El Instructor de Piano +18-YO...

By AndyCockie

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Hoseok quiere aprender a tocar piano. Yoongi le enseñará a tocar, otras cosas. Adaptación. Autor original: @s... More

El instructor del Piano.
1.- Encuentro.
2.- Orgasmo.
4.- Cuerpo y Alma. 2/2
5.- Navegar tu Piel.
Ultima canción // Final.

3.- Cuerpo y Alma. 1/2

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By AndyCockie

El cuerpo de Yoongi se apegaba de forma violenta contra el de Hoseok con ansias de querer tomar todo de él, sus pulsos acelerados y el calor concentrado de ambos cuerpos pidiendo salir. El choque de ambas respiraciones mezclándose; almíbar, menta, tabaco. Sus lenguas creaban una conexión casi gloriosa, mordiendose los labios para evitar que los gemidos se convirtieran en ruido. La masculinidad de Yoongi rozándose de forma lenta y apaciguada contra la de Hoseok creando un toque sublime y mágico, un vaivén suave pero fuerte que pedía mucho de ambos. Las manos de Hoseok comiéndose la espalda de Yoongi, dejándole caminos rojos y cuando tenía oportunidad de escapar de su boca, su lengua recorría sus lunares perdiéndose en ellos, mordiendo su piel ante la exitación. Y Yoongi gemía ante el toque, ante las marcas que Hoseok estaba dejando sobre su piel, los escurridizos dedos de Yoongi navegaron por el contorno de la suave y cálida piel de Hoseok, algo brillante debido al calor corporal que en ese momento envolvía a su desnudez; sus dedos expertos bajando por su cintura trazando una pequeña cicatriz que Hoseok tenía en su estómago, descubriendo su piel, desnudándolo de alma, dejándolo en la tempestad del sentir. Y Hoseok ahogado por la excitación contorsionándose entre las sabanas de su habitación, apretándolas con fuerza hundiendo sus dedos en ellas, su almohada callando sus desesperados gemidos y su erección palpitando urgida contra el colchón.

El reloj marcaba las seis en punto, el cuerpo de Hoseok colapsó haciéndolo despertar del sueño a punto de venirse en su bóxer, gimió de enojo de la presión que sentía debajo de sus piernas, lagrimeó en un tono leve y verificó que la puerta de su cuarto estuviese bien cerrada. Al comprobarlo sus ojos se cerraron tenuemente y su cabeza se hundió en la almohada, en el intento de calmar su corazón que estaría por explotar. Su mano bajó hasta su erección y comenzó con toques lentos y suaves, queriendo hacerse un bien, imaginando que aquellas manos eran las de Yoongi masturbándolo, recordando su sueño.

Su mano se envolvía en la base de pene subiendo y bajando, experimentando lo que era tocarse, descubriéndose a sí mismo de qué forma le gustaba, si más lento o más rápido. Delineó su glande con su pulgar y su espalda se arqueó un poco, descubriendo que si se trazaba aquella zona de la piel tan sensible, se volvería loco. No quería correrse tan rápido, no quería que aquella sensación tan íntima y sumamente exquisita se acabara; pero el orgasmo divino lo alcanzaba y sin más se corrió, soltando un suspiro largo, colapsando entre sus sábanas y sintiendo el líquido escurrirse entre sus dedos manchando su mano, pero lo más íntimo de todo fue haber soltado ese cortado "Yoongi" con su voz apaciguada al final de su corrida.

Después de haberse duchado, sintiéndose más limpio y sobre todo calmado, Hoseok bajo las escaleras para comer algo en su desayuno, visando las agujas del reloj sabiendo que cuando dieran las once y cuarto él debía salir de su casa para dirigirse a la de su profesor de piano, de sólo pensarlo su respiración se agitaba, pero su mente le ratificaba que debía calmarse, que quizás el percance que había pasado con Yoongi no iba a volver a ocurrir, y eso lo desilusionaba un poco, él solamente quería volver a sentírse como en esa tarde, tan libre, tan puro. Acomodó su espalda en la silla del comedor y su cabeza se dirigió al techo, en una posición muy pensante, sin dejar de liberar suspiros que tenían nombre y apellido, por supuesto; Min Yoongi.
Su mente daba vueltas y giraba perdiéndose de forma nublada, ahogándose en sus propios pensamientos. ¿Con qué cara miraría a Yoongi hoy? Con la misma del otro día, Hoseok. Se respondió a sí mismo, pero su mente le retrucó otra pregunta. ¿Con la misma con la cuál llegaste a su casa, o con la misma cara con la cual te corriste cobre su mano?. Cerró sus ojos con algo de fuerza y soltó una risa nerviosa ante el ambiebte que su mente estaba creando.

