Nene se sacó la ropa mojada y la cambió por una muda seca. Lelouch mandó a Nunally a dormir para poder pasar el resto de la noche con Nene y explicarle todo. Encendió la chimenea en una habitación y cubrió a la chica con una manta de color arena. Sayoko les preparó un poco de té antes de retirarse a sus aposentos.
—Tengo una condición —dijo Lelouch sentándose frente a la chica.
—Creo que no estás en posición de exigir nada —le espetó ella y soltó un estornudo.
—Te dije que enfermarías —reclamó Lelouch y le entregó un pañuelo.
— ¿Qué condición? —cedió Nene, todo lo que quería era aclarar sus dudas de una vez por todas.
—Necesito que me prometas que nunca hablarás de lo que voy a contarte —dijo Lelouch, Nene se percató de que el muchacho hacía un enorme esfuerzo para evitar usar la voz fría de Zero—. Confío en ti, no quiero que hables de mi pasado con nadie. ¿Entendido?
—Sabes que jamás lo haría —respondió Nene—. A pesar de que seas un asesino, no te traicionaría.
Lelouch sonrió.
—Bien… —dijo y tomó una bocanada de aire para comenzar su historia—. Soy hijo del emperador Charles Zi Britannia, Nunally y yo somos parte de la familia imperial…
Nene cubrió más su cuerpo con la manta mientras escuchaba el relato de Lelouch. Por alguna razón le parecía que bien podría excusar al muchacho tras conocer las razones por las que se comportaba de esa manera. Después de todo, ¿estaba ella libre de pecados al convertirse en piloto de una máquina tan destructiva como el Gawain?
Aún cuando Darlton lo había enviado a dormir cinco horas antes, Yuu seguía montado en el asiento del piloto de un Gloucester sin lograr que la máquina avanzara siquiera un paso. No dejaba de golpear el tablero de controles con ambos puños con la esperanza de que eso sirviera para que comenzara a moverse. Estaba decidido a hacer que la máquina funcionara.
Mirando los infructuosos esfuerzos del muchacho, Airu se resguardaba en la oscuridad de un rincón. Opossumon y Damemon la acompañaban, los tres miraban a Yuu completamente angustiados.
—Es perseverante —comentó Airu distraídamente—. Pero… No es Yuu.
—Debes entender que se trata de su hermana mayor-dame —intervino Damemon—. Yuu quiere rescatarla a cualquier costo-dame.
—Se refiere a sí mismo como un Eleven —le recordó la chica—. ¿Qué japonés querría que se llamara de esa manera? Suena tan… Es tan despectivo…
—Espero que nada de esto lo afecte demasiado-dame —fue la respuesta de Damemon, Airu supo que le estaba dando la razón—. Yuu debe saber a qué mundo pertenece-dame.
—Sí —secundó Opossumon—. Y éste no es su mundo.
—No es nuestro mundo —terció Airu—. Kudou tiene razón, no debemos intervenir en las batallas que Britannia pueda tener contra Zero.
—Principalmente porque no sabemos quién es el lado bueno —dijo Opossumon.
—Zero pelea en contra de Britannia-dame —razonó Damemon—. Tiene que haber un motivo-dame.
—Exacto —dijo Airu—. Me pregunto si… Si no estamos conviviendo ahora mismo con el enemigo.
—No somos de éste mundo, Airu —le recordó Opossumon—. No son nuestros enemigos.
—Cualquiera que se refiera a los japoneses de forma tan despectiva como para llamarlos Elevens no puede pertenecer al bando bueno —dijo Airu distraídamente—. El problema será convencer de eso a Yuu.
—Y hay que hacerlo pronto-dame —asintió Damemon—. Antes de que Yuu y Nene tengan una horrible pelea-dame.
Airu guardó silencio y continuó mirando el Gloucester que no se movía. A ese paso, la pelea que Damemon sugería no llegaría demasiado pronto.
O, al menos, eso era lo que esperaba.
La historia de Lelouch no era tan terrible como Nene había imaginado aunque vaya que era trágica. El muchacho resultó ser el 17° sucesor al trono de su padre así que la idea de que se convirtiera en emperador de Britannia se antojaba muy lejana y casi imposible. Su madre, Marianne Vi Britannia, no provenía de sangre noble como el resto de su linaje. Tenía a sus medios hermanos: Cornelia, Euphemia, Clovis, Schniezel y Odysseus. Todos ellos también eran parte te la familia imperial. Le relató a la chica la relación que tenía con todos ellos, haciendo especial hincapié en el hecho de que Clovis le detestaba y que jamás había podido ganarle a Schniezel en el ajedrez. Nunally era su hermana menor y ambos tenían una excelente relación con Suzaku Kururugi desde la infancia, cosa que se había vuelto un poco difícil cuando Suzaku tomó el control del Lancelot y Lelouch se convirtió en el líder de su rebelión.
Sin querer entrar en demasiados detalles, Lelouch le explicó a Nene sobre la trágica muerte de su madre, lo cual desencadenó la discapacidad de su hermana menor. La chica no pudo evitar horrorizarse.
