El chico de los ojos verdes

Oleh DCBlair

859K 63K 12.3K

Un ángel caído, y una profecía que está a dos pasos del abismo. Lebih Banyak

P r e f a c i o.
Advertencia.
1. Es un sueño. ✔
2. Tienda de discos.✔
3. Tienda de discos parte 2.✔
4. Tu nombre es Rayder. ✔
5. Grace y Mayson.✔
6. ¿Ladrón? ✔
7. Sueñas conmigo, cielo. ✔
8. Recuérdame.✔
9. Ivonne.✔
10. Duele.✔
11. Lo sé. ✔
12. Yo te quiero en esta. ✔
13. Bésame. ✔
14. Rayder.✔
15. No supe si quedarme o irme. ✔
16. Elizabeth.✔
17. Cree en ti.✔
18. Es una pared de trescientos años.✔
19. Mentir no es bueno.✔
20. Gema.✔
21. Nunca estuvieron en el juego. ✔
22. La amas, ¿verdad?✔
23. Quizá.✔
24. Sangre de caído, ojos grises. ✔
25. Renacimiento.✔
26. Un recuerdo por cada marca. ✔
27. Eras tú. ✔
28. Me gustas. ✔
29. Tú, misterio. ✔
31. Tormenta ✔
Capítulo 32. Tormenta II✔
Capítulo 33. Él✔
Capítulo 34. Decisión✔
Capítulo 35. Felicidades.✔
Capítulo 36. J✔
Epílogo.
Epílogo.
Final alternativo.
15. No supe si quedarme o irme.
Curiosidades.

30. Alas ✔

9.9K 869 184
Oleh DCBlair

Regresé. Lo sé ha pasado tanto tiempo desde que retome lo que fue la plataforma y las redes [instagram: blair_storm twitter: DCBlair78]  fue un año aproximadamente, creanme que estaba bloqueada, entre tareas, trabajo, proyectos, que no me dejaba tiempo, volví para quedarme. 

Escribí esta nota porque siento que les debo una explicación que ya di, estuve poniendome al tanto aquí en wattpad y en las redes, les daré el final que se merecen, comenzare con DESTROY ME cuando termine aquí, es mi reporte Joaquín, los amo. 

Con amor, Blair. 



Raider.

Los humanos tenían la creencia errónea de que necesitan a alguien para sobrevivir.

Yo le había roto el corazón.

A la mitad de todo esto, estaba ella. Había cambiado radicalmente desde la conocí, yo sabía que esta no era la primera vez que había conocido a mi condena, pero viéndola a través de los siglos se volvía menos denso, la amaba. La amaba tanto como para no quererla conmigo, la amaba en la manera que te das cuenta que ya no existe marcha atrás.

La había amado tanto tiempo.

Tanto que dolía.

Y ya no estaba dispuesto a querer tenerla conmigo. En ese momento pensé con la cabeza fría, y deje de lado lo que sentía. Teníamos a cientos de seres detrás de nosotros que querían saciar su venganza, y para mí, derrotado accedí a un trato.

—No logro sacármela de la cabeza —susurré entre mis labios.

Mayson con los brazos flexionados detrás de su cabeza con su semblante burlón y altanero me sonrió.

—Te lo dije —parpadeó dejando de girar el cuchillo pequeño entre sus dedos—. Sabías que esto sucedería desde que Gabriel apareció, termina esto Rayder.

Algo dolió. Cientos de años entrenando para no sentir y en ese momento algo latía en mis entrañas, yo había perdido la cabeza por Arielle, Kassandra, Lia cualquier nombre con el que apareciera, me parecía un ser extraordinario pero fue mi destrucción. Yo, un vil y poderoso ángel cayendo por lo que ellos conocen como lujuria, a la mierda la lujuria y las guerras el infierno iba arder si alguien llegaba a tocarla.

—No puedo sacármela de la cabeza —murmuré al aire, así sin nada, solo murmuré y todo me sonó tan vacío que algo volvió a pesar en mi pecho.

—Se llama culpa —dijo Mayson por fin. Barrió despacio cada punta del lugar para decirme con voz amortiguada, —ese tipo de voz con la que te dicen un secreto—. Y te duele aquí —señaló su pecho arrastrando las palabras en voz baja, sus dedos ascendieron hasta su cabeza—, sin embargo todo recae aquí.

La mente, las memorias, todo.

