Te necesito conmigo (LevixRea...

By LuuCame

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Al ingresar a la milicia tu sed de venganza a los titanes crecía, eras solitaria, pero tienes un corazón libr... More

Cap 1. La Perdida
Cap 2. Hacernos fuertes
Cap 3: No te rindas
Cap 5: El terror regresa
Cap 6: La muerte
Cap 7: Tentación
Cap 8: Ellos tres.
Cap 9. Unión

Cap 4: Gracias

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By LuuCame

Con mucho dolor de cabeza despertaste del sueño en el que te encontrabas y sentiste una pesadez en tus piernas, echaste un vistazo y encimado en tus piernas Dylan dormía profundamente, prestaste atención a sus ojos y estaban hinchados, se notaba que había llorado mucho.

Te dio mucha ternura verlo así, el chico fastidioso y orgulloso se había quebrado, lo amabas y debías protegerlo, era lo único que tenías. Débilmente te sentaste en la camilla y con su mano derecha acariciaste su cabello.

-Ahora quien es el bobo!- Dylan dormía plácidamente, seguro que se quedó despierto toda la noche y cayó rendido, mientras contemplabas a tu hermano una figura femenina ingresó con ustedes.

-Vaya has despertado por fin, cómo te sientes? - la mujer sin tener cuidado del tono de su voz hizo despertar a Dylan, que reaccionó al darse cuenta de la pregunta y el ver que te encontrabas ya despierta.

Te tomó de las manos y te miró -[t/n] cómo sigues??- la preocupación se leía en los ojos del chico de cabellos negros, te pareció tan tierno que te hizo reír un instante.

-Parece que te encuentras mejor, te dejo aquí un té de hierbas que yo misma mezclé, quizá no sepa rico, pero te ayudará- Sonrío alegremente la mujer, que era aún una desconocida para ti, de donde había aparecido te preguntabas.

Tu hermano se levantó y le agradeció, ella se retiro y Dylan tomó el té entregándotelo. El sabor era muy amargo e hizo que hicieras unos gestos de desaprobación.

-Anda tomatelo! aunque sepa feo te curará- te causó risa la preocupación del chico, ya que nunca había mostrado tanto interés en tu recuperación. - Estas preocupado por tu hermanita preciosa- con un tono burlón le comentaste e hizo sorprender a tu hermano.

-Deja de decir idioteces y tomate eso, no vuelvo a preocuparme por ti, ESTUPIDA!- Se molestó tanto que se giro dándote la espalda dirigiéndose a la puerta de la habitación, abrió esta y la cerró por fuera con mucha fuerza, se le notaba bastante furioso.

Te dejó boquiabierta ese estruendo de la puerta e hizo que la molestia y enojo se presentaran en ti, la puerta se abrió de nuevo y la mujer de gafas hizo su ingreso -Parece molesto el chico- se dirigió un poco a ti y te hizo entrega de unos documentos.

-Me acaban de dar esto para ti, debes llenar un informe conforme a lo sucedido el día de ayer, es un deber de cada uno llenar estos tontos reportes- la mujer te explicaba como debías llenar y que hacer después con esa pila de documentos.

-Entendido y por cierto, cuál es su nombre?- la chica de los lentes se sorprendió ante aquel pregunta y llevó sus dedos al mentón en forma pensativa - Es verdad aún no me presento ajajaja discúlpame, bueno soy la Líder del Escuadrón de Reconocimiento, Hangee Zoe, me encargo de las investigaciones de los titanes, su comportamiento, busco el por que de los hechos- un aura de batalla emergió de la nueva conocida llamada Hangee.

-Esta es mi oficina, aquí hago algunas pruebas para averiguar un poco más- sonriente se sentó en la orilla de tu camilla y se dispuso a contarte todo lo que sabía de los titanes, la noche cayó y seguían en la misma posición.

-Sólo por eso espero que haya algo que nos haga entender el porque de su existencia, ansió que ese momento llegue, siempre estoy tra....- Hangee se percató que el sueño se apoderó de ti y te encontrabas dormida, se levantó de su cama y te acomodó de la forma correcta para dormir. 

-Mañana continuamos con la platica- la mujer sonrío y salió del cuarto en el que dormías.

