Era una noche muy tormentosa después de tantos años de guerra entre los Demonios, todas las especies tuvieron que unir fueras para enfrentar a los demonios. Los Ninjas, Magos, Hadas e incluso hasta los Dragones les enseñaron a una cierta cantidad de humanos la magia de los Mata-Dragones.
-Parece que fi..finalmente hemos derrotado a los demonios-. Dijo un hombre alto, musculoso con pelo largo hasta los hombros de color naranja peinado hacia atrás y una barba sin afeitar.
-Jejeje si finalmente esta maldita guerra ya ac..acabo-. Dijo un pequeño sujeto con algunas canas, se estaba quedando calvo a excepción de su coronilla.
-Jejeje no creí que este día llegaría tienes una magia verdaderamente sorprendente Gildarts-Kun-. Dijo un hombre de estatura baja, piel morena y pelo de color marrón con algunas cuantas canas.
-Jejeje aún no estamos tan viejos Hiruzen-. Dijo caminando por lo que había sido una vez el campo de batalla.
De pronto empezaron a escuchar un llanto que provenía del gran cráter que tenían enfrente de ellos con una criatura en el centro del domo de tierra, al ver más detenidamente al bebe pudieron ver que era rubio con un símbolo en su frente que desprendía una tremenda cantidad de por demoniaco como el de los diez mandamientos.
-Por todo los cielos es..este niño está desprendiendo una gran cantidad de energía demoníaca-. Dijo Gildarts intimidado por el poder demoniaco eh instinto asesino.
-No solo eso Makarov observa esa marca que tiene en su frente-. Dijo Hiruzen paralizado por la marca que el recién nacido tenía en la frente.
-E..e..es igual a la de esos sujetos-. Dijo Makarov recordando a los dos miembros más fuertes de los diez mandamientos.
-Que es lo que debemos hacer?-. Pregunto Gildarts al saber que este bebe podría ser un gran problema para la humanidad en el futuro.
-Yo no tengo idea que me dices tu Makarov ?-. Pregunto Hiruzen a su compañero por si tenía alguna una solución antes de llegar a la solución de asesinar al niño.
-Puede que haya una solución-. Dijo Makarov recordando que había un dragón que podía leer el corazón y alma de las personas.
Tras haber recogido al bebe recién nacido Makarov se dirigió a la montaña más alta donde había una fosa que guiaba a la cueva del padre de todos los dragones el God-Dragón.
-Jejeje sabía que vendrías Makarov-. Dijo una criatura de gran tamaño escamosa, sus puños y cola estaban rodeados por unas gran llamas que demostraban su gran poder.
-A pasado tiempo mi viejo amigo-. Dijo Makarov sonriendo al ver que su viejo amigo seguía siendo el mismo de siempre.
-Que puedo hacer por ti?-. Pregunto el dragón al ver al único humano que le mostró que no todos los humanos tenían el corazón lleno de codicia, oscuridad y odio. Pero sobretodo que había conseguido hacerse su amigo.
-Veras después de que finalizó la guerra encontramos este bebe en un cráter pero lo que me dejo sin aliento es que este niño poses una grandísima cantidad de energía demoniaca y pose la marca del clan demoniaco-. Dijo Makarov mostrándole al dragón al recién nacido dejándolo sin palabras pues él si sentía la energía demoníaca pero no sentía ninguna pizca de maldad en el pequeño.
-Jamás había visto a un demonio que no tenga maldad en su corazón-. Dijo el dragón en shock por la energía maligna, pero el niño sin ninguna rencor ni odio en su corazón.
-Que?!-. Grito Makarov dejándolo sin palabras al no entender que significaba esto, primero encuentra al niño que desprende un gran poder oscuro, después se entera que el niño pertenece al clan de los demonios y ahora que no tiene ninguna pizca de odio y rencor en su corazón.
-Cuál es el nombre del niño?-. Pregunto el dragón al no saber el nombre del bebe.
-Naruto-. Dijo Makarov mostrando el nombre en la colcha con la que lo habían encontrado.
-Parece que finalmente eh encontrado a mi Dragón Slayer-. Dijo el dragón sonriendo al ver al pequeño Naruto feliz estirando sus manitas hacia a el.
-Cr..creí que habías dicho que ningún humano merecía ser tu Dragón Slayer-. Dijo Makarov sorprendió que el padre de los dragones dejaría su legado en un humano.
-Jejeje no querido amigo después de conocerte me demostraste que los humanos no son lo que yo había pensado, además yo te había ofrecido ser mi dragón slayer pero tú lo rechazaste-. Dijo el dragón apagando las llamas de su mano y utilizando una de sus garras para poder tocar a Naruto.