—Quizá Gema, quizá ella pueda ayudarme a arreglarlo.

—Ni siquiera pienses en ella, no en ella, Rayder —había resentimiento y amor en su voz, todavía no la perdonaba del todo, pero era Gema, y si algo era bien sabido de ella es que le encantaba jugar con los recuerdos de las personas—. Gema me quiere a diez metros bajo la tierra con todos esos demonios.

—Estoy jodido —lancé la estatuilla brillante que tenía entre mis dedos al aire sin perderla de vista.

—Solo mira como la observa —la voz perezosa del demonio a mi lado me inmuto—. Déjala ir, Rayder.

Algo impasible brillo en su mirada parecido a los que desafían a la muerte cuando menos lo pensé la estatuilla de oro que jugaba entre mis dedos estaba siendo la culpable de que un hilo de sangre espesa y oscura abandonar la mejilla de Mayson, sonreí.

Fue una equivocación.

Él movió los dedos estratégicamente dejándome ver un halo reluciente de la cuchilla. Dos; fueron los segundos que me tomaron para escabullirme entre las paredes, pero si en algo era bueno ese imbécil era con las dagas.

—Ni siquiera me levantaré —habló con arrogancia y pedantería, perecido a un ángel, le creí pues lanzo su primer tiro rozándome una hebra de cabello azabache. Me reí.

—Me importa una mierda si él la mira como si fuera una puta estrella en la constelación, ella es mía —le grité jalando el mango de la daga clavado en la pared. El hueco en la pared me importo poco.


Destiny.

—Jodida mierda, Dess —la pelirroja hundió sus dedos largos en su cabello, dirigió sus ojos hacía el suelo en un ensimismamiento profundo—. ¿Cómo puedes estar en medio de todo esto?

Desvié la mirada, porque venga, no tenía respuesta ni para contestarme a mí. Lila inclino su rostro hacía mí como lo hace un perrito cuando lo tienes satisfecho y con voz pastosa y cuidados agregó:

—¿Él tiene alas?

Había visto ángeles, arcángeles y caídos pero a estos últimos nunca me los había imaginado con alas. Entonces las preguntas y respuestas erróneas surgieron como espuma, Rayder jamás había tocado el tema de extrañar su alas más que solo una vez y a opinar por la mirada de esa vez le incomodaba hablar sobre eso. Había leído sobre ángeles, y el cómo sus alas eran su marca dependiendo de su poder en la jerarquía pero a él, él pudo haber sido diferente.

—No lo sé.

Lila se acurruco en el sofá favorito de mamá prestando atención a la figura atrás de mí, la voz de Gema llegó a mis oídos.

—¿Estarás bien? —su voz salió fuerte y dura, me la imaginé con su ceño hundido y el cabello llegándole a unos centímetros por debajo de los hombros—. Saldré por unas horas, necesito que me asegures que estarás bien sin meterme en problemas.

—Estaré bien —le sonreí torcidamente mirándola de soslayo. Escuché cuando giró el pomo de la puerta para cuando volteé solo vi la silueta de su chaqueta de cuero negra y el rastro de su cabello.

—No le agrado. Lo sé. Joder, piensa que me follare al caído de trescientos años.

—Cuatrocientos cincuenta y tres para ser exacta —repliqué con una sonrisita.

—Que su ex novio de quinientos años me acose no es mi culpa —se relamió los labios y me miró—, le pondría una orden de restricción si no fuera por el trasero que se carga —terminó por sonreír con descaro.

—Estás perdiendo la cabeza.

Todo marchaba bien, lo creí, porque uno cree que cuando una persona trata a toda costa de que las personas a su alrededor se sientas felices es porque ellos son felices, sin embargo, me equivoque.

—Comencemos de cero, Dess —los ojos de Lila se cristalizaron—. Todo de nuevo. Solo nosotras, en otra parte, en otra escuela, en otro país, en la punta del mundo pero comencemos de cero.

Lloró.

Lloró como si se le hubiera roto el alma justo frente a mí, y yo que creí que era la única con el alma destrozada.

—¿Irnos?

—Irnos, dejar el pueblo sé que puedo ser más que esto, las cosas con mis padres no están bien, hace años que no lo están solo faltan quince días para ser mayor de edad y yo quiero salir de aquí, solo ven conmigo, por favor, Dess, por favor.