El otro día llegó, pero a diferencia de los demás la lluvia caía a cantaros sobre la base de soldados, habías despertado e ingerido el desayuno que se te había dejado en la habitación, ya te encontrabas mucho mejor, aún tu cara estaba hinchada y el dolor era notorio, pero ya era tolerable. Te levantaste y saliste de la habitación, fuera de ahí no pudiste ver a la científica y la buscaste por todo el lugar sin éxito.

-Ese bobo no ha venido a verme- recordaste la discusión con Dylan, siempre peleaban, pero no ir a verte un día completo te dejó inquieta - Le habrá pasado algo a ese cretino?- caminaste a la puerta principal y observabas como caía la lluvia, no era un diluvio, pero si te mojarías considerablemente. Tomaste una silla y la colocaste en la entrada, te sentaste y contemplabas la vista frente a ti, buscabas con la mirada a aquel chico de ojoz azules que te mantuvo un poco molesta.

El tiempo pasó y nadie se aparecía frente a ti, tenías hambre y preocupación por Dylan, así que decidiste salir a buscarlo, con una prenda de tu uniforme que aún llevabas, te cubriste la cabeza con la mano derecha y caminaste donde debía encontrarse Dylan, pero nadie estaba ni en la habitación de hombres ni mujeres.

Estabas completamente empapada, con el frío de la lluvia resentías el dolor en tu muñeca y piernas, diste unos cuantos pasos más y resbalaste por culpa del lodo en el suelo, el golpe te dolió, trataste de levantarte pero lo resbaloso te hacía caer de nuevo, te sentías realmente inútil.

Te dejaste caer hacía atrás esperando que la lluvia cediera para poder levantarte y además pensabas algún plan, pero querías descansar un poco. Las gotas de lluvia caían en tu cara, realmente estaban muy frescas y ese olor a humedad te gustaba, quizá agarraras un fuerte resfriado después, pero disfrutabas del momento.

-Oye!!! estás bien??, déjame ayudarte- una figura masculina se acercó a tu auxilio, te tomó del brazo pero resbalabas con facilidad, el chico sin preguntarte y para sacarte de ahí te cargó en brazos y se dirigió a la que era tu habitación comunitaria.

-Gracias por tu ayuda, te estoy ensuciado y estas empapado por mi culpa, discúlpame- estabas apenada, ya que debido a tu acción anterior estabas llena de lodo en todo el cuerpo, aquel chico volteó a verte y sólo te regresó una sonrisa.

-Esta bien, además no tenía opción- el chico era muy cálido, a pesar de que la lluvia era fría, el te contagiaba de su calor corporal, además su aroma era atrayente, al menos el camino hacía su destino lo disfrutaste.

Llegando te sentó en una silla cerca de los casilleros de la habitación de mujeres - Cuál es el tuyo?, sacaré algo de ropa para ti - estabas sorprendida de la amabilidad del chico, así realmente era un chico muy amable y lindo - es la 12, por cierto Cuál es tu nombre?, desearía agradecerte apropiadamente - El joven de cabellos castaños y ojos verdes esmeralda se giró hacía ti con curiosidad.

-Ahmm, bueno me llamo Eren Jaeger, mucho gusto - lo contemplabas sin apartar la mirada hacía él, el chico se sintió un poco intimidado y avergonzado. Se giró de nuevo hacía el casillero que estaba cerca de él y tomó una blusa color blanca de manga larga tipo "U" y otros pantalones beige de tu uniforme.

-T-toma tu ropa, cámbiate, iré a hacer lo mismo, así que espera aquí - Sonreíste al chico sin decir ni una sola palabra y camino rápidamente, como si alguien lo siguiera. En la misma ubicación te quitaste toda tu ropa húmeda, alcanzaste una toalla que estaba cerca de ti, secaste las zonas mojadas y te pusiste la ropa escogida por aquel chico. Al terminar tomaste asiento en el mismo lugar que él te dejó.

El chico regresó, tenía las mismas ropas pero las cambió por otras secas, sólo que traía demás la capa del Escuadrón al que pertenecía. 

- Ya te sientes mejor?, toma ponte esto, lo necesitas más que yo - te ofreció su capa, para ti era un honor usarla, pronto te harías propia de una, pero te gustaba aquella, tenía la fragancia que antes notaste en el chico, además estaba limpia. Tomaste aquella prenda y la acercaste a ti para percibir mejor su aroma, pero esto no paso desapercibido por el chico.

