Narrado por Namjoon 🐻
Entre mis manos tenía un viejo libro de Guillermo del Toro que se supone me ayudaría a conciliar el sueño, quedé tan atrapado en la historia que ya no sentí la necesidad de dormir.
Por el contrario, Seokjin ya llevaba más de una hora descansando junto a mi, sus preciosos ojos grandes y profundos estaban cerrados, sus labioa se veían rojizos y respiraba suavemente con un peluche de Yoshi como prisionero entre sus brazos.
Para no molestarlo con la luz, apagué el foco de la habitación quedándome sólo con el apoyo de mi lamparita para lectura, que estaba de pie en la mesa de un lado.
Al terminar un capítulo más de la novela Nocturna, me tomé un segundo para admirar la bella figura que dormía a mi lado, cerré el libro y miré a Jin con atención.
Su cabello estaba un poco alborotado haciéndole ver aún más tierno de lo normal, últimamente ha tenido las mejillas sonrojadas todo el tiempo, sus ojos brillan como nunca, casi siempre está de buen humor y se ha vuelto mucho más coqueto; ahora entiendo cuando dicen que los últimos meses de embarazo son los mejores.
Me recosté para quedar de frente hacia él y le quité un poco de cabello que cubría su frente. Con una barriga tan grande es dificil para él encontrar una posición cómoda para dormir, por eso usa tantas almohadas y cojines como pueda.
Parece un ángel.
Le acaricié la mejilla con cuidado y sonreí.
Faltan menos dos meses para que nuestras vidas cambien por completo, y debo decir que me encuentro más nervioso que nunca. Incluso, el miedo que tenía cuando me enteré de nuestro embarazo no se compara con el miedo que tengo ahora.
Coloqué mi mano con cuidado sobre su vientre y cerré los ojos. Traté de imaginar cómo será mi bebé cuando nazca, si tendrá los labios como los míos o los de Jin, si será tranquilo o revoltoso. Sonreí, seguro Seokjin hyung se la pasará estresado si el nene es tan desastroso como yo.
Pensé en lo poco que falta para convertirme en padre y que realmente no tenemos cosas escenciales como una cuna, una bañera o un cochecito para cuando salgamos a pasear, aunque preferiría llevarlo abrazado todo el tiempo.
Sólo dos meses... ¿Y si yo no estoy presente en el momento del parto? ¿Y si me encuentro fuera de Seúl?
Si Seokjin se encuentra solo en el dormitorio en ése momento ¿A quién pedirá ayuda?
Negué con la cabeza asustado y volví a abrir los ojos.
Él aún dormía profundamente, estaba callado, tan tranquilo, no parecía preocuparle nada más que descansar, comer mucho y obligarme a consentirlo. Lo último lo haría aún si no me lo pidiera. Podría cruzar el océano si es necesario sólo para conseguirle una dona azucarada y leche con chocolate.
Suspiré profundo todavía asustado.
En éso, algo bajo la palma de mi mano comenzó a moverse repentinamente, se sentían como golpecitos dentro del vientre de Jin, los cuales hicieron que él arrugara la nariz todavía con los ojos cerrados.
- Hmmm... -gruñó removiéndose en su lugar y se llevó una mano a la frente
- ¿Amor?
- Dile a tu hijo que me deje dormir -indicó malhumorado
- Lo siento....
Sé que yo provoqué esos bruzcos movimientos en el nene, porque él percibe todo lo que pasa a su alrededor y pudo sentir mi negatividad y mi miedo. Siempre se pone inquieto cuando estoy estresado o cuando Seokjin anda de malas.
Le di un beso en la frente a mi princesa y le acaricié el abdomen tratando de poner la mente en blanco, pero los movimientos no cesaban.
Jin abrió los ojos con dificultad, me miró y arrugó la frente mientras se acostumbraba a la tenue luz de la lámpara.
Llevé mi mano hacia su mejilla y la acaricié.
- Namie... -dijo de pronto con voz dulce
- ¿sí, hyung?
- Jinnie tiene antojo -infló las mejillas e hizo un tierno puchero
- ¿Qué se te antoja, princesa? -pregunté tratando de no reir por su repentina bipolaridad.
Tocó entre sí las puntas de sus dedos índice varias veces sin deshacer ése puchero suyo, se veía tan adorable. Sea lo que sea, un pastel de tres leches con relleno de jalea de fresa, un batido se frutas, una hamburguesa de carne de unicornio o unas papitas a la francesa, las conseguiré sólo para hacerlo feliz.
- Dime, mi amor -sonreí.