El reloj marcaba las once y veinte pasadas, y Hoseok no se movía del sillón de su casa pero era consiente de que debía ir a las clases que Yoongi le porporcionaría, sin embargo su cuerpo no se movió de allí, su cuerpo permaneció acostado, con la mente en blanco. Sabía que Yoongi iba a pensar que Hoseok era un cagón de primera, pero no le importo porque cuando estaba por cruzar la puerta de su casa para dirigirse hasta su destino se acobardo, la timidez y la vergüenza volvieron a hacerse participes de su cuerpo, llenándose de eso. Cerró sus ojos y mordió su labio dejando caer algunas lágrimas sintiéndose completamente estúpido, ¿por qué no podía simplemente ir? Y que pase lo que tenga que pasar y ya; para Hoseok no era fácil, para su cuerpo menos ya que estaba experimentando sensaciones que nunca antes le habían sucedido. Entre ida y vuelta de pensamientos, su celular sonó, limpió sus lagrimas y tosió unas cuantas veces en el intento de aclarar su voz, no quería que su madre notara que había estado llorando, no quería preocuparla y menos por semejante tontería de niñato. Se sorprendió al ver que el número de la llamada entrante marcaba como "desconocido" así que sin pensarlo dos veces corto la llamada; pero inmediatamente el móvil volvió a sonar y Hoseok suspiró rezando para que no sean los idiotas de la compañía a la cual su línea telefónica pertenecía.

—Hola. — murmuró sobre el teléfono de forma suave, intentando que su voz no sonara quebrada.

—Dijiste que vendrías. — resonó esa voz firme al otro lado de la línea.

Y Hoseok se paralizó sosteniendo el celular con sus dos manos, sus ojos se abrieron y una nube de preguntas se abrió en su mente, era él, ¿Cómo mierda había obtenido su número? Hoseok no recordaba habérselo dado.

—Lo siento. — Se atajó en respuesta con esa voz tan dulce y toque celestial, muy propio de él.

—No, no lo sientes. Mientes. — Afirmó Yoongi en tono autoritario.

Hoseok bajo el teléfono queriendo calmar sus nervios, sin encontrar respuesta ante la fuerte postura que sabía que Yoongi estaría teniendo detrás del teléfono.

—Te espero aquí dentro de veinte minutos, Hoseok. Es tu última oportunidad de tomar clases conmigo. — Dijo Yoongi sobre el teléfono. Y lo ultimo que el chico de hoyuelitos escuchó salir del teléfono fue el pitido de la llamada finalizada.

Desvió su mirada al reloj y corrió hasta la puerta, sin pensar las acciónes a continuación si no iba a volverse a quedar tirado en el sillón de su casa. Y muy en el fondo, él no quería eso, él quería estar con Yoongi.

Su paso fue apresurado y en menos de diez minutos él se encontraba en la misma puerta que el otro día, parado con la misma actitud de inocencia e infinita ingenuidad. Inclino su cuerpo poniéndose de puntas de pie para alcanzar el timbre, pero no hizo falta tocarlo; la puerta se abrió dejando a la vista el cuerpo de Yoongi. Los ojos de Hoseok se desviaron a los suyos, su mente recobró el sueño y Hoseok le rogó a su mente que por favor no, esta vez no. El cuerpo de Yoongi se hizo a un lado dándole el paso a Hoseok, sin murmurar ninguna palabra, casi mirándolo con asco e indiferencia. Y algo dentro de Hoseok se quebró en ese momento pero quiso olvidarlo rápidamente subiendo las escaleras con rapidez, se acordaba del camino. Atravesó la puerra mirando hacía ese lugar y se sintió flotar cuando recordó lo que había pasado justo ahí. Se sentó sobre el sillón y dejo su mochila a un lado, sonriendo levemente porque después de todo él venía a aprender piano, aunque le costara haría como que todo estuviese olvidado, borrón y cuenta nueva diría su madre.
Su profesor de piano se hizo presente en la sala soltando un quejido entre sus labios e inclinó su cabeza, indicándole a Hoseok que debía ir a sentarse en el banquillo frente al piano. Hoseok obedeció y meció sus piernas algo ansioso por aprender, y por tener a su instructor cerca; los dedos de Hoseok pasaron como una caricia por las teclas, sin hacerlas sonar ya que el toque era muy leve. El tibio aliento de Yoongi que cayó sobre su oreja lo hizo exaltarse moviéndose un poco, la mano de Yoongi se posó sobre la de Hoseok de forma muy suave; acomodó sus dedos sobre las teclas y los bajo tocando algunas notas pausadas. —Esa será la primera canción que aprenderás, Hoseok. Pero primero aprenderas a leer partituras. — Dijo con un corto susurro Yoongi; nuevamente chocando su aliento contra la piel sensible de aquel chico lográndolo erizar por completo. Hoseok asintió conforme ante lo que su instructor decía y muy decidido en aprender.