Ligeramente sonrojado se encaminó a la puerta. La lluvia había cesado, el hermoso arcoiris se aparecía para ser apreciado - Salgamos, hace un hermoso día!- espero por ti para que pudieras ponerte de pie, pero aún te dolía tu pierna derecha, un golpe de Mikasa había dejado un gran moretón en el, los movimientos eran dolorosos.

Eren se acercó a ti ofreciendo su mano - Anda yo te ayudo - correspondiste aquel gesto, el tomó tu brazo y lo puso sobre el suyo, así pudieras recargarte sobre él y caminar con facilidad, lo cual logró.

Más adelante llegaron a un pequeño pueblo que estaba cerca de la legión, nunca habías visitado otro lugar que no fuera Trost, la gente de este lugar era muy amable y cálida, esto hizo que tu animo subiera, pararon a comer algo en aquel lugar, la comida era deliciosa y barata.

Un momento recordaste a tu hermano y que no habías visto a nadie más en la base - Oye Eren, sabes porqué no hay nadie en la zona de entrenamiento?- El chico te miró y apartó de nuevo su mirada, como haciendo memoria a lo que preguntaste.

-Ellos ahora están en entrenamiento en el bosque, así que se ausentarán hasta mañana, les están mostrando el uso del equipo de maniobras tridimensionales y a resistir a andar en el bosque, así que mañana llegarán muertos jajaja- parecía tranquilo, como si de nada se preocupara aquel chico, estaba tan calmado. Eren era más alto que tú no por mucho, además tenía unos hermosos ojos, no podías dejar de mirarlo.

-Oye Eren, muchas gracias por todo- Tus palabras fueron demasiado tiernas y enviadas con mucho agradecimiento, eso sorprendió al chico que abrió más sus ojos ante tu lindo agradecimiento, pero sin decir nada te correspondió con una hermosa sonrisa.

Vaya que hizo que te ruborizaras, esa sonrisa era bellisima y sus ojos preciosos como el cielo a sus espaldas. Trataste de esconder tu cara y provocaste que el chico también padeciera de lo mismo.

Los sentimientos que te embargaban en esos momentos eran desconocidos, hacían que tu corazón respondiera a ti de forma rara, el rubor de tus mejillas no lograba desaparecer, ya que el tacto entre ustedes seguía igual, estaban muy cerca del uno al otro y no deseabas soltarlo.

La noche caía sobre ustedes, aunque para ese momento el tiempo se detenía ante ti -Ven vamos a un lugar- sus palabras te sacaron de tus pensamientos y se dirigieron a su nuevo destino sin pronunciar ni una palabra, mientras caminabas pequeñas hojas de color rosa caían sobre ti.

Tomaste aquella florecilla en tu mano y la miraba dudosa, así que levantaste tu mirada desde su origen y vaya sorpresa te llevaste, era el lugar más bello que jamás habías visto, aquellos árboles rosados y la noche combinaban a la par, la luna hacía juego con el hermoso paisaje abriéndose paso entre las ramas.

Era maravilloso, tus ojos brillaban ante aquella imagen ante ti, era el momento perfecto y vaya que aquel chico complementaba esa palabra. Eren se recostó sobre las flores que ya habían caído, ofreciendo una suave cama rosa.

-Este es mi lugar favorito, aquí vengo a pensar, a relajarme y también a llorar ... No le he mostrado a nadie más mi lugar, así que guardemos este secreto para los dos- veías al chico hacía abajo de ti y lo imitaste, con algo de dificultad te recostaste en el suelo y contemplabas esa maravillosa imagen, te llenaba de paz y felicidad, no había algo tan perfecto como lo que estabas viviendo.

Eren cautivado por el momento, tomó tu mano y entrelazó tus dedos con los suyos, su cara estaba girada a tu lado contrario, el rubor en tus mejillas apareció de nuevo y con la misma intensidad. Estabas muy sorprendida por aquel movimiento del chico de ojos esmeralda, pero no hiciste nada para evitarlo y sólo te dejaste llevar, pasaron varios minutos y ambos estaban acostados, mirando el hermoso paisaje frente a ustedes.

No querían romper ese momento, pero era tarde y debían descansar - Debemos volver- Eren fue el primero en percatarse del tiempo, tu sin querer hacerlo afirmaste a su comentario. El chico se levantó primero para ser tu apoyo y lograras ponerte de pie, tomó tu mano y volvieron a la posición inicial y te recargabas en él, así poder caminar sin dificultad.