—Le dispararon a mi madre —había dicho Lelouch—. Y Nunally… A causa de los disparos, no podrá volver a caminar y el shock la dejó totalmente ciega.
Explicó también la forma en la que su propio padre se había negado a abrir una investigación para encontrar al asesino de Marianne y lo envió a Japón, donde conoció a Suzaku. Fue ahí donde adoptaron la identidad de Nunally y Lelouch Lamperouge, pues se presumía en la familia imperial que ambos estaban muertos. Milly Ashford era la única persona que conocía esa parte de la historia de Lelouch. Y, aunque no tenía nada que ver con su historia, Lelouch añadió que Milly habría de casarse con Lloyd Asplund, el conde encargado del diseño y reparaciones del Lancelot.
La historia se saltó varios años que Lelouch resumió diciendo que llevaban una vida relativamente normal aunque jamás dejó de detestar a su patria y desde niño se había propuesto a destruirla. En ningún momento dejó de repetir que su único amigo verdadero era Suzaku Kururugi.
—Una mañana, fui con Rivalz a un juego de ajedrez —seguía diciendo Lelouch.
Su historia llegó al punto donde conoció a CC y obtuvo su Geass. Le explicó a Nene cómo había caído dentro del camión de los terroristas que contenía aquella cápsula y que, al abrirla, descubrió a CC dentro. Le explicó que aquella fue la primera vez que vio a Kallen y que ahí mismo se enteró de que Suzaku se había unido al ejército de Britannia. Lelouch intentó escapar con CC pero el ejército los terminó alcanzando y amenazaron con asesinar a Lelouch, culpándolo de terrorismo. CC se interpuso entonces entre una bala y el cráneo de Lelouch, Nene seguía horrorizada en ese punto de la historia. CC, según contó Lelouch, le ofreció mentalmente un contrato a Lelouch por medio del cual le otorgó el Geass en su ojo izquierdo.
—Fue la primera vez que lo utilicé, para ordenarle a esos sujetos que murieran —dijo el muchacho con frialdad.
Nene lo tomó como un acto de justicia por lo ocurrido con CC y Lelouch continuó la historia.
Contó la forma en la que utilizó el Knightmare de Villeta Nu para guiar a los terroristas en una batalla contra el ejército de Britannia en la que salieron victoriosos. Para desgracia de ellos, el Lancelot hizo su aparición y los abatió.
Lelouch consiguió escapar y llegó con el príncipe Clovis, su medio hermano, a quien asesinó tras corroborar que no sabía nada sobre el asesino de Marianne. Contó también que Kallen sospechaba al principio de que Lelouch la había guiado en aquella batalla, cosa que él se encargó de desmentir aunque fuera totalmente cierto. Fue entonces que Zero entró en la historia. Le explicó a Nene que se ganó la lealtad de la Resistencia y que Suzaku se había negado a unirse a ellos. Dijo también que CC se había instalado en la mansión Ashford y se habían vuelto cómplices, motivo por el cual CC era la anterior piloto del Gawain. Cornelia, su media hermana, había llegado tras la muerte de Clovis y no era un enemigo fácil de vencer.
—Aunque eso cambió cuando tú llegaste, eres muy hábil piloteando el Gawain —dijo el muchacho con un guiño y Nene le sonrió.
Le explicó que Kallen era una de las personas en las que más confiaba dentro de la Orden de los Caballeros Negros aunque solamente CC conocía la identidad de Zero. Se unieron entonces con el Frente de Liberación Japonés y el resto, como dijo Lelouch, era historia.
Nene tardó un momento en asimilar tanta información y se alegró de que hubiera llegado el momento de hacer preguntas.
—Entonces… —dijo la chica pensativa—. ¿Todos los Caballeros Negros están bajo el poder de tu Geass?
—Para nada —respondió Lelouch—. Ellos confían en Zero porque les aseguré que seríamos quienes defendieran a aquellos que son demasiado débiles para enfrentarse a los más poderosos.
—Y sólo puedes usarlo una vez —afirmó Nene.
—Sí —respondió Lelouch—. Así que si lo usara con mis hombres, no funcionaría con Kallen y eso supondría un problema así que no está entre mis planes utilizarlo.
—Así que todos tus seguidores son leales porque tú los inspiras —aseguró Nene y Lelouch asintió—. Y… La Orden de los Caballeros Negros y toda la rebelión no se trata sólo de Britannia y Japón… Es sobre tu madre, ¿no es así? —Lelouch volvió a asentir—. Usas tu Geass para destruir a Britannia por lo que le hicieron a tu madre.
—Es algo así —sonrió Lelouch—. Y aunque soy un príncipe de Britannia, estoy luchando por la liberación japonesa.
—Es increíble —comentó Nene impresionada—. Pensé… Bueno, pensé… —balbuceó nerviosa.