En éso, sin borrar esa inocente expresión, señaló mi pene.
Los colores se me subieron a la cara.
- Eh... ¿Qué quieres exactamente? -Pregunté nervioso creyendo que se refería a otra cosa, culpadno a mi mente que siempre ha sido muy pervertida
- Quiero tomar leche -contestó tocando mi miembro con su índice.
Quedé pasmado por un momento. Seokjin llevaba meses sin querer nada respecto al sexo, cada vez que trataba de lograr que se excitara él se quedaba dormido o decía que estaba incómdo.
Y ahora me dice esto...
Tengo que aprovechar.
- Ah, claro princesa, la que tú quieras -contesté levantando la manta que me cubría.
Seokjin se sentó en la cama y llevó sus manos hacia mi pantalón de pijama, lo tomó por el elástico al igual que los bóxers y los bajó, ayudé a levantar la cadera y dejó ambas prendas en mis rodillas.
Sin cohibirse ni un poco o mostrar una mínima señal de timidez, se inclinó sobre mi miembro todavía adormilado y lamió una vez desde el glande hasta la base.
Todo en mi se estremeció.
No quería que Jin se incomodara al tener que estarse agachando para alcanzar mi pene, me incorporé y me puse de pie junto a la cama, sentándose él cómodamente al borde del colchón con mi pelvis frente a su cara.
Se relamió los labios al ver mi miembro todavía en reposo, lo acarició con su mano de arriba hacia abajo para tratar de despertarme, y poco a poco lo conseguía.
Frotó varias veces hasta lograr en mi esa erección que él conoce ya de memoria, ésa que robó su virginidad, la que le ha hecho gemir durante toda la noche para no poder caminar por al menos dos días.
Abrió sus tiernos labios rojizos y comenzó a mamar sin rodeos. Cerró los ojos y puso la mano izquierda en mi cadera mientras con la otra masturbaba el tramo de mi pene que no cabía dentro de su boca.
Seokjin siempre ha sido todo un experto en el sexo oral, incluso la primera vez que lo practicamos él dijo que no sabía cómo hacerlo, pero resultó todo un maestro, me hizo venirme dos veces ésa noche. Es otro de sus talentos naturales.
Acaricié su cabello entre graves gemidos, no necesitaba moverme, él hacía todo a la perfección.
Sus carnosos labios se amoldaban al grosor de mi miembro y lo frotaban mientras en el interior, su traviesa lengua se encargaba de lamer y acariciar toda la extensión que le invadía.
- Hyung, mírame -le pedí.
Abrió los ojos sin detener su trabajo y me miró.
No podía existir una imagen más erótica que esa, sus grandes ojos brillantes viéndome, sus mejillas sonrojadadas y su dulce boquita devorando mi miembro.
- Así, princesa, ahh.... -Gemí.
Me acarició los testículos y entonces no pude contenerme. Saqué mi falo de su cavidad y empecé a frotarlo rápidamente, èl sabía que estaba a punto de acabar, abrió amplio la boca y sacó la lengua.
Sus ojos me veían esperando el momento.
Entre gruñidos eyaculé, él gimió al sentir el líquido caliente que salía de mi pene y corría por su lengua hasta perderse en su garganta. Luego de liberar todo el semen que pude, Seokjin siguió mamando hasta asegurar que había conseguido todo de mi orgasmo.
Él jamás había comido mi escencia, le causaba asco o algo por el estilo, todas las veces (y vaya que han sido demasiadas) que he eyaculado en su boca, lo retiene un segundo y después escupe. Pero ésta vez lo comió todo con gusto.
- Oh, Jin... -susurré
- Gracias, Monnie -dijo y se relamió los labios
- Gracias a ti, princesa.
Caí rendido en la cama, semidesnudo, no pude aguantar ni dos minutos cuando me quedé dormido profundamente. Y Seokjin se quedó jugando Bubble Shooter en su celular otro rato.
❤💛💚💙💜
Y bueh :'""v aqui esta mi actualización
When Jin nace pasiva y todo lo que tenga que ver con pasividad lo,hace bien, hasta las mamadas uwur 💅
Y tengo que decirles que mi celular anda muy mal, las renacuajas del grupo ya se dieron cuenta :'c
Espero pronto poder comprar uno nuevo y con más memoria
Asi que si de pronto desaparezco, es porque mi cel explotó alv
Foto de mi osita kawaii :3
Confieso que shippeo a Seulgi con Namjoon :''v
*Corre antes de que le corten la cabeza*
Los amo a todos🐸