La caminata fue muy alegre, te contaba el chico de sus épocas de entrenamiento y hablaba de sus amigos, Mikasa y el chico rubio llamado Armin, se disculpó acerca del hecho con la chica de la bufanda. Llegaron rápido al lugar que te estabas quedando y se miraron por un tiempo.

-Creo que es hora de que me vaya, descansa y cualquier cosa puedes ir a buscarme - el chico sonreía tan dulcemente que casi te derrites, afirmaste a lo que te decía.

-Eren me divertí mucho, ese lugar era maravilloso, o-ojalá puedas llevarme de nuevo......Gracias!- el chico se ruborizó demasiado que asintió a lo que mencionaste y salió corriendo. Tu sonrisa se dibujaba en tu cara una vez que lo veías partir, era una sonrisa muy boba, pero llena de mucha alegría. 

Te giraste rumbo a tu cama a descansar, el lugar estaba oscuro y caminabas con dificultad, fue un error tuyo no prender la luz antes de entrar, diste unos cuantos pasos y al siguiente pisaste unas plumas que estaban en el suelo y tropezaste, tu cuerpo se hizo para atrás debido al resbalón y sorpresivamente alguien te rescató, aquellas eran manos muy fuertes.

No podías ver quien era esa persona, pero después de salvarte te atrajo aquel extraño hacía su cuerpo y a tu oído susurró -Se estaba divirtiendo soldado?- la cercanía de sus labios a tu oreja estaba a nada de tocarse, el aliento llegaba a su destino y provocó que te estremecieras un momento.

El desconocido seguía sin soltarte, con su mano izquierda te tenía de la cintura desde que te rescató de la caída y con su mano derecha comenzaba a quitar el cabello que sobre tu cuello estaba.

Retiró todo aquel intruso de tu cuello, su dedo índice lo introdujo a su boca y lo retiró con algo de saliva, su dedo se posó sobre tu cuello recorriendolo, dejando un pequeño camino de humedad. - PERO QUE HACES??, QUIEN ERES??- te encontrabas muy asustada, aquel individuo te tenía presa en sus manos, antes de soltarte aquel personaje pasó su lengua en tu mejilla.

Fuiste liberada de aquel agarre y como pudiste fuiste a encender la luz de la habitación, te sorprendiste al ver al mismo hombre que le dio ordenes al entrenador Keith, aquel que con gran autoridad llegó he hizo su deseo.

Estabas sorprendida por lo que acababa de hacer aquel sujeto, sólo te miraba con una sonrisa llena de satisfacción lo que te provocó miedo.

-Vaya, vaya!... al parecer te gustó lo que hice, tu cara está como un tomate, pero que estúpida eres!-no entendías ni lo más mínimo a que se refería aquel hombre, por que demonios te decía estúpida si él fue el idiota que hizo eso.

-Que quieres de mi????lárgate de aquí- estabas furiosa, tanto que habías olvidado el dolor de tu cuerpo.

-Tch! .....que insolente eres, no deberías de hablarle así a un Capitán, si es que quieres entrar al Escuadrón de Exploración tienes que tratarme con respeto - se acercaba más a ti - además debes ganarte ese respeto - te acorraló en la pared y te inmovilizó tus manos con las suyas, estabas muy asustada - pero que cara, deberías cambiarla por que me estás excitando- sus ojos eran bestiales, casi te comía con ellos y por alguna razón no podías dejar de mirarlos.

Aquel capitán comenzó a besar tu cuello, paseaba su lengua por todo el lugar, succionaba un poco algunas zonas y otras con pequeños mordiscos las marcaba, te estremecía que el rojo de tus mejillas lo evidenciaba, pequeños sonidos salían de tu boca y con ellos aquel hombre intensificaba más su acto.

De un momento a otro paró en seco -Ahora debo irme, pero te volveré a ver mocosa idiota- te liberó y salió de la habitación, tu cuello estaba muy húmedo, te llevaste las manos a la boca y cubrías tu vergüenza, ese hombre dejó unas emociones muy fuertes en ti, no lograbas entender, pero de algún modo tu cuerpo lo permitió.

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Listo, me gustó mucho este cap, además el Heichou está muy calenturiento jajaja

Que les pareció?, espero les guste este cap.


Besitoss!!


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