El cuerpo de Hoseok comenzaba a cambiar de temperatura, no sabía el por qué, quizás en esa sala hacía mucho calor o talvez era el cuerpo de Yoongi detrás suyo que lo ponía de esa forma. Por otro lado, Yoongi estaba tenso en una posición de querer y no querer hacer lo siguiente, pero a él le gustaba la forma en que Hoseok se tensaba ante su toque así que finalmente lo hizo.

Los rosados labios de Yoongi se apoyaron contra la tenue piel del cuello de Hoseok, soltando un leve chasquido: volvió a rozar sus labios en esa zona, pero esta vez bajando por su columna vertebral, liberando el aire caliente que se encontraba refugiado en su interior. Y Hoseok simplemente se dejó hacer liberando un suspiro, mientras tiraba su cuerpo hacía atrás y ese fue el "si" de forma indirecta que él de dió a Yoongi para que continuara.

Yoongi no dió marcha atrás y bajo sus manos hasta el borde de la ramera de Hoseok, quitándola para poder apreciar el contorno de su delicada piel. Las manos de Yoongi se dirigieron a su cabeza trazando círculos invisibles, líneas incomprensibles sobre el abdomen del chico. Los dedos de Yoongi hicieron un trazo impecable sobre la piel y en el momento que su pulgar apretó con fuerza su pezón, Hoseok gimió de forma corta, todavía invadido por la vergüenza. Los brazos de Yoongi lo obligaron a salir de dónde estaba dirigiéndolo hasta que Hoseok quedara sentado sobre el sillón, él se acomodó entre las piernas del chico y volvió a su labor devorando el cuello del menor con profundos besos húmedos dejando restos de saliva por su piel. Bajo su boca deslizándola por sus clavículas, trazándolas con su lengua y siguió bajando hasta tocar con su lengua uno de los rosados pezones de Hoseok, envolviendo su lengua jugetonamente ahí, mientras una de sus manos descendía buscando desabrochar los jeans que el chico traía y al conseguirlo los bajo si apuro apoyando una de sus manos contra la erección que amenazaba a marcarse. Hoseok arqueó su espalda pidiendo un toque más profundo y en consecuencia sus manos se dirigieron a la ramera de Yoongi queriéndola retirar, el toque inexperto de Hoseok encendía la exitación de su profesor provocando que este quitara su ramera arrojandola quién sabe a dónde. Hoseok comenzó a pellizcar la espalda de su profesor, rasguñándola, recobrando aquel sueño que había tenido esta mañana, sintiéndose nuevamente de esa forma, Hoseok se estabilizó de su posición en el colchón sentándose y Yoongi quedando parado frente a él, con su erección frente a los ojos de Hoseok. El chico no dudo un segundo y uno de sus dedos apretó la aprte delantera de Yoongi, ese simple toque había ocasionado fuego en el salón. La cadera de su profesor se hizo hacía delante y Hoseok entendió claramente el mensaje. Desabrochó su pantalón bajándolo, y sin más toco por arriba de la tela del bóxer la fuerte erección que tenía su profesor. Hoseok era inexperto, no sabía que debía hacer; si debía ir lento o rápido. Yoongi observó la confusión en sus ojos y tiro su cabeza hacía atrás, demasiada inocencia iba a matarlo. — ¿Quieres que te enseñe que hacer? — Preguntó de forma calmada, intentando controlar sus ganas. Hoseok asintió con su cabeza de forma tímida pero segura, y Yoongi bajo su bóxer dejando al descubierto su pene frente a los ojos de su alumno. La boca de Hoseok cayó al ver el prepotente miembro que su profesor tenía, le gustaba mucho; el pene de Yoongi se mantenía en una posición firme, como si estuviere enojado y necesitado. Yoongi tomo las manos de Hoseok apoyándolas contra la base de su pene, envolviéndolo, justo como Hoseok había hecho con su miembro esta mañana. Las tiernas manos de Hoseok envolvieron el contorno del pene sintiéndolo caliente bajo su tacto, movió su mano de arriba hacía abajo de forma rápida y Yoongi mordía su labio para acallar los gemidos que no quería liberar. —Más lento. — articuló y su alumno comenzó a frenar sus movimientos haciéndolos mas lentos y más profundos, sintiendo el pulgar de Hoseok acariciar la cabeza de su pene donde se hacía presente su líquido pre-seminal.

Los ojos de Yoongi se abrieron firmemente en el momento que Hoseok se inclinó sobre la cabeza de su pene pasando su lengua en forma circular. —¡Mierda Hoseok! — Gimió Yoongi al sentír la cálida e inexperta lengua del chico envolver la cabeza de su pene, mientras sus manos seguían trabajando de arriba hacía abajo masturbándolo.


...... To Be Continued😂💕


🌚

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