-Tienes razón jejeje este niño será extremadamente fuerte quien iba a pensar que este pequeño tendría la magia del God-Dragón-. Dijo Makarov bajando su mirada y observando al pequeño que tenía entre sus brazos.
-Desde ahora tú serás Naruto Dilong Devil-God-Dragón Slayer-. Dijo el dragón cargando a Naruto con delicadeza y escuchando la risa del bebe que al parece le gustó su nuevo nombre.
-Jejeje parece que le gusta Tialong-. Dijo Makarov al ver la felicidad de el pequeño.
Después de eso Makarov se marchó dejando al pequeño Naruto con su nuevo padre, Tialong le enseñó de todo a Naruto desde la lectura, escritura, pelea cuerpo a cuerpo, el arte de la espada, diferentes tipos de magias, pero sobretodo y la más importante la magia de God-Dragón Slayer, aún que también le enseño lo básico de su poder demoniaco.
Naruto tenía fuerza sobre humana, resistencias casi perfecta, pues el al ser un demonio y ser entrenado por el dios dragón padre de todos los dragones tenía una regeneración monstruosamente rápida, en cuanto a su habilidad con su espada aprendió a enfocar su magia en la hoja para hacerla más resistente, su espada estaba forjada con sangre y escamas de Tialong, lo que la hacia irrompible y sumamente destructiva. También Tialong colocó un hechizo sobre la espada de Naruto para que su hijo solamente pudiera utilizarla, pues la espada de Naruto también era una de las 2 llaves para abrir de nuevo la dimensión en la que los demonios fueron desterrados.
-Otto-San por qué es que te dicen el padre de los dragones-. Pregunto un pequeño Naruto de 5 años sentado en una cueva frente una fogata y de tras de él se encontraba Tialong.
-Jejeje me dicen el padre de los dragones por qué yo no soy un dragón ordinario ya te había contado sobre el rey de los dragones pues yo estoy por encima de él aún con la mitad de mi fuerza yo podría vencer fácilmente al rey y la razón por la que soy el más poderoso es que yo aparte de ser el primer dragón de toda la historia soy un dios por eso me dicen el Dragón God-. Dijo Tialong inflando su pecho sonriendo orgullos por ser el dragón más fuerte de todos.
-Oooh fabuloso-. Dijo Naruto con estrellas en los ojos.
-Naruto existe un gran poder dentro de ti yo sé que habrá algunas veces que te sientas débil e impotente pero recuerda que puedes hacer lo que sea yo creo en ti después de todo eres mi hijo-. Dijo Tialong sonriéndole y cerrando sus ojos.
Lo que Naruto no sabia o sospechaba es que Tialong se estaba despidiendo de él.
-(Naruto otra cosa por la cual me llaman el padre de los dragones es por qué me puedo comer los elementos de todos los demás dragones y fusionarlas con mi magia pero eso lo descubrirás con el paso del tiempo hijo al igual que otras cosas)-. Pensó Tialong recordando las habilidades que le faltaban por despertar a Naruto.
A la mañana siguiente.
Naruto había despertado pero no había rastros de tialong.
-Otto-San, Otto-San donde estás?!-. Grito Naruto al no ver ningún rastro de Tialong.
Justo en ese momento Naruto encontró lo que parecía un amuleto con la sangre y el poder de Tialong con una nota alado de su espada.
"Querido Naruto espero que no me odies por esto se que será difícil para ti pero para los dragones no se les permite interactuar con los humanos por mucho tiempo eso a mí también me afecta es una ley sagrada para evitar que se desatará una guerra entre humanos y dragones. Debes dé completar tu entrenamiento de God-Dragón Slayer y demostrar al mundo entero de que estas echo hijo mío recuerda que pace lo que pace siempre debes luchar por proteger a tus seres queridos esa es una de las cosas que le permiten a todos romper sus límites y desatar el poder que hay dentro de su interior y despertar ese potencial VIVE NARUTO DILONG.
TÚ PADRE TIALONG."
Al terminar de leer la carta Naruto estaba derramando unas cuantas lagrimas, que fueron reemplazadas por una sonrisa y en sus ojos había despertado una llama llena de determinación.
-LO HARÉ OTTO-SAN COMPLETARE MI ENTRENAMIENTO Y ME VOLVERÉ EL DRAGÓN SLAYER MÁS PODEROSO QUÉ HAYA EXISTIDO!-. Grito Naruto a los cielos esperando que su padre lo escuchara.