— ¿Pensaste que, de alguna manera, yo era un anarquista que únicamente quería destruir a Britannia con su ojo izquierdo brillante? —se burló Lelouch, aquello también hizo reír a la chica.
<< Es él… >> pensó Nene regocijándose en sus adentros, << Él es Lelouch Lamperouge, Lelouch Vi Britannia o lo que sea… No es un monstruo, para nada… >>
— ¿Porqué no me dijiste todo desde un principio? —Preguntó Nene mientras Lelouch llenaba por quinta vez sus tazas de té—. Podías haberte ahorrado lo ocurrido en el parque de atracciones.
—Mi Geass no es algo de lo que quiera hablar una noche mientras estamos cenando —respondió él—. Es mi secreto y sólo CC lo sabe porque fue ella quien me lo dio.
—Así que… CC y tú…
— ¡No, no! —exclamó él con una risa nerviosa—. Nada de eso, es sólo mi cómplice.
— ¿Y qué hay de Shirley Fenette? —inquirió Nene y se reprimió a sí misma por haber centrado la conversación en sus tan evidentes celos.
— ¿Shirley? —Se extrañó Lelouch—. Es sólo una amiga… —comentó despreocupado pero la firme mirada de Nene lo hizo resignarse a contar también aquello—. Shirley me gustaba hace un tiempo —confesó despreocupado.
<< Ni siquiera se sonroja… >> pensó Nene incrédula, << ¿Qué significa eso? ¿Qué ya lo olvidó o que ya lo superó? >>
— ¿Y qué pasó para que dejara de gustarte? —preguntó la chica.
—Conocí a alguien más —respondió él esbozando su carismática sonrisa—. Es una… Chica hermosa, una excelente amiga… —recitaba y Nene esbozó una embelesada sonrisa—. Y también es una gran piloto de Knightmares. Debería presentártela alguna vez —añadió con una sonrisa burlona y Nene tomó un cojín del sofá para golpear al muchacho con él.
—Eres un idiota —dijo ella sonriendo.
—Lo soy, Nene —corroboró él con seriedad—. Estuve a punto de perder a una persona muy importante para mi gracias a mi pasado… —dijo en voz tan baja que parecía hablar consigo mismo—. Es por eso que quiero que ahora decidas lo que harás —añadió mirándola—. Puedes quedarte conmigo, ser mi cómplice y todo seguirá igual… O, bien, puedo pedirle a Oggi que te acompañe a reunirte con tus amigos para que vuelvas a tu mundo.
¿Decidir? Aquello cayó sobre su espalda como un balde de agua gélida. Sin embargo, no fue necesario que se detuviera a pensarlo demasiado ya que lo supo al descubrir toda la verdad detrás de Lelouch. No era el hombre despiadado que ella había creído, ni el idiota que ella creyó que estaba manipulándola con su extraño poder. Había más, mucho más detrás de la máscara y detrás de esos ojos púrpura. Aunque quizá las decisiones de Lelouch no eran las más acertadas, al menos estaba convencida de que el muchacho le estaba haciendo un bien al mundo. O al Área 11, al menos. Luchar por la liberación japonesa en contra de su propia patria no era algo que pudiera despreciarse o tomarse tan a la ligera.
La chica suspiró y buscó a tientas la mano de Lelouch para darle un fuerte apretón y dedicarle una cálida sonrisa.
—Si CC era tu cómplice, ahora tienes otra más —dijo ella, Lelouch no pudo evitar sorprenderse—. No me alejaré de ti, Lelouch —dijo ella firmemente—. Al contrario, puedes contar conmigo para llegar al final de tu rebelión.
— ¿Lucharás conmigo? —Preguntó él incrédulo—. ¿A pesar de todo lo que he…?
—En una ocasión me dejé manipular por un Digimon maligno con tal de salvar a mi hermano menor —sonrió ella—. Así que… Entiendo a la perfección lo que estás haciendo y quiero ayudarte a lograrlo —le dio otro apretón a su mano y añadió—: Te ayudaré a encontrar al asesino de tu madre, a destruir Britannia y seguiré siendo tu mano derecha en la Orden de los Caballeros Negros. Seré tu cómplice, Lelouch —aseguró.
El muchacho se limitó a sonreír.
—El mundo será juzgado por nosotros, Nene Amano —aseguró el muchacho devolviendo el apretón de manos.
—Así será —aseguró ella—. Vamos a ayudar a aquellos sin poder que son amenazados por los más poderosos, Lelouch Vi Britannia.
Era el comienzo de una nueva etapa en su relación y en la historia de ambos. Lelouch estaba dispuesto a darlo todo por ella y Nene, aunque sus amigos intentaran alejarla del muchacho, estaba también dispuesta a darlo todo por él.
¿Quién habría pensado que Lelouch encontraría a la perfecta cómplice en una chica proveniente de un mundo completamente distinto al suyo?
Por supuesto, ninguno de los dos se percató de que CC los observaba desde el marco de la puerta y tras su mirada indiferente podía distinguirse el atisbo de tristeza.