo tal, jamás debes tenerle miedo a alguien.
—Es una niña pequeña hermano, no sabe lo que implica ser una Mikaelson.—Menciono Freya mirando a Niklaus, este rodó los ojos. Su pequeña seria fuerte y poderosa tal cómo su padre, ella seria el orgullo de la familia Mikaelson.
—Lo único que tengo que hacer es cuidarla.—Aclaro Scott mirando a los Originales, Elijah asintió mirando al adolescente.
—Es todo lo que tienes que hacer.—Comentó el honorable Mikaelson, después miro a su hermano Niklaus y este se acercó a él mientras Elijah tomaba en brazos a su sobrina Hope.—No te diré que somos inocentes ni mucho menos. Los Mikaelson somos asesinos, manipuladores.
—Un tanto sangrientos, si.—Dijo Kol mirando al chico Stilinski, refiriéndose a lo que había pasado en la comisaria.
—Pero, somos poderosos.—Termino de decir Niklaus. —Protegerla a ella es lo único que te pido Scott, es mi hija y daría todo por ella.—Niklaus tenía un sentimiento que muy rara vez tenia, piedad.—Me arrodillo ante ti, si es necesario. Solo... te lo suplico, por favor.
jeromx
pasado: Wey que kk esta esto, tendré que actualizarlo o algo. ¡Y SI LO HICE, OMG! lo ando haciendo c:
Si les gusta lo sobrenatural, la magia y la mitología griega, pueden pasarse por mi libro ''Dinastía: Hundiendo el prestigio'' se los agradecería demasiado si pasan por allá a darle una oportunidad c:
Otra vez, perdón por joder tanto
¡Si llegaste hasta aquí déjame decirte que te amo! Muchas gracias por leer, votar, comentar y, por supuesto, seguir aquí.