Jadeé. Lo hice porque me pareció una locura y, cuando iba a responder el golpe en la puerta nos alteró a ambas.

—¿Crees qué...

—No es como si viniera a tocar la puerta los que quieren verme muerta, ¿verdad? —fue mero sarcasmo pero el nudo en la garganta nadie me lo quitaba.

Con toda la valentía que pude recoger arrastre mis pies descalzos por el suelo con Lila detrás siguiéndome, existía una remota posibilidad de que fuera Gema pero al ver por la ranura lo que encontré fue oscuridad. Tomé el pomo y lo giré con una lentitud hasta que la figura frente a mí fue tomando forma, cuando Dan apareció en mi campo de visión no fui la única que soltó algo parecido a un suspiro de alivio.

—Te he dicho que revises quien es antes de entrar —me regaño, tirando de mí, olía a bosque: humedad, tierra y vida, siempre que me acercaba a él a eso me recordaba, sonreí.

Se alejó de mí echando una mirada con sus iris color zafiro observando a Lila quien lo contemplaba como si fuera un pedazo de comida.

—Florecita, ¿me extrañaste? —probo su apodo en sus labios húmedos.

Algo brillo en los ojos de Lila para sonreírle torcidamente, Dan le devolvió la sonrisa. Todavía quedaba rastro de las lágrimas en las mejillas de Lila pero eso seguiría siendo mi prioridad hasta hablarlo a solas con ella. Terminamos por entrar hasta la sala principal y en la mirada curiosa de mi amiga pude descifrar las siguientes palabras dichas por su boca suelta.

—Una pregunta para ti, Bowers —acercó su cuerpo hacia nosotros temiendo de que alguien la escuchara—: y en mi defensa diré que me estoy muriendo de dudas.

—Para ti estoy casado con tres hijos y una amante, florecita.

—No me digas así, no me gusta—mintió, amaba que él le dijera así.

—Dime cual era tu pregunta, amor —le sonrió cauteloso deslizando sus ojos pausadamente por su rostro, estaba coqueteando.

—¿Los caídos tienes alas?

Y todo desapareció: la sonrisa, el coqueteo, los apodos. Algo sombrío lleno de misterio se apodero de las facciones del chico a mi lado algo se intensifico en su mirada.

—¿Lo sabe? —cuestiono, serio hacía mi persona.

—Era inevitable que no lo supiera.

Se hizo el silencio por largos y eternos segundos.

Dan inspecciono el lugar varias veces tan solo con su mirada, así pausadamente como si temiera que lo que fuera a salir de su boca fuera un pecado.

—Los caídos no tenemos tantos privilegios como un demonio o un ángel, somos el punto medio —se echó hacía atrás y sonrió con sorna—. Condenados a vivir entre las sombras y despreciando almas, una estupidez, puedes preguntarle a cualquier desterrado que es lo que extraña más y te dirá que son sus alas, poseemos alas, sí, pero el ir mostrándolas o si quiera usarlas nos mataría, el dolor seria desgarrador, ese es nuestro peor castigo; no poder mostrar lo que alguna vez fue nuestro llamativo.

Los ojos verde olivo, rutilantes y vivaces de Lila inundan la sala pareciera que es una niña pequeña a la que le están revelando el truco de magia más increíble.

—¿No son de color negras y feas?

—El mundo cree que las alas y el aspecto de los demonios y caídos es horrible pero se equivocan los humanos siempre buscaran lo superficial, así que eso es lo que les damos.

—¿Cómo sabes que no son de un aspecto aterrador? —la pelirroja arqueo las cejas—. No a todos los humanos nos gusta lo superficial.

—Porque he visto unas —sus iris zafiro llegaron hasta mí y con calma y paciencia confesó—. Las de tu madre, Dess. Tu madre siempre fue especial entre ángeles, demonios, y caídos.

Lanjutkan Membaca

Kamu Akan Menyukai Ini

536K 41.7K 42
"Con solo un paso, él sabrá tu destino. No le dicen Killer por nada." Portada perfecta: @GDanyelle Historia Registrada en Safe Creative. © All rights...
91.2K 10.4K 43
Segunda historia de la saga: 👑Reinos Sobrenaturales 🍃 "El mundo siempre ha estado rodeado de peligros, Cielo. De toda clase, de todo tamaño y form...
3.4M 214K 49
❝Amabas el té frío como yo te amaba a ti.❞